8. ACTOS POSTERIORES a la FUNDACIÓN – AÑOS 1913 a 1915 (original) (raw)

ACTOS POSTERIORES a la FUNDACIÓN

AÑOS 1913 a 1915

1. La primera sesión de la Comisión Directiva del por entonces denominado C.U.R.C.C. (Peñarol), 15 de diciembre de 1913.

Dice el acta correspondiente:

“En Montevideo, a quince días de diciembre de 1913, se reúne la Comisión Directiva del C.U.R.C.C. (Peñarol), en el domicilio particular del Sr. Jorge Clulow.

“Asisten los Sres. Jorge Clulow, Dr. Félix Polleri, Carlos Saraví, Juan Risso, Carmelo Turturiello, Juan Tognochi, Tomás Lewis, Constante Facello, faltando con aviso el señor Luis L. Borretti y sin aviso el Sr. Santiago Costa.

“Preside el acto el Sr. Jorge Clulow quien lo declara abierto a las 9:35 p.m.

“El Sr. Lewis da lectura de las notas cambiadas entre la anterior Comisión Directiva del C.U.R.Cricket Club y los representantes de los partidarios con motivo de la reforma de la sección football. Se da lectura de estas notas con el fin de ilustrar a los presentes sobre los trabajos efectuados dado que algunos de ellos lo ignoraban.

“Acto seguido se procede a la designación de cargos y después de la elección queda constituida la Comisión de la siguiente forma:

“Presidente: Jorge Clulow

Vicepresidente: Dr. Félix Polleri

Secretarios: C. Facello y T. Lewis

Tesorero: C. Saraví

Bibliotecario: L. Borretti

Vocales; C. Turturiello, J. Risso, S. Costa y Juan Tognochi

“Se resuelve pasar nota a la anterior Comisión Directiva del C.U.R.C.C. comunicándole la constitución de las nuevas autoridades del club e indicándole que los Sres. J. Clulow y C. Saraví han sido designados para recibir los trofeos que aquella Comisión transfiere a la nueva”.

“El Dr, Polleri pregunta para quién será el importe del partido jugado contra Nacional el día 14 del actual. El Sr. Lewis manifiesta haberse entrevistado con el Vicepresidente del Peñarol quien le ha dicho que la comisión patrocinará los partidos hasta finalizar la actual temporada, lo que da a entender que lo cobrado en ese partido le corresponde a ella. Se cambian ideas sobre la formación del Registro de Socios indicando el Dr. Polleri la conveniencia de una franquicia de un mes (el de enero próximo) para la aceptación de socios activos, eximiéndolos del pago de la cuota de ingreso. Dada la importancia del asunto se resuelve aplazarlo para la próxima sesión”.

Se cambian ideas sobre la conveniencia de emprender de inmediato la confección de los Estatutos y Reglamento para el Club, notándose en este cambio de ideas la necesidad de cambiar el nombre del club”.

“Con tal motivo se proponen varios nombres, teniendo más aceptación el presupuesto por el Dr. Polleri, por el que se designará ‘Peñarol Football Association’, resolviéndose que la Subcomisión al ir a Peñarol cambie ideas con la Comisión vieja sobre este asunto”.

“No siendo para más el acto fue clausurado a las 11 p.m.”.

(firmado) J. Clulow, Presidente T.Lewis, Secretario [1]

La Asamblea del 13 de diciembre se había realizado en la sede de la Liga Uruguaya de Football, en la calle Paysandú, en Montevideo. Extremo curioso éste, realmente, de que la “asamblea celebrada por los socios del C.U.R.C.C.” –como reza el acta- club con 22 años de existencia y con sede en la Villa Peñarol, no se haya cumplido en su propia sede.

La sesión de la Comisión Directiva elegida en esa asamblea tampoco se realizó en las oficinas del Ferrocarril, en Peñarol sede natural durante más de veinte años del C.U.R.C.C., sino en el domicilio particular del Sr. Jorge Clulow, “en Montevideo”.

Cuando se está en el proceso fundacional de una nueva institución, las reuniones de quienes se proponen constituirla y las primeras sesiones de los directivos recién electos, es lógico y natural que se efectúen en locales prestados a ese efecto o en el domicilio particular de alguno de sus nuevos dirigentes. Pero que un club que contaba con 22 años de antigüedad, que en tan largo período inveteradamente había realizado sus asambleas y sus sesiones de Directiva en las oficinas del Ferrocarril Central del Uruguay, en la Villa de Peñarol, de buenas a primeras se reuniera en locales ajenos o en domicilios privados, y en Montevideo, resulta absolutamente inverosímil.

¿Pero es que acaso esa del 15 de diciembre de 1913 fue la reunión de la Comisión del C.U.R.C.C.? Evidentemente, no. Porque así lo dice la propia acta de la sesión, la cual, como se ha visto, dejó constancia de que “en Montevideo” y “en el domicilio particular del Sr. Jorge Clulow”, “a quince días de diciembre de 1913” lo que se reunió fue “la Comisión Directiva del C.U.R.C.C. (Peñarol)”.

¿Y qué club es éste? Obviamente, no es el viejo C.U.R.C.C. del año 1891. Y no lo es porque en asamblea del 2 de junio de ese mismo año, los socios activos de ese club rechazaron, entre otras, las modificación estatutaria de su nombre tendiente a añadirle a la locución inglesa de “Central Uruguay Railway Cricket Club” el aditamento de la palabra que designaba su lugar de origen: Peñarol”.

Lo cierto es, naturalmente, que tanto la asamblea del día 13 como la sesión de la Comisión del día 15 no eran las habituales reuniones de un viejo club, sino las iniciales de uno nuevo, que primero se denominó –en la asamblea y en el comienzo de la sesión inicial de su flamante Directiva- “C.U.R.C.C. (Peñarol)”; que ya en esa misma sesión inicial de su Directiva se propuso variarle de nombre predominando el criterio de llamarlo “Peñarol Football Association” y que, poco después, en el mes de marzo siguiente, habrá de denominarle definitivamente, “Club Atlético Peñarol”.

Pero este “C.U.R.C.C. (Peñarol)” de 13 y del 15 de diciembre de 1913, nada tenía que ver –esto es lo que ahora importa destacar- con el Central Uruguay Railway Cricket Club fundado en 1891.

Tan no tenía nada que ver con él, que en esta primera sesión de su Directiva surgen, como las dos cuestiones principales, luego de la distribución de los cargos, la necesidad de “la formación del Registro de Socios” y la conveniencia de emprender de inmediato “la confección de los Estatutos y Reglamento para el Club”. Ambas preocupaciones y ambas tareas demuestran, acabadamente, que se trataba de un nuevo club. Por eso, porque es nuevo, necesitaba formar un registro de socios; formarlo, ocuparse de su “formación”, no ampliarlo, agrandarlo o extenderlo. Por eso mismo, porque se trataba de un club nuevo, era necesario confeccionar los estatutos y reglamento: confeccionarlo, “emprender de inmediato la confección de los estatutos” y no reformar, modificar, ampliar o enmendar los del viejo club.

Adviértase, por lo que refiere al registro de socios, que para ese entonces los estatutos del C.U.R.C.C. no habían sido “reformados” y, sin embargo, el Dr. Polleri propuso un mes de franquicias para que los “socios activos” pudieran incorporarse sin abonar cuota de ingreso. ¿Y qué cuota de ingreso si los estatutos del C.U.R.C.C. no la preveían y, por el contrario, reservaban la calildad de socios activos, de socios con voz y voto, únicamente a los “empleados de dicho Ferrocarril”, del Ferrocarril Central del Uruguay?

Por lo que refiere a los estatutos, al viejo Club, al C.U.R.C.C. se le había enviado un proyecto de estatutos, porque ésta había sido una de las exigencias del “acuerdo” que se había convenido con esa Directiva. Esa Directiva había aprobado tal proyecto y así lo había comunicado en el decurso de las gestiones, tan poco precisas, para dar “una especie de autonomía” a la “sección football” del viejo club. Pero a esta altura la máscara había caído: se había fundado un nuevo club y sólo se seguirá hablando del anterior para lograr, definitivamente, el objetivo que desde el inicio se persiguió: “seguir en la Liga”, no dejar libre el lugar que el viejo Central Uruguay Railway Cricket Club había ocupado desde el año 1900 en la entonces denominada The Uruguay Association Football League y que luego había pasado a llamarse Liga Uruguaya de Football. Esa Liga de la cual la Comisión Directiva del C.U.R.C.C. había resuelto desafiliarse, para “seguir como antes de formarse la Liga”.

