El gobierno chino tarda en despertar de su atontamiento aliciaco ante las religiones, El Catoblepas 73:20, 2008 (original) (raw)

El Catoblepas, número 73, marzo 2008
El Catoblepasnúmero 73 • marzo 2008 • página 20
Ante la República Popular China

La sexta generación de la izquierda debe aprestarse a ahorcar de las tripas de la última reencarnación del Buda al último creyente supersticioso chino o prepararse para que el Pueblo se disuelva en agua bendita democrática

Dalai buscándose la vida con Bush
Dalai buscándose la vida con el Papa
Secesionista español buscándose la vida con el Dalai

Los espiritualistas capitalistas creyeron que, igual que habían acelerado el derrumbe de la Unión Soviética y de la quinta generación de la izquierda colaborando con el papa polaco Juan Pablo II, podrían abrir una nueva brecha en el firme bastión de la sexta generación de la izquierda colaborando con el secesionismo tibetano representado por un fantasmón como el Dalai, gran amigo del adalid del secesionismo catalán, Carod Rovira, del emperador Bush y del papa de Roma. Ya que los estúpidos de Falung Gong parecen de capa caída, a pesar de los apoyos que les inyectan de vez en cuando distintos humanistas cristianos, por qué no agitar un poco la cosa por el Tíbet, a pocas semanas de los Juegos Olímpicos de Pequín.

No les falta razón, pues el atontamiento aliciaco en el que se encuentran los ideólogos chinos no conoce límites: recordemos que hace un año las autoridades chinas decretaron el iconoclasmo porcino, asustados por las presiones de unos sarracenos y discriminando a mil trescientos millones de chinos por esa curiosa patología porcinofóbica que sufren los mahometanos. Pocos meses después, los confundidos timoneles del Pueblo, ¡dispusieron un nuevo reglamento para validar las reencarnaciones de los Budas vivientes tibetanos! Las últimas actuaciones de la camarilla del Dalai pueden servir como vacuna, si el PCCh recapacita y declara una guerra sin cuartel a las religiones, o como acelerante de la descomposición de la propia República Popular China, si el PCCh insiste en su atontamiento aliciaco.

28 de marzo de 2008

Se revela la naturaleza de la camarilla de Dalai para la escisión de la patria

El semanario alemán "Nuestra época" publicó días atrás un artículo firmado bajo el título de "Esto no está relacionado con los derechos humanos". Presenta los hechos históricos del Tíbet en los últimos más de 50 años, y revela la naturaleza de la camarilla de Dalai para escindir la patria y servir los intereses de las fuerzas antichinas.

El artículo señala que el Tíbet pertenece a la República Popular China. Es un hecho reconocido por tratados oficialmente firmados en el últimos medio siglo. Fue liberado pacíficamente a la luz del acuerdo llegado entre el Gobierno Central y el gobierno local del Tíbet.

Señala que ante de su liberación, el Tíbet fue una sociedad de teocracia. Por su dependencia religiosa la mayoría de los tibetanos sufrían explotación inhumana del estrato dominante de monjes. La esperanza media de vida de los tibetanos sólo llegó a 39 años. Pero desde que China aplica su política de reforma y apertura, el Tíbet, una región atrasada, ha comenzado a vivir los más floridos años de su juventud. La Región Autónoma del Tibet está avanzando hacia una sociedad modernizada, y ha logrado progresos en todos los terrenos, como económico, educacional y estudio cultural.

El artículos puntualiza que gracias al proceso de modernización tibetana, las fuerzas sociales que dominaban el Tíbet en el pasado pierden terreno para aplicar su política a contrapelo. Esperan separar el Tibet de China con la ayuda de las fuerzas antichinas de Occidente. "Estas fuerzas, que en tiempos de su dominio violaban la dignidad y los derechos humanos del pueblo tibetano, hoy se hacen pasar por defensores de derechos humanos. (Pueblo en línea)

28 de marzo de 2008

Condenar al sitio web de CNN son acciones espontáneas de la gente del pueblo

Con respecto a las críticas del sitio web www.an-ti-CNN.com a las tergiversadas informaciones de medios de comunicación occidentales, el portavoz de la Cancillería china Qin Gang manifestó el día 27 que ellas son completamente condenación y crítica espontáneas de la gente del pueblo al sitio web de CNN y ciertos otros medios de comunicación occidentales por sus informaciones irresponsables y contrarias a la moral profesional.

En la habitual conferencia de prensa ofrecida en la tarde de ese día, un periodista preguntó: «Un sitio web popular llamado An-ti-CNN.com está dedicado exclusivamente a criticar informaciones de medios de comunicación extranjeros sobre el Tíbet. No sé si usted aprecia o apoya a este sitio web y si el Gobierno chino le ha brindado apoyo material o financiero.»

Qin Gang respondió: «El asunto que usted mencionó refleja un fenómeno social y merece ser pensado y reflexionado por los periodistas de medios de comunicación aquí presentes. Usted preguntó si ahí está encerrado algún elemento gubernamental. Ustedes deben mirar las informaciones de ciertos medios de comunicación occidentales. ¿Acaso ese fenómeno necesita ser agitado por el Gobierno chino? Estas son completamente condenación y crítica espontáneas de las masas de los diversos círculos sociales a esas informaciones irresponsables y contrarias a la moral profesional. Ha pasado el Incidente de Lhala, nuestro país se volverá mejor y el Tíbet se volverá mejor; pero este incidente es igual a un espejo, que refleja la verdadera fisonomía de ciertas personas en la arena internacional. Es también un material de enseñanza negativo, que muestra a las masas populares qué es en fin de cuentas la imparcialidad y objetividad de que se jactan ciertos medios de comunicación occidentales.»

El sitio web de CNN y ciertos otros medios de comunicación occidentales han publicado informaciones tergiversadoras de los hechos respecto al incidente de grave violencia ocurrido en Lhasa. (Pueblo en Línea)

28 de marzo de 2008

Los efectos de los disturbios en Tibet sobre el turismo son de corto alcance

Dorje Tseju, alcalde de Lhasa, capital de la Región Autónoma de Tíbet, afirmó el jueves en una entrevista concedida a periodistas foráneos, que si bien los disturbios ocurridos el día 14 de marzo han causado efectos negativos en el turismo, estos serán de corto alcance.

