Sobre el libro de Gustavo Bueno, Zapatero y el Pensamiento Alicia (original) (raw)

Selección de algunos textos publicados en torno al libro de Gustavo Bueno
Zapatero y el Pensamiento Alicia. Un presidente en el País de las Maravillas

octubre 2006 >


Diario de una intelectual indecente · http://rincondelibros.blogs.terra.es/
4 de octubre de 2006, publicado a las 19:51 por Lola Canales

Zapatero de las Maravillas

Tal como está el patio, ahora llega el marxista, provocador, polémico y octogenario filósofo Gustavo Bueno, con un nuevo libro bajo el brazo a punto de publicarse: Zapatero y el pensamiento Alicia. Un presidente en el país de las maravillas.
Su discurso camorrista, que le ha llevado a defender la telebasura, a nadie deja indiferente. El título ya adelanta acontecimientos.
El pensamiento oficial del PSOE, acrítico en estos momentos según Bueno, sobrepasa los límites de la utopía pues “_es capaz de llamar personas humanas a los simios, progenitores A y B a los miembros de las parejas homosexuales o fascistas a quienes vencieron en la Guerra Civil española_”.
No veo yo a Zapatero sentadito en su sofá de la Moncloa, al lado de Sonsoles, leyendo al profesor Bueno. ¡Pues no tiene resúmenes que digerir de los pensadores que están elaborando la ideología de la nueva izquierda!
¿Querrá el agitador de don Gustavo rebatir los argumentos de los gurús de Zapatero? ¿Pero tiene gurús? Sí, y de primera fila:


Foro de debate del Foro Ermua · http://boards2.melodysoft.com/app?ID=FOROERMUA
12 de octubre de 2006, 00:34

Señores: les recomiendo fervientemente el nuevo libro de Gustavo Bueno, «Zapatero y el Pensamiento Alicia. Un presidente en el País de las Maravillas»

Señoras y señores: les recomiendo fervientemente a todos y todas el último libro de Gustavo Bueno, recién sacadito del horno: «Zapatero y el Pensamiento Alicia. Un presidente en el País de las Maravillas» (edit. Temas de Hoy). Lo he comprado esta tarde y no he podido evitar leerme las primeras 60 páginas casi de un tirón.
El libro me está pareciendo lo suficientemente bueno como para hacer una reseña en condiciones cuando lo termine. Pero hay un aspecto del mismo que me parece difícil de postergar, y es el hecho de que don Gustavo nos ha otorgado una denominación certera del pensamiento zapateril de la que hasta ahora carecíamos, por meritorios que fueran algunas de las intentonas realizadas hasta ahora para definir la ideología zetaperil y el socialismo español contemporáneo.
Entre esas intentonas, se encontraba la del "pensamiento débil", para definir todo ese conglomerado de inanidades y actitudes moralmente acomodaticias y pusilánimes que los progres españoles han ido adquiriendo desde la cacería y decapitación de Nicolás Redondo Terreros. Pero la expresión nunca me convenció del todo, quizás por sus reminiscencias nietzscheanas.
En uno de los más recientes análisis de la genealogía del pensamiento zapateril, "La ideología invisible. El pensamiento de la nueva izquierda radical" de Jesús Trillo Figueroa -hermano de Federico Trillo-, se hablaba, de "pensamiento izquierdista radical". El libro me sorprendió gratamente, sobre todo por la brillante historia que realiza de las diferentes corrientes socialistas que han existido en Europa y en Estados Unidos en las últimas décadas, aunque el término acuñado me parecía demasiado académico, además de poco práctico por demasiado largo.
Ha sido Gustavo Bueno la inteligencia que –como decía el poeta– nos ha dado el nombre exacto de la cosa. Por fin tenemos una denominación certera para el pensamiento –es un decir– de ZP, y ésta no es otra que «Pensamiento Alicia». Lean el libro y verán que el engendro léxico no puede resultar más eficaz. Muy pronto en el libro, Don Gustavo lexicaliza el término y le saca jugo en todas sus variantes: Pensamiento Alicia, pensadores Alicia, ideas alicianas....
Propongo, en suma, que adoptemos el nuevo término ideado por Gustavo Bueno para referirnos a la ideología tontuna y pusilánime que nos ha traído ZP.

Un saludo,
Jokin


Escandalera · http://www.elcomentario.tv/
13 de octubre de 2006, 9:30, por Espectator

Al partido regente no le gusta Gustavo

Parece que el nuevo libro de Gustavo Bueno levanta ampollas entre algunos del pesoe asturiano. El filósofo arremete contra nuestro querido presidente (el de lo que queda de la nación, no el nacionaliegu) y aquéllos lo ven mal...
Tan mal que hasta un tal Sariego, al parecer diputau regional del pesoe, dice que, en el caso de que hubiera un gobierno compuesto de filósofos «A buen seguro, sería difícil que hubiera una convivencia política y una democracia consolidada. Estaríamos ante una situación mucho más complicada».
Leer para creer...


Escandalera · http://www.elcomentario.tv/
13 de octubre de 2006, 9:42, por ECTV

Gustavo Bueno

Lo que cuenta El Comercio sobre el filosofo Gustavo Bueno y su nuevo libro dedicado a reflexionar, entre otras cosas, sobre la persona de Zapatero: [...]


Escandalera · http://www.elcomentario.tv/
13 de octubre de 2006, 9:49, por Guiliams

Lastra y Sariego

El problema de las declaraciones de Lastra y de Sariego con respecto a la opinión de Gustavo Bueno es que, a estos dos les va la vida, literalmente, en la defensa de lo que dicen. A Bueno le tiene al pairo. Ello dicho desde el abismo cultural e intelectual que, como se ve a la legua, les separa del filosofo.
De todos modos y al hilo de lo que afirman este par de mandatarios de la presunta izquierda, lo que ha sido de nosotros una vez gobernados por Zapatero, salta a la vista. Lo de los filosofos estaría por ver.


Escandalera · http://www.elcomentario.tv/
13 de octubre de 2006, 12:08, por H. V. Daumier

Los pensadores Lastra y Sariego

¿Deberíamos felicitarnos los asturianos (entre los que me incluyo, aunque lo sea de adopción) por contar entre nosotros a "pensadores" de la talla de los Sres. Lastra y Sariego?
¿Cómo los calificaríamos?, ¿brillantes?, ¿agudos?, ¿originales?, ... .
Para contribuir al interesante debate intelectual que pueden suscitar las palabras que acabo de decir, voy a echar mi cuarto de espadas.
No entro en los otros calificativos, pero de antemano descarto el de "originales", puesto que incurren en una trampa propia para niños de primaria, como es el de recurrir ataque ad hominen en lugar de ad rationen.
El que quiera seguirles la corriente que lo haga, pero está claro que eso no es una respuesta sino un burdo ataque personal.
Dicho lo anterior, dejo para los demás lectores habituales de ECTV considerar si han sido brillantes y agudos.


