Sol Silvestre | Facultad de Filosofia y Letras UBA (original) (raw)
Papers by Sol Silvestre
del barroco al modernismo
Sobre Chesteron y el padre Brown
Uno de los sitios más visitados en Guildford, Inglaterra, es el cementerio Mount. Allí, bajo una ... more Uno de los sitios más visitados en Guildford, Inglaterra, es el cementerio Mount. Allí, bajo una sencilla cruz de mármol descansan los restos de un hombre que fue dos. La inscripción de su lápida da cuenta de ello: "El reverendo Charles Lutwidge Dodgson (Lewis Carroll) se quedó dormido el 14 de enero de 1898, a los 65 años". Los paréntesis son necesarios. Los visitantes que llegan de todas partes del mundo para ver su tumba no están interesados en el adusto profesor del Christ Church College que, tímido y riguroso, enseñaba matemática en Oxford; sino en el excéntrico y ocurrente autor de una de las mejores obras infantiles que el mundo ha conocido. En efecto: el seudónimo-que inventó en 1856 junto a su editor Edmund Yates, a partir de una serie de juegos verbales 1-sin ninguna duda se impone. En la última edición de la Enciclopedia Británica figura el nombre Carroll, en vez de Dodgson. Y desde la página web del Museo de Oxford (institución donde pasó la mayor parte de su vida) se anuncian sus colecciones de objetos, fotografías y manuscritos sin siquiera mencionar su nombre real. Mucho se ha hablado de su personalidad escindida. De su infantil obsesión por desdoblarse. Del extraño contraste que veían sus pares entre el hombre serio y retraído que andaba por los pasillos de la universidad, siempre con la mirada baja y en silencio, y el excéntrico personaje en que se convertía frente a la presencia de algún niño. Contaba historias fantásticas, proponía adivinanzas y acertijos lógicos, escribía cartas disparatadas y mensajes cifrados (para leer frente al espejo, por ejemplo) y organizaba larguísimas travesías donde no faltaban rimas, música ni juegos. PAGE 13 1 Después de haber barajado otras posibilidades, como Edgar Cuthwellis o U.C.Westhill (anagramas de Charles Lutwidge), dieron con el seudónimo haciendo una traducción del inglés al latín (Lutwidge: Ludovicus y Charles: Carolus) y del latín al inglés nuevamente (Ludovicus: Lewis y Carolus: Carroll).
a recopilar los relatos que conformarían los dos volúmenes de sus Cuentos de la infancia y el hog... more a recopilar los relatos que conformarían los dos volúmenes de sus Cuentos de la infancia y el hogar (1812 y 1815, respectivamente), Napoleón estaba invadiendo Europa. Fue, por tanto, una época marcada por grandes crisis políticas que propició un sentimiento generalizado de ausencia de patria y desamparo. La sensación se recrudeció para los hermanos cuando Kassel, ciudad donde residían, pasó a formar parte del Reino de Westfalia bajo el mando de un hermano del conquistador: Jerome Napoleón. Ya Herder había criticado la idea ilustrada del progreso y una nueva generación de intelectuales lo siguió poniendo en duda los valores absolutos que habían llevado al fracaso a sus antecesores. La Revolución Industrial y la Ilustración habían alentado al individuo con exageradas esperanzas y era tiempo de volver a las raíces, de mirar hacia atrás y recuperar el espíritu del pueblo (idea que los románticos identificaron con el concepto de volkgeist: lo popular y no lo aristocrático definía la cultura). Es entonces cuando la literatura folclórica comienza a tener un valor científico: restaurando las voces del pasado, Alemania podría recuperar su identidad. En este contexto, Clemens Brentano y Achim Von Armin (entre 1806 y 1808) pusieron su interés en los antiguos cantares populares que no conocían autor y se transmitían de boca en boca. Se dispusieron a recopilarlos (lo que finalmente se materializó en el libro El cuerno mágico de la juventud) y, amigos como eran de los hermanos Grimm, los incitaron a que los siguieran en esa búsqueda. Sin embargo, Jacob y Wilhelm llevaron su investigación a otro terreno: el de los cuentos y leyendas populares que terminó por convertirse en la primera recopilación sistemática y científica del género. Así vemos que el título del libro no hace referencia al destinatario sino a la procedencia de los relatos: Cuentos de la infancia y el hogar no estaba dirigido a un público infantil sino adulto. E incluso más: erudito. Los Grimm no habían imaginado la repercusión que la obra tendría entre los niños y en las sucesivas ediciones (en vida de ellos fueron 7, la última de 1857) no dejaron de modificar [Escribir texto] 1
Estudio crítico sobre la obra de Lewis Carroll.
