JHOSELIN MILAGROS SOTO YANTAS - Academia.edu (original) (raw)

Papers by JHOSELIN MILAGROS SOTO YANTAS

Research paper thumbnail of LA MÁSCARA DEL MULTICULTURALISMO

Palabras Clave: multiculturalismo / globalización / neoliberalismo transnacional. En este artícul... more Palabras Clave: multiculturalismo / globalización / neoliberalismo transnacional. En este artículo pretendemos concretar tres aspectos que consideramos fundamentales del multiculturalismo: en primer lugar analizamos el origen conceptual filosófico del término de lo multipley de lo cultural. Un breve repaso histórico desde el mundo griego hasta el siglo XX. Posteriormente, recordamos que las confrontaciones culturales en la historia de la humanidad no son nuevas, y resaltamos ciertos matices de las distintas soluciones teóricas que se han ido poniendo en práctica. Finalmente, el núcleo de la reflexión desvela como el multiculturalismo es una máscara que bajo la pretensión de una sociedad universal transnacional desgrana el posible poder estructural del pueblo en nombre de la tradición cultural más folclórica y a beneficio del capitalismo multinacional. Este último sí que ha logrado la unificación global, pero su discurso hegemónico tiene grandes fisuras y su síntoma es el racismo posmoderno. Conclusión, la neutralidad implica también tomar partido, por eso, la posibilidad de una convivencia en la diversidad pasa por el compromiso político. La noción de multiculturalismo Ésta surge de la conjunción de dos términos: multiple y cultura más ismo. Lo múltiple ha sido uno de los problemas centrales de la filosofía, relacionado y contrapuesto siempre a lo uno. La tradición filosófica occidental está enraizada por un lado en Parménides, quien consideraba que la multiplicidad y la variedad son objetos de la opinión y de la sensación y que sólo lo Uno es objeto de saber. Esta comprensión de la verdad como única ha sido la mayor arma utilizada contra lo otro, contra lo distinto. Sin embargo, también en esta misma tradición existieron los defensores de la realidad de lo múltiple y lo vario frente a lo uno, los sofistas. Y fue Aristóteles quien afirmo que lo uno es inmanente a lo múltiple (que equivale a lo sensible, mientras que lo uno equivale a lo inteligible). Posteriormente, la idea moderna de multiplicidad, determinada por la gnoseología de Kant a través de la noción Mannigfaltigkeit, designará el material para la síntesis: lo múltiple es uno de los caracteres de lo dado frente a lo uno, que es uno de los caracteres de lo puesto. De este modo, la multiplicidad ofreció diversos aspectos en cuanto a las sensaciones y a las percepciones, es decir, a la manera de percibir el mundo. En definitiva, con lo múltiple podemos designar o bien muchos elementos de un tipo, o bien, muchos elementos distintos entre sí. Por lo que respecta a nuestra reflexión sobre el multiculturalismo nos interesará analizar el segundo uso del término múltiple: lo vario, multitudo, de la cultura. En esta misma tradición filosófica, los sofistas distinguen la cultura-aquello que es por convención o por ley, múltiple y distinto entre si y respecto a otras comunidades-de lo que es "por naturaleza". A lo largo de la historia hemos entendido por cultura la posesión de un lenguaje para la comunicación-en la Edad Media, las naciones eran las lenguas mientras que con la ilustración los Estados-nación aspiran a ser cosmopolitas-, el tipo y modo de utilización de instrumentos y la organización social. En cada cultura encontramos valores materiales, así como mitos, creencias religiosas, leyendas, ideas científicas y filosóficas, códigos morales y costumbres. Y en todos los casos, se adscriben a estos objetos valores que son considerados o subjetivamente u objetivamente. En términos de Ortega y Gasset, la cultura es lo que hace el hombre cuando se hunde, para sobrenadar en la vida, creando valores, sentidos. Por eso, la cultura, incluso la más despolitizada, no está exenta de contenido político, simplemente unas veces responde a los intereses del pueblo (1) y otra a la ideología capitalista. De lo dicho hasta ahora podemos deducir que el concepto de multiculturalismo, que aparece en la segunda mitad del siglo XX en EEUU nominando el fenómeno de la diversidad cultural, ilumina las diferencias culturales y resalta la importancia de la afirmación de las creencias particulares y diferenciadas. El problema es que acaba atendiendo exclusivamente a las contingencias y al folklore, olvidando las necesidades reales que genera la convivencia ciudadana de la diversidad cultural en la política. Es por eso que consideramos que el marco de reflexión sobre concepto de multiculturalismo debe ser crítico.

