Enrique Omar Sívori : el Maradona de River (original) (raw)
Si hablamos de un goleador arremetedor, impulsivo, ingenioso, hábil , petiso, robusto, zurdo, cabezón , con piernas algo combadas, de carácter fuerte, discutidor, "estrella", que haya sido ídolo entre los italianos, que haya pasado a un club italiano por una cifra record, que se haya peleado con medio mundo, adorado por las multitudes, que tenga remate potente, gambeta demoledora , cuya mera presencia haga temblar al adversario....pareciera que estamos describiendo a Maradona, símbolo indiscutible de Boca, ídolo mundial. ¨No es así? Sin embargo, estamos hablando de un ídolo de River que hizo historia: Enrique Omar Sívori.
Las coincidencias entre ambos jugadores son notables.Sívori - nacido en San Nicolás en 1935- , como Maradona, era un ganador nato. Dejaba el alma en la cancha, gambeteando con impresionante habilidad a sus rivales , con tal de llegar al arco y hacer goles.Tenía un temperamento guerrero, de luchador ind ¢ mito, que llevó a Renato Cesarini- que lo llevó a River- a decir : "Yo quiero una cancha con diez desconocidos. Después lo pongo a él, y ya estamos listos para salir campeones" . A los 16 años pasó de cuarta división a tercera, haciendo 14 goles en 12 partidos. En tercera hizo 6 goles en 11 partidos en 1952, y 6 goles en 8 partidos. Viendo que allí era un valor desperdiciado, lo pasaron a la reserva, para jugar 21 partidos en los que hizo 11 goles. Adolfo Pedernera dijo de él: "Es uno de los cinco mejores jugadores que vi en mi vida" . Debutó en primera en 1954, reemplazando nada menos que a Labruna en unos amistosos contra el Partizan de Yugoeslavia. Tres meses después formó la delantera con Lostau,Prado y Gómez, derrotando a Lanús 5 a 2 , haciendo el último gol. Nada lo amedrentaba. Hizo ganar a River en el '55 y '56,y la gente lo idolatraba.Vistió un par de veces la camiseta de la selección - ante Uruguay y Perú- y en 1957 la Juventus de Italia pagó diez millones de pesos por su pase. El presidente del Juventus - Umberto Agnelli- tuvo que soportar una terrible campaña desprestigiándolo por pagar ese "desembolso extralimitado" por el zurdo argentino ,que se agudizó cuando Sívori entró sin rendir lo que de él se esperaba. Pero al tiempo , Sívori recuperó su estilo de juego demoledor, haciéndole ganar al Juventus tres campeonatos seguidos, con lo cual se ganó la adoración de la hinchada italiana y una marcación parecida a una cacería de los rivales, que sólo jugaban intentando en vano detenerlo. La misma que sufrió Maradona. Integró la selección italiana en '61- ganándole un amistoso a la Argentina , que estaba de gira- y en el mundial del '62 en Chile, que ganó Italia. Se peleó con Helenio Herrera cuando este fue nombrado técnico de Juventus, y concretó un pase al Nápoles- junto a Altafini- por ciento cincuenta millones de pesos por ambos, que el Nápoles recuperó en tres partidos a cancha llena por ver a Sívori. La revista francesa "France Football" lo nombró mejor jugador del '61, y su llegada al Nápoles provocó la más gigantesca manifestación de "tifosi" que recuerda la historia del fútbol italiano. Después de hacer subcampeón del '67 a Nápoles, en un partido del '68 jug ¢ contra Juventus después de una operación de rodilla, lo chocaron, se peleó, y fue expulsado , por lo cual - luego de 11 años en Italia- volvió a la Argentina. Dejó en Italia un recuerdo que tal vez hayan revivido unos cuantos al ver actuar al otro argentino que hizo vibrar al Nápoles: Maradona.El temperamental genio del fútbol tenía 33 años cuando decidió no volver a jugar. Trabajó como director técnico de Rosario Central , estuvo 15 días en Estudiantes de la Plata, de donde - como era su costumbre- se fue peleado con todos rumbo a San Nicolás , su pueblo, donde tenía una estancia. En 1972 estuvo como técnico de la selección argentina, hasta que otro altercado lo distanció.
Lo volvieron a llamar para preparar a la selección para Alemania '78, y también dirigió al equipo de Racing en el '79. Fue un genio, un grande, que podía protestar, sabiendo que la hinchada estar ¡ a siempre de su lado. Al pase de Sívori a Juventus los hinchas de River le deben la tribuna que cerró el estadio por completo: se construyó con el dinero que vino de Italia con la venta de Sívori, un Maradona de hace treinta años atrás...pero de River.