series incorporadas a lechuza ordenadas por ISSN (original) (raw)

El ISSN, Código Internacional Normalizado de Series, se introdujo en 1979 para facilitar la identificación unívoca de las publicaciones periódicas o seriadas realizadas en cualquier país o lengua (está definido por la norma internacional ISO 3297, que entiende por serie aquella «publicación que, por cualquier medio, aparece por entregas sucesivas, normalmente numeradas o designadas por fechas, con voluntad de continuidad y sin un final previsto» –una revista o una colección de libros es una serie; una edición unitaria, aunque ocupe varios volúmenes, no lo es–). Cumple funciones equivalentes a las de otros códigos de identificación similares: el ISBN para los libros (de hecho el ISSN es una hijuela suya), el ISMN para las partituras, el ISRC para las grabaciones, &c. Una edición en particular puede estar dotada a la vez de ISBN si es un libro y de ISSN si ese libro está dentro de una colección o serie dotada con tal código. Su formato es uniforme: el acrónimo ISSN seguido de dos secuencias de cuatro números separadas por un guión (el último de esos ocho dígitos es un carácter de control, que sirve para asegurar la consistencia del conjunto, y se genera aplicando un algoritmo a los siete números anteriores: puede ser la letra X, equivalente al 10). El ISSN se asigna a cada «título clave» de una serie, permitiendo así identificar por ejemplo publicaciones que tienen el mismo nombre: la revista Babel (Atenas 1981-) es ISSN 1105-0748, Babel (Buenos Aires 1988-) es ISSN 0327-6414; Babel (París 1990-) es ISSN 1147-8306, &c. Cuando una revista o una serie cambia de forma significativa, o se fusiona o se transforma en otras series sucesoras pero distintas, cambia su ISSN, pero en los registros correspondientes se advierte la condición de «título heredero» o de «título fusionado». Los códigos ISSN son asignados por oficinas nacionales, coordinadas por el centro internacional del ISSN, que tiene su sede en París y mantiene vínculos con la UNESCO. Cuando se introdujo en 1979 el sistema ISSN no existían los códigos de barras. Al adoptarse el formato europeo de código de barras, EAN 13, dominante en los sistemas de distribución comercial del mundo globalizado, se adoptó la siguiente adaptación para las publicaciones dotadas de ISSN: tres números para el prefijo específico 977, los siete números específicos del ISSN (es decir, sin el último dígito de control), dos dígitos para poder señalar un precio (casi siempre figura 00) y el número de control generado por el algoritmo específico del código EAN 13 (las publicaciones que se sirven de códigos de barras generados a partir del ISSN suelen añadir otra secuencia codificada, no normalizada, que define el número de cada edición). Como cada ISSN está formado por siete números y se somete, por supuesto, al imperial sistema decimal, pueden definirse hasta diez millones de códigos ISSN distintos. Al terminar el siglo XX se habían asignado 988.962 códigos ISSN, y durante los años noventa se produjo un crecimiento medio anual de 47.000 nuevos códigos. De esta manera, y a un ritmo de crecimiento sostenido similar, el sistema ISSN se saturará a finales del siglo veintidós, si es que la cosa aguanta hasta entonces. De ese millón escaso de códigos ISSN asignados a finales de 2000, dos tercios de los títulos seguían activos y un tercio habían ya dejado de publicarse. Ese millón escaso de códigos describían entonces unos seiscientos cincuenta mil títulos de revistas, doscientos mil anuarios, cien mil series monográficas y veinticinco mil diarios: ¡el fracaso de la contracultura!