El alcalde manifestó que para favorecer la vuelta a la normalidad del turismo en Lhasa, el gobierno debe contar a los medios nacionales y foráneos la verdad de este asunto, aumentando la confianza de los turistas para disponerse a visitar Tíbet. Al mismo tiempo, debe reforzar la seguridad en los parajes turísticos, los hoteles, y el transporte, asegurando la vida y los bienes de los turistas. Teniendo en cuenta el efecto de dichos disturbios, ahora mismo no se recomienda la entrada en Tíbet de grupos turísticos. De momento, poco a poco se va recuperando el orden en todos los rincones de Lhasa.(CIIC)

28 de marzo de 2008

La violencia bajo el manto de la religión

El escritor y filósofo ganador del Premio Pulitzer Will Durant dijo que «la religión es la última materia que el intelecto puede empezar a entender».

El poder de la religión y de las creencias se ha usado a menudo para expandir las ambiciones políticas de reyes y emperadores. Incluso en tiempos actuales, los santuarios religiosos y la fe de los creyentes continúan manipulándose con fines políticos.

A veces, los manipuladores son grupúsculos políticos que pretenden fragmentar un país.

El único propósito real que pueden tener los sangrientos disturbios de Lhasa es separar el Tíbet de China.

De lo contrario, ¿qué razón tenían los manifestantes para atacar y matar a civiles inocentes, provocar incendios y destruir instalaciones públicas?

¿Por qué hubo grupos de monjes que emprendieron una «marcha al Tíbet», cruzando la frontera con la India, exactamente el mismo día en que 300 agresivos monjes del monasterio de Drepung se manifestaron en el centro de Lhasa?

¿Por qué hubo disturbios similares en otras partes de China y ataques de descontrolados a misiones diplomáticas chinas en el extranjero?

Y, sobre todo, ¿por qué el autor intelectual del derramamiento de sangre juega a ser el bueno y declara falsamente que la culpa de la violencia es del gobierno chino, y no de los participantes en los disturbios?

Cualquier persona con un mínimo de sentido común puede ver clara la situación: fingiendo inocencia, busca la solidaridad de gente inocente de todo el mundo y apoyo internacional para su reivindicación independentista.

La serie de acontecimientos ocurridos en Lhasa y en otros lugares de China parece haber sido organizada. Los grupos violentos de la capital tibetana, que aparentemente emplearon piedras y líquido inflamable, estaban dispuestos a matar, sabotear y hacer cundir el pánico entre la población.

Estos hechos no se parecen ni remotamente a lo que afirman el Dalai Lama y sus adláteres, es decir, que lo que realmente tuvo lugar fueron protestas «espontáneas» y «pacíficas».

Cuando la camarilla del Dalai Lama asegura que intenta defender el Tíbet de los supuestos «genocidio cultural» y «represión religiosa», utilizan el mismo viejo truco de disfrazar su postura antichina bajo el manto de la religión.

«Los manifestantes vestidos con túnicas no eran auténticos monjes y lo que hicieron está totalmente en contra de las normas del budismo», afirmó Ngawang Daindzin, considerado un buda viviente.

Si el Dalai Lama pretendía ser digno de su autoproclamada condición de líder espiritual, al menos debería haberse abstenido de abusar del poder de la religión.

Además, si de verdad ama su tierra de origen y a sus paisanos tibetanos, no debería haber perturbado la pacífica ciudad budista de Lhasa con escenas de sangre y fuego, causando tanto dolor a gente inocente.

Entre las víctimas había incluso niños.

Se me rompió el corazón al leer que más de 20 descontrolados portando cuchillos habían incendiado un colegio de Lhasa tras su fallido intento de asaltarlo el viernes anterior. Más de 800 adolescentes se acurrucaban temerosos y angustiados por la pérdida de sus aulas, mochilas y libros, y ante el peligro de perder la vida.

No puedo imaginar durante cuánto tiempo conservarán esos niños, tanto tibetanos como de etnia han, un recuerdo tan doloroso en la memoria. Ojalá no sea durante el resto de sus vidas.

La hipocresía del Dalai Lama ha puesto en juego el poder de su religión, pero no puede engañar a todo el mundo indefinidamente. El budismo no puede servir de cobijo al separatismo.

De cualquier forma, el Tíbet pertenece a China, ahora y para siempre.(CIIC)

27 de marzo de 2008

Análisis: La auténtica intención del Dalai Lama

El Dalai Lama, que se ha proclamado como "monje inocente" tras el estallido de la violencia en Lhasa y otras poblaciones tibetanas en China, ha hecho reiterados llamamientos a la "no violencia" y al "diálogo" con el gobierno chino, y afirmó que "dimitirá como líder del exilio tibetano si hay más protestas violentas contra China".

Existe una imagen pacifista de un hombre de "extraordinaria moderación", como afirmaba un editorial de una publicación extranjera. Sin embargo, no todo el mundo en China está convencido de que esa sea la realidad.

Desde que huyó a la India en 1959, el Dalai Lama ha abogado por la "independencia del Tíbet".

Ha pronunciado discursos cada 10 de marzo para conmemorar la rebelión de 1959. Entre 1960 y 1977, mencionó al Tíbet como independiente histórica y culturalmente en doce de estos discursos anuales.

A finales de los años 70, los países occidentales comenzaron a mejorar sus relaciones con China. El Dalai Lama inició entonces un enfoque "moderado" consistente en reclamar una mayor autonomía para un "Gran Tíbet", comprendido en su plan de paz de cinco puntos presentado ante los miembros del Congreso de Estados Unidos, y su propuesta de siete puntos de Estrasburgo.

El concepto que defiende de "Gran Tíbet" no sólo comprende la región autónoma del Tíbet, sino también la provincia vecina de Qinghai, la parte meridional de Gansu, la parte occidental de Sichuan, la noroccidental de Yunnan, que constituyen casi una cuarta parte del territorio chino.

El llamado "Gran Tíbet" nunca ha existido, según los expertos.

"El Tíbet ha sido parte de China desde la dinastía Yuan en el siglo XIII", según Ngagwang Cering, director del instituto de los estudios contemporáneos de la Academia de Ciencias Sociales del Tíbet.

"El 'Gran Tíbet' no refleja ningún hecho histórico ni corresponde a la verdad actual del pueblo chino", indicó Gyaidam Lodain Puncog, del Centro de Investigación de Tibetología.

&q= uot;Las minorías étnicas conviven en diferentes regiones, donde se mezclan con los Han", según el profesor.

La intención fue revelada en las palabras del hermano menor del Dalai Lama y su seguidor, Tendzin Choegyal.

