Gustavo Bueno / «Observar la basura es mirar la realidad» / Interviú (original) (raw)

Gustavo Bueno

Profesor Gustavo Bueno, catedrático emérito de Filosofía, autor del libro «Televisión: apariencia y verdad»: «Tómbola» ha desaparecido de la programación de Telemadrid. Era un símbolo de eso que llamamos televisión basura.

— Sí, pero ahora, con la publicación del genoma humano, nos hemos enterado de que el 95 por ciento de nuestro ADN es basura.

— Pues entonces imagínese la que tendrá la televisión...

— Es nuestro reflejo. ¿Cuáles son los criterios para establecer lo que es basura y lo que no lo es? Ahí está la cuestión. Es muy difícil de establecer: hablamos de límites muy frágiles.

— ¿Usted considera «Tómbola» un producto típico de telebasura?

— Depende de muchos factores: depende del público que lo vea y de qué efectos pueda causar en ese público. Y hay algo a tener en cuenta: la basura está en todos los lados. Observar la basura es mirar la realidad.

— Hombre, visto así...

— Y observar la realidad está dentro de aquella célebre máxima de Terencio: «Nada de lo humano me es ajeno.»

— Dicen que ese tipo de programas es obsceno...

— Obsceno es lo que está puesto en escena.

— Dicen que entran a saco en la intimidad de las personas...

— La intimidad es un concepto puramente místico. La intimidad es necesaria, evidentemente, en los humanos, en los primates. Pero si a alguien no le importa perder su intimidad, toda cuestión pierde su sentido.

— Yo diría que ahora, en el siglo XXI, la intimidad ha perdido el carácter sagrado que antes tenía...

— Sí, pero también depende mucho de los niveles sociales en que se viva y de las épocas históricas. Una cosa es que te hagan radiografías, que es entrar en ti, y otra que se publiquen tus dolencias.

— Pero si no les importa que se publiquen...

— Entonces, el concepto intimidad pierde completamente su valor.

— El caso es que la intimidad se ha convertido en objeto de comercio...

— Es evidente. Pero la pregunta es: ¿hasta qué punto la política puede intervenir en esto, censurando, limitando?

— ¿Cree que lo de Telemadrid ha sido una medida política?

— Depende de lo que llamemos política. Hay que preguntarse si la política, tal como la entendemos al margen de la lucha partidista, o sea, como búsqueda del bien común, debe o no debe poner algunos límites a la libre expresión.

— ¿Debe?

— Le pondré un ejemplo: en un programa un pretendido científico ofrece explicaciones falsas sobre el genoma humano. ¿No habría que ponerle coto? Tiene que haber algún límite, y la dificultad está en establecerlo.

— Lo que no creo es que los mismos que pusieron el programa lo eliminen ahora por razones éticas o estéticas...

— Quizá. Habría que analizar muchas cosas. ¿Qué efectos ha tenido en la gente? ¿Hay alguna encuesta seria sobre eso? Si las consecuencias fueran perniciosas, el político tendría que tenerlo en cuenta.

— ¿Usted cree que «Tómbola» es pernicioso para la audiencia?

— Hombre, a mí no me ha producido el menor mal. Hay cosas peores.

— ¿Por ejemplo?

— Esos concursos que reparten millones por responder a preguntas de bachillerato. Eso sí que es basura, y además disfrazada de cultura.

Pablo Burgos