2. Nota de la Comisión Directiva del Central Uruguay Railway Cricket Club a la Liga Uruguaya de Football.

Al mes siguiente, el 16 de enero de 1914, la auténtica Comisión Directiva del Central Uruguay Railway Cricket Club dirigió al Presidente de la Liga Uruguaya de Football, la siguiente nota:

“Central Uruguay Railway Cricket Club

“Villa de Peñarol, 16 de enero de 1914

“Señor Presidente de la Liga Uruguaya de Football

“Dr. Abelardo Véscovi

“Muy señor mío:

“Tengo el agrado de comunicar a Ud. que con fecha 15 de diciembre de 1913 ha quedado instalada la nueva Comisión Directiva del C.U.R.C.C. que componen los señores siguientes:

“Presidente Sr. J.H. Clulow

Vicepresidente Dr. F. Polleri

Secretarios Sres. C. Facello y T. Lewis

Tesorero Sr. C. Yaraví

Bibliotecario Sr. L. Borretti

Vocales Sres. C. Turturiello

J. Risso, S. Costa y

Juan Tognochi

“Esta Comisión fue elegid en la Asamblea celebrada el 13 de diciembre de 1913 y será la que en adelante mantendrá las relaciones estatutarias del Club con la Liga de su digna Presidencia.

“Tengo el honor de saludar al Sr. Presidente y por su intermedio a los demás miembros de la Corporación con las protestas de mi mayor consideración”.

(Firmado): Tomás Davies, Presidente; Tomás Lewis, Secretario [2]

Esta nota, suscrita por los Sres. Davies y Lewis como Presidente y Secretario del Central Uruguay Railway Cricket Club [3] , configura, sin duda posible, una falsa certificación.

Por ella se comunicaba que el 15 de diciembre de 1913 había quedado instalada “la nueva Comisión Directiva del C.U.R.C.C.” y ello era notoriamente falso. Lo cierto es que en esa fecha se reunió por primera vez, y quedó instalada, la primera Comisión Directiva de otro club –“la Comisión Directiva del C.U.R.C. (Peñarol)”, tal como reza el encabezamiento del acta correspondiente, según se ha visto oportunamente- y se deliberó, entre otras cosas, sobre la conveniencia de cambiarle el nombre de este nuevo Club, predominando la idea de llamarlo “Peñarol Football Association”.

En dicha comunicación se señalaba que la Comisión presidida por el Sr. Clulow “fue elegida en Asamblea celebrada el 13 de diciembre de 1913”, ocultándose el hecho de que tal asamblea no fue una asamblea de socios activos del C.U.R.C.C. y que, por lo tanto, carecía de potestades para elegir nuevas autoridades para dicho Club, dado que todos ellos –con no más de tres o cuatro excepciones [4] carecían tanto de “voz” como de “voto”.

En la nota referida se agregaba que “esa Comisión será la que en adelante mantendrá las relaciones estatutarias del club con la Liga”. Esta expresión, si en verdad la nueva Comisión hubiera sido la Comisión Directiva del Central Uruguay Railway Cricket Club, habría resultado innecesaria y superabundante. ¿Quién, en efecto, si no la Comisión Directiva es la que habría de mantener las relaciones entre ese Club y la Liga de la que ese Club formaba parte integrante? Pero como en verdad esa Comisión presidida por el Sr. Clulow no era la Comisión Directiva del C.U.R.C.C. sino la de otro club distinto, con denominación similar pero diferente- “C.U.R.C.C. (Peñarol)”- de ahí la necesidad de esta tan peculiar precisión.

De no ser así, además, de no haber coexistido en ese mes de enero de 1914- y todo a lo largo de ese año según habrá de verse más adelante- dos Comisiones Directivas de dos clubes distintos, ¿cómo, de qué manera, con qué autoridad y a qué título podían el 16 de enero de 1914 firmar los Sres. Davies y Lewis como Presidente y Secretario del C.U.R.C.C. si es que éste hubiera elegido nuevo Presidente, nuevos secretarios y nueva Comisión el 13 de diciembre del año anterior, y esa Comisión ya se había instalado y asumido sus funciones dos días después, el 15 de diciembre?

3. La respuesta de la Liga Uruguaya de Football. 21 de enero de 1914

Una semana después la Liga envió la siguiente respuesta:

“Montevideo, 21 de enero de 1914

“Señor Presidente del C.U.R.Cricket Club

“Muy señor mío:

“Me complazco en acusar recibo de su atenta comunicación relativa a la forma en que han sido renovadas las autoridades directivas de ese club, por cuya prosperidad hago vivos votos.

“Al mismo tiempo, la Comisión de la Liga tomó nota de la resolución del C.U.R.C.C. por la que dejó sin efecto la suspensión de varios jugadores del primer team de ese club, por razones disciplinarias.

“Aprovecho la oportunidad para saludar a Ud. con mi mayor consideración”

(Firmado) Abelardo Véscovi, Presidente.

Arturo López Abella, Secretario [5]

La falsa certificación contenida en la comunicación del 16 de enero de 1914 indujo en error a la Liga Uruguaya de Football. Se dio por bueno que la asamblea del 13 de diciembre de 1913 había sido la auténtica asamblea del Central Uruguay Railway Cricket Club, la formada por sus socios activos, por sus socios con facultades de deliberación y decisión; se encaró la comunicación como una cuestión de mero trámite y, simplemente, se acusó recibo de ella.

Tan fue así que, en la misma nota de respuesta se aprovechó la oportunidad para hacer referencia a otro punto, a la suspensión y posterior rehabilitación de los jugadores del primer equipo del Central Uruguay Railway Cricket Club que habían sido sancionados disciplinariamente a consecuencia de haberse quedado con parte de la recaudación de un partido de fútbol disputado contra River Plate el 16 de noviembre de 1913.

4. El testimonio del Sr. Constante Facello (h) Secretario del fugaz “C.U.R.C.C. (Peñarol) 5 de febrero de 1914

En la edición del diario “La Tribuna Popular” del 5 de febrero de 1914 apareció publicada la siguiente carta:

C.U.R.C.C. (Peñarol), Secretaría

“Sr. Cronista de la Sección Football de La Tribuna Popular”

“Estimado Sr. Cronista:

“Para desvirtuar apreciaciones contenidas en un reportaje aparecido en un diario de Buenos Aires, ruégole quiera dar cabida a las siguientes declaraciones en la sección a su cargo”.

“Si bien es cierto que antes de conseguirse la independización de la sección Football del C.U.R.C.C. (Peñarol) se ha trabajado en ese sentido con resultados negativos, no es menos cierto que esos trabajos adolecieron del defecto de no ser emprendidos en forma”.

“Al ser presentada con la formalidad una propuesta a la vieja Comisión del Club por una delegación de partidarios, aquella Comisión en un acto de desprendimiento que mucho la enaltece, desechó esa propuesta que apenas alcanzaba a solicitar la administración de 3 o 4 socios ajenos a la Empresa del F.C.C. del U., juntamente con otras que puede llamar bagatelas, para poner en manos exclusivas de los partidarios del Club su más importante sección, la sección Football, precisamente la que más renombre le diera. Como separar esta sección de la vieja entidad deportiva no implicaba la desaparición de ésta, nada más natural que ella quedara con lo que era suyo. Comprendiéndolo así, la delegación de partidarios al tocar este punto manifestó a la Comisión que tan buena acogida le diera, que entendía que las finanzas eran de pertenencia del Club. A propuesta de la Comisión la nueva entidad que se formara, quedaba en posesión de la bandera y colores del Club y dos trofeos disputados en campeonatos oficiales, quedando ella en posesión como cariñoso recuerdo de los trofeos conquistados en justas particulares”.

“La entrega de dichos trofeos y banderas dio oportunidad para evidenciar la armonía que reinaba entre las dos Comisiones. En ese acto realizado por delegación de las dos Comisiones (la nueva ya estaba nombrada) se tomó una copa de champagne cambiándose sendos discursos en los que se hacía votos por la prosperidad del Club en sus dos ramas”.

“Tampoco es cierto que haya habido imposición por parte de la Comisión vieja para la designación de la nueva Comisión Directiva. Lo demostraré evidentemente con la publicación de las notas cambiadas entre ambas Comisiones, previa la autorización de la Comisión Directiva a que pertenezco”.

“Pido disculpas al señor Cronista por la extensión de ésta, agradeciéndole de antemano su publicación. Saludo atte. S.S.”.

(Firmado): C. Facello (hijo). Secretario.

Comencemos por el principio que es, siempre, una buena regla para el análisis. El principio es, en este caso, el membrete que encabeza la nota del Sr. Facello. Ese membrete expresa “C.U.R.C.C. (Peñarol). Secretaría”.

