Lange, Historia del materialismo, La reacción contra el materialismo en Alemania (original) (raw)

Cuarta parte. El materialismo del siglo XVIII. Capítulo IV:

Federico Alberto Lange, Historia del materialismo, Madrid 1903, tomo 1, páginas 438-461

Federico Alberto Lange, Historia del materialismo, La reacción contra el materialismo en AlemaniaLa filosofía de Leibnitz trata de vencer al materialismo. – Influencia popular y verdadero sentido de las doctrinas filosóficas; la teoría de la inmortalidad del alma. – El optimismo y sus relaciones con la mecánica. – La teoría de las ideas innatas. – La filosofía de Wolff y la teoría de la unidad del alma. – La psicología animal. – Escritos contra el materialismo. – Insuficiencia de la filosofía universitaria contra el materialismo. – El materialismo rechazado por la tendencia ideal del siglo XVIII. – Reformas de las escuelas después de comenzado el siglo. – La investigación del ideal. – Influjo del espinosismo. – Goethe, su espinosismo y su opinión acerca del Sistema de la naturaleza. – Eliminación de toda filosofía.

Ya hemos visto que el materialismo arraigó temprano en Alemania, pero también es en este país donde se produce una violenta reacción contra dicho sistema, y este movimiento, que se prolongó durante un gran espacio del siglo XVIII, merece estudiarse. Desde el comienzo de este siglo se extendió la filosofía de Leibnitz, cuyos rasgos principales atestiguan un grandioso esfuerzo para escapar directamente del materialismo; nadie desconocerá el parentesco de las mónadas con los átomos de los físicos; la expresión principia rerum o elementa rerum que Lucrecio emplea en lugar de la de átomos, pudiera muy bien servir para designar como idea genérica a la vez las mónadas y los átomos; las mónadas de Leibnitz son de seguro los seres primitivos, los verdaderos elementos de las cosas en su mundo metafísico, y después de mucho tiempo se ha reconocido que el dios que ha admitido en su sistema como la «causa suficiente de las mónadas», desempeña un papel por lo menos tan superfluo como el de los dioses de Epicuro, que, semejantes a las sombras, circulan en los intervalos de los mundos.

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