En una entrevista concedida al periodista francés Pierre- Antoine Donnet, Tendzin Choegyal manifestó: "Buscaremos primero la autonomía y luego echaremos a los chinos fuera. Como los filipinos echaron a Marcos y los indios a los británicos. Depositamos nuestra esperanza en el mundo y las generaciones venideras. Autonomía o autogobierno es sólo el comienzo".

El hermano mayor del Dalai Lama, Gyalo Thondup, declaró que: "Veinte años después de lograr una mayor autonomía, celebraremos un referéndum en la región del 'Gran Tíbet' para impulsar el proceso desde la 'semi-independencia' hacia la independencia".

"Con la ayuda de fuerzas internacionales, el Dalai pretende presionar al gobierno chino y obligarle a ceder para alcanzar su meta", indicó Zhou Yuan, académico del Centro de Investigación de Tibetología de China.

El llamamiento al diálogo con el gobierno chino nunca ha sido sincero y quizá nunca llegue a serlo, según Zhou.

Como señaló el primer ministro chino, Wen Jiabao, en una conferencia de prensa este mes, la puerta del diálogo permanece abierta para el Dalai Lama, siempre que abandone la causa de la " independencia del Tíbet" y reconozca al Tíbet y Taiwan como partes inalienables del territorio chino.

"Necesitamos observar lo que el Dalai Lama hace. Todo depende de sus acciones", señaló Wen. (Xinhua)

27 de marzo de 2008

Tibetólogos critican a la camarilla del Dalai Lama por incitar disturbios sangrientos

En una entrevista concedida a medios de comunicación chinos y extranjeros, los tibetólogos del Centro de Estudios del Tíbet de China expresaron el miércoles en Pequín que los crímenes violentos cometidos recientemente en Lhasa fueron causados por los intentos de la camarilla del Dalai Lama de cumplir sus propósitos políticos a través de la violencia.

El Centro de Estudios del Tíbet de China, fundado en 1986 en Pequín, es una institución académica que toma la historia, actualidad y futuro del Tíbet y otras regiones habitadas por tibetanos, como el objeto de su estudio y cuenta con un grupo de renombrados tibetólogos. Al hablar del trasfondo histórico del violento incidente del 14 de marzo, Lhagpa Phuntshogs, experto del centro académico, dijo:

"El motivo por detrás de estos disturbios es que la camarilla del Dalai Lama desea restaurar el antiguo sistema político de unión entre la religión y el Estado. A los secesionistas no les agrada el hecho de que actualmente los tibetanos no vivan bajo el antiguo sistema político. No están contentos porque, bajo este sistema, el pueblo tibetano era siervo de la jerarquía religiosa y ya ha dejado de serlo. No están contentos porque la sociedad tibetana ya no es cerrada ni atrasada como en el pasado. No están contentos y por eso desean cambiar la situación. Y la llamada "independencia del Tíbet" es nada más que un intento de recuperar el sistema político de unión entre el Estado y la religión y de servilismo. "

En los años 50, la sociedad del Tíbet, gobernada por la camarilla del Dalai Lama, vivía un período de servilismo. El 95% de la entonces población tibetana estaba compuesto por esclavos y siervos que no contaban con ningún tipo de riqueza ni libertad y vivían en la miseria. Los funcionarios, nobles y líderes religiosos eran los gobernadores del Tíbet. En 1951, el gobierno central y el gobierno regional tibetano firmaron el Convenio sobre la Liberación Pacífica del Tíbet, con el cual, como el nombre indica, dicha región se liberó pacíficamente. Tomando en consideración las realidades del Tíbet, el convenio estipuló que el gobierno regional tibetano debería poner en marcha inmediatamente la reforma. Este convenio le concedía un alto grado de autonomía a las autoridades regionales, pese a las demandas del pueblo tibetano de mayores reformas. Frente a la cada día mayor demanda de reformas democráticas del pueblo tibetano, con miras a salvaguardar el sistema feudal de servilismo, el 10 de marzo de 1959, la camarilla del Dalai Lama se levantó en una rebelión armada. Cuando esta rebelión fracasó, el XIV Dalai Lama y un grupo de sus seguidores huyeron al extranjero.

Según se informó, en el incidente del 14 de marzo pasado en Lhasa, los alborotadores asesinaron a 18 civiles inocentes, causaron heridas graves a decenas de policías, quemaron 120 residencias privadas, incendiaron y saquearon 908 tiendas, 7 escuelas y 5 hospitales, causando pérdidas económicas directas de cerca de 250 millones de yuanes. Dramdul, experto del Centro de Estudios del Tíbet de China, dijo que, a través de la violencia y el derramamiento de sangre, la camarilla del Dalai Lama intentó materializar sus metas políticas confrontando a las diversas étnicas que conviven en la región.

"Entre las víctimas de los disturbios sangrientos hay integrantes de las etnias han, hui y tibetanos. Eso quiere decir que la violencia no es reflejo de un conflicto étnico o religioso, sino político. Al mismo tiempo, se evidencia que algunas personas intentan aprovechar el supuesto conflicto étnico para deteriorar las relaciones étnicas y separar a la patria."

Según estadísticas, en los últimos 7 años, el Tíbet ha mantenido un crecimiento promedio anual superior al 12%, y el ingreso per cápita de los campesinos y pastores tibetanos ha alcanzado un aumento de dos dígitos en 5 años consecutivos.(CRI)

27 de marzo de 2008

China critica a funcionarios franceses por sus declaraciones sobre Tíbet y Dalai Lama

Las autoridades de China criticaron el día 26 las declaraciones de dos funcionarios franceses sobre los disturbios en el Tíbet y el Dalai Lama, y destacaron que dichos disturbios fueron incidentes secesionistas y violentos planificados por el Dalai Lama.

El ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, señaló el martes que no tolerará la "represión" de China en la región autónoma del Tíbet, mientras la secretaria francesa de Estado para Derechos Humanos, Rama Yade, manifestó que se reunirá con el Dalai Lama si este último visita Francia.

"Los disturbios en el Tíbet son incidentes violentos y secesionistas planificados e incitados por la camarilla del Dalai Lama", indicó Qin Gang, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, cuando se le pidió que comentara las declaraciones de los funcionarios franceses.

El gobierno chino ha adoptado medidas legales para restaurar el orden en Lhasa y otras regiones de población tibetana.

"Cualquier país con un punto de vista objetivo y justo debe entender y apoyar las medidas de China para mantener la estabilidad social, y proteger las vidas y propiedades de los ciudadanos", sostuvo Qin.