Y esa denominación –a esta altura ya resulta incuestionable- no correspondía al club que quince ciudadanos ingleses fundaran en 1891, sino al club que una treintena de personas partidarias de ese club hasta entonces fundaran el 13 de diciembre de 1913, ya que es con esa misma denominación que se encabeza el acta de la primera sesión de su Comisión Directiva, que integraba el Sr. Facello, realizada el 15 de diciembre.

Y esa denominación se propondrá, en esa misma sesión inicial de su novel Directiva, cambiaría por la de “Peñarol Football Association” sin que pasara de una propuesta y se sustituirá, según ha de verse, el 12 de marzo de 1914, por la de “Club Atlético Peñarol”.

Pero el 5 de febrero de 1914, fecha en la que se publicó la carta del Sr. Facello en La Tribuna Popular, la denominación era correcta. Ya se había realizado la primera sesión –y muy posiblemente otras- “de la Comisión Directiva del C.U.R.C.C. (Peñarol) en el domicilio particular del Sr. Jorge Clulow”- como reza el acta respectiva y, según se ha dicho, lo de “Peñarol Football Association” no había pasado de una moción cuya consideración se postergó.

En esa carta del Sr. Facello, y ya frente a los hechos consumados,, no se habla más de “una especie de autonomía para seguir en la Liga” –tal como lo hiciera el Sr. Isabelino Pérez en la sesión de la Directiva del C.U.R.C.C. el 3 de noviembre de 1913 al transmitir la aspiración de los socios “no empleados” y partidarios- sino que aquí se menciona clara y directamente “la independización” de la sección football del C.U.R.C.C.. Por lo demás, la finalidad última que había motivado todas las gestiones, la de “seguir en la Liga” ocupando el lugar vacante que dejaba el C.U.R.C.C. ya se había logrado con la certificación falsa del 16 de enero de ese año, apenas veinte días atrás.

Cuando el Sr. Facello se refiere a la “independización” de la sección football del C.U.R.C.C. le agrega a ésta que era la sigla del Central Uruguay Railway Cricket Club, la palabra “Peñarol”, entre paréntesis. Y allí, a la inversa de lo que acontecía en el membrete, el agregado no correspondía y era incorrecto su uso. Porque en ese párrafo el Sr. Facello se refería a las gestiones que “con resultados negativos” se habían realizado “antes” de conseguirse la independización, es decir a las gestiones que se habían emprendido por socios “no empleados” y partidarios entre marzo de 1912 y junio de 1913 y que culminara con aquella aplastante derrota de la moción reformista en la asamblea del 2 de junio.

El Sr. Facello, sostuvo, en su carta, que aquellas gestiones, las frustradas por la votación denegatoria de 25 contra 12, “apenas alcanzaba a solicitar la administración de 3 o 4 socios ajenos a la Empresa del F.C.C. del U., juntamente con otras que puedo llamar bagatelas”.

Y bien, la otra modificación que se propusiera a la asamblea del 2 de junio era, precisamente, la que quería modificar el artículo 1º de los estatutos, para hacerle decir que “La asociación que el 28 de setiembre de 1891 se fundara con el título de Central Uruguay Railway Cricket Club, en lo sucesivo se denominará Central Uruguay Railway Cricket Club Peñarol” (Véase página 5).

Y esa no debería haber sido, para el Sr. Facello, una “bagatela”, puesto que bagatela es tanto como “cosa de poca importancia y sin valor; friolera, fruslería”.

Pero aparte de esto, que es accesorio, lo fundamental radica en que el Sr. Facello reconoció que la separación o, para usar sus palabras, “la independización”, “no implicaba la desaparición” “de la vieja entidad deportiva”. Lo cual fue así en febrero de 1914 y se corroboró así un par de meses después cuando se vio a ambas instituciones disputar partidos de fútbol, cada una con su primer equipo, en las ciudades más alejadas de la República.

El Sr. Facello, Secretario del nuevo Club, autorizado seguramente por su Directiva –puesto que anuncia otra carta pero subordina su publicación a la obtención de tal autorización- se refiere, sin ambages, “a la nueva entidad que se formara”; es decir, admite libre y espontáneamente que la que se formara el 13 de diciembre de 1913, o la que comenzara a formarse en esa fecha pues aún estaba en su período constitutivo, era una “nueva entidad”. Que no es otra cosa que lo que hemos venido sosteniendo, documentadamente, desde el comienzo.

Es verdad que más adelante, en su carta, hizo referencia al “Club en sus dos ramas”, pero a esta altura y con los solos dichos del Sr. Facello –ni qué decir con el conjunto de elementos probatorios que hemos manejado hasta aquí y que seguiremos aportando- la tesis de un solo Club con dos ramas, una cultivando la práctica de fútbol y la otra la del tenis o el cricket, resulta absolutamente insostenible.

Y así lo resulta, por dos razones coadyuvantes.

Por un lado, porque para tratarse de un solo Club tendría que tener, en la cúpula, una autoridad superior común a todas sus ramas, sin perjuicio de autoridades particulares para cada rama, subordinadas a aquélla, y que se ocuparan de deportes distintos. Tal como acontece hoy con los clubes de fútbol que, además, practican el básquetbol u otros deportes. En el caso en examen, en cambio, existían “dos Comisiones”, porque “la nueva ya estaba nombrada” entre las dos “reinaba armonía” y los miembros de una y de otra se reunían, intercambiaban “sendos discursos” y bebían champagne.

Por otro lado, porque según habrá de verse con detalle más adelante, el viejo Central Uruguay Railway Cricket siguió practicando fútbol todo a lo largo de ese mismo año 1914, hasta que se disolvió, por resolución de su asamblea de socios, los suyos y no los del otro club, en 1915.

5. Citaciones o convocatorias del C.U.R.C.C. (Peñarol) entre eneto y marzo de 1914

El C.U.R.C.C. (Peñarol) tuvo una existencia meramente nominal, en el papel, y, además muy breve: de apenas tres meses, que fueron desde el 13 de diciembre de 1913 al 12 de marzo de 1914.

En ese brevísimo lapso, por lo menos en un par de oportunidades, convocó públicamente –esto es, por medio de comunicaciones insertas en la prensa- sea a sus directivos, sea a sus asociados.

Y esas convocatorias o citaciones también resultan ilustrativas. Veámoslas.

En “La Razón”, diario montevideano de la época, en la edición del 29 de enero de 1914 se incluyó el siguiente aviso o comunicado: “C.U.R.C.C.(Peñarol). Citación. La Comisión Directiva del C.U.R.C.C. (Peñarol) se reúne hoy jueves 29 del corriente a las 9 p.m. en punto, para tratar la siguiente orden del día: Actas; Correspondencia; Movimientos de socios; Informe de la Comisión redactora de Estatutos; Informe de la Comisión Pro Field. El Secretario”.

En “El Día”, en su edición correspondiente al 11 de marzo de 1914, se incluyó el siguiente comunicado o aviso: “C.U.R.C.C. (Peñarol) Se cita a los señores socios activoS del C.U.R.C.C. para la Asamblea General Extraordinaria que tendrá lugar el jueves 12 del corriente a las 8 y 30 p.m. en el local del Círculo Lucense (Mercedes 1021 entre Río Negro y Daymán) a objeto de tratar la siguiente orden del día:

1º Lectura del acta de Asamblea anterior; 2º Discusión general y particular del proyecto de estatutos para el Club; 3º Compra del field para deportes. Se justificará la calidad de socio activo con la presentación del recibo correspondiente. Jorge H. Clulow, Presidente. Constante Facello (hijo), Secretario”.

Y bien; uno y otro de los dos comunicados transcriptos resultan si bien se advierte, bastante reveladores.

Del primero, surge claro que se cita a la Comisión Directiva del “C.U.R.C.C. (Peñarol)”, club que no era obviamente, el C.U.R.C.C. fundado por los ingleses del Ferrocarril, sino el club formado por partidarios disidentes de éste el 13 de diciembre de 1913. Del propio texto del comunicado se desprende, sin duda posible, que se trata de un nuevo club. No sólo porque la denominación es diferente del ya existente desde antiguo, sino porque los tres temas principales de la sesión de la Directiva son temas que corresponden naturalmente a un club nuevo: “Movimientos de socios; Informe de la Comisión redactora de Estatutos; Informe de la Comisión Pro-Field”. Adviértase –porque luego habrá de pretenderse, falsamente, que el 12 de marzo de 1914 se “reformaron”, simplemente, los estatutos del auténtico C.U.R.C.C. –que lo que en aquella reunión de la Directiva habría de considerarse era el informe de una comisión “redactora” de los estatutos y no el informe de una comisión revisora, modificadora, enmendadora o correctora de los estatutos de 1891 del Central Uruguay Railway Cricket Club.

