Ian Alejandro - Academia.edu (original) (raw)

varios discursos a la vez. Cuando en su alma se despiertan los recuerdos, ella olvida culpa y pec... more varios discursos a la vez. Cuando en su alma se despiertan los recuerdos, ella olvida culpa y pecado, para evocar tan sólo los instantes de felicidad, y volviendo a caminar por los momentos felices se deja embriagar por una exaltación innatural. En tales momentos ella no sólo lo recuerda, sino lo evoca con una clair-voyance que demuestra hasta qué punto ella ha quedado plasmada. En esos instantes no aparece en él el criminal, ni tampoco el hombre noble: ella lo percibe sólo estéticamente. En una ocasión me escribió una nota en la que se expresaba así acerca de él:-Unas veces él era tan espiritual, que yo, como mujer, me sentía anonadada; otras, tan impetuoso, apasionado y seductor, que casi temblaba ante él. A veces parecía que yo le resultaba una extraña, mientras en otro momento se abandonaba por completo en mis brazos, pero, luego, al abrazarlo, de repente desaparecía completamente y yo abrazaba simplemente unas nubes. Antes de encontrarlo, ya conocía yo esa frase, pero sólo él me enseñó su significado, y cuando la empleo siempre pienso en él, pues creo que es capaz de conocer cada uno de mis pensamientos. Desde mi infancia amé la música: él era un maravilloso instrumento, siempre afinado, rico en tonos como ningún otro. Todos los sentimientos y estados de ánimo estaban fundidos en él; poseía fuerza y delicadeza en el sentir; ningún pensamiento le resultaba demasiado elevado, ninguno excesivamente arriesgado. Sabía enfurecerse como una tormenta de otoño, pero también susurrar imperceptiblemente. No le dirigí una palabra que no buscara un efecto en él, pero no soy capaz de decir si él lo captó, porque me era imposible conocer el efecto surgido. Con un indescriptible, aunque misterioso y bienaventurado sentido de angustia, escuchaba esa música que yo misma evocaba y que, sin embargo, no evocaba. Una música, con cuya dulce armonía él siempre sabía arrastrarme… Si esto era terrible para ella, la expiación sería mucho más terrible para él; es algo que puedo intuir por el ansia que me atenaza y que a duras penas consigo dominar cada vez que me pongo a pensar en todo esto. También yo me siento arrastrado a aquella zona nebulosa, a aquel mundo de sueños, donde en cada instante hasta nuestra sombra suscita terror. Inútilmente intento liberarme: lo persigo como a un bribón que me amenaza, como a un acusador mudo. ¡Qué cosa tan extraña! Él ha extendido sobre todo el velo del más profundo misterio, aunque quede un secreto, todavía más profundo, yo soy un iniciado de su secreto. Sí, fui introducido de la forma más ilícita. Es imposible olvidar todo. A veces he llegado a pensar en hablar con él. Pero, ¿de qué iba a servirme? O me haría tal cantidad de preguntas, sosteniendo que el diario no es más que una tentativa poética, o me pediría que me callase, a lo que no me podría negar, por el modo como me inicié en su secreto. Nada consigue tanta seducción y maldición como un secreto. De Cordelia recibí una colección de cartas. Ignoro si son todas, pues en una ocasión me había dicho que había quitado algunas. Hice copias que quiero ahora intercalar en esta transcripción. No llevan fecha, pero, aunque la llevaran, no me habrían ayudado mucho, ya que, a medida que el diario avanza, falta toda referencia al tiempo y, al final, con raras excepciones, desaparecen todas las fechas. Casi parece que la historia en su desarrollo adquiere una importancia totalmente cualitativa, terminando, a pesar de su referencia a la realidad, identificándose con la Idea, por lo que toda colocación en el tiempo no tiene ningún significado. Lo que más me ha ayudado han sido algunas palabras que se encuentran en distintos puntos del diario, y cuyo significado yo no entendí al principio. Al ponerlas en relación con las cartas, me di cuenta de que eran el motivo fundamental. Por esto me resultará fácil ordenar las cartas, poniendo cada una donde aparece su motivo Librodot Diario de un Seductor Sören Kierkegaard Librodot 7 7 fundamental. Si no hubiera descubierto este indicio, habría cometido errores muy graves; pues, aunque ahora parezca verosímil, nunca habría pensado que las cartas se habían sucedido en el tiempo tan frecuentemente, hasta el punto que, según parece, ella tuvo que recibir más de una el mismo día. Si me hubiera dejado llevar de mi pensamiento, las habría espaciado más y nunca habría sospechado el efecto que eligió esa apasionada energía para poder atar a Cordelia a la cima de la pasión. Además de la completa descripción de su relación con Cordelia, el diario se amplía con otras pequeñas descripciones. Y cada vez que se encuentra con una de éstas, siempre aparece al margen N. B. Estas descripciones do están relacionadas con la historia de Cordelia, pero, sin embargo, me han dado una idea clara del significado de una expresión que él utiliza y que yo al principio interpreté de forma errónea, o sea, hay que tener siempre algún pretexto. Si yo hubiera tenido una edición anterior de este diario, habría encontrado un número mayor de lo que, de vez en cuando, al margen, él llama actiones in distans, porque incluso él declara que estaba tan ensimismado con Cordelia que do tenía tiempo para mirar alrededor. Poco después de abandonar a Cordelia, recibió de ésta un par de cartas, que él le devolvió, sin abrirlas. También éstas me las entregó. Ella misma las había abierto, por lo que puedo copiarlas. Jamás me dijo ella una sola palabra sobre el contenido; incluso, cuando se refería a sus relaciones con Juan, solía recitarme unos versos, creo que de Goethe, que, según la disposición de ánimo o según el modo en que se reciten, pueden tener distinto significado: