Uruguay: �Trabajamos con el �nimo de que las cosas funcionen� (original) (raw)
19 de marzo del 2008
Uruguay: Con Mar�a Narducci, inspectora general de Trabajo
�Trabajamos con el �nimo
de que las cosas funcionen�
Sirel / La Insignia. Uruguay, marzo del 2008.
Fue inspectora de Trabajo durante casi 20 a�os, y tambi�n militante y dirigente de su gremio. En el a�o 2005, el gobierno de Tabar� V�zquez realiz� cambios profundos en el Ministerio de Trabajo, a cuyo frente se nombr� a Eduardo Bonomi. Mar�a Narducci lleg� a su cargo de la mano de una trayectoria limpia y de una notable idoneidad. Sirel convers� con ella sobre el camino andado y el horizonte posible.
-�Desde cu�ndo existe la Inspecci�n de Trabajo?
-El primer antecedente es de 1915, cuando se aprob� la ley de ocho horas en el Parlamento. En ese mismo texto se cre� un "cuerpo de inspectores" con el cometido, entre otras cosas, de verificar la aplicaci�n de esa ley. Luego hubo otros crecimientos institucionales en las d�cadas del 60 y del 70, cuando el pa�s se otorga los instrumentos b�sicos de la normativa laboral.
-�Cu�les son las normas que rigen la tarea de la Inspecci�n de Trabajo?
-El Convenio internacional para Inspecci�n de Trabajo en Industria, Comercio y Servicios es el 81, y el referido al �mbito rural es el 129. Ambos convenios internacionales fueron ratificados y posteriormente reglamentados en Uruguay por el decreto 680 de 1977. En ese marco, el inspector de Trabajo est� habilitado a ingresar sin autorizaci�n y a cualquier hora del d�a a un lugar donde razonablemente presuma que pueden haber trabajadores ocupados, y tambi�n a clausurar instalaciones cuando estime que hay riesgo de vida inminente para los trabajadores. Su obligaci�n es, luego, informar a su jerarca que es el Inspector General de Trabajo.
En este momento estamos trabajando para modificar el proceso administrativo que se sigue una vez que la inspecci�n constat� infracciones laborales, con la meta de acortar el tiempo que transcurre entre el hallazgo de la infracci�n y la comunicaci�n a la empresa de las medidas a implementar para solucionar el problema. Creemos que hay varios pasos administrativos que pueden ser reducidos, ya que en la actualidad en promedio los procedimientos insumen seis meses. Cuando se est� hablando, por ejemplo, de situaciones como el impago de salarios o de personal que no ha podido gozar su licencia, seis meses es demasiado tiempo.
-�Cu�l era la situaci�n de la Inspecci�n General en 2005, cuando usted asumi� el cargo?
-Como una vieja casa que nunca tuvo mantenimiento; sobreviviendo gracias a la voluntad de un pu�ado de funcionarios y con el m�nimo esfuerzo de las autoridades institucionales. Cuando asumi� el actual Ministro, Eduardo Bonomi, y defini� una nueva pol�tica en la que se comenz� a convocar a los Consejos de Salarios, hubo que modificar de manera importante la estructura para poder acompa�ar estas instancias que se abr�an en las relaciones laborales. De lo contrario, tendr�amos Consejos de Salarios que resolv�an nuevas pautas, pero luego no iba a ser sencillo que todo el mundo las cumpliera. A�n tenemos muchas dificultades, pero estamos trabajando duramente para lograr ese fortalecimiento.
-�C�mo se alcanzar� esa fortaleza? �Qu� avance se ha logrado y qu� falta?
-Muy r�pidamente, ya en 2005, identificamos la necesidad de prepararnos para el Presupuesto quinquenal que empezar�a a regir el 1 de enero de 2006. Lo hicimos planteando un conjunto de medidas como el ingreso de 33 nuevos inspectores, lo que significaba un incremento del 25 por ciento del cuerpo inspectivo, el ingreso de m�s abogados para que la estructura creciera arm�nicamente y de personal especializado que pudiera asesorar a la Inspecci�n como un ingeniero qu�mico, un estad�grafo para sistematizar la informaci�n disponible y transformarla en insumos para la elaboraci�n de pol�ticas concretas. Por otra parte, solicitamos 25 nuevos funcionarios administrativos para tener capacidad de procesar adecuadamente el volumen de trabajo que sobrevendr�a. Este �ltimo aspecto no fue contemplado en el Presupuesto y a�n lo tenemos en el debe. Tambi�n planteamos otorgar la exclusividad a los inspectores que desde 1992 ten�an la posibilidad de acumular un segundo empleo. Personalmente hab�a luchado desde el gremio por ese cambio, y despu�s, del otro lado del mostrador, tuve la oportunidad de concretar esa aspiraci�n. Ahora, desde marzo de 2007, todos los inspectores tienen un salario acorde a la exclusividad, tienen tiempo para capacitarse, para estudiar y perfeccionarse. Los que se ubican en el principio del escalaf�n perciben un salario de aproximadamente 2.000 d�lares mensuales, y s�lo tienen permitido ejercer la docencia ya sea en el �mbito p�blico o privado. Tienen prohibido cualquier tipo de vinculaci�n con empresas.