Escandalera · http://www.elcomentario.tv/
13 de octubre de 2006, 15:39, por Trabajador del Naval

La ácida crítica de los refulgentes Sariego y Lastra

La acida crítica que los prohombres del PSOE, Sariego y Lastra, hacen contra D.Gustavo Bueno, por las opiniones que expone en su ultimo libro, que no van en el camino que ellos desearian, pues muestra su desacauerdo con el Presidente Zapatero y la actuación de su Gobierno y Partido, que llegan a calificar de "CRUZADA CONTRA EL PSOE", quisiera solamente escucharles, oirles, leer sus REFULGENTES OPINIONES, hacia la Alcaldesa de Gijón, que quiere meter en la carcel por mas 6 AÑOS, a dos sindicalistas que, defienden su puesto de trabajo el de sus compañeros, y el pan de todos sus hijos, y estamos en plena democracia y en el SIGLO XXI.
Esa actuacion como la denomirarías, PERSECUCION, CRUZADA,LAPIDACION, LINCHAMIENTO, VENGANZA, o simplemente que Dª PAZ.cumple con la Ley?
Hipócritas


Escandalera · http://www.elcomentario.tv/
13 de octubre de 2006, 17:51, por Eratóstenes de Hispania

Al amigo Daumier: reflexiones sobre Gustavo Bueno, Lastra, Sariego y el Zapatero-Alicia

Resulta claro, amigo Daumier, que es imposible (por excesivo o magnánimo) calificar a los señores diputados del socialismo Alicia-Zapateril, Lastra y Sariego de brillantes y/o agudos, y mucho menos, como apuntas, de originales, en sus críticas "ad hominen" a Gustavo Bueno por las afirmaciones contenidas en su último libro sobre el pensamiento político del Zapatero reinante.
Es obvio que los señores Lastra y Sariego han respondido a Gustavo Bueno de acuerdo a sus limitaciones politico-intelectuales. La cosa no da para más, y bastante tienen con haberse ofrecido públicamente en sacrificio a decir las tonterías que han dicho. Hay cosas que, supongo, van en el sueldo.
Seguro que a nadie se le ocurre pedirle al presidente Areces una opinión al respecto. Me temo que Areces saldría corriendo. Aunque, ahora que lo pienso, tal vez se desmelenaria –es un decir– en despotricar cuatro desafueros contra Bueno, habida cuenta de que ya va mucho el cántaro al río y hay cosas que, en el país de las maravillas zapateriles-arecistas, no se pueden aguantar.
En cualquier caso, como supongo sabrás, el distanciamiento de Bueno con los sociatas es muy profundo y tiene ya su tiempo (más de lo que gente cree). No hay más que leer sus escritos, declaraciones y entrevistas. Que Lastra se llame a andana, a modo de sorpresa, por las afirmaciones de Bueno en su último libro, es una forma de hacerse el despistado para salir del trance.
De sobra saben que Gustavo Bueno ha venido poniendo en ácida solfa toda la estrategia política de Zapatero, y por ende del PSOE, desde incluso cuando estaba en la oposición. De las críticas a IU ya ni hablo.
Lo más simpático, de todo modos, es ver al esforzado Lastra diciendo eso de que no comprende "cómo una mente «tan privilegiada» como la del filósofo dedica su tiempo «a actividades tan mezquinas como despreciables», en alusión a la publicación del libro que cuestiona los planteamientos "Alicia" defendidos por el presidente del Gobierno".
Tal mentecatez es de las que son muy difícil de superar, y eso que Lastra, si no tengo mal entendido, tiene la licenciatura de Filosfía, lo cual es más grave, si cabe. Tal vez por eso lo mandaron, junto con Sariego –que fue alumno de Bueno–, a parar tan preocupante alegato anti-zapateril.
Me los imagino a todos (a los sociatas) en sus cenáculos del Palacio de la Riva, en los locales de la "GAMSO", en los de Gijón, en los de toda Asturias en definitiva, comentando preocupadamente la publicación del nuevo libro de Bueno.
Y por una razón muy sencilla: no es nada cómodo (en términos políticos y en términos de justificación ideológica) tener en contra la potencia argumentativa de Gustavo Bueno, por mucho que se repitan unos a otros, para consolarse, que Gustavo Bueno ha tomado, como gusta decir a Lastra, una deriva personal hacia la derecha política.
Los más inteligentes saben, en su fuero interno, que ese argumento sólo es válido para indigentes mentales. Por eso Lastra no tiene más remedio que acudir al triste argumento prosaico de que ellos, al fin y al cabo, están obligados a tragar con los que les echen los Zapatero-Alicia, diciendo que no es lo mismo "teorizar con planteamientos filosóficos sobre las formas de gobierno que asumir estas responsabilidades".
En fin, que ni les arreo la ganancia ni doy un céntimo de euro por ellos.


Escandalera · http://www.elcomentario.tv/
13 de octubre de 2006, 19:43, por Xurde

Gustavo Forever

Gustavo Bueno es genial. Simplemente.


Los foros de nódulo · http://nodulo.trujaman.org/
Vie Oct 13, 2006 11:15 am, por J. M. Rodríguez Pardo

El PSOE carga contra el último libro de Gustavo Bueno

Estimados amigos:
Ha escocido el último libro de Gustavo Bueno, Zapatero y el Pensamiento Alicia, en las filas del PSOE. Pero parece que ni siquiera se lo han leído y juzgan por noticias o entrevistas. He aquí el ataque perpetrado por personas ya conocidas por nosotros como el tal Fernando Lastra, en noticia de El Comercio [...]


Los foros de nódulo · http://nodulo.trujaman.org/
Sab Oct 14, 2006 3:59 pm, por Íñigo Ongay de Felipe

Por cierto, algo que se puede advertir por estas "salidas de tono" en absoluto casuales por parte de los ilustres representantes asturianos del Pensamiento Alicia es precisamente la medida en que semejantes "agentes Alicia" tienden a proceder simplemente "encapsulando" los argumentos contrarios (argumentos que muchas veces, conocen sólo de "oídas" puesto que ni siquiera se han dignado a ojear su exposición) y a especular de modo psicologista en torno a supuestas "derivas personales" o a "renegaciones de la izquierda", &c., &c., pero eso sí, sin entrar a valorar "de frente" tales argumentos, como si los mismos simplemente "les resbalaran". En fin, en este sentido, resulta interesante que tales sujetos pongan tanto tesón precisamente en confirmar las tesis de Bueno justamente cuando parecen (apariciencia falaz) estar "respondiendo" a las mismas.


Los foros de nódulo · http://nodulo.trujaman.org/
Sab Oct 14, 2006 4:30 pm, por Ángel Sánchez Bernal

Las afirmaciones de esta gente son sencillamente ridículas. No ya lo que afirma acertadamente Íñigo Ongay, que ni han leído ni piensan leer el libro de Bueno, y aún así arriesga una "apariencia" de respuesta, sino que ni de lejos les suena la "República" de Platón. De veras que produce vergüenza ajena. Entre el sonrojo y la hilaridad. Sería bueno que al menos desarrollasen su división de la filosofía en filosofía académica y filosofía rosa para confrontarla con la distinción entre filosofía mundana/académica del materialismo. En fin, una pena, qué ganas entran de abrazar el llanto aquél de "así va España", pero habrá que seguir.


http://blogs.periodistadigital.com/ lunes 16 de octubre de 2006, 19:09:48

Miguel Pato (Periodista Digital)
Zapatero, Alicia en el país de las maravillas y la historia de un plagio

La actualidad política está dando mucho juego a la industria editorial y muchos son los periodistas, pensadores o analistas los que saltan a la arena con nuevos puntos de vista sobre un momento especialmente. En esa celeridad se puede tropezar como le ha pasado al filósofo Gustavo Bueno sobre el que pesa la sospecha del plagio.