Sobre la literatura policial Lic. Soledad Silvestre <Título> Los orígenes: el cuento policial clá... more Sobre la literatura policial Lic. Soledad Silvestre <Título> Los orígenes: el cuento policial clásico Un crimen y un criminal no descubierto. Un investigador dispuesto a descifrar el misterio. Un lector que forma parte del juego e intentará anticiparse ─con la secreta esperanza de no conseguirlo─ al razonamiento de los personajes para desentrañar el enigma antes de tiempo.
del barroco al modernismo
Sobre Chesteron y el padre Brown
Uno de los sitios más visitados en Guildford, Inglaterra, es el cementerio Mount. Allí, bajo una ... more Uno de los sitios más visitados en Guildford, Inglaterra, es el cementerio Mount. Allí, bajo una sencilla cruz de mármol descansan los restos de un hombre que fue dos. La inscripción de su lápida da cuenta de ello: "El reverendo Charles Lutwidge Dodgson (Lewis Carroll) se quedó dormido el 14 de enero de 1898, a los 65 años". Los paréntesis son necesarios. Los visitantes que llegan de todas partes del mundo para ver su tumba no están interesados en el adusto profesor del Christ Church College que, tímido y riguroso, enseñaba matemática en Oxford; sino en el excéntrico y ocurrente autor de una de las mejores obras infantiles que el mundo ha conocido. En efecto: el seudónimo-que inventó en 1856 junto a su editor Edmund Yates, a partir de una serie de juegos verbales 1-sin ninguna duda se impone. En la última edición de la Enciclopedia Británica figura el nombre Carroll, en vez de Dodgson. Y desde la página web del Museo de Oxford (institución donde pasó la mayor parte de su vida) se anuncian sus colecciones de objetos, fotografías y manuscritos sin siquiera mencionar su nombre real. Mucho se ha hablado de su personalidad escindida. De su infantil obsesión por desdoblarse. Del extraño contraste que veían sus pares entre el hombre serio y retraído que andaba por los pasillos de la universidad, siempre con la mirada baja y en silencio, y el excéntrico personaje en que se convertía frente a la presencia de algún niño. Contaba historias fantásticas, proponía adivinanzas y acertijos lógicos, escribía cartas disparatadas y mensajes cifrados (para leer frente al espejo, por ejemplo) y organizaba larguísimas travesías donde no faltaban rimas, música ni juegos. PAGE 13 1 Después de haber barajado otras posibilidades, como Edgar Cuthwellis o U.C.Westhill (anagramas de Charles Lutwidge), dieron con el seudónimo haciendo una traducción del inglés al latín (Lutwidge: Ludovicus y Charles: Carolus) y del latín al inglés nuevamente (Ludovicus: Lewis y Carolus: Carroll).
a recopilar los relatos que conformarían los dos volúmenes de sus Cuentos de la infancia y el hog... more a recopilar los relatos que conformarían los dos volúmenes de sus Cuentos de la infancia y el hogar (1812 y 1815, respectivamente), Napoleón estaba invadiendo Europa. Fue, por tanto, una época marcada por grandes crisis políticas que propició un sentimiento generalizado de ausencia de patria y desamparo. La sensación se recrudeció para los hermanos cuando Kassel, ciudad donde residían, pasó a formar parte del Reino de Westfalia bajo el mando de un hermano del conquistador: Jerome Napoleón. Ya Herder había criticado la idea ilustrada del progreso y una nueva generación de intelectuales lo siguió poniendo en duda los valores absolutos que habían llevado al fracaso a sus antecesores. La Revolución Industrial y la Ilustración habían alentado al individuo con exageradas esperanzas y era tiempo de volver a las raíces, de mirar hacia atrás y recuperar el espíritu del pueblo (idea que los románticos identificaron con el concepto de volkgeist: lo popular y no lo aristocrático definía la cultura). Es entonces cuando la literatura folclórica comienza a tener un valor científico: restaurando las voces del pasado, Alemania podría recuperar su identidad. En este contexto, Clemens Brentano y Achim Von Armin (entre 1806 y 1808) pusieron su interés en los antiguos cantares populares que no conocían autor y se transmitían de boca en boca. Se dispusieron a recopilarlos (lo que finalmente se materializó en el libro El cuerno mágico de la juventud) y, amigos como eran de los hermanos Grimm, los incitaron a que los siguieran en esa búsqueda. Sin embargo, Jacob y Wilhelm llevaron su investigación a otro terreno: el de los cuentos y leyendas populares que terminó por convertirse en la primera recopilación sistemática y científica del género. Así vemos que el título del libro no hace referencia al destinatario sino a la procedencia de los relatos: Cuentos de la infancia y el hogar no estaba dirigido a un público infantil sino adulto. E incluso más: erudito. Los Grimm no habían imaginado la repercusión que la obra tendría entre los niños y en las sucesivas ediciones (en vida de ellos fueron 7, la última de 1857) no dejaron de modificar [Escribir texto] 1
Estudio crítico sobre la obra de Lewis Carroll.
Sobre la literatura policial Lic. Soledad Silvestre <Título> Los orígenes: el cuento policial clá... more Sobre la literatura policial Lic. Soledad Silvestre <Título> Los orígenes: el cuento policial clásico Un crimen y un criminal no descubierto. Un investigador dispuesto a descifrar el misterio. Un lector que forma parte del juego e intentará anticiparse ─con la secreta esperanza de no conseguirlo─ al razonamiento de los personajes para desentrañar el enigma antes de tiempo.