Héctor Enrique Herrera Cajas (Pelequén, 13 de septiembre de 1930–Viña del Mar, 6 de octubre de 1997) fue un historiador chileno, especialista en la Bizantinística. Recordado por ser políglota, en su área del conocimiento también destaca por haber sido el formador de dos Premios Nacionales de Historia en su país: Gabriel Salazar y Eduardo Cavieres, ambos investigadores dedicados a la Historia Económica y Social. Discípulo del historiador griego Fotios Malleros, es considerado por los expertos como el primer bizantinista latinoamericano. Sus trabajos en Historia de Bizancio específicamente cubren dos áreas: Historia de las Relaciones Internacionales e Historia del arte bizantino. En la Universidad de Chile, su alma mater, dictó cursos regulares y fue cofundador del Centro de Estudios Bizantinos y Neohelénicos, única institución de su tipo en Latinoamérica. Posteriormente, desde 1954 fue profesor tanto de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso como de la Pontificia Universidad Católica de Chile. En la primera casa de estudios fue cofundador y director de su Instituto de Historia. Entre los múltiples trabajos publicados por Herrera Cajas, dentro de sus más importantes destacan «La Germania de Tácito. El problema del significado del escudo» (1957) y «Res privata-Res publica-Imperium» (1977). El primer artículo citado es considerado por los expertos como un estudio pionero de la historia de las mentalidades dentro de la historiografía en Chile. Allí, examina minuciosamente la obra de Tácito con el motivo de analizar qué simbolizaba para los germanos primitivos el escudo para así proyectar sus costumbres hacia el mundo medieval. En palabras de su discípulo José Marín, «él hace hablar a la fuente de una manera realmente notable, por cuanto el propio Tácito poco dice del tema en cuestión». Mientras tanto, el segundo artículo mencionado examina de manera conceptual la trayectoria de las instituciones romanas desde su fundación el año 753 a. C. hasta la caída de su parte occidental. En el desarrollo de la obra, aborda las particularidades del mundo privado y su relación con las instituciones públicas que, a fines del Imperio, perecerían para volver a re-privatizarse socialmente. Esta re-privatización, exponía Herrera, ocurría debido a la influencia que entonces ejercían los pueblos germanos con sus instituciones privadas y descarta de plano las teorías de la ruptura o la continuidad entre un mundo y otro. Desde 1958, profundizó en tópicos del Imperio Bizantino como los fundamentos de su ideología, sus relaciones con la Iglesia, el arte como uno de sus elementos centrales, sus símbolos del poder imperial, el ceremonial palatino o las dinámicas de sus relaciones internacionales principalmente con el Reino Franco y el Califato abasí. Entre sus obras más destacables se encuentran «Simbología del poder imperial en Bizancio: los pendientes de las coronas» (1993-1996) o «Las estepas Euroasiáticas: un peculiar espacio histórico» (1982), obra que tiene como hija putativa a «Los pueblos de las estepas y la formación del arte bizantino: de la tienda a la iglesia cristiana» (1990). Fue rector de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) hacia el período 1986-1989, época en que fundó el Centro de Estudios Clásicos (1986) y fue aceptado como miembro pleno de la Academia Chilena de la Historia (1989). Días luego de su muerte, la Universidad Finis Terrae inauguró la celebración de las Jornadas de Historia Héctor Herrera Cajas. Asimismo, desde noviembre de 1997, una de las salas principales del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso lleva su nombre. Dentro de sus influenciados, Salazar lo destaca «por su calidad humana y la calidad en su forma de hacer las clases». No obstante, esta apreciación no estuvo exenta del antagónico pensamiento político entre ambos, pues Salazar militaba en el MIR, movimiento de ultraizquierda, mientras que Herrera Cajas era acérrimo opositor a los movimientos rebeldes de la década de 1960. Igualmente, una vez acaecida la dictadura militar (1973-1990) del general Augusto Pinochet, durante su transcurso fue afín a la línea doctrinaria del Ministerio de Educación de Chile. (es)
Héctor Enrique Herrera Cajas (13 September 1930 – 6 October 1997) was a Chilean historian and scholar who specialized in Byzantine studies. He is remembered for being a polyglot, and is known for teaching two winners of the National History Prize in his country: Gabriel Salazar and Eduardo Cavieres, researchers in economic and social history. Herrera is a follower of Greek historian Fotios Malleros, and is considered the first Byzantinist of Latin America. His works on the history of Byzantium specifically address Byzantine foreign relations and art. At the Universidad de Chile, his alma mater, he taught regular courses. He was the co-founder of the Universidad de Chile Center for Byzantine and Neohellenic Studies, the only institution of its kind on the subcontinent. Later, he was a professor at the Pontifical Catholic University of Valparaíso (PUCV) and since 1954, the Pontifical Catholic University of Chile (PUC). Among his more important works are Tacitus' Germany: The problem of the meaning of the shield (1957) and "Res Privata–Res publica–Imperium" (1977). The first is considered a pioneering study of the history of mentalities in Chilean historiography. He examines Tacitus' work to analyze the symbolism of the shield to early Germans, then analysed the moves towards medieval history. José Marín said he makes "the source speak in a really remarkable way, since Tacitus himself says little about the subject in question". His article "Res Privata–Res publica–Imperium" "conceptually examines the trajectory of Roman institutions from their foundation until the fall of the Western Empire", and addresses the particularities of the private world and its relationship with public institutions that, at the of the Empire, would perish by socially re-privatizing themselves. Herrera argued that this re-privatization occurred due to the influence of Germanic peoples with their private institutions, and he discarded theories of rupture or continuity between one world and another. From 1958 to his death, Herrera studied the foreign affairs of the Byzantine Civilization from which he relates topics such as the foundation of its imperial ideology, its relations with the Church, its art and its symbols of imperial power to the Frankish Kingdom and the Abbasid Caliphate. Herrera was the head of the Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) from 1986 to 1989, and he founded its Classical Studies Center. A few days after his death, the Finis Terrae University opened the celebration of Jornadas de Historia Héctor Herrera Cajas. In 1989, he had been accepted as a full member of Academia Chilena de la Historia and, since November 1997, the main classroom of the PUCV History Institute was named after him. Among those influenced by Herrera, Salazar maintained that he preferred him "for his human quality and his way to make lessons". This appreciation did not deny the antagonistic political thought between them, since he was a member of the Revolutionary Left Movement (MIR) while Herrera Cajas was opposed 1960s rebel movements. Similarly, from the start of Augusto Pinochet's dictatorship (1973–1990), Herrera was an ally of the doctrinal line of the Ministry of Education that was aligned with the military regime. (en)