La nigromancía, necromancia o necromancía (del lat. necromantīa, y este del griego νεκρομαντεία; unión de necros «muerte» y mantīa «adivinación») es una rama de la magia, considerada generalmente negra, que consiste en la adivinación mediante el examen de las vísceras de los muertos y la invocación de espíritus requiriendo, según sea el caso, contacto con sus cadáveres o posesiones en vida.[cita requerida] La nigromancia es la disciplina o rama de la adivinación que se dedica al vaticinio del futuro mediante la invocación de espíritus. Es una práctica antigua común a la tradición mística o sobrenatural de varias culturas, entre ellas la egipcia, mesopotámica, persa, etcétera. Se ejerce aún en la actualidad, en donde se busca devolver el alma a un cuerpo muerto, ya sea humano o animal.[cita requerida] La (a su practicante se le denomina arúspice) era una disciplina adivinatoria de la Antigua Roma que también pretendía adivinar el porvenir a través del examen de las vísceras, pero, a diferencia de la nigromancia, se centraba en las entrañas de los animales inmolados en honor a algún dios.[cita requerida] (es)
La nigromancía, necromancia o necromancía (del lat. necromantīa, y este del griego νεκρομαντεία; unión de necros «muerte» y mantīa «adivinación») es una rama de la magia, considerada generalmente negra, que consiste en la adivinación mediante el examen de las vísceras de los muertos y la invocación de espíritus requiriendo, según sea el caso, contacto con sus cadáveres o posesiones en vida.[cita requerida] (es)