En septiembre de 2005, el periodista Enrique de Diego lanzó al mercado de los libro ZP en el país de la maravillas (Ed. Libros Libres) en el que trata la errática, a su juicio, gestión del actual presidente del Gobierno.

Bien es cierto que muchos comparten esa opinión y sensación. Pero de eso, a fusilar la misma idea, hay una delgada línea que el juego limpio nunca debe atravesar. Y es que un mes después, en octubre de ese año, Gustavo Bueno publicaba un libro titulado Zapatero y el pensamiento Alicia (Ed. Temas de Hoy).

Esta coincidencia levantó las sospechas de Enrique de Diego que, en declaraciones a Periodista Digital, señaló que: «No sé si se puede hablar de plagio, porque eso entra dentro de lo delictivo, y tienen unas connotaciones de tipificación, pero desde luego lo que ha hecho Gustavo Bueno es fusilar una idea y un libro mío.»

Mismo enfoque. En su libro, el subdirector de la revista _Época_presenta un “análisis del discurso errático y de la práctica de José Luis Rodríguez Zapatero a la luz de la ilógica lógica de Alicia en el país de las maravillas”. Algo muy similar, por no decir igual cuanto enfoque, a lo que un mes más tarde publicó Gustavo Bueno en su libro.

De Diego añadió que: «Lo que no es de recibo es que se presente como un enfoque novedoso y mucho menos original, porque eso no es cierto. Gustavo Bueno demuestra muy poca creatividad recorriendo senderos que ya han trillado otros, como es mi caso. Es de vergüenza que haga algo así.»

El autor de “ZP en el país de las maravillas” quiere que esta caso se aclare convenientemente y por eso: «He pedido informes y mis abogados estudiarán el caso. Aunque no soy demasiado partidario de los tribunales en este tipo de casos, me atendré al consejo profesional y actuaré en consecuencia.»

Comentario por Guillermo 16.10.06 @ 22:28
Con todos los respetos para el señor de Diego, su libro y el de Gustavo Bueno son tan parecidos como un calamar y una lechuga. Y la reacción del subdirector de Epoca me parece un poco precipitada. ¿Que pasaría si los descendientes de Lewis Carrol se querellasen contra él?. Que dos libros traten sobre el mismo tema (el ¿pensamiento? de Zapatero) y lo hagan bajo el prisma de un clásico de la Literatura infantil no es nada raro.

Comentario por Kilo 16.10.06 @ 23:14
Para su información en noviembre de 2005 Gustavo Bueno publicó el siguiente artículo en la pàgina de filosofia El Catoblepas.
Dirección: http://www.nodulo.org/ec/2005/n045p02.htm
El Catoblepas • número 45 • noviembre 2005 • página 2

Comentario por kilo 16.10.06 @ 23:17
El Catoblepas • número 45 • noviembre 2005 • página 2
«Pensamiento Alicia» (sobre la «Alianza de las Civilizaciones»)
Gustavo Bueno. Se intenta en este rasguño identificar, antes por su forma que por su contenido, un tipo de pensamiento (centrado en torno a las relaciones humanas), que denominamos «pensamiento Alicia» (en recuerdo del personaje de Lewis Carroll) y una de cuyas realizaciones sería el proyecto de una «Alianza de...

Comentario por maria 17.10.06 @ 08:30
Madre mía. El señor De Diego ya ni sabe qué hacer para llamar la atención. O sea, que por usar la palabra Alicia en relación a ZP le están plagiando. ¿Y si digo que ZP es un bobo estoy plagiando a Rajoy? Por favor, señor de Diego. No sé qué le pasa. Pero está usted perdiendo los papeles de un tiempo a esta parte de una parte alucinante. Y, por favor, no se compare con el señor Bueno. Que será lo que sea pero es uno de los grandes de hoy en día.

Comentario por freslo 17.10.06 @ 09:45
¿Se puede escribir, corregir, imprimir y poner a la venta un libro un mes después de la salida de otro, sobre todo teniendo en cuenta que, para plagiarlo, el autor del nuevo ha de utilizar un tiempo para leer el plagiado? Además, ¿es que Gustavo Bueno carece de ideas propias como para tener que copiar las de otro? En mi opinión, esto ha sido una pura coincidencia que, además, le viene muy bien a Enrique de Diego, por la publicidad que supone.

Comentario por mar 17.10.06 @ 09:47
¿Pero qué chorrada de noticia es esta?.¿Sabe el redactor -y el propio De Diego- por ejemplo CUANTAS TESIS DOCTORALES SOBRE EL MISMO TEMA SE PUBLICAN EN ESPAÑA? !Y A NADIE -SALVO ALGUNOS HISTÓRICOS CASOS DE FOTOCOPIA PAGADA- SE LE OCURRE HABLAR DE PLAGIO, COMO MUCHO DE FALTA DE ORIGINALIDAD!

Comentario por Jose 17.10.06 @ 11:26
Por esa lógica que sigue usted, Walt Disney debería denunciarle a usted por su libro. También por los daños y perjuicios que le hacen a la imagen corporativa de Walt Disney y de su pobre Alicia al relacionarla con un personaje tan siniestro como ZP. Por favor, un poco de seriedad.

Comentario por Fernando 17.10.06 @ 12:11
Que tristeza da leer algunos comentarios de los que creen que Walt Disney creó a Alicia, ¿que tendría que decir Lewis Carroll?

Comentario por Felix 17.10.06 @ 17:52
Que D. Enrique de Diego quiera compararse con D. Gustavo Bueno es también una especie de Pensamiento Alicia. Y querer acudir nada menos que a los abogados es otra ilusión aliciana de D. Enrique. ¿No sería mejor que D. Enrique pisase la realidad y se diera cuenta de que Bueno es el mayor filósofo que ha tenido España en muchos, muchos, muchísimos años?
Estudie, estudie a Bueno, D. Enrique, que buena falta le hace. Y eso que usted va de liberal por la vida y de amigo de Esperanza Aguirre. ¡Menudo papelón sobre la libertad está usted escribiendo!

Comentario por Andrea 17.10.06 @ 18:10
Mi querido Enrique: Cuando escuché por Radio Intereconomía tus fantásticas pretensiones en este supuesto montaje de un inverosimil plagio, y cuando con cierta sorna el gran Alejo Vidal-Quadras te preguntó cruelmente si de verdad pensabas que Bueno tenía alguna necesidad de plagiarte a tí, imaginé que te quedaría un mínimo de sentido común para hacerte abandonar el burdo intento de hacerte publicidad en el que te has embarcado, ya que se ve que por los métodos rectos parece que no alcanzas grandes cosas. Lo que sí me ha enternecido es lo de que has encargado informes "a tus abogados". ¡Qué mas quisieras! Qué lástima que ni siquiera te des cuenta de la triste decadencia a la que te arrastras día a día.

Comentario por salom 17.10.06 @ 19:41
Entre el método y profundidad de análisis de Don Gustavo y la anecdótica charrascada de barra y cacahuetes de Don Enrique hay un abismo. El abismo que separa al genio del mediocre.