-�Ya est�n en funciones los nuevos inspectores?
-Finalmente, el pr�ximo 1 de abril ingresar�n formalmente al servicio los 33 nuevos inspectores seleccionados, y todos ir�n al sector de Seguridad y Salud Laboral, donde apenas ten�amos 30 inspectores. Quiere decir que estamos m�s que duplicando la atenci�n a este rubro. Tambi�n se han producido cambios notorios en otros eslabones de la Inspecci�n, ya que el abandono hist�rico en el que estuvo el organismo hab�a provocado des�nimo entre algunos funcionarios, una p�rdida del ritmo de trabajo y confusi�n con respecto a las responsabilidades del servicio p�blico. Este es un aspecto muy importante en el que estamos trabajando a fondo.
-�Se ha aumentado el presupuesto del organismo?
-El Ministerio de Trabajo no recibi� una partida presupuestal muy diferente de la que se le asignaba anteriormente, pero se apost� a la redistribuci�n de ese dinero, y as� se pudo mejorar sustancialmente la presencia de la Inspecci�n en el interior del pa�s. Hay recursos para vi�ticos de los inspectores, ya que pasamos de una caja chica de mil d�lares mensuales para vi�ticos de choferes e inspectores a disponer de casi 14 mil d�lares mensuales. Los gastos de combustible se adjudican a otro rubro. Ten�amos s�lo dos veh�culos, y ahora tenemos ocho con sus respectivos choferes. Desgraciadamente se trata de veh�culos que todav�a no son los adecuados para las inspecciones en el �mbito rural, ya que son 4x2, pero esperamos solucionar algunos aspectos burocr�ticos para poder licitar veh�culos 4x4.
Estos aspectos materiales y de recursos humanos son en los que hemos podido avanzar m�s. Tambi�n estamos terminando de elaborar protocolos para que el procedimiento de la inspecci�n sea sistem�tico, lo que aporta seguridad y confiabilidad a la intervenci�n. Por ejemplo, antes los inspectores no hablaban con los sindicatos, simplemente se presentaban con la empresa pero no ten�an ninguna directiva de que lo hicieran tambi�n con los sindicatos. Ahora la tienen, y al llegar a la empresa deben comunicar su presencia al sindicato y recibir de los delegados, si fuera el caso, la informaci�n adecuada para realizar una visita que responda no s�lo al objetivo b�sico de la inspecci�n, sino tambi�n en los aspectos relativos al relacionamiento laboral para que esto sea reflejado en la informaci�n que elabora el inspector.
-�Se est� trabajando para ampliar y mejorar la normativa laboral?
-Estamos participando en un �mbito tripartito que se cre� a esos efectos porque tenemos vac�os legales en materia laboral. Para mencionar las acciones m�s importantes, se�alar�a la reglamentaci�n del Convenio Internacional 155 que establece las pol�ticas nacionales en Seguridad y Salud Laboral, especialmente la instrumentaci�n de �mbitos de trabajo en cada empresa, p�blica o privada, sobre este tema. Nuestra propuesta en ese �mbito fue la creaci�n de las Comisiones de Seguridad y los Delegados Obreros por empresa, elegidos por los trabajadores. Esa propuesta no fue aceptada por los empleadores, por lo que result� promulgada directamente por el Poder Ejecutivo. El decreto, adem�s, cre� las Comisiones Nacionales Tripartitas Sectoriales de Seguridad y Salud Laboral que reunir� al sindicato de rama, la C�mara correspondiente al sector y la Inspecci�n de Trabajo para definir la pol�tica sectorial en la materia. Quiere decir que hay nuevas normas, promoci�n de pol�ticas de seguridad y salud, capacitaci�n de los trabajadores, etc�tera.
