El Tren de Aragua entre las principales bandas criminales que controlan el tráfico de migrantes - El Aragueño (original) (raw)

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Con el aumento de personas forzadas a abandonar sus hogares en Latinoamérica y el Caribe en 2024, el tráfico de migrantes pasó de ser una economía criminal secundaria a convertirse en una actividad central para algunos de los grupos criminales más poderosos de la región.

Este cambio ocurrió en un contexto donde estos mismos grupos son una de las principales causas de la migración irregular, ya que provocan desplazamientos forzados mediante conflictos por el control de economías ilícitas, como el narcotráfico y la extorsión, según refleja la última investigación de InsigthCrime.

El abuso de los migrantes como actividad criminal es cada vez más importante”, señaló Yael Schacher, directora para América y Europa en la organización Refugees International. “Con el endurecimiento de los sistemas de control migratorio, los migrantes terminan cayendo directamente en manos de los traficantes y dependen mucho más de ellos”.

Los flujos migratorios a través del tapón del Darién han alcanzado niveles históricos. Las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) han tomado el control casi total de la economía migratoria y han transformado este peligroso cruce selvático en una oportunidad multimillonaria de lucro.

Este denso tramo de selva, que abarca más de 575.000 hectáreas entre Colombia y Panamá, ha registrado un aumento considerable en los cruces desde 2021. En 2024, por ejemplo, cerca de 300.000 personas atravesaron el Darién, convirtiéndolo en una de las rutas más transitadas del hemisferio.

Las AGC se involucran de manera directa en el tráfico de migrantes, al crear redes de subcontratistas que ofrecen paquetes migratorios, proporcionan seguridad en el lado colombiano del Darién y aseguran que los migrantes lleguen a su destino.

“Es considerablemente más seguro para un migrante ser trasladado por las [AGC] que viajar por su cuenta”, dijo Yates a InSight Crime. “El modelo del grupo criminal es: ‘Te vamos a proteger para poder proteger nuestro negocio’”.

El año pasado, más de medio millón de migrantes cruzaron el Darién. Solo los impuestos sobre estas redes y los paquetes de transporte podrían haber generado entre US$17,5 millones y $25 millones, según estimaciones de InSight Crime. Otras organizaciones, como Human Rights Watch, sugieren que esos ingresos podrían ser el doble.

Una ‘megabanda’ venezolana se expande

Pocos grupos criminales han captado más atención internacional en 2024 que el Tren de Aragua, una de las principales megabandas de Venezuela. En los últimos años, el grupo ha extendido su influencia por Suramérica y ha establecido presencia permanente en Colombia, Perú y Chile, al aprovecharse del éxodo de casi 8 millones de venezolanos desde 2015.

El Tren de Aragua capitalizó el hecho de que muchos venezolanos han buscado estabilidad en países vecinos, lo que le permitió consolidarse como un actor principal en las operaciones de tráfico de migrantes en la región. Inicialmente, el grupo controló los cruces en la frontera entre Colombia y Venezuela, pero luego comenzó a ofrecer sus propios servicios de traslado de migrantes, los cuales incluyen paquetes con transporte, alojamiento y alimentación para todo el viaje.

No obstante, durante el último año se han llevado a cabo acciones gubernamentales sin precedentes contra el grupo. El primer golpe ocurrió a finales de 2023, cuando las fuerzas de seguridad venezolanas irrumpieron en la prisión de Tocorón, en el estado de Aragua, que había funcionado como cuartel general de la megabanda.

Otros gobiernos de la región también tomaron medidas. A inicios de julio, las autoridades colombianas arrestaron a Larry Álvarez Núñez, alias “Larry Changa”, uno de los principales fundadores y líderes del Tren de Aragua. Álvarez presuntamente había sido clave para la expansión del grupo en Colombia y habría ayudado a consolidar sus operaciones en Chile.

En noviembre, la policía colombiana también capturó a Jeison Alexander Lorca Salazar, alias “Jeison Comino”, presuntamente el segundo al mando del Tren de Aragua en Colombia. Además, fiscales en Chile y Perú han encabezado operativos en contra de miembros del grupo en sus respectivos países.

Sin embargo, a pesar de los golpes a sus operaciones regionales en Latinoamérica, la reputación del Tren de Aragua continúa creciendo. En julio, la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (US Treasury Department’s Office of Foreign Assets Control, OFAC) agregó al Tren de Aragua en su lista de organizaciones criminales transnacionales y destacó que era una “creciente amenaza” para las comunidades estadounidenses.

El Tren de Aragua no es como con las pandillas centroamericanas”, comentó Schacher, de Refugees International. “No hay una diáspora venezolana establecida en Estados Unidos. El Tren de Aragua es una banda nueva en ese país y no hay un ciclo en el que las personas lleguen, formen una pandilla, luego sean deportadas y regresen. No es nada parecido.”

A pesar del pánico a nivel nacional, el Tren de Aragua no tiene una presencia significativa en Estados Unidos. Aunque se han vinculado a presuntos miembros con asaltos y robos, no ha habido evidencia de su participación en redes de extorsión, que son su principal motor económico. Tampoco existen indicios de que estos miembros hayan establecido células o formado alianzas con otros grupos criminales.

El continuo endurecimiento de las políticas migratorias y la creciente inseguridad regional crean las condiciones perfectas para que los grupos del crimen organizado en Latinoamérica sigan aprovechándose de los disfuncionales enfoques migratorios en la región.

Con información de Versión Final