Comentario por José Manuel 18.10.06 @ 10:02
Penoso el señor de Diego. Resulta evidente su éxito de ventas a la vista de su necesidad de acogerse a sagrado con la excusa del plagio de Gustavo Bueno. Si nos ponemos a ver ambas biografías y las publicaciones de cada cual, ya me dirá ustéd Sr. de Diego, la necesidad que tiene Bueno de tomar ideas de su opúsculo. Arriba ha quedado acreditado que en 2005 Bueno ya había escrito un artículo en el Catoblepas como previo al desarrollo del libro. Lo dicho; deseo muy sinceramente que alcance algún día la capacidad creativa y la extensa publicación de obras del profesor Bueno, al intentar justificar el plagio solo va a lograr una publicidad negativa para su libro y favorecer las ventas de la obra de Bueno, con lo que, a buen seguro le estará muy agradecido por su torpe maniobra. Le aconsejo Sr. de Diego, que en este entuerto, tome las de Villadiego.

Comentario por Adam Selene 19.10.06 @ 01:35
Un momento, yo escribí sobre Alicia y Zapatero en mi blog en Abril de 2005, meses antes que de Diego y Bueno. Véase: http://adamselene.redliberal.com/ZP,%20Humpty%20Dumpty.html
¡Los dos me han plagiado! O eso, o de Diego ha desbarrado.


La Nueva España, martes 17 de octubre de 2006

José María Ruilópez
Cocineros y pensamiento Alicia

Algunos neoyorquinos han pagado 4.000 dólares por compartir mesa y mantel con famosos cocineros españoles en una gira gastronómica para promocionar la cocina española. Ya lo dijo García Lorca hace muchos años, el hombre, a la semana de casado, abandona la cama por la mesa. Y en eso estamos, en la mesa. La mesa tiene más fuerza que el resto de ingredientes saludables del mundo del consumo y del otro. Uno por excesivo y el otro por carente. El devenir de los tiempos actuales pasa por el mantel. Parece que tienen más influencia unos cocineros en delantal que los diplomáticos de carrera a la hora de «vender» la imagen nacional. Aunque todo sale o entra por la boca, tanto el comer como el hablar, lo primero es de mayor credibilidad que lo segundo a la hora de convencer. Volvemos al principio de los tiempos.
Si a muchos neoyorquinos les pidieran cuatro mil dólares para compartir mesa con el reciente premio Nobel de la Paz, Muhmmad Yunus, el hombre que inventó los microcréditos para sacar de la hambruna a parte de los 147 millones de ciudadanos de Bangladesh, seguro que no se hubiera apuntado ninguno. Pero escuchar de labios de los propios autores cómo se hacen platos de una estética y creatividad exquisitas, debe ser emocionante, sobre todo cuando te hablan de los precios y los puedes pagar. Me refiero a los comensales acompañantes, claro.
Sabemos de las bondades gastronómicas patrias, pero poco tienen que ver con estas miniaturas para el aplauso y el hambre. Me estoy imaginando a las modelos del último desfile de la pasarela de París. Verdaderas clientas de este tipo mini cocina para mini cuerpos esqueléticos. En eso Cibeles hizo lo que debía: dejar a las modelos con la fabada y el arroz con leche. Una sociedad en la que los cocineros toman el protagonismo es una sociedad, en apariencia, bien alimentada, harta, rechoncha, en la que los niños están casi todos con sobrepeso. Donde los adultos (blancos y negros) salen a correr por las calles; los primeros para perder peso de tanto comer para no hacer nada, los segundos delante de la Policía, porque no tienen papeles de residencia ni trabajo para poder comer algo.
Ahora que las nuevas generaciones ya no cocinan en casa como lo hacían nuestras madres y mucho menos como lo hacían nuestras abuelas, entre otras cosas porque en el trabajo no se va a cocinar, sino a hablar de los famosos de la tele, creo que hay que recurrir a los cocineros para que nos entretengan, no para que nos alimenten, que para eso ya está el panadero. Ya teníamos el fútbol de siempre, el automovilismo ovetense de ayer, a nuestro mejor ciclista regional, Samuel Sánchez, y ahora nos llegan los cocineros. No conozco tele que se precie que no tenga un cocinero en su nómina matutina. Los cardiólogos están asustados. Cuando aconsejaron dietas para evitar la obesidad no pensaron que la cosa llegara tan lejos. En cambio los vascos y catalanes deben estar muy contentos. No sólo tiene una selección de fútbol propia sino que también tienen una selección de cocineros autonómicos.
Hemos pasado de la miseria del «yo sí, yo sí como patata», que muchos ya habrán olvidado, al «Cola Cao desayuno y merienda», para llegar «al pichón y hortalizas con esencia de vinagre de tempranillo», o «al gazpacho de cerezas con nieve de queso fresco y anchoas». Dentro de poco los miembros del jurado en los premios de poesía serán los guisadores. Tiene razón Gustavo Bueno en su nuevo libro «Zapatero y el pensamiento Alicia». El pensamiento Alicia es una forma de vivir en la fantasía, como la protagonista del famoso cuento «Alicia en el país de las maravillas». Estamos en el país de las maravillas culinarias como bálsamo contra el fracaso de las ideas. Los cocineros son la cortina de humo de la realidad nacional. Los problemas de la peña se diluyen sobre la encimera de mármol como un azucarcillo de cálculo vacuo y silencioso. Del humo de los fogones salió un genio en forma de adobador al que podemos pedir de todo. El cocinero es el nuevo prestidigitador que manipula cacerolas, viandas, aceites y especias sobre el tapete rojo de la vitro para sacar de su horno chistera una nimiedad gastronómica casi invisible. Confieso que estoy ahorrando a ver si llego a los cuatro mil euros para compartir mesa con un cocinero de éstos y saber cómo se vive sin ese cáliz del pensamiento… sin Alicia.