Del segundo, surge claro también que se cita a los socios activos del C.U.R.C.C. (Peñarol), tal como lo expresa el encabezamiento del comunicado y aunque, un renglón más abajo, se omita la indicación de “Peñarol” entre paréntesis, en clara maniobra diversionista. Que los socios citados son los del nuevo y no los del viejo club surge, sin hesitación posible, de las siguientes circunstancias: se les cita para una asamblea que tendrá lugar, no en la vieja sede de las oficinas del Ferrocarril Central, en Villa Peñarol, sino en un local prestado o alquilado para la ocasión en el centro de Montevideo, el Círculo Lucense; se les cita para discutir en general y en particular el “proyecto de estatutos para el Club” y no, repetimos, para considerar las reformas, las modificaciones, las enmiendas o las ampliaciones de un estatuto anterior. Y se dispone que la calidad de socio activo se justificará con el recibo correspondiente y no, como hubiera correspondido en el C.U.R.C.C. con la acreditación de la calidad de “socio” empleado de dicho Ferrocarril” tal como lo establecían los estatutos del auténtico Central Uruguay Railway Cricket Club de 1891, plenamente vigentes.

Pero existe, todavía, otro indicio muy claro de que esta asamblea es la asamblea de un club nuevo y no del viejo club. En el acta de la asamblea del 13 de diciembre de 1913 –transcripta en el capítulo VII- no se hace referencia alguna a la lectura del acta de una asamblea anterior. Repásese su texto y se verá cómo, luego de la nómina de asistentes y de señalarse por quiénes es presidida, se comienza expresando que “El presidente expone a la Asamblea los trabajos efectuados con la Comisión del C.U.R.C.C.”, etcétera. Aquí, en la convocatoria de la asamblea del 12 de marzo de 1914, se comienza por consignar que el primer punto del orden del día será la “Lectura del acta de la Asamblea anterior”.

¿Por qué la diferencia? Por una razón clarísima: porque la asamblea del 13 de diciembre de 1913 fue una asamblea originaria, primera, fundacional. No había a su respecto, ninguna asamblea ni niguna acta anterior. Había sí, naturalmente, asambleas y actas anteriores del C.U.R.C.C. del Central Uruguay Railway Cricket Club, pero ellas eran completamente ajenas a quienes se reunieran en la sede de la Asociación Uruguaya de Football. El “C.U.R.C.C. (Peñarol) no tenía una asamblea anterior, ni un acta a la que dar lectura, porque se fundaba precisamente, en ewsa asamblea del 13 de diciembre. En cambio, el 12 de marzo de 1914, al reunirse en asamblea nuevamente los sociois del C.U.R.C.C. (Peñarol), ya tenían a su disposición y era lógico que se diera lectura al acta respectiva, una asamblea anterior, justamente la del 13 de diciembre de 1913.

6. Aprobación de los estatutos del Club Atlético Peñarol. Asamblea realizada el 12 de marzo de 1914.

De esta asamblea no ha sido publicada, por lo menos en las fuentes de información que hemos manejado, el acta correspondiente.

El Dr. Mantrana Garín, en “Por la verdad” expresa solamente que “La Asamblea social aprueba los estatutos y el cambio de denominación del Club. Se pasa comunicación a la Liga Uruguaya de Football”[6]. En su otra obra “La epopeya………” se limita a expresar que “El C.U.R.Cricket Club se denominará en adelante “Club Atlético Peñarol”. La asamblea de asociados reunida el 12 de marzo de 1914 en los salones del Círculo Lucense (Mercedes 1021) aprobó el camino de denominación del Club y la reforma del Estatuto” [7].

En verdad, no hubo “reforma del Estatuto” como el Dr. Mantrana Garín pretendiera en 1953 y sí “aprobación de Estatutos” como lo afirmara en 1939. Y tal como correspondía a un club recién formado o constituido.

En los referidos estatutos, el artículo 1º expresa: “Con domicilio en la ciudad de Montevideo, con el nombre de Club Atlético Peñarol se designará en adelante el Central Uruguay Railway Cricket Club fundado el 28 de setiembre de 1891” [8]

Como lo hemos señalado ya, el acta de la referida asamblea no ha sido publicada. No lo hacen así ninguno de los dos libros del Dr. Mantrana Garín, lo que no deja de resultar curioso, por lo menos.

Pese a tal falta de publicación del acta, y habida cuenta del antecedente constituido por la asamblea del 13 de diciembre de 1913, no cabe la menor duda de que la tal asamblea no lo fue de los socios activos –los socios “empleados”- del Central Uruguay Railway Cricket Club, sino de un grupo de personas que en los meses de enero y febrero de 1914 se habían registrado como socios activos del Club formado en aquella asamblea.

Y tampoco cabe la menor duda de que en la asamblea del mes de marzo de 1914 no se modificaron o reformaron- no fueron “alterados o enmendados” algunos de los artículos de los estatutos de 1891 del Central Uruguay Railway Cricket Club, tal como lo preveía su artículo XVIII- sino que lisa y llanamente se aprobaron los estatutos de un nuevo Club.

De un club que, indebidamente, en forma antiestatutaria, y, por ende absolutamente nula, pretendió afirmar que era el mismo club fundado por los ingleses del Ferrocarril más de veinte años antes.

Y tan era éste un nuevo club que para realizar esta asamblea tuvo que recurrir, una vez más, a un local prestado, “los salones del Círculo Lucense”, en esta oportunidad.

7. La comunicación del “cambio” de denominación a la Liga Uruguaya de Football. 14 de marzo de 1914.

Expresaba así, tal comunicación:

“C.U.R.Cricket Club

“Montevideo, Marzo 14 de 1914

“Sr. Presidente de la Liga Uruguaya de Football

“Dr. Abelardo Véscovi

“Presente

“Sr. Presidente:

“Cúmpleme comunicarle para su gobierno que, por resolución de la Asamblea Gral. de Asociados de la Institución que me cabe el honor de presidir, celebrada el 12 ppdo. a objeto de reformar los Estatutos del Club, el Central Uruguay Railway Cricket Club, se designará en adelante con el nombre de Club Atlético Peñarol”.

“Saludo al Sr. Presidente con mi consideración más distinguida”

(Firmado): Jorge H. Clulow, Presidente. C. Facello, Secretario [9]

La operación quedaba completa. En papel membretado del C.U.R. Cricket Club que tenía su sede en Villa Peñarol, pero fechada en Montevideo, se suscribe esta comunicación que deja creer, sin que ello fuera cierto, que una auténtica asamblea de socios activos del Central Uruguay Railway Cricket Club había “reformado” sus estatutos y le había cambiado la denominación al club.

Y la Liga, inducida en engaño, se dejó engañar, según ha de verse de inmediato.

8. La respuesta de la Liga Uruguaya de Football. 17 de marzo de 1914

Apenas tres días después, la Liga respondió:

“Montevideo, Marzo 17 de 1914

“Señor Presidente del Club Atlético Peñarol

“Muy señor mío:

“Me complazco en llevar a su conocimiento que la Comisión de la Liga ha tomado nota del cambio de nombre de este Club, determinada por la Asamblea de Socios del mismo”.

“Aprovecho esta oportunidad para saludar a Ud. cordialmente”.

(Firmado): Abelardo Véscovi, Presidente [10]

Como dijéramos, la Liga, inducida en error se dejó engañar.

Consideró a esta comunicación como un asunto de mero trámite; supuso, seguramente, que “el cambio de nombre” era apenas eso; supuso que el cambio había sido “determinado por la Asamblea de Socios” del Central Uruguay Railway Cricket Club, celebrada “a objeto de reformar los Estatutos del Club” tal como falsamente se le informara; tomó nota y así respondió: que había tomado nota.

9. La personería jurídica del Club Atlético Peñarol: 13 de abril de 1914. Las posteriores reformas a los estatutos.

El Central Uruguay Railway Cricket Club nunca había gozado de personería jurídica. Nunca la solicitó y, por ende, nunca la obtuvo.

No es cierto, como sostuviera el Dr. Mantrana Garín, que el C.U.R.C.C. no necesitaba personería jurídica por ser dicha “institución de carácter gremial y una especie de dependencia de la empresa del Ferrocarril Central” [11].

Cualquier entidad, deportiva o social, formada por empleados de una empresa privada no es, en modo alguno, una “dependencia”, de la empresa; es una institución distinta de la empresa, formada por un conjunto de personas físicas que tienen como característica en común la de trabajar para esa empresa y que, libre y voluntariamente deciden formar una asociación que será una persona jurídica si solicita y obtiene el reconocimiento de la autoridad y que no será sino una asociación de hecho si no obtiene tal autorización.

