Wilfredo Ardito Vega: Per�: Cuesti�n de autoestima (original) (raw)
30 de marzo del 2008
Reflexiones peruanas
Cuesti�n de autoestima
Wilfredo Ardito Vega
La Insignia. Per�, marzo del 2008.
Por cuarta o quinta vez visito Za�a, un distrito de Lambayeque, para apreciar los interesantes restos de la ciudad colonial destruida por una inundaci�n. El calor es sofocante y entro a una tienda a comprar helados caseros. En una esquina, veo una gigantesca calabaza.
-Era un instrumento t�pico de los negros, que lo usaban como tambor -me explica el due�o.
-Pero ahora no se ven muchos en Za�a -comento yo.
-No quiero juzgarlos -me responde -, pero ellos no se quieren: prefieren casarse con personas diferentes y casi han logrado que su raza desaparezca. Yo soy de Cajamarca, pero le mostrar� c�mo se toca la calabaza.
Mientras la coloca entre sus piernas y en un instante se transforma en experto cajonero, yo pienso que el racismo a la peruana es m�s complejo que el simple rechazo al diferente: se manifiesta tambi�n en el rechazo al semejante.
De hecho, si el racismo s�lo implicara los prejuicios de la minor�a de ascendencia europea, combatirlo ser�a m�s f�cil. El problema es que los mismos prejuicios y actitudes racistas se encuentran entre mestizos, ind�genas y negros, muchas veces sumados al �nfasis innecesario en el lugar de procedencia, la diferencia de educaci�n o de apellido. En el fondo, aparece un fuerte problema de autoestima: quienes no se sienten bien consigo mismos, necesitan encontrar a alguien frente al cual puedan sentirse superiores.
De esta forma, lamentablemente, el racismo en el Per� sigue siendo una ideolog�a victoriosa: las v�ctimas, convencidas de su inferioridad, la han interiorizado.
"Aqu� no hay racismo -me dec�an algunos compa�eros, explicando la ausencia de estudiantes negros en la universidad-. Ellos mismos se autodiscriminan." Era una buena forma de no querer ver el problema que ten�an ante sus ojos. En realidad deber�an pensar qu� tan fuerte es el racismo para que el temor al rechazo impida que algunas personas tomen decisiones que podr�an mejorar sus vidas.
Por todo ello, este a�o, el Premio Anual a la Lucha contra el Racismo es un reconocimiento a una persona y una instituci�n que han trabajado mucho por la autoestima de los discriminados: Lorenzo Bergantin, p�rroco del Carmen, y la Municipalidad de Magdalena.
Seg�n refieren los grupos que lo propusieron, Bergantin busca ayudar a los negros a estar orgullosos de ellos mismos, inclusive incorporando elementos de sus tradiciones en la liturgia e impulsando un museo sobre la cultura de la regi�n; desea promover que los habitantes del Carmen puedan trazarse un futuro m�s all� de los estereotipos que los asocian simplemente al deporte, la m�sica y, �ltimamente, al turismo sexual. En cuanto a la Municipalidad de Magdalena, su rechazo hacia el racismo fue conocido desde que en el a�o 2006 fue la primera municipalidad que dispuso revocar la licencia de funcionamiento a los locales discriminatorios (seguida, hasta la fecha, solamente por San Miguel).
A principios del 2007, el rostro de Vanessa Robbiano, caracterizada como ind�gena, oriental, blanca y negra, apareci� en muchos paneles municipales con la leyenda de que s�lo existe la raza humana. Tambi�n el movimiento antirracista se�ala que las supuestas razas son una creaci�n ficticia, que ha servido de mecanismo de dominaci�n.
La Municipalidad de Magdalena suscribi� luego un convenio con APRODEH y el grupo de danza teatro Andanzas de la Universidad Cat�lica, para presentar en parques y colegios de Magdalena la obra Alienaci�n, basada en el cuento de Julio Ram�n Ribeyro. Inicialmente, varios funcionarios municipales y yo mismo tem�amos que los j�venes no sintonizaran con un espect�culo de danza teatro. Por eso resulta impactante la atenci�n con que siguen las vicisitudes del protagonista, rechazado por sus rasgos andinos, hasta que opta por negar su propia piel.
Como sucedi� hace algunos a�os con La Paisana Jacinta, el antipremio "Al m�s discriminador" se entrega a quienes minan la estima de los peruanos y refuerzan permanentemente situaciones de racismo hacia personajes andinos y negros, como si fueran c�micas: El especial del humor, Astros de la risa y Recargados de risa. Adem�s, muchos ni�os ven esos programas sin mayor control por parte de los adultos, lo que refuerza el da�o que producen. La sinton�a que tienen en los propios sectores discriminados demuestra que el camino contra el racismo sigue siendo muy largo en el Per�.
En los �ltimos a�os, la labor de los activistas antirracistas, el compromiso activo de la Defensor�a del Pueblo y el inter�s de algunos medios de comunicaci�n han logrado que cada vez se acepte m�s que el racismo es uno de los mayores problemas de nuestra sociedad. Sin embargo, estoy convencido de que no se puede luchar contra el racismo mientras los peruanos no tengamos una opini�n equilibrada de nosotros mismos. Y eso, m�s que las campa�as por Macchu Pichu, el pisco sour o el cebiche, implica aceptarnos y querernos.