Además, señaló que más de 100 países han expresado su entendimiento y apoyo por la gestión de China de los disturbios en el Tíbet, lo que "muestra que la comunidad internacional apoya a China y no a la camarilla del Dalai Lama ni a los elementos violentos", destacó.

Los disturbios de Lhasa pusieron de manifiesto de nuevo que el Dalai Lama no es verdaderamente una persona religiosa, sino un refugiado político dedicado a actividades que persiguen dividir China y destruir la unidad nacional bajo el pretexto de la religión y el camuflaje de la paz, añadió Qin.

"El gobierno chino se opone con firmeza a que el Dalai Lama visite cualquier país bajo cualquier identidad para dedicarse a actividades secesionistas, y desaprueba que algún país mantenga contactos oficiales con el Dalai Lama", subrayó el vocero.(Xinhua)

Las protestas de Lasa de 14 de marzo de 2008 en la televisión china (en chino)

26 de marzo de 2008

China pide que comunidad internacional vea aspectos reales de grupo de Dalai

El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang, pidió el martes a la comunidad internacional ver los aspectos reales de la camarilla divisionista del Dalai Lama a través de los disturbios recientes en Lhasa y otras áreas étnicas tibetanas.

Los disturbios en Lhasa y otras áreas fueron organizados y planeados por la camarilla de Dalai, dijo Qin Gang en una conferencia de prensa aquí.

"Esperamos que la comunidad internacional pueda ver los aspectos reales de la camarilla divisionista del Dalai Lama y haga una clara distinción entre lo correcto y lo incorrecto".

"También esperamos que los países correspondientes no den apoyo de ninguna forma a las actividades divisionistas de la camarilla de Dalai", dijo el vocero.

Indicó que los disturbios tuvieron por objetivo socavar la soberanía e integridad territorial de China, interrumpir la estabilidad social y poner en peligro la vida y propiedades de la gente local.

En la violencia que surgió el 14 de marzo en Lhasa, capital de la Región Autónoma de Tíbet, los alborotadores lesionaron a 623 personas, incluyendo a 241 policías y policías armados y mataron a 18 civiles. También incendiaron más de 300 lugares, principalmente casas privadas, comercios y escuelas, destruyeron vehículos y dañaron instalaciones públicas.

Más de 100 países de todo el mundo han expresado su apoyo al gobierno de China por su manejo de los disturbios de acuerdo a la ley, condenaron la violencia y admitieron que el Tíbet es parte de China, según el Ministerio del Exterior.

Sobre el llamado de algunos países para el diálogo entre el gobierno de China y el Dalai Lama, Qin dijo que la puerta siempre está abierta para ese diálogo si el Dalai Lama realmente abandona su postura secesionista y detiene por completo las actividades divisionistas.

"Tenemos que escuchar no sólo lo que él dice, sino ver lo que hace", agregó Qin.

Debido a que algunos países han invitado al Dalai Lama a visitarlos, Qin dijo que el Dalai Lama no es una persona puramente religiosa, sino un político exiliado que ha participado desde hace mucho en actividades para separar a China y fracturar la unidad nacional.

China espera que los países correspondientes reconozcan los verdaderos aspectos del Dalai Lama y no apoyen su actividades secesionistas", añadió.

Sobre los ataques violentos de los grupos por la "independencia del Tíbet", contra las misiones diplomáticas de China en algunos países, Qin indicó que su país ha presentado protestas serias ante los países involucrados y les ha pedido que protejan la seguridad y la dignidad de las misiones diplomáticas chinas de acuerdo con el Convenio de Viena sobre relaciones Diplomáticas y el Convenio de Viena sobre Relaciones Consulares.

Los países involucrados han expresado pesar y ofrecido disculpas por los ataques y prometieron fortalecer la protección de las misiones diplomáticas chinas y su personal. (CRI)

26 de marzo de 2008

No perturben los Juegos Olímpicos

El mundo entero estará viendo con los dedos cruzados, mientras algunos se lamentarán, cuando se haga realidad el encendido de la llama olímpica el lunes en la antigua ciudad de Olimpia, en Grecia.

Desde que Pequín fue elegida para convertirse en la ciudad anfitriona de los XXIX Juegos Olímpicos, ha habido diversos intentos de utilizar el evento para boicotear a China, bajo cualquier justificación que sirva a los intereses de los adversarios del país asiático, ya sea un asunto de África o una cuestión nacional.

Cuando se acerca la ceremonia del encendido de la llama olímpica y del relevo de la antorcha, un símbolo del inicio del gran evento que organiza Pequín, esos esfuerzos se han hecho evidentes con un grupo reducido de separatistas tibetanos y sus partidarios proclamando en Atenas y en otras partes que impedirán el relevo de la antorcha en el "techo del mundo".

El boicot es sólo una parte de la conspiración que la camarilla del Dalai Lama ha formulado para utilizar las Olimpiadas con el fin de presionar al gobierno chino y atraer la atención internacional hacia sus intentos secesionistas.

La coincidencia de los recientes disturbios en Lhasa y otras zonas chinas donde residen tibetanos ha demostrado la existencia de un plan preparado por los seguidores del Dalai Lama.

Las declaraciones de ese monje político en apoyo de los Juegos Olímpicos de Pequín han demostrado ser una mentira; sus seguidores boicotearon el relevo de la antorcha y utilizaron la violencia en Lhasa y otros lugares.

Desde finales de l970, el Dalai Lama y sus partidarios, frustrados por los continuos éxitos diplomáticos de China, han estado buscando plataformas para internacionalizar la cuestión del Tíbet.

Sin embargo, su plan para sabotear el evento de Pequín está condenado al fracaso; las Olimpiadas son una plataforma internacional que no debe ser utilizada para disputas violentas o políticas.

Su intento también pone en evidencia que los partidarios del Dalai Lama, a pesar de denominarse a sí mismos como budistas, son personas que podrían convertirse en radicales para servir a motivos ocultos, incluso a costa de sacrificar los Juegos Olímpicos, una ocasión para que el mundo promueva la paz, armonía y amistad entre los pueblos.

El boicot al relevo de la antorcha olímpica y los disturbios, no obstante, pueden ser tan sólo el comienzo de la estratagema.

