Jos� Luis L�pez Bulla: Espa�a: Coincidencia intencionada (original) (raw)

Portada de La Insignia

23 de octubre del 2007

enviar imprimir Navegaci�n

Espa�a

Coincidencia intencionada

Jos� Luis L�pez Bulla

Metiendo Bulla / La Insignia. Espa�a, octubre del 2007.

El pr�ximo domingo es el aniversario de la marcha fascista sobre Roma. El 28 de octubre de 1922 los camisas negras dieron un golpe terrible, dirigidas desde lejos por Benito Mussolini. Pues bien, ochenta y cinco a�os despu�s, en ese mismo d�a, el Estado Vaticano, en el mismo coraz�n de Roma, pone en la lista del santoral a 498 espa�oles: los "m�rtires de la Rep�blica", seg�n la expresi�n de Rouco y sus mesnadas. Si todo el mundo de la publicidad considera que la Curia romana siempre ha dominado con aproximada perfecci�n el simbolismo, no puede dudarse de que esta coincidencia no es por casualidad. Como dir�an en la Vega de Granada, esto es a cosica hecha. O sea, adrede y amachamartilladamente.

Lo diremos con claridad, el Vaticano entra violentamente en el debate pol�tico espa�ol en plena discusi�n sobre la ley de la Memoria hist�rica. Y, tampoco debe dudarse, la curia hace algo m�s que un gui�o a las bandas fascistas de todo pelaje, a las ultraderechas de secano y a los nicomeditas de variada condici�n. Cada uno con sus diversidades, ciertamente; pero todos ellos -al menos ese d�a- vestidos con sus camisas negras, "impasible el adem�n" camino del puesto que tienen por ah�, al paso de los hisopos que pretenden imponer un modelo de sociedad cerrado, reaccionario, patriarcal, homof�bico y racista. O sea, de fundamentalismo con los fundamentos de lo m�s integralista de la historia.

Dia 28 de octubre: la marcha sobre Roma de Mussolini y las bendiciones de Ratzinger. �Ser� anticlericalismo afirmar que Dios los cr�a y ellos se juntan? No me imagino ni siquiera a ese tosco embajador que tenemos en el Vaticano apoyando la intencionada coincidencia.

El Gobierno espa�ol arguir� nuevamente que se necesita prudencia. Vale. Pero ese estilo prudente -mejor decir, pacato- no hace que el Alto Beaterio y el beater�o entren en razones, sino justamente lo contrario: en una actitud de alcoholizado comportamiento. El presidente Rodr�guez Zapatero deber�a, como m�nimo: 1) llamar a cap�tulo al embajador en el Vaticano, y 2) gestionar el camino que gradualmente deber�a llevar a la eliminaci�n del Concordato.