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Papers by Mirosalv Pacinoo
Cada fase de la historia económica plantea la cuestión acerca de las condiciones particulares que... more Cada fase de la historia económica plantea la cuestión acerca de las condiciones particulares que la han hecho posible. Uno de los rasgos principales de nuestra época es el rápido desarrollo de las tecnologías de la información, a la vez que el incremento de la movilidad y de la liquidez del capital. Continuamente acontecen procesos económicos transnacionales-flujo de capitales, de mano de obra, de mercancías, de materias primas y de turistas-. Pero estos procesos se dan en el marco del sistema interestatal en el que intervienen sobre todo los estados nacionales. En los años 80 se produjo un cambio radical que se ha acelerado en los 90, durante los cuales un número cada vez mayor de estados ha optado, por voluntad propia o por necesidad, por la privatización, la desregulación, la apertura del mercado nacional a empresas extranjeras y la participación creciente de los actores económicos de las economías nacionales en el mercado global. Se ha observado, a continuación, una reevaluación de los territorios estratégicos que constituyen este nuevo sistema. El debilitamiento de lo nacional y la ampliación de la mundialización explican la emergencia de otras entidades y escalas espaciales. Éstas se localizarían, a nivel infranacional, en las ciudades y las regiones y, a un nivel supranacional, en los mercados electrónicos globales y en las zonas de libre intercambio. Es en este contexto donde sitúo la emergencia de las ciudades globales. ELEMENTOS PARA UNA NUEVA APROXIMACIÓN CONCEPTUAL. La mundialización de la economía, en su nueva estructuración, exige una redefinición teórica. Unos conceptos que hicieran participar a la ciudad o la región globales 1 en esta investigación implicaban renombrar a los otros componentes del sistema. Habría podido recurrir a términos cercanos, como la "ciudad-mundo" 2 , la "súper-ciudad" de Braudel o la "ciudad informacional" de Castells. Pero con la elección en 1984 del término ciudad global pretendía remarcar una diferenciación, y señalar la especificidad de lo global hoy en día. La alternativa más evidente, la de ciudad-mundo, nos remite, contrariamente, a una ciudad conocida hace siglos 3 y, probablemente también en épocas muy anteriores en Asia. Y si la mayoría de las ciudades llamadas globales pueden ser presentadas como ciudades-mundo, no todas ellas encajan en la acepción completa del término. En parte se trata de una cuestión de orden empírico, la ciudad global puede cambiar en función de la extensión de la economía global y de la 1 El análisis de Arrighi (1994) no se olvida de un aspecto interesante; muestra la recurrencia a ciertos modelos organizativos, de las diversas fases de la economía capitalista mundial, pero en función de los niveles de complejidad y de las finalidades más elevadas (ver también Arrighi y Silver 1999). 2 El término, en principio atribuido a Goethe, fue relanzado por Peten Hall (1966) y más recientemente redefinido por John Friedann (Friedmann y Goetz 1982). Ver asimismo Stren (1996). 3 Fernand Braudel, The Perspective of the World, vol. III, Collins, Londres, 1984.
Cada fase de la historia económica plantea la cuestión acerca de las condiciones particulares que... more Cada fase de la historia económica plantea la cuestión acerca de las condiciones particulares que la han hecho posible. Uno de los rasgos principales de nuestra época es el rápido desarrollo de las tecnologías de la información, a la vez que el incremento de la movilidad y de la liquidez del capital. Continuamente acontecen procesos económicos transnacionales-flujo de capitales, de mano de obra, de mercancías, de materias primas y de turistas-. Pero estos procesos se dan en el marco del sistema interestatal en el que intervienen sobre todo los estados nacionales. En los años 80 se produjo un cambio radical que se ha acelerado en los 90, durante los cuales un número cada vez mayor de estados ha optado, por voluntad propia o por necesidad, por la privatización, la desregulación, la apertura del mercado nacional a empresas extranjeras y la participación creciente de los actores económicos de las economías nacionales en el mercado global. Se ha observado, a continuación, una reevaluación de los territorios estratégicos que constituyen este nuevo sistema. El debilitamiento de lo nacional y la ampliación de la mundialización explican la emergencia de otras entidades y escalas espaciales. Éstas se localizarían, a nivel infranacional, en las ciudades y las regiones y, a un nivel supranacional, en los mercados electrónicos globales y en las zonas de libre intercambio. Es en este contexto donde sitúo la emergencia de las ciudades globales. ELEMENTOS PARA UNA NUEVA APROXIMACIÓN CONCEPTUAL. La mundialización de la economía, en su nueva estructuración, exige una redefinición teórica. Unos conceptos que hicieran participar a la ciudad o la región globales 1 en esta investigación implicaban renombrar a los otros componentes del sistema. Habría podido recurrir a términos cercanos, como la "ciudad-mundo" 2 , la "súper-ciudad" de Braudel o la "ciudad informacional" de Castells. Pero con la elección en 1984 del término ciudad global pretendía remarcar una diferenciación, y señalar la especificidad de lo global hoy en día. La alternativa más evidente, la de ciudad-mundo, nos remite, contrariamente, a una ciudad conocida hace siglos 3 y, probablemente también en épocas muy anteriores en Asia. Y si la mayoría de las ciudades llamadas globales pueden ser presentadas como ciudades-mundo, no todas ellas encajan en la acepción completa del término. En parte se trata de una cuestión de orden empírico, la ciudad global puede cambiar en función de la extensión de la economía global y de la 1 El análisis de Arrighi (1994) no se olvida de un aspecto interesante; muestra la recurrencia a ciertos modelos organizativos, de las diversas fases de la economía capitalista mundial, pero en función de los niveles de complejidad y de las finalidades más elevadas (ver también Arrighi y Silver 1999). 2 El término, en principio atribuido a Goethe, fue relanzado por Peten Hall (1966) y más recientemente redefinido por John Friedann (Friedmann y Goetz 1982). Ver asimismo Stren (1996). 3 Fernand Braudel, The Perspective of the World, vol. III, Collins, Londres, 1984.