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Palabras Clave: multiculturalismo / globalización / neoliberalismo transnacional. En este artícul... more Palabras Clave: multiculturalismo / globalización / neoliberalismo transnacional. En este artículo pretendemos concretar tres aspectos que consideramos fundamentales del multiculturalismo: en primer lugar analizamos el origen conceptual filosófico del término de lo multipley de lo cultural. Un breve repaso histórico desde el mundo griego hasta el siglo XX. Posteriormente, recordamos que las confrontaciones culturales en la historia de la humanidad no son nuevas, y resaltamos ciertos matices de las distintas soluciones teóricas que se han ido poniendo en práctica. Finalmente, el núcleo de la reflexión desvela como el multiculturalismo es una máscara que bajo la pretensión de una sociedad universal transnacional desgrana el posible poder estructural del pueblo en nombre de la tradición cultural más folclórica y a beneficio del capitalismo multinacional. Este último sí que ha logrado la unificación global, pero su discurso hegemónico tiene grandes fisuras y su síntoma es el racismo posmoderno. Conclusión, la neutralidad implica también tomar partido, por eso, la posibilidad de una convivencia en la diversidad pasa por el compromiso político. La noción de multiculturalismo Ésta surge de la conjunción de dos términos: multiple y cultura más ismo. Lo múltiple ha sido uno de los problemas centrales de la filosofía, relacionado y contrapuesto siempre a lo uno. La tradición filosófica occidental está enraizada por un lado en Parménides, quien consideraba que la multiplicidad y la variedad son objetos de la opinión y de la sensación y que sólo lo Uno es objeto de saber. Esta comprensión de la verdad como única ha sido la mayor arma utilizada contra lo otro, contra lo distinto. Sin embargo, también en esta misma tradición existieron los defensores de la realidad de lo múltiple y lo vario frente a lo uno, los sofistas. Y fue Aristóteles quien afirmo que lo uno es inmanente a lo múltiple (que equivale a lo sensible, mientras que lo uno equivale a lo inteligible). Posteriormente, la idea moderna de multiplicidad, determinada por la gnoseología de Kant a través de la noción Mannigfaltigkeit, designará el material para la síntesis: lo múltiple es uno de los caracteres de lo dado frente a lo uno, que es uno de los caracteres de lo puesto. De este modo, la multiplicidad ofreció diversos aspectos en cuanto a las sensaciones y a las percepciones, es decir, a la manera de percibir el mundo. En definitiva, con lo múltiple podemos designar o bien muchos elementos de un tipo, o bien, muchos elementos distintos entre sí. Por lo que respecta a nuestra reflexión sobre el multiculturalismo nos interesará analizar el segundo uso del término múltiple: lo vario, multitudo, de la cultura. En esta misma tradición filosófica, los sofistas distinguen la cultura-aquello que es por convención o por ley, múltiple y distinto entre si y respecto a otras comunidades-de lo que es "por naturaleza". A lo largo de la historia hemos entendido por cultura la posesión de un lenguaje para la comunicación-en la Edad Media, las naciones eran las lenguas mientras que con la ilustración los Estados-nación aspiran a ser cosmopolitas-, el tipo y modo de utilización de instrumentos y la organización social. En cada cultura encontramos valores materiales, así como mitos, creencias religiosas, leyendas, ideas científicas y filosóficas, códigos morales y costumbres. Y en todos los casos, se adscriben a estos objetos valores que son considerados o subjetivamente u objetivamente. En términos de Ortega y Gasset, la cultura es lo que hace el hombre cuando se hunde, para sobrenadar en la vida, creando valores, sentidos. Por eso, la cultura, incluso la más despolitizada, no está exenta de contenido político, simplemente unas veces responde a los intereses del pueblo (1) y otra a la ideología capitalista. De lo dicho hasta ahora podemos deducir que el concepto de multiculturalismo, que aparece en la segunda mitad del siglo XX en EEUU nominando el fenómeno de la diversidad cultural, ilumina las diferencias culturales y resalta la importancia de la afirmación de las creencias particulares y diferenciadas. El problema es que acaba atendiendo exclusivamente a las contingencias y al folklore, olvidando las necesidades reales que genera la convivencia ciudadana de la diversidad cultural en la política. Es por eso que consideramos que el marco de reflexión sobre concepto de multiculturalismo debe ser crítico.