Dr. Enrique Napias, Paseos de un botánico (original) (raw)
Paseos de un botánico
La Viña
Revista Europea, Madrid, 26 de diciembre de 1875, año II, tomo VI, nº 96, páginas 319-320.
El viajero á quien las circunstancias obligan á atravesar durante el invierno los campos borgoñones, experimenta un penoso sentimiento de tristeza al aspecto de las laderas grises del país, sobre las cuales suben en líneas regulares los esqueletos negros y disformes de la viña. Por escasa piedad que tenga, cualquiera se conmueve al ver la pobre y querida planta, afligida por la esclavitud del cultivo, retorcer desesperadamente en el aire helado su nudoso tronco y sus brazos delgados, y dejar correr amargas lágrimas por las tijeras del podador. Pero en cuanto el sol acaricia sus secas y duras ramas, y sonríe la primavera, todo cambia de pronto; un verde amarillento alegra aquellas laderas poco ha desoladas, y cada botón, al abrirse al fin de cada rama, produce anchas hojas ó racimos de olorosas flores. Estos floridos racimos serán más tarde racimos de frutos, y, cuando sean cogidos, las laderas, sonriendo con los últimos soles del otoño, se colorearán de tintas calientes, rojas o doradas, las cuales conservarán hasta que la viña haya dejado caer á sus pies sus postreras hojas.
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