Arnaldo P�rez Guerra: Chile: No hay m�s peces (original) (raw)

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22 de febrero del 2008

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Chile

No hay m�s peces

Arnaldo P�rez Guerra

Sirel / La Insignia. Chile, febrero del 2008.

Valpara�so.- La crisis que viven los pescadores de la zona centro-sur de Chile tiene su origen en la "privatizaci�n del mar" a favor de los pescadores industriales cuyas pr�cticas insustentables est�n agotando los recursos, principalmente la merluza com�n. En varios de los principales caladeros chilenos no queda pesca desde hace seis meses.

"Hay una crisis del sistema de administraci�n que ha manejado los recursos pesqueros bajo c�nones de maximizaci�n econ�mica, concepto incompatible con la preservaci�n y conservaci�n", dice Cosme Caracciolo, presidente de la Confederaci�n Nacional de Pescadores Artesanales (Conapach). Agrega que en nuestro pa�s prima una "visi�n de explotaci�n minera de los recursos pesqueros, donde leyes y 'recomendaciones cient�ficas' avalan su depredaci�n al m�ximo. A partir del per�odo 2000-2002, los recursos pasaron a ser activos de las compa��as pesqueras gracias al sistema de L�mite M�ximo de Captura (LMC). Las acciones de estas compa��as, tras la aprobaci�n de la Ley, aumentaron considerablemente. Son 'rentables' si los activos no bajan de las 40 mil toneladas".

Cuando se vot� la Ley de LMC, el presidente del Senado, Andr�s Zald�var, fue cuestionado por sus v�nculos con la industria pesquera. Los senadores Adolfo y Andr�s Zald�var pose�an acciones en la pesquera EPERVA, de propiedad del multimillonario Anacleto Angelini.

Recientemente, el Congreso analiz� en sesi�n especial la "escasez del recurso merluza". Se aprobaron cuatro proyectos que buscan "recuperar esta pesquer�a y mitigar los efectos que la crisis tiene en las comunidades de pescadores". "La mayor�a de los parlamentarios desvirtu� la tesis de que la jibia* es la principal causante de la disminuci�n de los recursos pesqueros. El apoyo al sector artesanal, en funci�n de asumir que la crisis es el efecto de malas medidas administrativas y la utilizaci�n del arte de pesca de arrastre, fue transversal en t�rminos pol�ticos partidistas", se�ala la Conapach. A la sesi�n asistieron pescadores de las caletas de Valpara�so -El Membrillo, Diego Portales y Sudamericana-, San Antonio, y de la VIII y X regiones.

La primera iniciativa -51 votos a favor y 1 abstenci�n-, solicita, b�sicamente, que en la Ley de Presupuestos 2008 se dispongan recursos necesarios para el Fondo de Investigaci�n Pesquero, que deber� determinar cu�l es la causa de la depredaci�n y disminuci�n de la merluza. Adem�s, solicita a la Subsecretar�a de Pesca que "modifique el per�odo de veda por desove de la merluza y se mejoren las medidas de fiscalizaci�n". El segundo proyecto -37 votos a favor, 1 en contra y 8 abstenciones-, pide al gobierno, principalmente, un programa de Apoyo al Emprendimiento y Diversificaci�n de los Pescadores Artesanales, y que algunas pesquer�as -merluza com�n, reineta, sardina, sardina espa�ola y anchoveta-, sean "exclusivamente de los pescadores artesanales".

El tercer proyecto -41 votos a favor y 4 abstenciones-, solicita a la presidenta Michelle Bachelet, que "declare a la merluza com�n en r�gimen de pesquer�a en recuperaci�n" y proponga "t�cnicas de pesca m�s selectivas para salvaguardar el producto y sustentar su desarrollo a futuro". El �ltimo proyecto de acuerdo -45 votos a favor y 4 abstenciones-, pide al Intendente de la V Regi�n, "extender el programa de ayuda que anunci� a todos los pescadores cuyo ingreso familiar dependa exclusivamente de esta actividad", y que "la presidenta de la Rep�blica considere para el Presupuesto de la Naci�n del pr�ximo a�o recursos suficientes para revitalizar y diversificar la pesca artesanal".

Presiones, crisis y riesgo alimentario

M�s de tres meses permanecieron las "ollas comunes" en las caletas de la V Regi�n esperando una soluci�n. Tras las movilizaciones de agosto, el gobierno ha entregado ayuda asistencial: capacitaci�n, subsidios y canastas familiares por cuatro meses, quedando sujeta su continuidad a la evaluaci�n de proyectos para el Presupuesto 2008.

"Los anuncios s�lo son un paliativo para calmar la angustia que vivimos los trabajadores de mar", dice Eduardo Quiroz, presidente de la Federaci�n. "La situaci�n de los recursos est� en las mismas condiciones. No bajaremos los brazos hasta que se tomen decisiones que permitan recuperar la merluza", agrega. Por su parte, Mario Ayala, dirigente de la Federaci�n y presidente del Sindicato de Mediana Altura de San Antonio, dice: "El conflicto se mantiene y no parar� hasta que no haya una posici�n clara del Estado para resguardar los recursos".

