Wilfredo Ardito Vega: Pasatiempos peruanos (original) (raw)

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19 de abril del 2008

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Reflexiones peruanas

Pasatiempos peruanos

Wilfredo Ardito Vega

La Insignia. Per�, abril del 2008.

Hace casi veinte a�os, estaba visitando el Museo del Banco Central de Ecuador. Un grupo de escolares observaban indignados un mapa donde aparec�a, como supuestamente perteneciente a la antigua Audiencia de Quito, un territorio gigantesco que inclu�a gran parte de la Colombia actual y practicamente toda la Amazon�a peruana. "�Miren cu�nto nos han quitado!" -dijo alguien.

De hecho, el mapa oficial de Ecuador, usado entonces en colegios e instituciones p�blicas, abarcaba buena parte de los departamentos de Tumbes, Cajamarca, Amazonas y Loreto, incluyendo Iquitos. En los medios de comunicaci�n, el Per� aparec�a como un pa�s enemigo y expansionista. "Desde peque�os nos han sembrado mucho odio", me coment� una monja, recordando que en su colegio le hab�an cambiado la letra al himno sobre la hermandad latinoamericana Un canto de amistad y, en el momento en que se enumeraban los pa�ses, ella deb�a gritar con sus compa�eros: "�Menos el Per�!".

A los amigos ecuatorianos, yo les comentaba que en el Per� no se fomentaba mayor animadversi�n hacia ellos... pero no porque nuestro pa�s hubiera superado traumas hist�ricos, sino porque nuestro rencor se concentraba en Chile.

A mi modo de ver, una sociedad alcanza la madurez cuando logra aceptar la historia sin dejarse llevar por el rencor. De esta forma, los pa�ses europeos, que vivieron dos guerras mundiales y una guerra fr�a en el siglo pasado, han logrado avances impresionantes en cuanto a la integraci�n, mucho m�s s�lidos que las canciones infantiles latinoamericanas.

Es verdad que en los �ltimos meses, al tradicional conflicto con Chile, el gobierno peruano ha sumado entredichos sucesivos con Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, como pretendiendo quitarle a Hugo Ch�vez y �lvaro Uribe el papel de vecino problem�tico. Pero en la poblaci�n, los sentimientos negativos est�n claramente orientados contra los chilenos, como se manifest� con la venta de los supermercados Wong a Cencosud (si el comprador hubiera sido una empresa argentina o brasile�a, no se hubiera producido mayor clamor).

Hace muchos a�os que fallecieron los culpables de los hechos que generan tanta indignaci�n, sea el hundimiento del Hu�scar o el incendio de las haciendas coste�as (que, dicho sea de paso, permiti� la liberaci�n de miles de chinos esclavizados). Sin embargo, como si se tratara de una culpa hereditaria, se acusa a los chilenos contempor�neos como si fueran responsables de todo ello.

La historia muestra muchos ejemplos hist�ricos sobre c�mo se alimenta y manipula el odio hacia un pa�s vecino para conseguir que los problemas internos pasen a segundo plano. De ese modo tambi�n se justifican elevados gastos militares a pesar de contextos de pobreza.

Pero la pr�ctica del rencor es m�s compleja en el Per�, porque tambi�n suelen cultivarla los propios habitantes. Es lo que ocurre con los emigrantes andinos en la costa o en la selva, o con algunos lime�os cuando trabajan en otros lugares del pa�s. Las rivalidades entre Huaraz y Chimbote, Tarapoto y Moyobamba o Andahuaylas y Abancay han tenido inclusive expresiones violentas.

De hecho, esos sentimientos, de los que pocos peruanos parecen avergonzarse, sorprenden mucho a los chilenos. "�Qu� mal se tratan entre ustedes!" me coment� un estudiante que hab�a pasado unas vacaciones con una familia lime�a sumamente racista. Muchos recordar�n c�mo, durante la Guerra del Pac�fico, la divisi�n entre los peruanos precisamente obr� en favor de los chilenos.

En la vida cotidiana, adem�s, otro factor que puede generar rencor es demostrar mayor capacidad o �xito. "Si no hubiera presentado mi tesis doctoral, no tendr�a que enfrentarme a las intrigas de mis colegas", confiesa, entristecida, una magistrada. Tambi�n puede generar encono el haber gozado de un aparente privilegio: muchos egresados de la Universidad Cat�lica reciben con frecuencia la acusaci�n de "elitistas". "A veces, quien pretende descalificar a otra persona como caviar pretende ocultar su propia mediocridad", me indica una cooperante alemana. "En el Per� hay tanta envidia que es preferible ser mediocre a destacar", confirma el director de una ONG.

Precisamente, creo que el mayor desarrollo econ�mico de Chile, tan visible por la prosperidad de sus empresas en el Per�, incide en los sentimientos negativos. Sin embargo, es curioso que emular los logros sociales chilenos, como el peque�o porcentaje de analfabetos y desnutridos, no parezca tan prioritario. Y no es un problema de recursos: se han destinado ingentes cantidades de dinero a una demanda ante La Haya por un problema lim�trofe que podr�a haberse resuelto de forma menos onerosa.

En todas mis visitas al Ecuador tras la firma de la paz, ha sido muy agradable comprobar que dicho pa�s ha superado rencores pasados y que los viajeros peruanos son recibidos con mucha cordialidad. Abandonar los sentimientos antichilenos nos ayudar�a a los peruanos y nos permitir�a dedicarnos con m�s atenci�n a resolver nuestros problemas como pa�s, entre los cuales, lamentablemente, se encuentran tambi�n los rencores existentes entre nosotros mismos.