Patricio de Azcárate, Primeros gérmenes del idealismo en el renacimiento, Sistemas filosóficos modernos, Madrid 1861 (original) (raw)

Parte segunda · Sistema idealista · Capítulo primero

Primeros gérmenes del idealismo en el renacimiento. Conches. Chartres. Gante. Petrarca. Aretino. Dante. Boccacio. Gaza. Trebisonda. Besarion. Plethon. Ficin. Cusa. León el Hebreo. Policiano. Mirándola. Renchlin. Thomeo. Cesalpino. Ramus. Bayer. Patrizzi. Taurelo. Mazzoni. Bruno. Vives. Ruiz. Huarte. Sánchez. Pereira. Foxio. Bocarro

Patricio de Azcárate Corral, Exposición histórico crítica de los sistemas filosóficos modernos y verdaderos principios de la ciencia, Mellado, Madrid 1861, tomo 2, páginas 1-13.

Patricio de Azcárate Corral, Exposición histórico crítica de los sistemas filosóficos modernos, Madrid 1861Ya es tiempo de dejar la tierra en que vivimos, ya es tiempo de dejar el mundo de las sensaciones, y si no hemos visitado todos sus repliegues, hemos presentado a grandes rasgos el conjunto de todos los conocimientos, que arroja de sí la filosofía empírica. Ahora, lejos de entregar el bastón de viaje, nos vemos en la necesidad de cobrar nuevo aliento, para visitar las regiones, que nos faltan, que si bien presentan una elevación y grandeza inmensas, su misma sublimidad es un aliciente, para que el alma llegue a las regiones del infinito, por más que allí sólo arriben inteligencias privilegiadas. Pero lo que no alcanza el entendimiento, lo alcanzan la voluntad y el propósito firme de dar a conocer a la juventud española los sistemas filosóficos en su origen, su marcha y su desenvolvimiento, hasta crear una situación filosófica, que se nivele con el resto de la Europa, y corresponda al cambio político que ha tenido lugar entre nosotros, sin perder las condiciones de nuestra nacionalidad.
Dejamos atrás el mundo material para lanzamos al mundo del infinito, y limitándonos a la época, que hemos hecho objeto de nuestras indagaciones filosóficas, se nos presenta el renacimiento sumamente favorable al sistema idealista, que nos proponemos dar a conocer. Las innovaciones que se intentaron en el sentido idealista tenían la inmensa ventaja de recaer sobre creencias espiritualistas, en que descansa el cristianismo, que, con exclusión de toda otra religión, reinaba en toda la Europa. Por otra parte, la filosofía que dominaba en las escuelas era la escolástica, que si bien en su seno encerraba semillas empíricas, que cultivaron después, a la sombra de los nominales, los filósofos empíricos, como ya vimos en la primera parte, aparecía en su forma ostensible sometida a la teología, y era considerada como su sirvienta, y esta investidura daba también a la filosofía el mismo carácter de espiritualidad de las creencias religiosas.

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