En el camino hacia la celebración de los Juegos, la comunidad internacional, los verdaderos amantes del deporte y quienes se oponen a la violencia deben estar preparados para que la farsa continúe. Tienen que mostrar su oposición a cualquier intento para perjudicar la Olimpiada, puesto que esta cita no sólo pertenece a Pequín y China, sino que es un evento internacional de carácter solemne que no debería ser perturbado nunca por la política. (Xinhua)

26 de marzo de 2008

Camarilla del Dalai Lama hostiga continuamente al Tíbet

Dos reconocidos tibetólogos dijeron este miércoles en Pequín que la camarilla del Dalai Lama ha venido hostigando continuamente al Tíbet desde cuando se exilió.

Li= an Xiangmin, experto del Centro de Investigación de China sobre la Tibetología (CTRC, iniciales en inglés), sostuvo en una rueda de prensa que la camarilla secesionista del Dalai Lama estableció en 1959 una base en Nepal con el fin de planificar hostigamientos armados contra el Tíbet.

Desde la década de los años 80, la camarilla del Dalai ha modificado sus tácticas, pero sin dejar de acosar la región.

Los recientes disturbios ocurridos en Lhasa, capital de la región autónoma del Tíbet, revelaron la intención de la camarilla del Dalai Lama de apoyar la violencia con el fin de cumplir su deseo de "independizar al Tíbet", señaló Lian.

El Dalai Lama se muestra a sí mismo como una figura pacífica en la arena global, dijo Lian, pero, agregó, él ha de ser juzgado sólo por lo que en realidad ha hecho.

Tanzen Lhundrup, otro especialista del CTRC, insistió en que China no cambiará su política de libertad religiosa, la que está protegida por la Constitución. (Xinhua)

Las protestas de Lasa de 14 de marzo de 2008 en la televisión china (en inglés)

25 de marzo de 2008

No se deben deformar hechos ocurridos en el Tíbet

Los hechos violentos acontecidos en la capital del Tíbet no deben ser tergiversados en los reportajes de algunos medios de comunicación occidentales.

En las acciones violentas que estallaron el pasado día 14 de marzo en la capital de la región autónoma del Tíbet (suroeste de China), un total de 19 personas, incluido un policía, perdieron la vida, mientras otras 624 resultaron heridas, incluidos 242 agentes policiales.

Los datos oficiales revelaron que los alborotadores provocaron más de 300 focos de incendios, la mayoría en viviendas privadas, almacenes y escuelas, además de quemar vehículos y dañar instalaciones públicas.

Sin embargo, algunos medios de comunicación occidentales ignoraron los hechos y presentaron informaciones distorsionadas durante más de diez días. Se difundieron noticias sobre las " medidas represivas" y la "tiranía" del gobierno chino contra los tibetanos y las sospechas sobre el empeoramiento de la situación del Tíbet en numerosos periódicos, radios y páginas web de noticias.

Algunos portales de internet occidentales publicaron una foto en la que se afirmaba: "Las tropas chinas hacen desfilar a los presos tibetanos esposados en los camiones", mientras que la imagen mostraba a policías indios arrastrando a una persona.

En otras páginas web occidentales apareció una foto recortada de los camiones militares chinos, suprimiendo la mitad en que se veía a los alborotadores tirar piedras a los vehículos.

También publicaron una foto que mostraba un enfrentamiento entre agentes policiales nepalíes y tibetanos en Kathmandú, pero se afirmaba que los agentes de la policía eran de China.

Estos medios de comunicación, que intentaban actuar como árbitros morales, hicieron caso omiso al desarrollo económico, social y cultural del Tíbet y a los esfuerzos del gobierno chino por mantener el orden en Lhasa, además de acusar en repetidas ocasiones al gobierno chino de "privar de libertad religiosa al pueblo tibetano" y "perpetrar un genocidio cultural en el Tíbet".

Estos medios relacionaron los alborotos con el registro de los derechos humanos del país asiático y los Juegos Olímpicos de Pequín 2008, y decidieron boicotear la próxima competición internacional.

Frente a estos reportajes deshonestos y que deforman los hechos, el pueblo chino no puede menos que preguntar:

¿Entienden realmente la historia y la cultura del Tíbet? ¿Entienden cuánto aprecia el pueblo tibetano la actual situación de convivencia armoniosa entre las diferentes etnias, el crecimiento económico, desarrollo social y prosperidad cultural del Tíbet?

¿Entienden las expectativas del pueblo chino sobre los Juegos Olímpicos de Pequín y su voluntad sincera de compartir este magnífico evento deportivo con el resto del mundo?

¿Han cumplido con los que denominan principios de imparcialidad, justicia, libertad de expresión y profesionalismo al redactar los reportajes?

Lo cierto es que los hechos no deben ser deformados y la verdad no debe ser escondida, mientras las mentiras nunca se convertirán en verdad y un sentido de justicia es común a todas las personas.

La postura del gobierno chino y las medidas que toma han logrado el apoyo y el entendimiento de la sociedad internacional. Muchos países y organizaciones, incluidos Pakistán, Singapur, India y los países africanos y árabes, así como los diplomáticos extranjeros en China, han expresado su apoyo al gobierno chino.

La Organización de Cooperación de Shanghai dijo en una declaración que apoya las medidas del gobierno chino para mantener el orden y la estabilidad en el Tíbet.

Ese apoyo amistoso y firme muestra el respeto a los hechos y la verdad, así como la confianza y la amistad con China y su pueblo por parte de estos países, que creen en la verdad y la justicia.

El pueblo chino reveló la conspiración de la camarilla del Dalai Lama, apoyada por algunas fuerzas hostiles occidentales que exigen la separación del Tíbet de la patria y quieren perturbar el ambiente pacífico para los próximos Juegos Olímpicos.

La opinión internacional siempre se atendrá a la verdad. Los reportajes deshonestos, parciales elaborados por algunos medios de comunicación occidentales no representan la opinión pública real, sobre todo en la era de la información y la globalización.

Decenas de miles de internautas de dentro y fuera de China están enfadados por los reportajes parciales y a veces deshonestos sobre las acciones violentas ocurridas en el Tíbet elaborados por los medios de comunicación occidentales.

Creemos que con el aumento de los reportajes y comentarios objetivos, justos y razonables, el pueblo chino, incluido el pueblo tibetano, junto al resto del mundo que ama la paz y aprecia la amistad, puede distinguir lo correcto de lo erróneo y apoyar la estabilidad y el progreso del Tíbet.