Por las razones que fueren, los ciudadanos ingleses radicados en nuestro país que se reunieron “en las Oficinas del Ferrocarril Central, en la localidad de Peñarol”, el 28 de setiembre de 1891, “con el fin de constituir un club de deportes en la localidad”, nunca solicitaron y nunca obtuvieron la personería jurídica para ese club. Pero ya entonces regía en nuestro país el artículo 21 del Código Civil –en vigencia desde 1868- a cuyo tenor “Se consideran personas jurídicas, y por consiguiente capaces de derechos y obligaciones civiles ……, las corporaciones, establecimientos y asociaciones reconocidas por la autoridad pública”.

Por eso tampoco tuvo razón el Sr. Maggi cuando sostuvo “Que en lo que se relaciona con la personería jurídica, no se adivina la importancia de ser quien primero la obtenga, sobre todo si se tiene en cuenta que lo que antes no se precisaba, fue después necesario” [12]

El Club Atlético Peñarol solicitó la personería jurídica y la obtuvo el 13 de abril de 1914 en que la concedió el Poder Ejecutivo de la época.

En la documentación correspondiente existente en el ex Ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social constan la certificación notarial que da cuenta, entre otras cosas, de que “en la Asamblea General celebrada el doce de los corrientes mes y año” (marzo de 1914) “se aprobaron los Estatutos Sociales” del Club Atlético Peñarol (y no obsérvese bien, que se reformaron o modificaron o alteraron o enmendaron los Estatutos del Central Uruguay Railway Cricket Club), el contenido de tales estatutos, el escrito presentado por los Sres. Jorge Clulow y Constante Facello, en sus caracteres de Presidente y Secretario del club peticionando el otorgamiento de la personería jurídica y en el que expresaron que “Presentan a ese fin los Estatutos sociales aprobados en Asamblea ……” (y no, obsérvese bien nuevamente, los Estatutos reformados o modificados, alterados o enmendados del C.U.R.C.C.) y su tramitación posterior hasta su aprobación.

Y bien, en esa tramitación, en la primera resolución que recayó ante la solicitud de los Sres. Clulow y Facello, el Oficial Mayor del Ministerio del Interior, Sr. Pablo Varzi (h) dispuso que la solicitud pasara en vista al Fiscal de Gobierno y dejó la siguiente constancia: “Hago constar que a los estatutos transcriptos precedentemente, no se le adjuntaron los Estatutos del Central Uruguay Railway Cricket Club” (fs. 20 del expediente).

Lamentablemente, esa atinada y justa observación, que de ser atendida hubiera bastado para desvirtuar la falsa afirmación de que el Club Atlético Peñarol era la forma en que en adelante se denominaría el Central Uruguay Railway Cricket Club, no fue tomada en cuenta y con una celeridad que ya quisieran para sí todos los solicitantes, en muy pocos días el Poder Ejecutivo otorgó la personería jurídica solicitada.

Desde luego, el otorgamiento de la personería jurídica no significa otra cosa que la autorización para funcionar como persona jurídica y no puede, de modo alguno y por muchos que sean los poderes del Poder Ejecutivo –y en 1914 lo eran mayores- transformar en verdad histórica algo que no lo es. Si alguna vez, por ejemplo, un conjunto de ciudadanos árabes residentes en nuestro país expresaran en el artículo 1º de unos estatutos sociales que fundan tal asociación siguiendo las indicaciones de Mahoma a tal efecto, es obvio que el otorgamiento de la personería jurídica a dicha asociación no certificaría la veracidad del presunto mensaje del Profeta.

Dejemos por un instante el desarrollo cronológico que hasta aquí hemos seguido, y hagamos referencia a algunas de las reformas sufridas a lo largo de los años por los estatutos del Club Atlético Peñarol. De 1914 en adelante.

En una reforma del año 1939, el C.A. Peñarol varió la redacción del artículo 1º de sus estatutos. Y aquí bien cabe aquello de que la enmienda resultó peor que el soneto.

En esta nueva redacción del artículo 1º se expresó: “El Club Atlético Peñarol es un asociación civil fundada en Montevideo el 28 de setiembre de 1891 y tiene su asiento y domicilio legal en la ciudad del mismo nombre (Desde el 28 de setiembre de 1891 hasta el 13 de abril de 1914 el Club Atlético Peñarol se denominó Central Uruguay Railway Cricket Club Peñarol).

Ese nombre, “Central Uruguay Railway Cricket Club Peñarol” o “C.U.R.C.C. (Peñarol)” o no existió nunca o tuvo una fugaz existencia sólo en el papel.

Quiso ser el nombre reformado del verdadero Central Uruguay Railway Cricket Club a comienzos de 1913 y así se propuso a la asamblea de sus socios el 2 de junio de ese año: pero, según se ha visto, esa asamblea rechazó, por 25 votos contra 12, tal agregado. Quiso ser, también, el nombre del nuevo club surgido de la asamblea de partidarios del 13 de diciembre de 1913, al punto que en la primera reunión de su Comisión Directiva, dos días después, según se ha visto y según consta en el acta correspondiente, se expresa ser la reunión de la Comisión Directiva” del C.U.R.C.C. (Peñarol)”, pero poco duró, ya que en esa misma reunión el Dr. Polleri propuso sustituirlo por el de “Peñarol Football Association” y el 12 de marzo de 1914 se adoptó el de Club Atlético Peñarol.

Tampoco aquí, obviamente, la aprobación de una reforma estatutaria pudo convalidar algo rematadamente falso, tanto como lo anterior.

En otra reforma posterior, ésta de los años 1957-58, el Asesor Letrado del Ministerio de Instrucción Pública, Dr. Ricardo Clavijo, señaló que “La referencia del art. 1º a la fecha de fundación de la entidad, puede aceptarse sin perjuicio de las resultancias definitivas que arrojen las actuaciones que al respecto, y como es notorio, se han promovido. Por consiguiente, la aprobación del texto presentado no implicará reconocimiento oficial alguno respecto de la antigüedad y orígenes del Club Atlético Peñarol”.(foja 135 del expediente. Informe Nº 6817 de la Asesoría Letrada).

Al evacuar la vista que de ésta y de otras observaciones se les confiriera, el Presidente y el Secretario del C.A. Peñarol, Sres. Cr. Gastón Güelfi y Felisberto Carámbula, expresaron: “No nos oponemos a que la referencia a la fecha de fundación se acepte con la salvedad de no implicar reconocimiento oficial alguno respecto a la antigüedad y orígenes deel Club Atlético Peñarol”.

Esta actitud de los representantes del C.A. Peñarol no deja de llamar la atención. En lugar de alegar y probar la verdad de la afirmación contenida en el artículo 1º de sus estatutos respecto al origen y antigüedad del club, se aceptó resignadamente que tal referencia careciera de valor de reconocimiento oficial.

Fue una actitud extraña, realmente. Quien dice la verdad, cuando ésta resulta impugnada o puesta en duda, se esfuerza en probarla, en demostrarla. Para ese entonces, un ex Presidente del C.A. Peñarol había efectuado dos publicaciones, nada menos, para sostener ese pretendido origen y esa presunta antigüedad. Y sin embargo, cuando el C.A. Peñarol tuvo la carga de probar ambas pretensioines, ante la autoridad competente y con todas las garantías del proceso administrativo, se prefirió hacer mutis por el foro.

10. La nota del Presidente del Central Uruguay Railway Cricket Club al Administrador General del Ferrocarril Central. Abril de 1914

Pero volvamos al año 1914. En la Villa de Peñarol, en el mes de abril de 1914 –no hay constancia del día exacto- el Sr. Pedro Sedgfield, Presidente del Central Uruguay Railway Cricket Club y, a la vez, Ingeniero Mecánico de los ferrocarriles, envió al Administrador General del Ferrocarril Central del Uruguay, en inglés, la nota que, traducida, dice así:

“Oficina del Ingeniero Mecánico, Villa de Peñarol”.

