Antonio de Mendoza, Virrey de Nueva Espa�a, de M�xico, de Per� (original) (raw)

Antonio de MENDOZA

Pol�tico. Virrey de Nueva Espa�a y Per�.
Mond�jar (Guadalajara), 1496 - Lima, 1552.

Un apunte biogr�fico elemental
por Antonio Herrera Casado
de la obra "Mond�jar, cuna del Renacimiento", AACHE, 1999.

Fue este caballero hijo del primer marqu�s de Mond�jar, don I�igo L�pez de Mendoza, y de su segunda mujer Francisca Pacheco Portocarrero. Se sabe con certeza que naci� en Mond�jar, pues as� se dice en una informaci�n de limpieza de sangre que hace un nieto suyo para obtener el h�bito de caballero calatravo. La fecha de su nacimiento ha de ponerse en torno a 1496. Cas� con Catalina de Vargas, hija del Contador Mayor de los Reyes Cat�licos, y de �lla tuvo tres hijos. Se inici� en la actividad pol�tica y militar en la Corte de Fernando V, siguiendo al servicio de su nieto el Emperador Carlos I, a quien, como todos los Mendoza, apoy� abiertamente en la Guerra de las Comuni�dades.

Fue Antonio de Mendoza el primer individuo que recibi� el cargo de Virrey de un territorio americano. Obtuvo el nombramien�to de Virrey y Capit�n General de la Nueva Espa�a (M�xico) el 17 de abril de 1535. Brevemente podemos decir que all� inici� y puso en marcha una gran organizaci�n de las tierras inmensas que constitu�an el territorio novohispano. Durante su gobierno se continuaron las empresas descubridoras de Las Californias ini�ciadas por Cort�s (las de fray Marcos de Niza en 1539; V�zquez de Coronado en 1540, y Juan Rodr�guez Cabrillo en 1542, quien al descubrir el cabo Galera le denominar�a Mendocino en honor del Virrey).

Cre� en 1535, nada m�s llegar, la Casa de la Moneda en la ciudad de M�xico; en 1536 dict� las ordenanzas de buen tratamien�to a los indios, orden� la miner�a, se realizaron las primeras obras para acondicionar el puerto de Veracruz, estableci� la imprenta, y comenz� las gestiones para la creaci�n de la Univer�sidad de M�xico.

Cuando siendo gobernador y Virrey de Nueva Espa�a, cay� en 1549 enfermo de cierta gravedad, su hijo Francisco de Mendoza se hizo cargo del gobierno novohispano. Es este un detalle que prueba la cohesi�n de la familia mendocina a la hora de controlar el poder, como antes hemos visto. Pero este detalle, y el peligro real de que los Mendoza institucionalizaran un gobierno personal, e incluso hereditario, en la Nueva Espa�a, con ciertos problemas que surgieron y que deber�n ser analizados mas detenidamente, en los que aparec�a el germen de una posible independencia del territorio, hizo que el Consejo de Indias actuara con rapidez y nombrara inmediatamente un nuevo Virrey, concretamente a don Luis de Velasco, hombre muy apegado a la Corona, dando a Antonio de Mendoza el Virreinato del Per�.

Lleg� nuestro personaje a Per� en 1551, permaneciendo en el mando del gran territorio andino solamente diez meses, pues muri� en 1552. Lleg� adem�s en un momento especialmente conflictivo, de crisis interna, y de enfrentamiento entre el poder civil y el religioso, lo que no le impidi� realizar importantes logros, como la aplica�ci�n de las regulaciones sobre actividades procesales y judi�ciales; la reuni�n en Lima del primer concilio archidiocesano; la publicaci�n de la Real C�dula de 22 de febrero de 1549 que abol�a el servicio personal de los indios y establec�a su libre contra�taci�n. La ejecuci�n de esta c�dula ocasion� graves conflictos entre los colonos, estallando luego, en 1553, ya muerto don Antonio de Mendoza, un movimiento revolucionario en el Cuzco, encabezado por Francisco Hern�ndez Gir�n, que termin� con la condena a la pena capital del cabecilla en Lima en 1554.

Es de destacar c�mo los Mendoza actuaron de muy diversos modos, y en m�ltiples funciones, en la colonizaci�n de Am�rica. All� fueron como militares y conquistadores, como funcionarios simples o de alto grado, como pol�ticos en los Consejos Reales, como comerciantes y empresarios, como eclesi�sticos, tanto en �rdenes regulares como en altos cargos de la jerarqu�a episcopal, y como virreyes.

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� Panel mantenido por A. Herrera Casado - Guadalajara
aache@eresmas.net - agosto 04, 2003