La defensa del Real Madrid que se conoció en el Etihad (original) (raw)
Carlo Ancelotti dijo a finales de diciembre que no pensaba poner más a Fede Valverde como lateral derecho. Salvo una emergencia, puntualizó, algo que sintió pronto. En cuanto el Barcelona le metió cinco en la final de la Supercopa al inicio de la segunda mitad, el uruguayo fue enviado a taponar el socavón. Y hace unos días, el italiano deslizó que no veía al charrúa y Tchouameni a la vez en la zaga. Hasta que la lesión de Antonio Rüdiger más la de Lucas Vázquez, y de postre la de David Alaba, le empujó a ello en un momento muy delicado de la temporada.
“Los cuatro de atrás”, advirtió Carletto tras ganar al City, “nunca habían jugado juntos. Y digo más: nunca habían entrenado juntos”. Dos medios —el discutido Tchouameni más Valverde—, un canterano (Raúl Asencio) que en verano era la tercera opción en lo que asomaba en la cantera, y un lateral (Ferland Mendy) que había perdido la dureza y la titularidad indiscutible. Valverde, Tchouameni, Asencio y Mendy fue un cuarteto inédito que, ayudado también —por primera vez en la temporada— por el sacrificio general, resistió de una pieza en una cita muy sensible en Mánchester, con Erling Haaland enfrente. Fue la línea que tuvo clara Ancelotti en cuanto Lucas Vázquez cayó a la enfermería tras el derbi, una noche en la que Asencio y Tchouameni también resolvieron una segunda parte envenenada, muy expuestos a las contras del Atlético.
“Dos de los cuatro defensas eran centrocampistas, es muy difícil adaptarse a esas posiciones”, los elogió Jude Bellingham en Mánchester. “Sobre todo, si te enfrentas a uno de los mejores delanteros de esta generación. Tchouameni ha estado brillante y también Asencio. Lleva cuatro meses con el primer equipo, llega al Etihad y juega así”. Para la vuelta, Ancelotti espera contar con Rüdiger, titular indiscutible, y Alaba.
La precariedad que arrastran hace meses los blancos en la zaga, debido a las lesiones y la falta de fichajes, había supuesto en los últimos días un punto de reivindicación de Carletto después de una temporada con críticas frecuentes al técnico por un juego que había generado insatisfacción. Tras el derbi, no se quiso levantar de la sala de prensa sin dejar una observación: “Antes del partido, he visto a Carvajal, Militão, Rüdiger y Alaba saludar a los compañeros. A pesar de las dificultades, lo estamos haciendo muy bien”. Una frase que sonó a recordatorio de la larga escasez que sufre el Madrid atrás, víctima de las desgracias físicas y la insistencia del club en no acudir al mercado.
El primer remedio de Carletto en el puesto de central tras la lesión de Militão a principios de noviembre siempre ha sido Tchouameni, una apuesta por delante de Asencio que ha significado en los últimos tiempos un factor de corrosión para el italiano después de varias actuaciones mejorables del francés. Este martes, el buen partido del galo, que estaba apercibido pero no vio la tarjeta, se la dejó botando y el técnico sacó pecho: “El muy criticado Tchouameni ha estado espectacular”, proclamó después de semanas de defensa pública del ex del Mónaco frente al cuestionamiento general.
Tchouameni ha aparecido hasta ahora en el orden de prioridades antes que Asencio, el primer canterano en asentarse en la primera plantilla directamente desde el Castilla desde, al menos, una década, cuando lo logró Nacho. Los buenos informes de su entrenador en el filial, Raúl González, en las conversaciones habituales con Ancelotti también remaron a su favor. En el Etihad, el joven, un tipo echado para adelante que no rehúye el cara a cara, salió vencedor de los cuatro duelos que mantuvo con jugadores del City y dejó varias intervenciones clave. “Sigue sorprendiendo por su madurez”, valoró Carletto. Un corte a Kevin De Bruyne solucionó uno de los desajustes que sufría el Madrid en la primera parte a la hora de ejecutar la presión alta.
“Cuanta más emergencia, más sacrificio saca este equipo”, valoró Ancelotti, que, con el regreso de los lesionados, deberá decidir cómo cuadra el once. Si sigue prefiriendo a Tchouameni por delante de Asencio en el puesto de central, si devuelve al francés al pivote, o si Valverde supera a Lucas en el lateral derecho en los días crudos. Y, mientras, qué puede aportar Alaba.
Elecciones en tiempo de necesidad y con las habas contadas en una defensa remendada sobre la marcha que salió del Etihad mucho más que airosa.