“Informo a usted que, recientemente el “Central Uruguay Railway Cricket Club”, que desde hace algunos años ha estado dedicado casi exclusivamente a la práctica del football, se ha disuelto el elemento football formando otro club con sede completamente alejada de Peñarol. Esto ha sido llevado a cabo principalmente a fin de dar cumplimiento a los deseos expresados con frecuencia por la Compañía en el sentido de que los partidos oficiales de football debieran ser evitados en Peñarol, por los inconvenientes que soporta la Compañía de tener que disponer de trenes especiales para el público. Para asegurar aún más esta finalidad es necesario que el remanente del viejo club se abstenga de participar en los partidos de la Liga y otros partidos de Competencia y que como resultado de la escisión, el antiguo Club tiene su lista de socios reducida a 38 y el dinero en efectivo es más o menos $ 700,00. El alquiler anual por el campo es de $ 150,00 y está abonado hasta junio próximo. Las entradas del Club sin embargo serán tan reducidas que un nuevo pago de este alquiler y la retención del campo difícilmente sea factible. De manera, pues, que sería conveniente si la Compañía se tomara la responsabilidad por el alquiler con el fin de mantener alejados a los otros clubs y a condición de que el viejoclub no tomara parte en los partidos de la Liga y de competencia. Las perspectivas del antiguo club no permiten mucho debido a la falta de iniciativa atlética entre los empleados del Ferro-Carril Central del Uruguay y no sería difícil que no pudiera sostenerse por más tiempo. El campo en cuestión es céntrico y bien podría ser vendido en solares para construcciones de viviendas de empleados en cualquier momento. Si la Compañía pudiera comprarlo de una vez y permitir su uso para fines del deporte, la seguridad adquirida, podría ser más fácil el establecimiento del Club sobre una base más segura, mientras que el riesgo de establecimiento de algún otro instituto deportivo sería fácilmente evitado”.

“Villa de Peñarol, abril de mil novecientos catorce”.

(firmado): P. Sedgfield [13]

El Presidente del Central Uruguay Railway Cricket Club también es terminante en esta comunicación que firma como Ingeniero Mecánico y que dirige a su superior.

Véase: expresa que se ha formado “otro club”, distinto, diferente “con sede completamente alejada de Peñarol”; que es necesario que “el remanente del viejo club”- que sigue existiendo, por lo tanto –se abstenga de participar en partidos de Liga y otros de Competencia, pero no, seguramente, en partidos amistosos tal como los que se cumplían hasta 1900; señala que como consecuencia de “la escisión” (es decir, “disensión, desavenencia, rompimiento, separación”) el número de socios ha quedado reducido a 38, lo que significa que el Club sigue existiendo y que esos socios también existen [14]; se queja de que las entradas de dinero del Club serán muy reducidas de allí en adelante, pero habrá entradas, aunque menores, porque hay y seguirá habiendo Club; le sugiere al jerarca que la empresa se haga cargo del pago del alquiler anual de la cancha o campo de deportes; promete que el antiguo Club no tomará parte en partidos de Liga; supone que al antiguo Club le resultará difícil sobrevivir y, para facilitar las cosas, insinúa la conveniencia de que la empresa adquiera el campo y le permita al Club su uso para fines de deporte.

En suma: de esta comunicación surge con evidencia, y con naturalidad, que el Central Uruguay Railway Cricket Club y el Club Atlético Peñarol eran, en abril de 1914, dos instituciones distintas, diferentes, separadas. Y que la primera seguía existiendo y aunque enfrentaba dificultades, preveía y demandaba soluciones para ellas.

Si esto era así, de manera alguna podía sostenerse que “con el nombre de Club Atlético Peñarol se designará en adelante el Central Uruguay Railway Cricket Club fundado el 28 de setiembre de 1891”, como falsamente sostuvieran los estatutos del nuevo club que por esos días del mes de abril de 1914 tramitaba la obtención de su personería jurídica.

El Sr. Maggi, en su ya citado prólogo a la primera de las publicaciones del Dr. Mantrana Garín, incorporó, a su pedido, la carta privada que le enviara el Sr. Segdfield el 26 de setiembre de 1939. El Sr. Segdfield había sido el último de los Presidentes del C.U.R.C.C. y en 1933 el C.A. Peñarol lo designó “socio honorario”.

En la misiva referida, el Sr. Sedgfield se afilia, tantos años después y contrariando lo que claramente había manifestado en su comunicación al Administrador General del Ferrocarril Central en abril de 1914, a la tesis peñarolense de la continuidad entre una y otra de las dos instituciones.

A la debilidad genérica que en cuanto a su credibilidad o a su fuerza probatoria presentan este tipo de testimonios formulados privadamente y a petición de parte, se une, en el caso, la debilidad argumental de su propio contenido.

Que la Comisión Directiva del C.U.R.C.C. haya seguido actuando después de elegida la Comisión que presidiera el Sr. Clulow se explica –según esta versión de Sedgfield de 25 años después- porque si bien resultó fácil desprenderse a fines de 1913 del caudal inmaterial (nombre, colores, bandera), no se pudo hacer lo mismo con algunos bienes materiales (útiles, libros de contabilidad, dinero existente en caja).

La explicación no explica …… nada. En abril de 1914 el Sr. Sedgfield comunicó al Administrador General del Ferrocarril que “el dinero en efectivo es más o menos $ 700.000 y luego veremos, en el numeral 12 de este mismo capítulo, que en el año 1915, al disolverse el Central Uruguay Railway Cricket Club, donó al Hospital Británico la suma de $ 697,28. ¿Resultaba materialmente tan difícil hacer esa donación que ella insumió dos años? Obviamente, no. Esa suma, que era, digámoslo así, el capital líquido del C.U.R.C.C. no se donó en 1913, ni en 1914 porque en esos años el Club seguía existiendo, y se donó recién en 1915 porque ese año, recién en ese año, el C.U.R.C.C. se disolvió por resolución de su asamblea según ha de verse Y también al disolverse fue que el C.U.R.C.C. entregó al C.A. Peñarol bienes cuyo valor de afección era mayor, sin duda, a su valor material: copas y trofeos ganados en partidos de cricket, cuadros de sus equipos.

Pero no fue solamente la Comisión Directiva del C.U.R.C.C. la que siguió actuando durante todo el año 1914; también lo hizo su primer equipo de fútbol. Y esto es lo que pasaremos a examinar.

11. La actividad deportiva del auténtico Central Uruguay Railway Cricket Club en el decurso del año 1914

Si las asambleas del 13 de diciembre de 1913 y del 12 de marzo de 1914 hubieran sido, como se pretende, auténticas asambleas del Central Uruguay Railway Cricket Club, y si en la primera de ellas la que se eligió hubiera sido una nueva Comisión Directiva de ese Club, y en la segunda simplemente se le hubiera cambiado de nombre entre otras tantas “reformas” a sus estatutos, a partir de entonces no podría haber habido ninguna actividad futbolística del Central Uruguay Railway Cricket Club. Por una razón sencillísima: porque éste ya no se denominaría así, sino Club Atlético Peñarol.

Sin embargo, a lo largo de todo el año 1914 hubo actividad futbolística del C.U.R.C.C. –además, desde luego, de la del recién fundado Club A. Peñarol- lo que constituye una prueba más, otra más de que incluso coexistieron, no ya sólo jurídicamente, sino también deportivamente.

Veámoslo rápidamente:

a) En el diario “La Razón, de Montevideo, en edición correspondiente al 2 de marzo de 1914, página 11, columna 4, se encuentra una breve noticia que expresaba: “Football C.U.R.C.C. habiendo quedado separado del F.C.C. el team de Peñarol, se ha constituido otro team para jugar partidos amistosos y el cual se llamará C.U.R.C.C.. Defenderán el citado equipo los siguientes jugadores: D.Davies, G.Davies (capitán), A. Betucci, F. Fones, T. Davies, G. Best, J. Pérez, R. Cooper, J. Groy, J.Vielman, J.F. Clark”.

La Noticia está mal redactada cuando dice que el team “se llamará C.U.R.C.C.”; el team y el Club se llamaba ya el C.U.R.C.C. ¿O alguien puede dudar que el team de los Davies, de Best, de Cooper, de Betucci era el viejo Central Uruguay Railway Cricket Club del que, algunos de ellos, incluso, habían sido fundadores?

El significado de esta noticia era y es muy claro: del C.U.R.C.C. se habían separado algunos integrantes del team que habitualmente lo defendía y, de entre los que se habían quedado, se formó el equipo para disputar partidos amistosos.

Lo que demuestra, otra vez, que no es verdad que el C.U.R.C.C. se hubiera separado algunos integrantes del team que habitualmente lo defendía y, de entre los que se habían quedado, se formó el equipo para disputar partidos amistosos.

b) en la edición del diario montevideano “La Tribuna Popular”, correspondiente al día 26 de marzo de 1914, se publicó el siguiente comunicado: Federación Anglo-Uruguaya de Football. Se avisa a las Comisiones Directivas de los clubs Windsor, C.U.R.C.C., Oriental, Círculo de Armas, Montevideo Cricket, I.M.C.A. y Uruguayo, envíen sus delegados a la reunión que tendrá lugar el jueves 26 del corriente, a las 21 en punto, en el local del Círculo de Armas, calle Paysandú entre Florida y Ciudadela, para nombrar la Comisión de dicha Institución, hacer el calendario de partidos y tratar otros asuntos de importancia. Única citación. Se ruega puntual asistencia. La Secretaría”.