También creemos que los atletas y el público de todas las partes del mundo participarán activamente en los Juegos Olímpicos de Pequín en agosto, cuando serán acogidos con una gran sonrisa por el pueblo chino. (Xinhua)

20 de marzo de 2008

Alborotadores atacan edificios de gobierno e incendian comercios en noroeste de China

Alborotadores que gritaban "independencia de Tíbet" atacaron edificios de oficinas gubernamentales, escuelas e incendiaron comercios en la provincia de Gansu, noroeste de China, dijo el día 19 un funcionario del gobierno provincial.

"Los disturbios que estallaron en la Prefectura Autónoma Tibetana Gannan en el sur de Gansu desde el sábado no coincidieron, pero estuvieron coordinados y vinculados estrechamente a los disturbios en Lhasa del viernes pasado", dijo Zhang Yusheng, un vocero del gobierno provincial en una conferencia de prensa.

"Estos sabotajes fueron organizados y premeditados y sus raíces se encuentran en la camarilla del Dalai, cuyo motivo oculto es crear agitación, alterar los Juegos Olímpicos de Pequín, destruir la paz y estabilidad y separar al país", dijo.

Zhang dijo que las fuerzas de policía emprendieron acciones para mantener el orden social y proteger la seguridad de la población. También reforzaron la protección de hospitales, escuelas, bancos y agencias gubernamentales. "Oficiales de policía y fuerzas de la policía armada ejercieron la máxima moderación y manejaron el incidente de acuerdo con la ley", agregó.

"El orden social en el área Gannan está volviendo a la normalidad" , dijo.

El 14 de marzo estallaron disturbios en Lhasa, que el gobierno dijo fueron organizados por la camarilla del Dalai, y causaron la muerte de 13 civiles inocentes.(Xinhua)

18 de marzo de 2008

Numerosos hechos prueban papel de Dalai en disturbios de Lhasa, dice premier chino

Hay numerosos hechos y abundantes pruebas para demostrar que el incidente en Lhasa fue organizado, premeditado, planeado e instigado por la camarilla del Dalai Lama, declaró hoy en Pequín el primer ministro chino, Wen Jiabao, a los periodistas.(Xinhua)

17 de marzo de 2008

Descripción del Dalai sobre disturbios de Lhasa es " ridícula"

La versión de la camarilla del Dalai sobre los recientes disturbios ocurridos en Lhasa y la repercusión de esos comentarios en reportajes de algunos medios de comunicación del Occidente son "ridículas", dijo hoy Qiangba Puncog, presidente del gobierno de la región autónoma del Tíbet.

Ellos confunden lo correcto con lo erróneo al calificar los disturbios como una "manifestación pacífica" y calumniar los esfuerzos de las autoridades de aplicación de la ley locales para mantener el orden público como "represión a la manifestación pacífica", señaló Qiangba Puncog en rueda de prensa. (Xinhua)

17 de marzo de 2008

Personajes religiosos del Tíbet critican declaraciones del Dalai Lama

Varias figuras religiosas de la región autónoma del Tíbet han mostrado su oposición a las declaraciones del Dalai Lama sobre un "genocidio cultural" y una " regla del terror" en el llamado "techo del mundo", pronunciadas después de los disturbios registrados en Lhasa el pasado viernes.

"Las palabras del Dalai Lama no tienen fundamento de ningún tipo y están en contra de la realidad", aseveró Lhadar Ngawang Daindzin, vicepresidente de la sucursal tibetana de la Asociación Budista de China.

En los últimos 50 años, Tibet ha experimentado notorios cambios y los habitantes locales disfrutan de plena libertad y democracia, mientras que su nivel de vida ha mejorado en gran medida.

"Cualquiera que haya estado en el Tíbet alguna vez habrá visto la realidad", dijo Ngwang Daindzin, quien también es uno de los budas vivientes. "Hablar de 'genocidio cultural' es mentir, son afirmaciones que no tienen fundamento", enfatizó.

El religioso también pidió al gobierno que castigue a aquellos que iniciaron los disturbios en Lhasa el pasado viernes, en los que 13 personas perdieron la vida.

"Los alborotadores vestidos con sotanas no eran monjes reales, y lo que hicieron va completamente en contra del dogma del budismo ", aseguró.

Por su parte, Tubdian Targyai, buda viviente del lamasterio de Gandan, dijo que, "la protección y el mantenimiento de los monasterios son la mejor forma de proteger la cultura tibetana".

"En los últimos años, el gobierno ha invertido grandes sumas de dinero en la reparación de monasterios y construcciones de patrimonio cultural, lo que refleja los esfuerzos del gobierno chino en la protección de la cultura tibetana", concluyó. (Xinhua-CRI)

17 de marzo de 2008

Intentos secesionistas de camarilla del Dalai condenados al fracaso

Los recuerdos del horror revivían nuevamente. Los disturbios que estallaron el viernes en Lhasa recordaron dos motines anteriores en 1959 y 1989, solamente en su crueldad y en los siempre indiscutibles vínculos con el Dalai Lama.

El 10 de marzo, más de 300 monjes del Monasterio Zhaibung se lanzaron al centro de Lhasa. Los monjes, que supuestamente estaban convertidos a la paz, se mostraron ultrajantes y agresivos, y se enfrentaron flagrantemente a las fuerzas de seguridad.

En el monasterio Sera, diez monjes enarbolaron banderas del llamado gobierno tibetano en el exilio y gritaron "independencia tibetana". En los días siguientes, unos cuantos monjes corearon lemas de independencia y desafiaron a oficiales que estaban manteniendo el orden. Cal y agua hirviendo fueron arrojadas sobre los que los rodeaban y llovieron las pedradas.

En intentos llamativos para crear sensacionalismo, tres monjes del monasterio Zhaibung laceraron sus cuerpos con cuchillos y se tomaron fotografías entre ellos, fotos que iban a ser utilizadas para culpar a otros del daño que se estaban infligiendo ellos mismos, dijo la policía.

Las refriegas se tornaron violentas y las pérdidas fueron graves. El viernes, la multitud desató una oleada de destrucción y no discriminaron a nadie a lo largo de su camino. Los amotinados prendieron fuego a edificios, quemaron docenas de vehículos policiales y particulares y saquearon bancos, escuelas y tiendas. Civiles inocentes fueron acuchillados, apedreados y fustigados. Por lo menos diez murieron, principalmente por quemaduras.

En el impresionante grado de crueldad que los tibetanos locales dijeron que no habían visto en toda su vida, "brutal" era una subestimación de la imagen real, pero la palabra fue reservada solamente para la muchedumbre, y no para los policías.

