Facultad de Filosofía de León (original) (raw)

Ismael Carvallo Robledo

Carta del Director

A la memoria de Gustavo Bueno Martínez, mi maestro.

No se muera vuesa merced, señor mío, sino tome mi consejo y viva muchos años, porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía. Mire, no sea perezoso, sino levántese desa cama, y vámonos al campo vestidos de pastores, como tenemos concertado: quizá tras de alguna mata hallaremos a la señora doña Dulcinea desencantada, que no haya más que ver. Si es que se muere de pesar de verse vencido, écheme a mí la culpa, diciendo que por haber yo cinchado mal a Rocinante le derribaron; cuanto más que vuesa merced habrá visto en sus libros de caballerías ser cosa ordinaria derribarse unos caballeros a otros, y el que es vencido hoy ser vencedor mañana.
Don Quijote de la Mancha, Capítulo LXXIIII. De cómo don Quijote cayó malo, y del testamento que hizo y su muerte.

I

El 8 de agosto pasado, en la ciudad de León, Guanajuato, México, tuvo lugar la ceremonia de inicio de las actividades académicas de la Facultad de Filosofía de León, en las instalaciones del Instituto Oviedo. Unas horas antes nada más, en Santo Domingo de la Calzada, La Rioja, España, tuvo lugar la ceremonia de despedida de Gustavo Bueno Martínez, fallecido el día anterior después de haberlo hecho, con horas de diferencia, la mujer de su vida, Carmen Sánchez Revilla. La coincidencia no pudo haber alcanzado mayor dramatismo, y pareciera que, habiendo podido con todo don Gustavo, y luego de haberse adueñado del mundo porque lo comprendió como nadie, no pudo con la melancolía de ver partir a su mujer.

El texto que publicamos forma parte del Cuaderno de Presentación que, a su vez, fue entregado a alumnos y asistentes a la ceremonia inaugural en León. Cuando se preparó e imprimió vivía aún Gustavo Bueno. Cuando se colocó en las mesas del evento en cuestión, la llama de su vida había encontrado ya su fin.

La Facultad se inspira por entero en su obra, su sistema y magisterio, que a mí me cambió la vida, y seguirá su rumbo firme orientado gracias a la iluminación proveniente de esa luz y de esa llama, que aun extinta mantendrá por años, y décadas y siglos, como las estrellas al morir, la misma refulgencia, la misma intensidad y el mismo vigor del filósofo del siglo que fue, sin duda alguna, Gustavo Bueno Martínez.

II

Carta del Director

El Instituto Oviedo y la Facultad de Filosofía de León te dan la más cordial bienvenida al inicio de nuestras actividades académicas. Con la puesta en marcha de la Licenciatura en Filosofía, se pone en marcha también un plan de construcción intelectual que corona los empeños educativos hasta ahora realizados en el Instituto mediante el estudio riguroso y sistemático de la filosofía, articulándose para ello con la Escuela de Filosofía de Oviedo en un emprendimiento cuya única frontera es el idioma y cuyo radio de alcance es, por tanto, continental.

Si la educación es fuente de toda acción y de toda conducta, y si en ella se nos manifiesta también, según el criterio de los griegos, la forma aristocrática de toda nación al edificar un tipo humano que encarna las cualidades de los héroes, las de los que se esfuerzan y las de los mejores, la filosofía es por su parte la fuente del pensamiento sistemático y especulativo, que, entre medio de la dialéctica de la política, se abre paso como una necesidad histórica -para no desfallecer por corrupción- de la ciudad. A la excelencia de la educación fincada en el esfuerzo, el conocimiento y la búsqueda de la belleza como vía para encontrarse con el bien, se le añade también el cultivo de la virtud intelectual o teorética en tanto que actividad genuina del entendimiento, y el ejercicio firme del saber geométrico-filosófico, que busca la coherencia en medio del desconcierto de las opiniones.

La filosofía no es para nosotros un saber meramente erudito, inútil o gratuito, desconectado del mundo o de la realidad inmediata, o reservado solamente para el disfrute de las élites o para resolver problemas psicológicos o existenciales; es una necesidad político-estratégica en su sentido más amplio, que es el que tiene que ver con los procesos de configuración de la realidad en todos sus planos, como el científico-técnico y el económico-productivo, o como el socio-cultural o demográfico, o el ideológico-religioso o el estrictamente politológico, o geopolítico, o financiero o militar. Es el sentido que hace de la política un oficio solemne, y que exige, para evitar su corrupción, la participación de ciudadanos libres, críticos e informados, capaces de ponderar equilibradamente las implicaciones de largo plazo de la marcha de procesos y tendencias entre medio de los cuales deciden gobernantes, empresarios, líderes sociales y políticos por igual.

En una época de repliegue o retirada de la filosofía de los planes de estudio en todo el mundo, y en un contexto de grandes crisis y transformaciones demográficas, económicas, bélicas y político-ideológicas, refrendamos nuestra convicción de que es precisamente a través de la filosofía en el sentido dicho, es decir, como geometría de las ideas, como nos será posible cartografiar el mundo de nuestro presente con la mayor precisión y fidelidad a nuestro alcance. El mapa resultante no nos puede decir por dónde ir, pero sí que puede decirnos, y no es poco, a dónde llegaríamos en caso de elegir esta ruta, o aquélla otra, o aquélla otra de más allá.

Desde una de las ciudades con mayor brío económico y empresarial del país, y desde uno de los estados con mayor peso específico en la historia de México, la Faculta de Filosofía de León arranca hoy una singladura que sabemos ya muy bien que tendrá una repercusión de envergadura histórica. Bienvenidos sean todos nuevamente.

Ismael Carvallo Robledo
Director de la Facultad de Filosofía de León

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