Resulta muy claro, del tenor de este comunicado de la Federación Anglo-Uruguaya de Football, que el viejo Central Uruguay Railway Cricket Club, el club de los ingleses del Ferrocarril, había cumplido su aspiración, aquella expresada en las sesiones de su Directiva de 3 y 25 de noviembre de 1913: “no afiliarse más a la Liga” (a la Liga Uruguaya de Football); “seguir como antes de formarse la Liga”, etcétera, según se ha visto con detalle.

El C.U.R.C.C. siguió existiendo, después del 13 de diciembre de 1913 y tan así que en marzo de 1914 fue convocado por la Federación Anglo-Uruguaya de Football, mientras que el C.A. Peñarol, recién fundado, se colaba en la primera división de la Liga Uruguaya de Football al amparo de un par de certificaciones falsas: una, la que le hizo creer a la Liga que la asamblea del 13 de diciembre de 1913 había sido, cuando no lo fue, una asamblea de socios activos o con poder de decisión del C.U.R.C.C.; otra, que le hizo creer que en la asamblea del 12 de marzo de 1914, los socios activos o con poder de decisión del C.U.R.C.C. habían “reformado” los viejos estatutos de 1891 y le habían cambiado el nombre al Club que, desde entonces, se llamaría C.A. Peñarol.

La coexistencia de los dos clubes en 1914, el antiguo y el recién fundado, configura la demostración más acabada de la falsificación y la simulación.

c) En el mes de abril de 1914 el equipo del Central Uruguay Railway Cricket Club se trasladó por ferrocarril –por el Ferrocarril Central del Uruguay- al extremo norte del país y disputó dos partidos de fútbol, uno, en la ciudad de Rivera, contra un combinado de tres equipos locales, y otro, en la ciudad brasileña de Santa Ana do Livramento, contra el Club 14 de Julio.

La prensa riverense de la época ilustra abundantemente sobre el viaje y los partidos mencionados.

Así, en la edición Nº 387 del diario “Rivera” correspondiente al miércoles 8 de abril, página 3, columna 1, puede leerse: “Football. Cosas de nuestros clubs. Reuniéronse el viernes a la noche los presidentes de los Clubs Tabaré, Nacional y Lavalleja para de común acuerdo formar el team de combinados que jugará en uno de los días de Semana Santa con el cuadro que vendrá de Montevideo, compuesto de empleados del Ferrocarril, el que también rivalizará con el 14 de Julio”.

En la columna 2 de esa misma página, bajo el título de “El team montevideano”, puede leerse: “Como lo anunciáramos en número anterior, mañana llega el equipo de Montevideo, que aprovechando los días feriados viene en gira deportiva. El equipo de la capital estará constituido así: Alfonso Betucci, Arago y Boggiani; Luc, Harley y Serc; C. Boggiani, Marrón, Quaglia, Bartolozzi y Cáceres. Suplentes: Alfredo Betucci y Mazzuco. Pasado mañana juega con el combinado y el sábado con el 14 de Julio”.

En la edición Nº 388 del mismo periódico “Rivera”, correspondiente al 11 de abril de 1914 se informa: “El team montevideano. Recepción y agasajos. C.U.R.C.C. (1) Combinado (1). Cumpliendo la promesa hecha en oportunidad al Tabaré, llegaron antenoche los componentes del C.U.R.C.C. y no de Peñarol como se ha dicho”.

En esa misma página, otra noticia da cuenta que “El C.U.R.C.C. se medirá esta tarde con el 14 de Julio. Field: Santa Ana. Hora 15”.

En la edición siguiente, Nº 389, correspondiente al 15 de abril de 1914, página 3, se publica un artículo en el que se hace mención a “Si existe la crónica del match jugado en la ciudad de Santa Ana do Livramento (Brasil) entre el C.U.R.C.C. de Montevideo y el 14 de Julio”.

En la edición siguiente, Nº 390, del mismo periódico “Rivera”, página 3, y bajo el título de “Football. Osequio de “A Noticia” Bouquet de insultos”, se expresa: “Sabíamos que nuestra censura para con la mayor parte del público que asistió al match C.U.R.C.C. 14 de Julio, iba a tener su refutación, su rechazo, su oposición ……”

Similares referencias a estos dos partidos de fútbol se encuentran en “El Comercio”, otro periódico de Rivera, en su edición del 14 de abril de 1914.

La prensa montevideana también se hizo eco de la excursión deportiva del Central Uruguay Railway Cricket Club a Rivera y a Santa Ana do Livramento.

En la edición del diario “La Razón” del 6 de abril de 1914, página 8, columna 6, se lee: “Football. C.U.R.C.C. Aceptando una invitación de team de football “14 de Julio” de Santa Ana do Livramento, se trasladará por vía férrea el primer team del C.U.R.C.C. en los días de Semana Santa a jugar un partido de football en el cual se disputarán las medallas de plata donadas por la misma institución. El team del C.U.R.C.C. lo representarán los siguientes señores S. Zingaro; Alfredo Betucci y P. Davies (cap.); R. Luc, N. Boggiani y N. Arago; R. Davies, M. Bartolozzi, L. Quaglia, N. Gula y J. Boggiani. Acompañarán al teAm los señores J.L. Maz e Isabelino Pérez” (Que, según resulta fácil advertir seguían siendo directivos del C.U.R.C.C.).

Y bien; mientras el primer team del Central Uruguay Railway Cricket Club disputaba esos partidos en Rivera y en Santa Ana do Livramento, el primer equipo del C.A. Peñarol jugaba en Montevideo contra el primer team del Universal. Así lo confirma, entre otras cosas, la edición de “La Tribuna Popular”, de Montevideo, del 11 de abril de 1914 (página 2, columna 1): “Football. En Belvedere, Peñarol (1) Universal (1). Para presenciar el match anunciado entre los primeros teams de Peñarol y Universal ……”

¿Eran una misma institución el C.U.R.C.C. y el C.A. Peñarol? Sus jugadores, ¿tenían el don de la ubicuidad y podían, simultáneamente disputar partidos de fútbol en lugares distantes entre sí quinientos kilómetros? ¿O, sencillamente se trataba de dos instituciones, cada una de las cuales tenían su primer equipo que disputaban los partidos que sus Comisiones Directivas acordaban con otros equipos?

d) Y el C.U.R.C.C. siguió disputando partidos de fútbol a lo largo de ese año 1914, ya después de fundado el C.A. Peñarol, que también disputaba los suyos.

Así, el diario “La Razón” de 23 de julio de 1914 (página 6, columna 4), bajo el título “Football. C.U.R.C.C. versus Club A. Patria. El domingo pasado se efectuó en Peñarol un match que en verdaed resultó interesante y además dio esa nota hermosa y altruista que ofrecen los encuentros deportivos cuando se desarrollan entre personas dotadas de verdadero espíritu deportista, condiciones hoy raras en nuestros fields de football. Eran las 15 horas pasadas cuando a órdenes del Sr. J. Estévez, árbitro del encuentro, se alistaron ambos cuadros de la siguiente manera: C.U.R.C.C. Campi; G.Davies y A. Betucci; O. Manginotti, Alonso y N. Velásquez, M. Ottonello, E. Pinillo, A. Rodríguez, H. Cooper y Cáceres”.

La misma noticia se encuentra publicada en “La Tribuna Popular” del 24 de julio de 1914. Mientras tanto, los diarios “La Razón” y “La Tribuna Popular” del 20 de julio de 1914 contienen la crónica del partido jugado el día 18 entre los equipos del Universal y el C.A. Peñarol [15].

En definitiva, y para no alargar innecesariamente estos desarrollos: lo cierto es, incuestionablemente, que después de la asamblea del 13 de diciembre de 1913 que eligió una Comisión Directiva fuera de los estatutos del C.U.R.C.C. y de la del 12 de marzo de 1914 que aprobó los estatutos del C.A. Peñarol y no la “reforma” de los estatutos del C.U.R.C.C., ambas instituciones coexistieron, realizando sus actividades futbolísticas por separado.

12. La disolución del Central Uruguay Railway Cricket Club en el año 1915.

El Dr. Mantrana Garín en uno de sus libros tantas veces citado, incluye en lo que denomina “Sinopsis cronológica”, una muy escueta referencia a la disolución del antiguo club fundado por los ingleses del Ferrocarril en el año 1891. La referencia dice así, simplemente: “Sesión del 5 de abril de 1915”- siendo ésta, sin duda, una sesión de la Comisión Directiva del C.A. Peñarol- “Se recibió una comunicación del C.U.R.Cricket Club, dando cuenta de su disolución y de la donación de 3 copas, un bronce y 16 cuadros (copas y bronce ganados en partidos de cricket)” [16]

Es una lástima, verdaderamente no contar con el texto de esa nota –así como el de varios otros documentos, según hemos ido señalando- ya que resulta probable que sus términos fueron más expresivos que la escueta referencia. Pero aun sin su texto, el solo hecho de que un vocero tan calificadle del C.A. Peñarol y que como Presidente del mismo tuvo acceso a sus archivos, actas y documentos, reconozca que se recibió tal comunicación, es suficiente y bastante para confirmar que jurídicamente ambas instituciones coexistieron a lo largo de los últimos días de 1913, de todo el año 1914 y de parte del año 1915. Y que, por ende, una no fue la continuación de la otra.