Durante todo el incidente, los oficiales de la policía de Lhasa mostraron una gran moderación. Se mantuvieron pacientes, profesionales y recibieron órdenes de no utilizar la fuerza. Con un espíritu humanitario, rescataron inclusive a los monjes malévolos que buscaban crear sensacionalismo hiriéndose ellos mismos. Pero tal moderación fue recibida con una maldad todavía mayor.

Jóvenes oficiales –padres, esposos y hermanos– fueron apedreados, maltratados, acuchillados y apaleados, como cualquier otra víctima inocente. Doce de ellos resultaron heridos gravemente, dos de ellos están en condición crítica.

Tal hostilidad no fue la "no violencia" que pregona el Dalai, sino lo que practica el "reverenciado" monje. Líderes religiosos, tibetanos locales y otros residentes se expresaron en términos de condena contra el motín.

Es obvio que el más reciente sabotaje bien planeado en Lhasa es otro ejercicio sangriento de la conspiración política de la camarilla del Dalai.

La camarilla del Dalai huyó a la India después de su fracasada rebelión armada en 1959, pero no estuvo dispuesta a decir adiós a su privilegio bajo la servidumbre feudal ni a ver un nuevo Tíbet próspero.

Desde los frecuentes asaltos armados a lo largo de las áreas fronterizas en los años de 1960, hasta el sangriento motín de Lhasa en 1989, las actividades secesionistas apoyadas por la camarilla del Dalai no han parado nunca.

En años recientes, la camarilla del Dalai ha estado diciéndole al mundo de que ya dejó de buscar la "independencia tibetana". Sin embargo, esa es simplemente otra enorme mentira.

En un esfuerzo por exacerbar a la comunidad internacional para que vincule "el asunto de Tíbet" con los Juegos Olímpicos de Pequín, él pregonó reiteradamente durante sus frecuentes viajes internacionales que el año 2008 es de importancia clave y que los Juegos Olímpicos serán la "última oportunidad" para los tibetanos.

¿Cómo puede la camarilla del Dalai justificarse a sí misma cuando el Congreso Juvenil Tibetano prometió buscar la "independencia del Tíbet" a costa de sangre y vidas en una declaración del 10 de marzo, que dice "¿no dejarán nunca la lucha por la independencia de Tíbet?"

Desde el 10 de marzo, el grupo lanzó una llamada "Marcha al Tíbet" en la India. Los organizadores proclamaron que una vez que fueran bloqueados fuera de China, harían protestas e instigarían a seguidores a seguir su ejemplo haciendo alborotos en el interior de China.

Después de que estallaron los disturbios en Lhasa, la camarilla del Dalai mantuvo contactos en tiempo real por medio de diversos canales con los amotinados y dictó instrucciones a sus más fieles seguidores y sincronizó sus movimientos, dicen fuentes policiales. La evidencia se levantó una vez más contra la proclamación de la camarilla del Dalai de "no-violencia", lo cual los expuso como una pandilla de mentirosos.

Ha sido un concepto común de la comunidad internacional que Tíbet es parte inseparable de China. Ningún país en el mundo reconoce al llamado "gobierno tibetano en el exilio". La serie de farsas y sabotajes de la camarilla del Dalai fue rechazada enérgicamente por la comunidad internacional.

El 10 de marzo, varios separatistas tibetanos protagonizaron una ceremonia de encendido de la antorcha enfrente del antiguo sitio arqueológico de Olimpia en Grecia, para protestar contra los próximos Juegos que se celebrarán en Pequín. El muy ridiculizado episodio terminó tan pronto como la policía dispersó al grupo.

La "marcha al Tíbet" en la India fue otro acto fallido porque la muchedumbre fue recibida por la policía india a medio camino.

Todos estos actos revelan y continuarán demostrando que los intentos maliciosos del grupo del Dalai para desestabilizar Tíbet, en las formas que sea, no tendrán éxito, porque dichos esfuerzos van en contra de la voluntad popular de la comunidad internacional y de los 2,8 millones de personas que viven en la Región Autónoma del Tíbet.(La oficina de Xinhua en Lhasa contribuyó a la elaboración de este reportaje.)(Xinhua)

17 de marzo de 2008

Legisladores tibetanos se unen a condena de disturbios en Lhasa

Los legisladores tibetanos que asistieron a la Asamblea Popular Nacional en Pequín se unieron a los líderes budistas tibetanos y a los tibetanos locales en la condena a las actividades sediciosas en Lhasa, que alteraron la paz en la ciudad ubicada en una meseta.

Purbu, diputado de la Asamblea Popular Nacional, dijo que se sintió "consternado y muy triste" al enterarse de lo ocurrido en su tierra natal.

"Hablé con mi esposa por teléfono. Ella estaba cuidando a su madre enferma en un hospital cuando estallaron los disturbios el viernes. Ella no pudo regresar a casa sino hasta el domingo en la mañana", dijo.

"Las vidas de los tibetanos están mejorando día con día. No podemos permitirnos ningún disturbio más", dijo el hombre, quien vivió 56 años en la ciudad.

Una legisladora, Saizhoi, subjefa del Instituto de Agricultura de Lhasa, dijo que sus paisanos tibetanos necesitan solidaridad, paz y vidas mejores, y que "el sabotaje sedicioso definitivamente no es lo que los 2,8 millones de personas en el Tíbet desean ver".

"Sólo se trató de un puñado de gente con mala disposición intentando un disturbio", dijo, "hablé con mi familia por teléfono y ellos me dijeron que afortunadamente ahora las cosas se han tranquilizado".

El XI Panchen Lama Gyaincain Norbu condenó el disturbio ilegal en Lhasa y dijo que los actos de sabotaje son contrarios a los principios del Budismo.

"Los actos de los alborotadores no sólo dañaron los intereses de la nación y de la población, sino que también violaron el propósito del Budismo", dijo el Panchen.

Un brote de violencia el viernes, que de acuerdo con el gobierno regional tibetano fue maquinado por la camarilla del Dalai, causó la muerte a 10 civiles y heridas a muchos.(Xinhua)

17 de marzo de 2008

Musulmanes heridos hablan sobre disturbios en Lhasa

Recostado en una cama de hospital, Ma Xiaolong, un superviviente de los disturbios del viernes en Lhasa, capital de la Región Autónoma del Tíbet, se queja de dolor.