ABC, jueves 19 de octubre de 2006

Carlos Herrera
El áspero mordisco del pomelo

Mentar a los muertos de nadie es un mal asunto. Pagazaurtundúa, mientras no se demuestre lo contrario, es un muerto de todos que militaba en el Partido Socialista y que fue asesinado por estar donde estaba y pensar como pensaba. Cuando cayó abatido por los disparos de un asesino de la ETA –sostiene el senador del PP Pío García-Escudero–, el entonces opositor Rodríguez Zapatero consentía contactos entre su partido y las diversas ramas de la organización terrorista, legales o no, con vistas a sondear a la organización para vaya usted a saber qué. Paralelamente, se firmaba el Pacto Antiterrorista y se daba forma a la Ley de Partidos.
Si unimos todos los hechos en una sola coctelera, efectivamente el combinado resulta tan repugnante que puede invitar a la náusea, pero resulta exagerado atribuirle a la cúpula socialista tan descarnada frialdad como para no importarle sacrificar a uno de los suyos con tal de obtener imprecisos resultados futuros. Sobre todo porque Pagaza no era sólo de ellos, la familia socialista, sino que era de todos los demócratas. Indudablemente, un exceso, pero no el único: un día antes, el flamante ariete de la causa judicial socialista, el fiscal justiciero Cándido Conde-Pumpido, acusaba a los populares de desear textualmente la muerte de nuevos objetivos etarras al ansiar secretamente que el terrorismo vuelva a actuar. Lo segundo no le pareció a los miembros del gobierno y de su secretaría de Estado de comunicación una demasía, mientras que lo primero fue interpretado retorcidamente: García-Escudero no estuvo afortunado, creo yo, pero en ningún momento dijo que Rodríguez había permitido la muerte de Pagaza, como afirman indignados desde el gobierno de Alicia en el País de las Maravillas (imprescindible leer a Gustavo Bueno en su último libro, de tentador título «Zapatero y el Pensamiento Alicia», en Temas de Hoy). Demasiado áspero todo, demasiado mordisco de pomelo en crudo. Habría que pedir tiempo muerto, como acertadamente sugirió ayer el magnífico periodista David del Cura, y enfriar el balón. Entretanto, las nueces las recogen quienes, sin haber hecho más gesto que el de dejar de asesinar Pagazas, se van a beneficiar del chantaje continuado: una organización que ha matado cerca de cuarenta años va a conseguir parte de lo exigido simplemente dejando de matar y jugando con la sola amenaza de volver a hacerlo. Esas energías surgidas de la irritación podrían vertirse sobre el fiscal Cándido -que no el cándido fiscal- y exigirle que a un criminal de la talla del tal Iñaki Bilbao no le salgan gratis sus amenazas a unos jueces que nos representan a todos. Eso sí que sería darle amparo al Poder Judicial y no la chuminada de Garzón.
Esas mismas energías hay que derrocharlas en explicar a los ciudadanos, a los millones de Pagazas vivos, por qué un asesino múltiple como De Juana Chaos puede verse beneficiado por una súbita caída del caballo del fiscal que le hace pasar de pedir 96 años a pedir tan sólo 6 por un delito continuado de amenazas. ¿Se le fue la mano en la primera?, ¿ha descubierto que se le habían acabado las pilas de la calculadora y que la operación matemática era inexacta? Pedir que maten a alguien no es un delito de opinión, es apología del terrorismo. Manifestar alegría por la muerte a tiros de un concejal no es un delito de opinión, es otra forma de terrorismo. Malo fue si lo que quiso el gobierno fue acallar una marea imparable de desaliento y enfado ciudadano cargando la mano de petición de condena, pero peor es aliviar y descargar las penas a cuenta de una conveniencia política nacida de una dieta hipocalórica.
Eso, mal que le pese a Fernando Moraleda –que si quería conocer la opinión de las últimas chanzas parlamentarias, aquí tiene la mía– es aún peor que utilizar la muerte a destiempo y sin fortuna.


La Nueva España (edición Cuencas), miércoles 25 de octubre de 2006

Laudelino Vázquez
«Pensamiento Alicia»

Como todas las cosas que vienen de uno de los filósofos más importantes del mundo, capaz de elaborar una teoría que lo explica todo, o sea, don Gustavo Bueno, leo sus aseveraciones con el interés del que ansía descubrir, aprender, encontrar un punto de luz entre tanta oscuridad. Y leo, como no podía ser de otra manera, su teoría del «Pensamiento Alicia», tan compleja que, de momento, le ha dado para un libro completo.
Según esa teoría, Zapatero representaría el culmen de una forma de pensar absurda, inane y patológica que induce a creer al personal que es posible el diálogo, la alianza entre las civilizaciones y la solución negociada de los problemas, sin darse cuenta de que eso es puro simplismo, engañifa para el pobre acomodaticio de clase media que prefiere huir de los problemas y el pensamiento profundo.
Y, claro, si lo dice el pensador que elaboró la teoría del cierre categorial, uno no puede menos que rendirse a la evidencia y aceptar que, en verdad, en verdad, os digo que todas esas pamplinas de la civilizada negociación son patochadas, instrumentos de los simples para deslumbrar a otros más simples, que la realidad es más compleja y que las cosas se han de solucionar por métodos más racionales y auténticos.
Como en Irak, por ejemplo, con unos bombardeos civilizadores, una invasión integradora, una forma compleja de pensamiento y acción. Que digo Irak como modelo, pero seguro que ustedes imaginarán otros muchos así de complejos y de reales como la vida misma. Y ustedes y yo, que sabemos de la excelencia de don Gustavo, seguro que le creemos, vive Dios, pero no sé si los 650.000 iraquíes muertos en nombre de la complejidad y el pensamiento verdadero opinarían lo mismo. Si pudieran opinar.


La Nueva España, miércoles 25 de octubre de 2006, página 24

Pedro de Silva
Caperucita, y roja

Pedir a la política consistencia filosófica sería como meter un bólido de Fórmula 1 en un carril-bici. El relato político debe ser sencillo, y hasta simple, como un cuento para niños. Puestos así, el profesor Bueno rinde homenaje no menor a Zapatero cuando califica su relato como «pensamiento Alicia». De los cuentos para niños, tal vez el de Alicia sea el más sagaz y seductor: un sutil juego entre la maravilla y el horror, que late siempre bajo la historia, y la estimula. Sin duda, es más común en política el «pensamiento Pinocho», y, en los días que corren, el «pensamiento Donald» (Duck o Rumsfeld) o el «pensamiento Capitán Trueno», en lucha sin tregua contra el infiel. En cuanto a Zapatero, tal vez sería mejor hablar de «pensamiento Caperucita», incluido su final: ser comido por el lobo, quedando éste dormido en plena digestión, a merced del cazador, que lo ultima.

Comentario en «Sobre un futurible en forma de prólogo»
Comentario en «Al presentarse en Oviedo _Zapatero y el Pensamiento Alicia_»


La Nueva España, miércoles 25 de octubre de 2006, página 40

José Antonio Cabo
El mundo de ZP

Nadie podrá negar que José Luis Rodríguez Zapatero es un hombre con los pies firmemente asentados en... las nubes. ¿O es que a ustedes no les sorprende su total falta de realismo? En el mundo virtual en el que vive ZP las banderas son meros adornos y las fronteras son como esas líneas de tiza que trazan los párvulos en el asfalto del patio escolar. Todas las culturas son grandes civilizaciones deseosas de abrazarse. El centro político se desplaza allá donde el presidente vaya. La oposición consiste tan sólo en una banda de «skins» de la derecha extrema ocupados en propagar teorías conspiratorias que, dicho sea de paso, nada tienen que ver con la falta de transparencia y los «arcana imperii» del actual Gobierno. Bush es el doctor No y su codicia es el único obstáculo a la paz perpetua global. Kim Jong II, Ahmadinayed, Morales y Chávez son simpáticos vecinos que aportan colorido al Barrio Sésamo de la política internacional. La tribu de los abertzales vascos o la de los islamistas fanáticos no son sino comunidades de buenos salvajes reconvertibles mediante el diálogo. Terroristas son sólo aquellos que llaman a otros terroristas. Los simios son ciudadanos hirsutos con un estilo de vida alternativo. Cualquier combinación de sexos puede dar lugar a una familia, y hasta los olmos podrían dar peras si les echamos un poco de talante al asunto. Sólo el egoísmo de algunos obstaculiza la realización plena de este mundo virtual que ya está latente en el corazón de todos y todas, demócratas y «demócratos» unidos en el camino del entendimiento y del consenso. Gracias a la ineluctable fuerza gravitatoria de su sonrisa, los pocos aguafiestas acabarán sumándose, tarde o temprano, al entusiasmo zapateril. El Presidente, de hecho, ya se siente cercano a estos descarriados, a los que tiende una mano para integrarlos en el rebaño merino de la nación de naciones, de los ciudadanos del mundo mundial que entonan juntos himnos fraternales cual enésima edición de «Viva la gente».
¿Cuál será la enfermedad ideológica del Presidente? Por fortuna, el profesor Gustavo Bueno, con su habitual lucidez y agudeza crítica, contribuye a despejar la incógnita en su más reciente libro. Zapatero y el pensamiento Alicia: un presidente en el país de las maravillas es el expresivo título de un muy recomendable análisis que dará que hablar y que –esperémoslo así– hará reflexionar a más de uno y replantearse su apoyo a un político cuya bobalicona sonrisa tiene en realidad bien poco de inocente y mucho de mala fe sartriana. No se lo pierdan.


