Luis Carlos Martín Jiménez, Filosofía de la técnica (original) (raw)

Escuela de Filosofía de Oviedo

Filosofía de la técnica

6-7 abril 2015


cartel para este acto de la Escuela de Filosofía de OviedoLa idea de la técnica ha estado relegada a una posición secundaria, cuando no superflua, en los grandes sistemas de filosofía. Ideas como el Ser, Dios, la Razón o el Espíritu ocuparon los primeros puestos de la investigación filosófica. La introducción de la idea de técnica en filosofía no llegó hasta que la aparición de la tecnología industrial del siglo XIX transforma la vida de las sociedades occidentales a un ritmo vertiginoso. Asombrados, vuelven los filósofos sus ojos ante tal espectáculo, buscan una explicación, ya no se pueden obviar los cambios en las comunicaciones, en la producción, en la economía y en todos los aspectos sociales y políticos. Desde los años treinta del siglo XX abundan los ensayos sobre la técnica, y el rótulo “El hombre y la técnica” enlaza dos ideas que a modo de mitos oscurantistas obligan a preguntarse: ¿qué es la técnica para que haya alcanzado el rango de idea “trascendental”? Se ofrece aquí una exposición sobre qué puede ser la Filosofía de la técnica desde el sistema del Materialismo Filosófico.

Vídeo de la lección de Luis Carlos Martín Jiménez (1), Filosofía de la técnica (2 h 8 m)

Oviedo, lunes 6 de abril de 2015

Vídeo de la lección de Luis Carlos Martín Jiménez (2), Filosofía de la técnica (2 h 8 m)

Oviedo, martes 7 de abril de 2015

Anuncio de Filosofía de la técnica (Oviedo10.es)

Filosofía de la técnica

La idea de la técnica ha estado relegada a una posición secundaria, cuando no superflua, en los grandes sistemas de filosofía. Ideas como el Ser, Dios, la Razón o el Espíritu ocuparon los primeros puestos de la investigación filosófica.

Las humildes técnicas, el trabajo manual, los instrumentos y los útiles, se entenderán como meras rutinas de la vida de los hombres, mecanismos curiosos y en todo caso medios para fines más excelsos: la salvación, la libertad o la felicidad de los hombres.

La introducción de la idea de técnica en filosofía no llegó hasta que la aparición de la tecnología industrial del siglo XIX transforma la vida de las sociedades occidentales a un ritmo vertiginoso. Asombrados, vuelven los filósofos sus ojos ante tal espectáculo, buscan una explicación, ya no se pueden obviar los cambios en las comunicaciones, en la producción, en la economía y en todos los aspectos sociales y políticos.

Será un geógrafo, Ernst Kapp, emigrado y colonizador norte-americano, quien hace de la técnica objeto de la investigación filosófica, su ensayo titulado Fundamentos de una filosofía de la técnica se publica en 1877. Su tesis entiende a la técnica como proyección o extensión de las estructuras orgánicas del hombre: el martillo como extensión del puño, el microscopio de los ojos, los hornos de la digestión, las estaciones de bombeo del corazón o la electricidad del sistema nervioso.

Progresivamente la idea de técnica va a ocupar un puesto cada vez más relevante. En el siglo XX ya no será posible hacer filosofía al margen de la idea de tecnología. Parece cada vez más claro que las ciencias naturales y formales son las responsables de la trasformación de las humildes técnicas en las todopoderosas tecnologías.

En los años treinta del siglo XX se producirá una gran proliferación de ensayos sobre la técnica, cabría citar El hombre y la técnica de Oswald Spengler, Técnica y civilización de Lewis Mumford, los trabajos de Gordon Childe, los Annales o en España la Meditación de la técnica de José Ortega y Gasset.

Ortega encuentra la esencia humana en el “hacer técnico”, con la creación de una inmensa “ortopedia” de lo superfluo que nos hace vivir cómodamente.

A Martin Heidegger, según algunos el filósofo más importante del pasado siglo, se le ha denominado “el filósofo de la técnica”.

Hoy día el rótulo “El hombre y la técnica” enlaza dos ideas que a modo de mitos oscurantistas obligan a preguntarse: ¿qué es la técnica para que haya alcanzado el rango de idea “trascendental”?

En nuestro caso atacaremos esta cuestión con otra: ¿acaso el Materialismo Filosófico de Gustavo Bueno ha dado con la respuesta?

Escuela de Filosofía de Oviedo