Jorge Lombardero Álvarez, La Hispanidad según Zacarías, El Catoblepas 5:19, 2002 (original) (raw)
El Catoblepas • número 5 • julio 2002 • página 19
Jorge Lombardero Álvarez
Sobre Ramón Martínez Vigil, Miguel de Unamuno, Zacarías de Vizcarra,
Ramiro de Maeztu... y el término Hispanidad
Ramiro de Maeztu en su Defensa de la Hispanidad (1934), tras definirla como el concepto que abarca a todos los pueblos que deben la civilización o el ser a los pueblos hispánicos de la península ibérica, aclara que:
«la palabra se debe a un sacerdote español y patriota que en la Argentina reside, D. Zacarías de Vizcarra. Si el concepto de cristiandad comprende y a la vez caracteriza a todos los pueblos cristianos, ¿por qué no ha de acuñarse otra palabra, como esta de hispanidad, que, comprenda también y caracterice a la totalidad de los pueblos hispánicos?».
Pero su utilización por Zacarías de Vizcarra data de 1926, La hispanidad y su verbo, por lo que no sería el primero en emplearla en este sentido, pues ya Unamuno en 1909 confiesa que:
«Digo Hispanidad y no Españolidad para atenerme al viejo concepto histórico-geográfico de Hispania, que abarca a toda la península ibérica.
Digo Hispanidad y no Españolidad para incluir a todos los linajes, a todas las razas espirituales, a las que ha hecho el alma terrena y a la vez celeste de Hispania, de Hesperia, de la península del Sol de Poniente.
Y quiero decir con Hispanidad una categoría histórica, por lo tanto espiritual, que ha hecho, en unidad, el alma de un territorio, con sus contrastes y contradicciones interiores. Porque no hay unidad viva si no encierra contraposiciones íntimas, luchas intestinas.»
Aún con esto, no sería Unamuno el pionero en su uso, sino que, ya el Obispo de Oviedo, Monseñor Fray Ramón Martínez Vigil, con motivo de la inauguración de la basílica de Covadonga en 1901, la había definido como «la casa solariega de España y la Hispanidad».
Además, es el propio Zacarías de Vizcarra quien afirma que tal descubrimiento no es suyo. Y lo hace rotundamente en el folleto «Opiniones autorizadas sobre la obra del presbítero D. Francisco Gutiérrez Lasanta titulada _La Virgen del Pilar, Reina y Patrona de la Hispanidad_», editado por el Ayuntamiento de Zaragoza en 1946. En él se pregunta Zacarías de Vizcarra:
«¿Qué es entonces lo nuevo de la palabra 'HISPANIDAD', cuya creación me atribuyen a mí escritores tan respetables como D. Ramiro de Maeztu, el Cardenal Gomá y el mismo Sr. Gutiérrez Lasanta, cuyo libro estoy encomiando?
Hace años lo vengo explicando en revistas de España y de fuera de España, sin lograr todavía que me dejen de llamar 'creador del vocablo'. No he hecho más que descubrirlo, resellarlo con las nuevas acepciones que nos hacían falta y ponerlo en circulación, como atinadamente lo indicaba el Dr. García Morente, en su obra 'Ideas para una filosofía de España', sin duda por haber leído alguno de los artículos en que he narrado el origen de esta palabra: "Existe una palabra –decía García Morente– lanzada desde hace poco a la circulación por Monseñor Zacarías de Vizcarra, que, a mi parecer, designa con superlativa propiedad eso precisamente que la filosofía de la historia de España aspira a definir. La palabra aludida es HISPANIDAD. Nuestro problema puede expresarse exactamente en los términos siguientes: ¿qué es la hispanidad?" ('Signo', 23 enero 1943).» (págs. 83-84).
Según Zacarías de Vizcarra:
«La palabra 'HISPANIDAD' figuraba ya como anticuada en la edición de 1817 del Diccionario de la Real Academia de la Lengua, en esta forma: "Hispanidad. s. f. ant. Lo mismo que Hispanismo". Y, a continuación, el mismo Diccionario Oficial definía así la equivalente: "Hispanismo. s. m. Modo de hablar peculiar de la lengua española que se aparta de las reglas comunes de la Gramática". Es decir, que tenía significación análoga a la de "galicismo", "anglicismo", "latinismo", &c.
Quizá el autor castellano más antiguo que la usó en este sentido gramatical fue el bachiller Alexo Venegas, en su obra "Tractado de Orthographía y Accentos", impresa en Toledo en 1531, donde dice: "De los oradores M. Tull. y Quinti. son caudillos de la eloquencia, aunque no les faltó un Pollio que hallase hispanidad en Quintiliano, &c.".
No sabemos que Polión encontró hispanidad en Quintiliano. No sería ciertamente el Polión de quien nos habla el mismo Quintiliano, cuando escribe: "Pollio deprehendit in Livio patavinitatem" ("Polión halló en Livio patavinidad"); es decir "paduanidad", por ser Tito Livio natural de Padua. ("De institutione oratoria", libro I, cap. V). Quizá, en el mismo sentido, los escritores romanos encontraban en Quintiliano y en otros escritores hispano-latinos de aquellos remotos siglos una "hispanidad" análoga a la "patavinidad" de Livio; y según esto, la palabra 'HISPANITAS' habría sido usada en el período más brillante de la literatura latina.
La usó ciertamente al atildado humanista y latinista Filelfo (n. 1398, m. 1481), el cual achacaba a Quintiliano "redolere hispanitatem", es decir, "que tenía olor de hispanidad". (Cfr. J.P. Charpentier, Prólogo a las obras de Quintiliano, Garnier, París, tomo I, pág. XXX).
De todo lo dicho se deduce que la materialidad de la palabra no es nueva, ni quizá desconocida de los mismos clásicos latinos, y que, por este lado, no habrá dificultad para usarla en las letanías.» (pág. 83)
Y, eso es precisamente lo malo, que todavía suena a letanía y a concepciones políticas conservadoras, lo que dificulta su implantación para designar a la comunidad hispánica de naciones frente al término más progresista aunque poco preciso de Latinoamérica.