La Nueva España, miércoles 25 de octubre de 2006, Cartas al director, página 78

Perversión en el país de Sophía

Don Gustavo Bueno ha hecho de su nombre un pesebre. Periódicamente arroja en él cualquier alimento basura del que se va nutriendo, convencido de que «lo que no mata engorda», aunque ignorante de que «engordar puede matar» (tanto o más que fumar). Los consumidores habituales de comida basura lo saben por experiencia; el ciudadano Morgan tuvo que abandonar la prueba de «Supersize me» al ver que su vida corría serio peligro. En el caso de don Gustavo es evidente que el engorde del showman ha acabado por matar al filósofo. Es una verdadera lástima que no tuviera en cuenta la recomendación de los sabios griegos: «Desaparece ahora que has alcanzado la cima de la gloria», y no te expongas a perecer asfixiado en cualquier estercolero (evidentemente, el añadido no pertenece a la cita). Pero, como dice la sacra página, «la carne es flaca» (y no se refería el hagiógrafo a la de la pasarela); así es que don Gustavo ha optado por engordar la suya mediante los más espurios oficios, tales como historiador errático, biógrafo invertido, gran inquisidor lanzando herejes a la hoguera, tertuliano de «plato» (no sé dónde lleva el acento)... Hoy más que nunca podemos decir que no está el horno de la filosofía para bollos. Hay veces en que la senilidad no merece el más mínimo respeto, más bien al contrario.
Ismael Almanza Riesco. Pola de Siero

Réplica a un odiador de Bueno
Comentario en «Sobre un futurible en forma de prólogo»


La Nueva España, jueves 26 de octubre de 2006, Cartas al director, página 75

¿Filósofo o filosofastro?

Señor Gustavo Bueno, con todo respeto hacia su persona, me permitiré discrepar sobre sus reflexiones, ignoraré la mayoría de sus estudios sobre programas de televisión, también sus opiniones sobre la pena de muerte, el apoyo a la invasión de Irak, creencias, etcétera, donde un intelectual de su nivel no tendría porque buscar, además del oportunismo del momento, emplear el tiempo de mente tan espléndida en banalidades y en otros casos, simplificar y dañar sensibilidades o creencias, con opiniones sobre temas que cualquier filosofastro haría con mayor acierto.
Quiero referirme a sus opiniones sobre este Gobierno y sobremanera en la persona de su presidente. No creo que alguien como usted, que dice lo que dice, no lo haga sin llevar una carga de opinión sesgada importante, y así se le nota ideológicamente.
Quizá no sea la persona adecuada para contraargumentarle, pero me siento muy por debajo de sus posibilidades, como docto en cualquier materia, pero siento decirle que personalmente no me cambiaría por usted, ni en modales, ni osadamente tampoco en sus pensamientos.
Dice de Zapatero que necesitaría un microscopio para ver la realidad de una manera menos simple, que todo es más complejo; pone como ejemplo que una gota de agua es sencilla a simple vista, pero observada en microscopio es algo más complejo; así es. Como también la primera impresión que todos tenemos de un filósofo sería de alguien que huye de las vanidades del mundo y un estudioso racional del pensamiento humano, y tampoco es tan simple, algunos, si se les mira atentamente, y no hace falta microscopio, nos daremos cuenta enseguida que también tienen sus complejidades y no siempre responden a criterios de coherencia racional y profesional.
Dice de Zapatero que quiere hacer ver las cosas más sencillas al resto de como son en realidad, que tiene las cosas como claras, y no ve las dificultades. Claro que las ve, y usted lo sabe, pero prefiere criticarle simplonamente. Zapatero no tiene porque presentarnos el mundo tal como usted lo retiene en mente, pues sería sumarnos a los ciudadanos deberes, que no cabrían en sus múltiples obstáculos que la vida les plantea diariamente; además de sobrevivir dificultosamente, usted quiere añadirles microscopios al resto de las cosas que les son más sencillas.
Cuando alguien como usted, que se piensa por encima del bien y del mal, interviene en temas cotidianos, lo único que puede ayudarnos al resto es poner su mente, «si es que realmente es superior», al servicio de los demás, y hacernos las cosas más inteligibles. Así hicieron los grandes pensadores, pero usted pretende ser único, y para conseguirlo de cara a los demás no duda en envolvernos todo con auras de difícil controversia, más porque quienes tienen la capacidad de contrarrestarle no quieren perder su tiempo en polémicas con personaje dificultoso.
¿Qué le parece el premio Nobel de la Paz?, «el banquero del pueblo», el señor Muhammad Yunus. Le distinguieron con varios premios anteriores, por su ¿utopía?, así le denominaría usted, si tal naciera hoy ese proyecto, micro créditos a personas sin avales, sabe como lo llamo yo, señor Bueno... solidaridad, palabra que usted compararía con su cuento, como así hace de la Alianza de Civilizaciones, la simplifica de nuevo diciendo que ¿quién la representaría?, yo se quién, no... usted.
Sobre la Alianza de Civilizaciones, sabe mejor que nadie que es algo factible, pero prefiere rebajar su inteligencia para compararlo con «Alicia en el país de las maravillas». No se trata, y lo sabe, de aliarse todos y ser felices comiendo perdices, sino acercar posturas y tratar de entender las diferencias de creencias y modos de vida, para respetarse mutuamente.
Siento que sus reflexiones sí tienen mala fe y piensa que todos somos estúpidos. Su filosofismo deja claro su pretensión de dificultar la interpretación de sus sueños de grandeza intelectual.
En un mundo donde sólo conocemos un porcentaje pequeñito de cuanto nos rodea, me siento nada. A usted le presentía muy por encima pero aun así tampoco mucho más que nada. Sólo valoraría alto a las personas que hacen la vida más cómoda, sencilla y fácil a los demás, que hacen simple lo complejo y crean en un mundo más solidario. Y si son como Alicia en su país de sueños, los prefiero a los que siempre le buscan cinco patas al gato, como usted hace con todo cuanto le llega a su mente Ego privilegiada.
¿Por qué piensa que no se puede mejorar, como así ocurrió desde hace siglos, la vida entre pueblos? Sólo personas como usted buscan las dificultades para no intentar solucionarlas; por suerte, sí hay otras que, sin vivir en país de maravillas, intentan un mundo más afable, cordial y sencillo.
En su libro, que dice titular «Zapatero y el pensamiento Alicia», ya el título nos dice todo su contenido. Sé que no le costó igualar a nuestro presidente con Alicia, del que sostiene que hace filosofía pánfila, barata y simple; y, sin embargo, hace una valoración del Gobierno anterior, que denomina más realista. ¿Qué realismo le parecía mejor del Gobierno del PP? ¿El apoyar un genocidio invadiendo un país soberano, aceptando mentiras como argumento y justificación? y por ello sufrimos un atentado espantoso: ¿sabe que los tres países de las Azores son los que han padecido los atentados más horrorosos? ¿Qué le dice eso? Se lo pregunto porque en aquella época, usted, decía que estaba en peligro el orden internacional para justificar tamaña invasión; ya ve, analizó espléndidamente aquel momento, ya que ahora estamos infinitamente más inseguros. Le pediría a partir de ahora que no analice tan acertadamente situaciones delicadas y se dedique a otras banalidades. Ahora dice que los datos han cambiado. Los datos no cambiaron, lo que cambió fue el florecer de las mentiras, que millones de ciudadanos no creyeron, y se manifestaron para impedir esa guerra. ¿Por qué ustedes creyeron argumentos mentirosos? Eso me hace sentirles que no son tan listos e inteligentes; por el contrario, hay millones de ciudadanos anónimos que no se dejaron ni dejarán engañar por patrañas. Porque no sería capaz de interpretar la otra posibilidad: que el PP supiera de antemano que todo estaba amañado, con argumentación falsa. Creo que no lo sabían y, por eso, a quien tenía que llamar ilusos era a Rajoy y sus acólitos.
Señor Bueno, le recuerdo en tertulias donde acababa en discusiones con sus iguales, siempre notaba diferencias de cordialidad y mejor entendimiento al resto. Le siento dañado, porque este mundo funciona igual y mejor sin personas que se creen únicas y superiores, como usted.
Un abrazo y perdón por la osadía de alguien que le creyó más y mejor.
José Viñas García. Oviedo

