Mariano Hormigón, in memoriam, El Catoblepas 30:10, 2004 (original) (raw)
El Catoblepas • número 30 • agosto 2004 • página 10
José María Laso Prieto & Pablo Huerga Melcón
El 21 de julio de 2004 falleció repentinamente el profesor Mariano Hormigón
Mi buen amigo Pablo Huerga Melcón, profesor del Instituto Rosario Acuña de Gijón, me comunicó al mediodía del 23 de julio, la dolorosa noticia del fallecimiento del profesor Mariano Hormigón, catedrático de Historia de la Ciencia de la Universidad de Zaragoza. Al parecer, el óbito se produjo el día 21 como consecuencia de un infarto de miocardio a la temprana edad de 59 años y cuando Mariano Hormigón estaba en la cima de su carrera universitaria. Hace dos años, Mariano Hormigón y su esposa, la profesora Elena Ausejo, nos invitaron a Pablo Huerga y a mí, a participar en un Congreso de Historia de la Ciencia, de la Tecnología y de la Industrialización, organizado desde su cátedra de Historia de la Ciencia de la Universidad de Zaragoza. El Congreso era conmemorativo del centenario del nacimiento del famoso científico británico John Bernal quien, junto a los profesores Haldane, Cornforth y otros, formó parte de la pléyade de grandes científicos marxistas británicos que se hicieron célebres en la década del treinta del siglo XX. Precisamente, una hija del profesor Bernal participó en el Congreso de Zaragoza, con una conferencia en la que informó ampliamente acerca de la actividad científica y política de su padre. Mi comunicación tuvo por título «El marxismo en la década del 30» que después publiqué en las revistas Utopías, Nuestra Bandera y El Catoblepas. Esta última, se publica por la Asociación Nódulo Materialista. A propuesta del profesor Mariano Hormigón, fui nombrado miembro del Comité Científico del Congreso de Zaragoza, lo que para mí constituyó un gran honor.
Participé muy activamente en los diversos debates del citado Congreso y, supongo, que por ello, Mariano Hormigón propuso que hiciese yo el brindis de la cena de despedida del Congreso. Otras muchas atenciones tuvieron hacia Pablo Huerga y hacia mí, Mariano Hormigón y Elena Ausejo. Por ello, y por el interés intrínseco de sus debates, el Congreso de Zaragoza nos resultó memorable. Una amplísima reseña de tal Congreso –más de 50 folios– lo publiqué oportunamente en la revista digital El Catoblepas.
Tanto Pablo Huerga como yo, conocimos personalmente al profesor Mariano Hormigón en los V Encuentros de Filosofía en Gijón que organiza anualmente la Fundación Gustavo Bueno en el bello marco de la Colegiata del Palacio Revillagigedo de Gijón. Los V Encuentros tenían también por tema, Ciencia, Tecnología y Sociedad industrial. La ponencia de Mariano Hormigón fue una de las más interesantes de tales Encuentros y dio lugar a un amplio debate.
En la primavera del pasado año, los profesores Mariano Hormigón y Elena Ausejo, participaron, con el profesor Pablo Huerga y conmigo, en una Mesa Redonda sobre la agresión imperialista a Iraq que entonces se estaba realizando. Tal Mesa Redonda, fue organizada por el Instituto Rosario Acuña de Gijón y se desarrolló en una Biblioteca Pública próxima al Instituto. Así pudimos profundizar mucho más en el tema. Tal sesión de debate se realizó a las doce del mediodía y por la tarde, todos asistimos a una interesante conferencia de la profesora Elena Ausejo sobre las mujeres científicas españolas, que formaba parte de un ciclo de conferencias sobre el tema que se estaba desarrollando en el recinto de la Feria de Muestras de Gijón. En el transcurso de aquella tarde, Mariano Hormigón y Elena Ausejo, nos invitaron a Pablo Huerga y a mí a participar, con sendas comunicaciones, en otro Congreso científico a realizar en Zaragoza. Mi comunicación se titularía «Paralelismo entre José Rizal, héroe nacional de las Islas Filipinas, y José Martí, héroe nacional de Cuba». Se trataba de la misma comunicación con la que participé, en Enero del año 2003, en un Congreso Internacional conmemorativo del 150 aniversario del nacimiento de José Martí que se desarrolló en la ciudad de La Habana. Posteriormente publiqué su texto en la revista El Catoblepas. La comunicación que el profesor Pablo Huerga iba a presentar en el Congreso de Zaragoza, abordaría el tema de la globalización y se va a publicar en un próximo número de la revista asturiana Ábaco. En el mismo número de Ábaco se va a publicar un trabajo mío con el título de «El exilio científico español». Por obstáculos que desconozco el Congreso de Zaragoza del año 2003 se aplazó hasta el mes de septiembre del año 2004.
