Brasil, el gigante diverso que busca seducir a Europa (original) (raw)

México iba a ser el país invitado de Fitur 2025, pero finalmente declinó la oferta, trasladando su interés a la edición de 2026. Lo sustituye Brasil, que ha vivido un 2024 récord en turismo internacional, según las cifras preliminares de diciembre recogidas por la Agencia Brasileña de Promoción del Turismo Internacional (Embratur). “Cerramos el año con el mayor número de llegadas de turistas internacionales de todos los tiempos, superando los 6,62 millones registrados en 2018, año que, hasta ese momento, marcaba el mejor valor en la serie histórica iniciada en 1970″, enfatiza su presidente, Marcelo Freixo. Los números constatan un crecimiento del 13% en relación con 2023 y la recuperación total del segmento en la etapa pospandemia. Amén de una inyección de más de 6.620 millones de dólares a su economía hasta noviembre de 2024, el valor más alto desde que el Banco Central de Brasil empezó a recopilar este tipo de información, allá por 1995.

“El objetivo es superar los ocho millones de turistas internacionales en 2027 y consolidarnos como el principal destino de nuestro continente”, declara un exultante Freixo. Para ello, “hemos mejorado nuestra infraestructura de transporte, aeropuertos, hoteles y atractivos turísticos, que incluyen desde museos y playas certificadas por su sostenibilidad hasta grandes parques nacionales”, afirma. El país ha visto crecer el tráfico de vuelos internacionales un 19% en 2024 y prevé “nuevas rutas importantes para 2025″, lo que asegurará la llegada de viajeros a una mayor diversidad de destinos dentro de su territorio. También ha fortalecido el apoyo a emprendimientos turísticos de base comunitaria, como el desarrollado por comunidades indígenas y quilombolas. “Brasil aspira a posicionarse como líder en turismo sostenible en América Latina, destacando los esfuerzos del Gobierno de Lula [actual presidente] en materia de preservación ambiental e inclusión social”, refrenda.

Ecoactividades

Según comenta Freixo, la apuesta por la sostenibilidad se canaliza a través de la promoción del ecoturismo, el turismo de naturaleza y un turismo responsable que respeta y ayuda a preservar sus seis biomas únicos: Amazonia, Cerrado, Mata Atlántica, Pantanal, Pampa y Caatinga. “Hemos reforzado nuestra posición como líderes globales en biodiversidad”, manifiesta. Con maravillas como Alter do Chão, bañado por aguas de ríos amazónicos, cerca de Belém (sede, por cierto, de la próxima COP, en noviembre de 2025); o, en el noreste, el desierto inundado de los Lençóis Maranhenses, patrimonio reconocido por la Unesco. Junto a estas “experiencias únicas”, Brasil le ha dado una vuelta, por la vía de la innovación, a sus destinos más consolidados, léase Río de Janeiro: su Rota do Samba, desarrollada por el laboratorio de innovación EmbraturLAB, utiliza realidad aumentada, geolocalización y audioguías interactivas para sumergir al turista en las comunidades que han hecho —y siguen haciendo— de la samba la principal manifestación cultural del país.

Con su participación en el evento que se celebra en Ifema, Brasil pretende atraer inversiones internacionales y fortalecer las alianzas comerciales con los operadores turísticos”, añade Marcelo Freixo. Lo acompaña en este empeño ONU Turismo, organismo con el que presentará la guía de inversiones turísticas Tourism Doing Business: Investing in Brasil. Se trata de una serie de directrices elaboradas por los expertos del organismo internacional en las que se analizan las condiciones y las oportunidades de inversión en el sector de un destino clave en América del Sur.

Embratur hila un discurso trufado de conceptos como diversificación de la oferta, sostenibilidad o innovación muy parecido al de la propia Fitur. “Nuestra estrategia se centra en promover destinos con enfoques diversos: escapadas de aventura, lujo, afroturismo, eventos y viajes de incentivos corporativos, LGBTQIAP+, avistamiento de aves y, por supuesto, sol y playa”, enumera Freixo. En Madrid buscará seducir a los visitantes del otro lado del Atlántico, consolidando su imagen de objeto de deseo turístico. Las cifras reflejan su potencial de crecimiento: en 2024, la llegada de europeos subió un 20%, y la de españoles un 17%; en 2025 y 2026, el aumento será de entre el 8% y el 10%, según las previsiones.