En julio de 2007, en la reuni�n del Consejo Nacional de Pesca -instancia que determina las cuotas-, el entonces subsecretario, Carlos Hern�ndez, que hab�a anunciado rebajar la cuota anual de merluza para asegurar su conservaci�n y renovabilidad, dio un paso atr�s acogiendo la exigencia de los industriales pesqueros de suspender la votaci�n hasta septiembre. "Asinti� sin problema, y los �nicos miembros del Consejo que exigieron que se votara fueron quienes representan a la pesca artesanal. Finalmente Hern�ndez renunci�", dice Cosme Caracciolo. Y enfatiza: "Hay profundo malestar entre los pescadores. Se nos convoc� para tomar una decisi�n sobre un recurso que est� a punto de desaparecer y del cual dependen miles de familias, y fuimos enga�ados. Mientras se discut�a en la subsecretar�a, trabajadores de la industria provenientes de Talcahuano se manifestaban en la Plaza de la Intendencia, en Valpara�so, 'apoyando' a los industriales, con el discurso que 'disminuir las cuotas o eliminar la pesca de arrastre traer� m�s cesant�a'".

M�s de 120.000 personas viven de la pesca artesanal y actividades asociadas a ella: encarnadoras, fileteadores, comerciantes, etc. "Mientras se sigan concentrando los recursos del mar en manos de unos pocos que sacan el mayor beneficio, el hambre, la cesant�a y el agotamiento de las especies se acentuar�n", agrega Eduardo Quiroz. La crisis de la merluza ha golpeado principalmente a las caletas de la zona centro y sur de Chile. Pescadores, cient�ficos y parlamentarios advirtieron, desde principios de 2000, que un sistema de cuotas significar�a a corto plazo el colapso de los recursos pesqueros.

De la urgencia a la emergencia

Gabriel Valenzuela, presidente del Sindicato de Caleta El Membrillo y dirigente de la Federaci�n Nuevo Amanecer, dice que le solicitaron a Bachelet "una gesti�n resolutiva y no contemplativa como ha ocurrido hasta ahora, y que oblig� la renuncia del subsecretario anterior. Necesitamos una soluci�n a la crisis que vivimos, crisis desencadenada por la depredaci�n de los recursos en nuestro mar". La situaci�n es cr�tica. Desde principios de julio de 2007 no hay m�s merluzas en las caletas de Valpara�so, San Antonio y Conc�n. Miles de pescadores son parte de una cadena productiva en riesgo de desaparecer. Sus organizaciones exigen el cierre de �reas a la pesca de arrastre y medidas econ�micas que mitiguen la crisis social.

Valenzuela dice que "Las ollas comunes han sido la �nica manera de obtener un plato de comida diario. A fines del 2006, el gobierno se comprometi� a financiar un incentivo al zarpe. Sin embargo, no lo hemos recibido desde mayo. Tampoco se ha hecho efectivo el compromiso de incentivar el consumo de jibia o aumentar su precio. Hoy nos dicen que la jibia se est� 'comiendo la merluza', que 'el calentamiento global hace que los peces emigren'� La verdad es que los industriales est�n agotando el mar".

El colapso de la merluza es evidente. En 2002 su biomasa fue calculada en 1.500.000 toneladas. En 2003, el IFOP no realiz� ning�n estudio. Se cometi� el error de considerar que la pesquer�a estaba sana y se mantuvo la cuota de 139.500 toneladas para 2004. Pero ese a�o la cantidad de merluzas disminuy� a 272.000 toneladas. S�lo un 18 por ciento del total calculado en 2002. Para los pescadores las cifras fueron manipuladas con la intenci�n de que las organizaciones de artesanales aprobaran la nueva modalidad de asignaci�n de cuotas. A pesar del importante descenso, la explotaci�n de merluzas aument� debido a las presiones de la industria y a la inexistencia de un plan de manejo gubernamental.

�D�nde est�n las alternativas?

"La soluci�n es tomar decisiones en el corto plazo que permitan la recuperaci�n de los recursos, y corregir el desastre social tras la ley que los privatiz�, principal causa de su disminuci�n. El 95 por ciento de la cuota anual de jurel es capturada por la industria con redes de arrastre; en el caso de la merluza es el 65 por ciento. El jurel tambi�n se encuentra en un estado cr�tico", dice Caracciolo.

Gabriel Valenzuela dice que no salen a pescar desde hace casi un a�o: "No hay peces. No queda merluza. Hace un a�o, el documento 'Propuestas de la pesca artesanal para enfrentar la crisis de la pesquer�a merluza com�n', denunciaba que 'con la entrega de cuotas individuales, permanentes, transferibles y gratuitas a los armadores industriales de naves de pesca, a partir de 2000, �stos comenzaron a establecer a su voluntad y conveniencia econ�mica la captura de los recursos pesqueros, con sus artes de pesca tremendamente nocivas para los recursos y fauna acompa�ante (�) Tratando siempre de obtener el mayor beneficio econ�mico por cuota asignada, las cuotas individuales o LMC incentivan la selecci�n por tallas, descartando el pescado de menor talla (ya muerto)'".

Los pescadores acudieron a la FAO para solicitar al gobierno que haga efectiva la "moratoria a la pesca de arrastre en aguas interiores y a las concesiones de acuicultura". El colapso de recursos pone en riesgo la seguridad alimentaria: "Es un crimen destinar las capturas con mayor valor alimenticio a la crianza de peces que hoy son exportados a pa�ses que no cuentan con problemas de alimentaci�n. Gastan seis kilos de peces para obtener un kilo de salm�n. El 100 por ciento de las sardinas y anchovetas se destinan a la fabricaci�n de harina de pescado. La merluza se agota porque se privilegia el arte de arrastre", concluye Cosme Caracciolo.