Muere el pez diablo avistado en aguas de Tenerife: de aspecto feroz, cabía en la palma de la mano (original) (raw)

El Melanocetus johnsonii, conocido como pez diablo negro o rape abisal, que afloró en la superficie marina el pasado 26 de enero, ha fallecido, según ha comunicado la ONG Condrik Tenerife, la misma que lo avistó en primera instancia. Los investigadores han señalado que han trasladado el cuerpo del animal al Museo de Naturaleza y Arqueología de Santa Cruz de Tenerife, lo que les ayudará a estudiar algunos aspectos de esta criatura.

Este pez vive en profundidades abisales y todavía no sabe cómo ni por qué acabó nadando prácticamente en la superficie. Hace cinco días, fue avistado cerca de la costa de playa San Juan, en el municipio tinerfeño de Guía de Isora. Hasta la fecha, según explicó entonces a la agencia Efe la bióloga marina Laia Valor, solo se habían avistado tan cerca de la superficie larvas o ejemplares adultos muertos. Su hallazgo sirve ahora a los biólogos para investigar cómo es la especie y qué características tiene.

Aparte de destacar por su bioluminiscencia, el pez diablo presenta una apariencia aterradora. Sin embargo, su tamaño no va acorde con su aspecto: la hembra llega a medir hasta 18 centímetros, mientras que el macho apenas alcanza los tres centímetros. Su cuerpo es de color negro o marrón oscuro, con una gran boca llena de dientes afilados y translúcidos. Una de sus características más distintivas es el illicium, una prolongación en forma de caña de pescar en su cabeza que contiene un órgano bioluminiscente, utilizado para atraer presas en la oscuridad del océano profundo. Los machos, en lugar de alimentarse, se adhieren a la hembra como parásitos reproductores.