Comentario en «Sobre un futurible en forma de prólogo»


La Nueva España, jueves 26 de octubre de 2006, Avilés

Luis M. Alonso
Las pistolas

Zapatero, supremo hacedor de divisiones, ha llevado el cisma español al Parlamento europeo. Ya puede estar contento el presidente del Gobierno por el éxito obtenido: diez votos más que el contrario avalan desde ayer el mal llamado proceso de paz con terroristas que, mientras tanto, se rearman por si alguien tuviese dudas de cuáles son sus intenciones.
Este presidente Alicia, perfectamente bien situado por Gustavo Bueno en el país de las maravillas, ha respondido al robo de las 350 pistolas de ETA con el planteamiento elemental de sus mejores galas. «Tendrá consecuencias».
Evidentemente que tendrá consecuencias. Si no son unas, serán otras. Y la primera, tratándose de estos execrables asesinos y de pistolas, podría ser la vuelta del tiro en la nuca.
Todo esto que está sucediendo, el diálogo con los pistoleros, los avales europeos, el presidente Alicia, lo demás, tendrá sus efectos catastróficos, ya lo creo. Unos ya los estamos viendo y otros necesitarán la moviola porque no han querido o no han podido fijarse cómo es debido en la jugada. Pero, claro, que todo esto tendrá consecuencias. Ya lo verán.
Zapatero, como animal mitológico, estaría dignamente representado en un híbrido de bambi y el diablo de Tasmania, pero, en manos de ETA, es como Mitrofan, el peluche de las cacerías rusas. El robo de las pistolas tendrá consecuencias. ¿Cómo no las va a tener?. Pero ninguna de ellas será la marcha atrás en este proceso peligroso y humillante en que nos ha metido nuestro presidente Alicia.
Dudo que Zetapé, o Etapé, como ya le conocen sus más aguerridos detractores, no siga hablando con ETA aunque al «comando Donosti» se le ocurra secuestrar a Sonsoles. Todo lo más, estaría dispuesto a decir que el rapto de la señora tendrá sus consecuencias, aunque para ello sea necesario actuar con la debida cautela y toda la información sobre el asunto.
ETA ha robado 350 pistolas. Pues, vaya por Dios, qué contrariedad. ¿Para qué las querrá?


Libertad Digital, lunes 30 de octubre de 2006. Opinión

Amando de Miguel / La lengua viva
Educación y cultura

[...] Sobre el uso del engaño en la política me permito recomendar el último libro de Gustavo Bueno, Zapatero y el pensamiento Alicia: Un presidente en el País de las Maravillas (Madrid: Temas de Hoy). Es un buen ejemplo de cómo las disputas ideológicas se resuelven en malentendidos, en arabescos del lenguaje.


La Gaceta de los Negocios, Madrid, lunes 30 de octubre de 2006, página 4.

José Miguel Serrano
La censura de Alicia

Gustavo Bueno ha caracterizado el pensamiento dominante, especialmente en Zapatero, como pensamiento Alicia. Es decir, como una ilusión simplista, alcanzable sin esfuerzo, que recrea las ocurrencias del pensador. El modelo es pues el de los libros de Lewis Carroll. Frente a la utopía, este pensamiento no aspira a servir de contraposición a una realidad que es lo que precisamente se desconoce.
Otro rasgo diferenciador es que el utópico, e incluso el reaccionario, que es un utópico hacia el pasado, creen que sólo un enorme esfuerzo de sangre, sudor y lágrimas permitirán la transformación. Alicia dice creer que basta con querer, tapándose la cara.
Hay un rasgo inquietante del pensamiento Alicia en su choque con la realidad, y es la necesidad de la censura para sostener la ilusión. No nos referimos sólo a la mala fe, que describe Bueno, por la que se evita el debate con tópicos contra el contrario. Es que directamente se actúa contra la afirmación de ideas o datos por parte de quien pretende afirmar la realidad. Esta extensión de la censura comienza con la Historia y se proyecta hacia todos los tópicos de Alicia, desde la Alianza de Civilizaciones al matrimonio homosexual. No es sólo la suave censura de lo políticamente correcto, que pretende una especie de muerte civil, sino de la acción directa en forma de sanciones contra quienes se nieguen a aceptar las ensoñaciones de los simples. Desde restauradores a caricaturistas, clérigos, escritoras como Oriana Fallaci, directores de cine... todos están expuestos a la censura de Alicia.