Incluso sus familiares fueron incapaces de reconocerlo porque el hombre de 24 años estaba quemado y con cicatrices en el rostro, pecho y piernas.

"Por qué me hicieron esto a mí y a mi familia"?", preguntó Ma entre sollozos.

El joven, un musulmán de la provincia vecina de Gansu, abrió un restaurante junto con su familia en la Calle Baijiao, una de las áreas más afectadas por los disturbios.

"Las calles se volvieron caóticas y cerré el restaurante alrededor de las 3 p.m. de ese día después de regresar de realizar servicios en la mezquita en la calle con mi hermano y mi cuñada".

Pronto, cuando estábamos en el segundo piso del edificio, la familia descubrió que el restaurante había sido sitiado por una docena de hombres y mujeres jóvenes que gritaban y trataban de romper las puertas del restaurante con rocas.

La multitud finalmente destruyó la cortina de metal casi una hora después y empezó a rociar gasolina y a incendiar el inmueble.

"Estábamos ocultos en el retrete en el piso de arriba, pero podíamos escuchar los fuertes ruidos afuera", dijo Ma. "Mi cuñada estaba tan asustada que empezó a llorar. Su esposo le cubrió la boca con la mano y le pidió que guardara silencio".

El retrete pronto ya no fue un sitio seguro porque las llamas cubrieron la puerta de madera y el humo empezó a entrar.

"Apenas podíamos respirar y tuvimos que salir".

Sin otra opción, saltaron del inmueble y cayeron en el patio de la mezquita vecina. Allí, más de 50 musulmanes estaban apagando incendios.

"Estaban cayendo teas y rocas. Nos ocultamos en la mezquita junto con otros musulmanes".

La familia Ma, que sufrió quemaduras y fracturas de huesos, fue trasladada al Hospital General del Mando Militar del Tíbet el viernes en la tarde.

Li Suizhi, director del hospital, dijo a Xinhua que todos se encuentran fuera de peligro.

"La vida de la población está mejorando cada vez más aquí. No sé por qué ellos (los alborotadores) siguen provocando problemas como éste", dijo Ma. "Ahora no tengo ningún plan para el futuro, pero afortunadamente tengo a mi familia conmigo".

Otro familiar no fue tan afortunado.

Ma Shequn, propietario de un restaurante de pan al vapor, fue atendido por heridas provocadas con un cuchillo. Su tienda en la calle Jire está cerca de la calle Bargor saqueada, una famosa zona comercial para los turistas en el centro de Lhasa. Su familia se ocultó en la tienda, pero pronto incursionaron varios vándalos.

"Ellos llegaron para golpearnos directamente y nosotros no los atrevimos a oponer resistencia, sólo implorábamos", dijo. "Conozco a algunos de ellos. Antes eran personas gentiles".

Ma finalmente logró salir de la tienda a la calle. Eso resultó ser más peligroso porque fue perseguido por una docena de alborotadores que llevaban largos cuchillos.

El sobrevivió y fue hospitalizado más tarde con la ayuda de una familia que le ofreció refugio.

"No sé qué pasó con mis familiares porque he perdido contacto con ellos. Nadie ha respondido el teléfono en la tienda". (Xinhua)

24 de enero de 2008

Apoya Buda viviente tibetano reglamento de gobierno chino sobre reencarnaciones

El nuevo reglamento del gobierno chino sobre el manejo de las reencarnaciones de los Budas vivientes tibetanos fue apoyado el lunes por un Buda viviente.

"El reglamento, que protege mejor la libertad de credo de la población, está acorde con el desarrollo del Budismo tibetano", dijo Chubakang Tubdain Kaizhub, un Buda viviente y vicepresidente de la Conferencia Consultiva Política Regional.

El reglamento, emitido por la Administración Estatal para Asuntos Religiosos (AEAR) el 18 de julio y que entró en vigor el 1 de septiembre del año pasado, recibió un amplio apoyo de los comisarios en la primera sesión de la IX Conferencia Consultiva Política de la Región Autónoma del Tíbet.

Chubakang Tubdain Kaizhub dijo que la reencarnación del Buda viviente es un sistema de sucesión que distingue al Budismo tibetano de otras religiones o de otras formas de Budismo. Basado en las antiguas creencias tibetanas en la naturaleza del alma y en la teoría única del Budismo sobre la encarnación, el reglamento fue establecido para resolver el problema de las sucesiones de los líderes en diversas sectas y monasterios budistas tibetanos.

En la historia china, cada dinastía del gobierno chino ha otorgado gran importancia a los Budas vivientes porque desempeñan papeles clave en la religión y política tibetanas, dijo.

Existen unos cuantos problemas en las reencarnaciones de los Budas vivientes tibetanos, dijo Soi'ham Rinzin, un comisario de la IX Conferencia Consultiva Política de la Región Autónoma del Tíbet.

El dijo que el decimocuarto Dalai Lama ha ignorado el ritual religioso y la convención histórica para decidir solo el alma, lo que alteró el orden del Budismo Tibetano.

Otro comisario llamado Dawa Cering dijo: "La norma no sólo legaliza a la reencarnación, sino que también estandariza al gobierno, el cual sólo puede manejar los asuntos religiosos relacionados con el beneficio nacional o público, pero permite las actividades religiosas interiores. Eso definitivamente es acogido por los budistas y por el público".

La AEAR dijo que se trata de una acción importante para institucionalizar el manejo de la reencarnación de los Budas vivientes, y los llamados Budas vivientes reencarnados sin aprobación gubernamental o sin la aprobación de los departamentos de asuntos religiosos son ilegales e inválidos.

El reglamento está compuesto por 14 artículos, incluidos los principios, condiciones, procedimientos de aprobación, deberes y responsabilidades de los grupos religiosos para la reencarnación, así como los castigos para quienes violen el reglamento.

El Tíbet se convirtió en un distrito administrativo directamente bajo las autoridades centrales de la Dinastía Yuan (1279-1368) en el siglo XIII. Kublai Khan de la Dinastía Yuan confirió el título de Buda viviente a Vphag-pa, un líder religioso en el Tíbet en esa época. Desde entonces, la gente empezó a llamar a los monjes eminentes del Tíbet como Budas vivientes.

El gobierno de la Dinastía Qing (1644-1911) estableció su régimen del Tíbet apoyando a la Secta dGe-lugs-pa. Para luchar contra la corrupción, el Tribunal Qing sistematizó y estandarizó la ubicación, confirmación y entronización de los niños del alma reencarnada. (Xinhua)

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