El escal�n de mayor jerarqu�a es el Consejo Nacional en Seguridad y Salud, que fue creado por la ex ministra Anal�a Pi�eyr�a en 1996 pero que nunca promulg� una sola norma por consenso de partes. Ahora le hemos dado a ese Consejo Nacional una integraci�n con los principales responsables de los organismos que intervienen en la materia como la presidencia de la C�mara de Industria y la de Comercio, los coordinadores del �rea de la central de trabajadores, el Ministro de Trabajo, el Ministro de Salud P�blica, el presidente del Banco de Previsi�n Social y el presidente del Banco de Seguros del Estado. Junto a este organismo de primera importancia, trabajaremos los directores nacionales de estas �reas produciendo los insumos que este Consejo deber� consensuar para promover la Seguridad y la Salud Laboral en el pa�s. El Consejo se reunir� por primera vez este mes. Ser� una reuni�n abierta, p�blica, porque pretendemos marcar la importancia que se le otorga al organismo, ya que el tema demanda un esfuerzo grande y sostenido para avanzar como es necesario.
Tambi�n se promulg�, igualmente sin consenso con el sector empresarial, la limitaci�n a 25 kilos el peso de los bultos que un trabajador puede cargar a repetici�n, ya que habitualmente trabajan con pesos de 50 kilos, lo que provoca una serie de enfermedades esquel�ticas y musculares graves. Esto obliga a ciertos cambios en algunas industrias como la del cemento portland, los molinos, los ingenios, entre otros. Sabemos que esas adaptaciones pueden no ser f�ciles, por lo que estamos dando plazos adecuados para que se puedan efectuar. Esta medida est� vigente en los aeropuertos, y creo que Uruguay es uno de los primeros pa�ses en disponer oficialmente esta limitaci�n de la carga. Ahora, debemos tratar de que el MERCOSUR la revalide.
-�C�mo reaccionan los empresarios y los trabajadores ante estos cambios? -Ingres� a la Inspecci�n de Trabajo en 1987, y nunca hab�a tenido la oportunidad de trabajar en tantos �mbitos tripartitos como ahora, y en los que s� exist�an quiz�s no hab�a la conciencia de que se deb�an abordar los temas con un compromiso real. Creo que ahora hay responsabilidad y preocupaci�n al mismo tiempo. Los empleadores temen que la Seguridad y Salud Laboral, y los nuevos �mbitos que se crearon, les provoquen mayores problemas en las relaciones laborales. Los trabajadores, por su parte, viven este proceso de manera positiva, al punto de que hace pocos d�as, el responsable de la Comisi�n de Seguridad Laboral, Salud y Medio Ambiente del PIT-CNT, Walter Migli�nico, anunci� que estudian crear su propia "polic�a laboral" para colaborar con la Inspecci�n y la aplicaci�n del Convenio 291. Creo que ambas partes sienten que se est� trabajando con el �nimo de que las cosas funcionen, y no para redactar normas en �mbitos que dialogan pero no concretan cambios reales.
Quiero destacar que entre esos �mbitos existe la Comisi�n que est� reglamentando el Convenio 184 de Seguridad y Salud Laboral en el �mbito rural, que lleva m�s de un a�o de trabajo con presencia de la Uni�n Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (UNATRA), el PIT-CNT, la Asociaci�n Rural, la Federaci�n Rural, los Productores Lecheros. Hay un trabajo muy serio que va permitiendo alcanzar acuerdos. Pretendemos tener esto finalizado antes de que termine el primer semestre de 2008 para salir al medio rural con el respaldo legal necesario. La disposici�n sobre la Comisi�n de Seguridad y el Delegado Obrero que mencionamos antes alcanzan a los trabajadores rurales, y queremos apoyar a los integrantes de las C�maras empresariales para que puedan incidir positivamente entre sus miembros. Muchas veces falta informaci�n o capacitaci�n a ese nivel.
De las m�s de 20 mil inspecciones que hicimos en 2007, en m�s del 87 por ciento constatamos alg�n tipo de violaci�n a la normativa laboral. Se dispusieron m�s de 500 clausuras preventivas parciales y totales por riesgo inminente para la vida de los trabajadores. Esto da la pauta de cu�les son las condiciones reales sobre las que tenemos que trabajar para promover cambios y mejorar estos datos. En quienes representan a los sectores en esos �mbitos existe compromiso, y tambi�n conciencia de que se est� trabajando en serio.