Es recién, pues, en 1915 que se disuelve el Central Uruguay Railway Cricket Club y su disolución no fue dispuesta, obviamente, por la Asamblea o por la Directiva presidida por el Sr. Jorge Clulow, sino por las únicas y auténticas autoridades del C.U.R.C.C.

Y al disolverse, el Central Uruguay Railway Cricket Club, según lo que manifiesta el ex Presidente, resolvió donar al C.A. Peñarol, que los recibió, tres copas y un bronce que –se aclara- fueron “ganados en partidos de cricket” y dieciséis cuadros que –no se aclara, pero resulta fácil presumir reproducen las fotografías de los equipos del fútbol del Central Uruguay Railway Cricket Club.

Y bien; la donación es un contrato que requiere dos partes, el donante y el donatario. El artículo 1613 del Código Civil l o define expresando: “La donación entre vivos es un contrato por el cual el donante, ejerciendo un acto de liberalidad, se desprende desde luego e irrevocablemente del objeto donado a favor del donatario que lo acepta”.

La donación de las copas, el bronce y los cuadros ratifica entonces, y por enésima vez, que hasta ese momento coexistían dos instituciones separadas y distintas: la una, fundada en 1891 por los ingleses del Ferrocarril, que se disolvía y antes de hacerlo donó a la otra algunos objetos; la otra, fundada mucho después que aceptó la donación de aquellos objetos.

Por lo demás, los fondos existentes al disolverse el Central Uruguay Railway Cricket Club, no fueron donados al C.A. Peñarol, sino al Hospital Británico. Así lo certifica la constancia existente en la Memoria Anual de dicho Hospital correspondiente al año 1915 y cuya exactitud fuera confirmada por escrito por el Secretario de dicho Hospital, Sr. Turner, en el año 1950 ante consulta formulada, también por escrito, por el escrito, por el entonces Presidente del Club Nacional de Football, Cr. Antonio Baldizán [17].

Si el C.A. Peñarol hubiera sido el sucesor o el continuador del C.U.R.C.C., si “con el nombre de Club Atlético Peñarol se designará en adelante el Central Uruguay Railway Cricket Club fundado, el 28 de setiembre de 1891” como dijeran los estatutos del C.A. Peñarol de marzo de 1914- y que, con variantes de redacción ha seguido repitiendo desde entonces- esa suma de $ 697,58 que no era poco en aquella época, no podría haber sido donada por la Comisión Directiva del C.U.R.C.C. (tampoco habría existido tal Comisión) sino que habría pasado a formar parte de pleno derecho de las finanzas del Club que sólo habría “cambiado” de nombre.

Pero el C.U.R.C.C. no se continuó ni se transformó en el C.A. Peñarol en diciembre de 1913. Siguió existiendo, mantuvo sus autoridades directivas, su equipo de fútbol, disputó partidos a lo largo de 1914 y cuando su asamblea legítima, la de los socios “empleados de dicho Ferrocarril” decidió su disolución, donó sus pertenencias a quien libremente quiso. Porque esas pertenencias eran suyas, del Central Uruguay Railway Cricket Club y éste, al disolverse, no tenía continuadores ni sucesores.

[1] MANTRANA GARÍN, “Por la verdad”, cit. págs. 45-46

[2] MANTRANA GARÍN, Ob.cit. pág 47

[3] En realidad, el Sr. Tomás Davies no era el Presidente sino el Vicepresidente del C.U.R.C.C.. El Presidente lo era el Sr. Pedro Siedgfield.

[4] De la nómina de los treinta asambleístas del 13 de diciembre de 1913 –que hemos transcripto del acta respectiva en el capítulo VII- solamente eran socios activos, socios “empleados de dicho Ferrocarril” y por tanto con voz y voto, los Sres. J.L.Maz, T.Lewis, L.Crossley y quizás, alguno más.

[5] MANTRANA GARÍN, “La epopeya ….” cit., pág. 36

[6] MANTRANA GARÍN, “Por la verdad”, cit., pág. 48

[7] MANTRANA GARÍN, “La epopeya …” , cit., pág. 45

[8] MANTRANA GARÍN, “Por la verdad”, cit., pág. 60

[9] MANTRANA GARÍN, “Por la verdad”, cit., pág. 48 y “La epopeya ……”, cit.pág.46

[10] MANTRANA GARÍN, “Por la verdad”, cit., pág. 49 y “La epopeya ……”, cit.pág.46

[11] MANTRANA GARÍN, “La epopeya ……”, cit. pág.45

[12] MAGGI, prólogo a “Por la verdad”, cit. pág. 21

[13] MANTRANA GARÍN, “Por la verdad”, cit. págs. 50-51

[14] El C.U.R.C.C. nunca tuvo muchos socios. El Dr. Mantrana Garín le atribuye 118 en el año 1891, año de su fundación y 134 en 1913, oscilando alrededor de esas cifras en los años intermedios, aunque es de señalar que de 1904 a 1908, en cada uno de esos cinco años consecutivos contó con menos de cien socios. (Véase, “Por la verdad”, cit. pág. 75). La reducción a 38 socios en 1914 significó, pues, la reducción a un tercio, aproximadamente, de su caudal social. De los dos tercios restantes, muy pocos se incorporaron luego al C.A. Peñarol, según así surge de la lista de 26 personas que incluye el Dr. Mantrana Garín en la página 77 de su obra antes citada, bajo el título “Nómina de socios que figuraban en los registros del C.U.R.Cricket Club y continúan figurando actualmente en los del Club A. Peñarol”, entre “socios honorarios” (11) “socios vitalicios” (10) y “socios activos” (apenas 5). La lista es completa, puesto que incluye los nombres de dos socios fallecidos, uno en 1915 y el otro en 1930.

[15] Todas las transcripciones y referencias a diarios de la época, tanto de Montevideo como de la ciudad de Rivera, han sido tomadas de las certificaciones que de los mismos expidieran las autoridades de la Biblioteca Nacional y que obran en poder del Club Nacional de Football.

[16] MANTRANA GARÍN, “Por la verdad”, cit. pág. 54

[17] Los textos íntegros de las notas intercambiadas entre Nacional y el Hospital Británico, son las siguientes:

“Montevideo, junio 10 de 1950

“Señor Turner, Secretario del Hospital Británico, Montevideo.

“Estimado señor:

“Estamos recopilando, una historia completa del fútbol en el Uruguay y consideraríamos un gran favor si ustedes confirmaran, de ser posible, el siguiente extracto del Informe Anual del Hospital del año 1915, presentado a la Asamblea General llevada a cabo el 1º de abril de 1916.

“Donaciones: La generosa suma de $ 697,58 ha sido recibida de los miembros del Central Uruguay Railway Cricket Club, de Peñarol, la cual corresponde al producto de la liquidación de los bienes de dicho Club. La delegación que representó a los donantes estableció que el dinero fue donado como prueba de la alta estima que le tienen al Hospital sus amigos del C.U.R.C.C., de Peñarol.

“Tan práctica demostración de simpatía es muy apreciada”.

Quisiéramos mencionarle que nuestro amigo Mr. Little nos dijo que sin duda esa información sería asequible, e incluso, tal vez una copia de la Memoria del año 1915.

Esperando que estará Ud. en condiciones de permitir es información al Club, la cual le será muy apreciada y agradecida.

Lealmente suyo

Antonio Baldizán

Presidente del Club Nacional de Football

“British Hospital

“Montevideo, 13th june 1950

“Cr. Antonio G. Baldizán

“Club Nacional de Football

“Lavalleja 1843

“Estimado señor:

“Hemos recibido su carta del 10 del corriente y tenemos el agrado de confirmar en cada detalle el extracto mencionado en su carta, tal como fue publicado en la Memoria del año financiero terminado el 31 de diciembre de 1915.

“Lamentamos mucho decir, sin embargo, que estamos imposibilitados de proporcionarles un ejemplar de la Memoria de ese año porque no tenemos ninguna copia disponible de reserva.

“Suyo lealmente,

Por la Sociedad del Hospital Británico

J.Turner, Secretario”.