Introducción a la calidad del aire interior | US EPA (original) (raw)

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Contaminación del aire interior y efectos en la salud

La calidad del aire interior (IAQ) hace referencia a la calidad del aire dentro y alrededor de las estructuras y edificaciones, especialmente en lo que respecta a la salud y la comodidad de sus ocupantes. Tener conocimiento de los contaminantes comunes de los espacios cerrados, y controlarlos, puede ayudar a reducir el riesgo de problemas de salud en estos espacios.

Los efectos de los contaminantes del aire interior sobre la salud pueden sentirse de inmediato después de la exposición o, posiblemente, años más tarde.

Efectos inmediatos

Algunos efectos sobre la salud pueden aparecer inmediatamente después de una sola exposición o de varias exposiciones a un contaminante. Estos incluyen irritación en los ojos, la nariz y la garganta; dolores de cabeza; mareos; y fatiga. Estos efectos inmediatos suelen ser a corto plazo y tratables. A veces, el tratamiento consiste simplemente en eliminar la exposición de la persona a la fuente de la contaminación, si esta puede identificarse. Poco después de la exposición a algunos contaminantes del aire interior, pueden aparecer síntomas de algunas enfermedades, como el asma, o estos pueden agravarse o hacerse más intensos.

La probabilidad de sufrir reacciones inmediatas a los contaminantes del aire interior depende de diversos factores, entre ellos la edad y las enfermedades preexistentes. En algunos casos, la reacción de una persona a un contaminante depende de la sensibilidad individual, que varía enormemente entre las personas. Algunas personas pueden volverse sensibles a los contaminantes biológicos o químicos después de exposiciones repetidas o de alto nivel.

Ciertos efectos inmediatos son parecidos a los de los resfriados u otras enfermedades virales, por lo que suele ser difícil determinar si los síntomas se deben a la exposición a un contaminante del aire interior. Por este motivo, es importante prestar atención al momento y el lugar en el que aparecen los síntomas. Por ejemplo, si los síntomas disminuyen o desaparecen cuando la persona no está en el área, se deben tratar de identificar las fuentes del aire interior que podrían ser las posibles causas. Algunos efectos pueden empeorar por el suministro inadecuado de aire del exterior que ingresa al interior o por las condiciones de calefacción, refrigeración o humedad prevalecientes en los espacios cerrados.

Efectos a largo plazo

Otros efectos sobre la salud pueden manifestarse años después de que haya ocurrido la exposición o luego de períodos repetidos o prolongados de exposición. Estos efectos, que incluyen algunas enfermedades respiratorias, enfermedades cardíacas y cáncer, pueden ser gravemente debilitantes o fatales. Es prudente intentar mejorar la calidad del aire interior de su hogar, aunque los síntomas no sean evidentes.

Si bien los contaminantes que suelen estar presentes en el aire interior pueden causar muchos efectos perjudiciales, hay una gran incertidumbre en cuanto a las concentraciones o los períodos de exposición necesarios para desencadenar problemas de salud específicos. Las personas también reaccionan de modo muy diferente a los contaminantes del aire interior. Se necesitan más investigaciones para comprender mejor los efectos sobre la salud que aparecen después de la exposición a las concentraciones promedio de los contaminantes que se encuentran en los hogares y aquellos que aparecen con la exposición a las concentraciones más altas durante períodos cortos.


Causas principales de los problemas en el aire interior

La causa principal de los problemas en la calidad del aire interior son las fuentes de contaminación que liberan gases o partículas en el aire. La ventilación inadecuada puede aumentar los niveles de contaminantes en los espacios cerrados al no permitir que ingrese la cantidad suficiente de aire del exterior para diluir las emisiones de las fuentes internas y al no trasladar los contaminantes del aire interior fuera del área. Los niveles altos de temperatura y humedad también pueden aumentar la concentración de algunos contaminantes.

Fuentes de contaminación

Existen diversas fuentes de contaminación del aire interior, que incluyen las siguientes:

La importancia relativa de cualquier fuente individual depende de la cantidad que emita de un contaminante determinado y de lo peligrosas que sean esas emisiones. En algunos casos, son importantes los factores como la antigüedad de la fuente y su mantenimiento correcto. Por ejemplo, una estufa de gas mal ajustada puede emitir una cantidad considerablemente más alta de monóxido de carbono que una que está ajustada como corresponde.