Todo induce a suponer que el Congreso de Zaragoza, programado para el próximo mes de septiembre, se va a aplazar o a anular como consecuencia del fallecimiento del profesor Mariano Hormigón. A menos que se realice como homenaje a Mariano Hormigón. No obstante, el profesor Pablo Huerga y yo, que tanto admirábamos al profesor Mariano Hormigón, hemos decidido elaborar conjuntamente este artículo como homenaje a su memoria.
Por su parte Javier Ortega, en una nota necrológica publicada en el diario El Mundo el 23 de julio de 2004, con el título de «La lucha por las libertades de un profesor comunista» decía:
«La ciencia y la investigación, la militancia comunista y la lucha por las libertades y la solidaridad, fueron sus ojos vitales, Mariano Hormigón, profesor de Historia de la Ciencia, articulista y miembro de varias asociaciones, falleció el miércoles en Zaragoza a los 58 años, víctima de un infarto masivo. Estaba casado con Elena Ausejo, compañera y colaboradora en trabajos científicos, con la que tenía dos hijos y otro más de una unión anterior.
Estudió en los Escolapios y se doctoró en Historia de la Ciencia en la Universidad de Zaragoza, materia de la que era profesor titular. Su tesis doctoral resultó polémica en su día. Llevaba por título 'Problemas de síntesis de los matemáticos en España tras la ruptura del programa longrandiano'. Sus estudios y posterior docencia, transcurrieron de forma paralela a la lucha por las libertades. Participó en un grupo de teatro y en el Servicio Universitario de Trabajo de Alfabetización de Granada, de donde arranca su militancia activa contra el franquismo. Ingresó en 1968 en el PCE y, en 1970 era el miembro más joven del Comité Central en la clandestinidad. Pero el Partido lo expulsó en 1974 y en 1988, aunque volvió a solicitar el ingreso en 2002. Dijo entonces que lo hacía por coherencia, 'porque necesitaba el carnet del partido y morir siendo comunista'.
Formó parte en los años 80, del equipo del rector Vicente Camarero, época en la que Hormigón fundó el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Zaragoza. Fue secretario y vicepresidente de la Sociedad Española de Historia de la Ciencia, secretario técnico de la Federación de Colegios profesionales, miembro del Congreso de estudios Aragoneses y fundador del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Aragón. Impartió clases en las Universidades de varios países, entre ellas las de Cuba y los EE UU, donde rechazó una propuesta para volver después del 11-S, al considerar que habían perdido las libertades. Investigador y escritor, colaboró en la Gran Enciclopedia de Aragón y publicó monografías sobre la Historia de las Matemáticas en los siglos XVIII y XIX. Dirigió los dos volúmenes de la Historia de la Industrialización de Zaragoza. Fue un articulista polémico y mordaz, que colaboró en el desaparecido Andalan, y después en Diario 16 y en el Periódico de Aragón. Recientemente compiló sus artículos en el libro También el rojo está en el Arco Iris.
Apoyó a los países socialistas a través de asociaciones que fundó y presidió. Primero, fue con la Asociación de Amistad con la República Democrática Alemana, a donde viajó a finales de los sesenta con documentación falsa, luego la Asociación de Amistad con Cuba 'José Martí', para los intercambios y el apoyo al pueblo cubano. En el plano de la solidaridad, era miembro, entre otras, entidades, de la Asociación de Apoyo a los Presos de Aragón.»