El Comercio, martes 31 de octubre de 2006. Opinión

Juan Hernández
Erga Gustavum Bonum

Mira que el maestro disponía de dianas a las que dirigir sus acerados misiles dialécticos en esta su casi póstuma deriva en búsqueda del carro de la notoriedad. Pero no. A sus ochenta y pico años, Gustavo Bueno, genio, figura y erre que erre, el filósofo del panfleto contra la democracia que sostiene que pensar es pensar contra alguien, ha desenfundado su infalible método del cierre categorial para poner a parir a Zapatero. En su búsqueda de la verdad, este maestro de la lógica aplicada podía haberse ocupado de, por ejemplo, las armas de destrucción masiva o del valor dual del ácido bórico como matacucarachas y dinamita para los pollos. O de suscitar un debate sabrosón con ese otro pensador vallisoletano de la FAES que pone cátedra de ridículo en Georgetown. O del oro de Pinochet. O de...
Pero no. Acuciado por el imperativo de la escuela socrática de mayéutica a la que pertenece, ha publicado un libro, 'Zapatero y el pensamiento Alicia. Un presidente en el País de las Maravillas', para poner a parir al susodicho, que de eso trata la mayéutica, de parir. En él tacha a Zapatero de pánfilo, del griego 'pan', que significa todo, y 'fileo', amar. También de simple, mentiroso, mentecato y de político de mala fe. Va sobrado Gustavo. Estaba más guapo cuando en memorables tertulias radiofónicas llamaba australopiteco al ordinario del lugar, o cuando trataba de chimpancés a los 'batasunos'. Pero ha debido de ser mientras huía de su senecta invisibilidad que ha contemplado la sonrisa angelical del presidente capullo, estilo Gandhi, y que por mantener el reojo se ha tropezado con un sofisma y ha rodado cuesta abajo envuelto en un torbellino de tesis, antítesis y síntesis teñidas de demagogia barata y reaccionaria. Una pena.
Aunque tiene disculpa. El maestro camorrista está a punto de caer del burro tras toda una biografía preñada de errores gnoseológicos encadenados, y se le ve cabreado. Porque no logra vender doctrina. Porque toda la vida predicando la buena nueva del materialismo filosófico para descubrir al final que su catequesis por congresos y seminarios se reduce a obviedades de aldeano y a verdades de barquero, que el agua moja, que no se puede freír la nieve y que si A es mayor que B, y B mayor que C, A es mayor que C, o como evidenciaba el aldeano de al pan, pan y al vino, vino, coño, Gustavín, desengáñate, el ser ye lo que ye y no le des más vueltas, que para ese viaje no hacían falta tantas alforjas. Que no vas sobrado, sino de sobra.
Tiene disculpa. Hay que comprender que la filosofía no es una ciencia, sino una aproximación. Que el filósofo suele acabar atrapado en el ego de sus propios enunciados, encadenado al fondo de la caverna de Platón por los grilletes de las propias contradicciones. Y por eso no es de extrañar que el maestro esté perplejo al ver su ruina doctrinal mientras Pánfilo Carabobo trata de alcanzar una utopía, la Utopía, alguna utopía, para ponerla como referente. Y sin consultarle.
Tengo el libro delante, pero pronto lo tendré detrás, porque, aunque los libros sirven a la higiene mental, este en concreto vendrá de perlas para la higiene corporal.
Y es que yo he estado en Utopía. Por eso comprendo mucho a Pánfilo y nada al viejo cascarrabias. Aunque utopía, del griego 'ou', no, y 'topos', lugar, se refiere a un lugar que no está en ningún lugar, la utopía real existe. Está en Benalup de Medinasidonia, antiguo Casas Viejas, Cádiz, en el solar en donde en 1934 las fuerzas de orden público mataron a tiros a Seisdedos y a otros libertarios que se habían atrincherado en un chozo para reivindicar su otra utopía anarquista. Hoy un chiflado ha montado allí un hotel museo, el Utopía, un miniparaíso de imaginación exquisita, buen gusto y 'art déco' que goza como telón de fondo del Parque de los Alcornocales.
Vayan a Utopía hotel. Y el dinero del libro gástenlo en tortitas de camarones.

Comentario en «Sobre un futurible en forma de prólogo»


El Comercio, martes 31 de octubre de 2006. Televisión

Gustavo Bueno presenta en 'La Lupa' su libro sobre Zapatero

El filósofo Gustavo Bueno no se muerde la lengua. Lo demostrará esta noche en Canal 10, a las 22.30 horas, al hilo de su último libro 'Zapatero y el Pensamiento Alicia'.

Gustavo Bueno
Colpisa/Madrid

Será en el espacio 'La Lupa', que presenta Juan Neira. En la citada obra, Gustavo Bueno arremete contra el pensamiento político del presidente del Gobierno, que califica de «simplista» y, en último término, «peligroso» y asegura que Zapatero tiene la inteligencia del trilero.
Siete preguntas y siete extensas respuestas configuran la estructura del volumen. A saber, ¿España existe?, ¿España amenazada?, ¿desde cuando existe España?, ¿España es una nación?, ¿España es una idea de la derecha o de la izquierda?, ¿existe una cultura española? Y, finalmente, ¿España es Europa?


La Nueva España, martes 31 de octubre de 2006, pág. 2

Javier Neira / Cien Líneas
Pijos

La cita, como el eco –o como les fabes– se repite y repite desde que el pasado mes de marzo, desde el día 8 por más señas, la ofreciese en público el presidente Zapatero: «Como mujer, soy ciudadana del mundo».
La frase es de Virginia Woolf y en los últimos meses vale para un roto, un jirón, un descosido, un siete o una desgarradura telúrica.
Pero ¿alguno de los voceros o de los ecos se ha parado a considerar siquiera durante un segundo la verdadera condición de la autora de tal sentencia?
Virginia Woolf no era ciudadana del mundo, sino de la Inglaterra posvictoriana, del Londres capital aun del planeta, del barrio universitario de Bloomsbury y del círculo más exclusivo de ese territorio. Vamos, que militaba en el puñado de ciudadanos más elitistas y pijos del orbe.
Constituían la cima del esnobismo. Siguiendo a Wilde, consideraban que «la estética es superior a la ética», hacían ofrendas indistintamente a Venus y a Apolo, alguno llegó a la cima de la creación o la ciencia y cual Júpiter y su lluvia de oro regaban tanto a Danae como a Ganímedes. Por lo general, acabaron mal.
Pero lo que cuenta para el caso es que la Woolf ejercía de gran sacerdotisa del grupo –el centro del centro del centro– y oficiaba en los selectísimos encuentros de las tardes de los jueves y en el club de los viernes que fueron leyenda, aunque ahora su nombre se emplee para la hamburguesa «Virginia Woolf» que sirven en Russell Square, zona cero antes y ahora del barrio.
Entonces, ¿a qué demonios se refieren cuando citan la cita?, ¿de qué o quién están hablando?, ¿es que los voceros y los ecos se ven a si mismos como cumbre de la humanidad, élite y alta sociedad, por no decir genuinos supermegapijos?
El filósofo Gustavo Bueno, en su libro «Zapatero y el pensamiento Alicia» –se presenta hoy en esta casa– analiza la frase de Woolf y concluye con una propuesta de reconstrucción: «Como mujer, salvo que sea miembro de un sindicato de prostitutas sin fronteras, tengo, hoy por hoy, una patria».


La Nueva España, martes 31 de octubre de 2006, pág. 4

Gustavo Bueno presenta su libro «Zapatero y el pensamiento Alicia»

Gustavo Bueno presenta esta tarde, a partir de la ocho, en el Club Prensa Asturiana de La Nueva España, su libro «Zapatero y el pensamiento Alicia. Un presidente en el país de las maravillas». En el acto, además de su autor, participará Tomás García, secretario de «Nódulo Materialista».
En su nuevo trabajo, el filósofo analiza cómo, desde su punto de vista, el Gobierno de Zapatero se enfrenta a los problemas del país e intenta resolverlos utilizando métodos más propios de la ensoñación infantil.