Algunas fuentes, como los materiales de las edificaciones, los mobiliarios y productos como los ambientadores, pueden liberar contaminantes de forma más o menos continua. Otras fuentes, por ejemplo, aquellas relacionadas con actividades como fumar, limpiar o redecorar, o con algunos pasatiempos, liberan contaminantes de forma intermitente. Los aparatos que funcionan mal o no tienen ventilación y los productos que se utilizan de modo incorrecto pueden liberar niveles más altos y a veces peligrosos de contaminantes en los espacios cerrados.

Las concentraciones de los contaminantes pueden permanecer en el aire durante períodos prolongados después de algunas actividades.

Obtenga más información sobre los contaminantes del aire interior y las fuentes de lo siguiente:

Ventilación inadecuada

Si en los espacios cerrados ingresa muy poco aire del exterior, pueden acumularse contaminantes hasta alcanzar niveles que planteen problemas para la salud y la comodidad. A no ser que las edificaciones se construyan con medios mecánicos especiales de ventilación, aquellas diseñadas y construidas para reducir al mínimo la cantidad de aire del exterior que entra y sale pueden tener niveles más altos de contaminantes en el interior.

Cómo ingresa el aire del exterior a una edificación

El aire del exterior puede entrar y salir de una edificación mediante infiltración, ventilación natural y ventilación mecánica. En el proceso conocido como infiltración, el aire del exterior ingresa a las edificaciones a través de aberturas, juntas y rajaduras en paredes, pisos y cielorrasos, y alrededor de ventanas y puertas. En la ventilación natural, el aire se desplaza a través de las ventanas y puertas abiertas. El movimiento de aire asociado con la infiltración y la ventilación natural está causado por las diferencias en la temperatura del aire entre los espacios cerrados y los externos, y por el viento. Finalmente, existen diversos dispositivos de ventilación mecánica, desde ventiladores con salida externa que extraen el aire de forma intermitente de una habitación individual, como baños y cocinas, hasta sistemas de circulación del aire que emplean ventiladores y conductos para extraer de forma continua el aire interior y distribuir el aire exterior, filtrado y acondicionado, hasta puntos estratégicos de la vivienda. La velocidad con la que el aire exterior reemplaza al aire interior se denomina tasa de intercambio del aire. Cuando hay poca infiltración, ventilación natural o ventilación mecánica, la tasa de intercambio del aire es baja y los niveles de contaminantes pueden aumentar.


Calidad del aire interior y justicia ambiental

La EPA define a la justicia ambiental (EJ) como «el tratamiento igualitario y la participación significativa de todas las personas, sin tener en cuenta la raza, el color, la nacionalidad o los ingresos, con respecto a la implementación, el desarrollo y el cumplimiento de las leyes, las reglamentaciones y las políticas ambientales».

Para abordar con eficacia las inquietudes de justicia ambiental, la Agencia reconoce que las comunidades deben ser la fuerza impulsora que implemente soluciones locales para los problemas de salud ambiental, incluido el aire interior. Sin embargo, son demasiadas las comunidades que no tienen la capacidad de modificar realmente sus condiciones ambientales, entre ellas algunas condiciones relativas a los espacios cerrados, así como condiciones que son producto de impactos exteriores (por ejemplo, el cambio climático).

En muchos informes y estudios se indica que las siguientes poblaciones pueden verse afectadas de forma desproporcionada por los desencadenantes de asma en el interior, el humo de segunda mano, el moho, el radón y otros contaminantes de los espacios cerrados:

La División Ambiental de Espacios Cerrados (IED) de la EPA ofrece asesoramiento y programas que ayudan a que las comunidades desarrollen la capacidad de comprender y evitar las consecuencias en la salud de los impactos en el interior y el exterior. El objetivo principal de la IED es mejorar la calidad del aire interior en las edificaciones donde las personas viven, aprenden y trabajan.

Lea más acerca de la justicia ambiental: