Arturo Mendoza | Pontificio Ateneo Sant'Anselmo (original) (raw)
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Papers by Arturo Mendoza
Anuario de Teología, Seminario de Guadalajara, 2023
Ciertamente la «sinodalidad» no es un concepto propio de la teología litúrgica sino el antiguo mo... more Ciertamente la «sinodalidad» no es un concepto propio de la teología litúrgica sino el antiguo modo de proceder en la Iglesia (cf. Hech. 6,1-7; 15,1-35) buscando una mayor implicación de todos los bautizados para la toma de decisiones en los diversos niveles de la vida eclesial. Sin embargo, en el actual discurso con ocasión del Sínodo sobre la Sinodalidad, resulta menester recordar cómo el camino sinodal de la Iglesia tiene su cumbre y su fuente en la celebración litúrgica, sobre todo en la asamblea eucarística, donde se realiza y expresa aquel «nosotros eclesial» que plasma y alimenta la sinodalidad de la Iglesia.
XLI Semana de Estudio, Oración y Convivencia de la Sociedad Mexicana de Liturgistas (SOMELIT), 2021
La Constitución sobre la Sagrada Liturgia «Sacrosanctum Concilium» (SC) del Concilio Vaticano II ... more La Constitución sobre la Sagrada Liturgia «Sacrosanctum Concilium» (SC) del Concilio Vaticano II afirma que en la liturgia «se ejerce la obra de nuestra Redención» (n. 2) pues el misterio de Cristo y de su obra redentora se hace presente y eficaz en las acciones litúrgicas (cf. nn. 6-7). Por eso, en la liturgia encontramos la fuente de la vida de la Iglesia y la meta de toda su acción (cf. n. 10).
Para comprender esto resulta de mucha utilidad abordar el argumento de la «Sacramentalidad de la Palabra» que nos permite una mejor comprensión de la naturaleza de la celebración litúrgica como anamnesis-memorial (esto es, actualización o presencia real) de la obra salvadora del Misterio Pascual de Cristo en el hoy de nuestra historia. Así evitaremos una concepción puramente ritual de la liturgia que peligra de hacernos caer en un ritualismo casi mágico al estilo de la religiosidad natural.
Anuario de Teología. Seminario de Guadalajara, 2021
Como resultado de los protocolos de prevención que buscan contener el número exponencial de infec... more Como resultado de los protocolos de prevención que buscan contener el número exponencial de infecciones por COVID-19, la participación presencial de los fieles en la acción litúrgica se ha visto limitada –a veces totalmente imposibilitada–. Para nosotros, la participación en la Eucaristía no es un elemento secundario sino fundamental de nuestra vida de fe. Es quizá por ello que, con todo y la suspensión del precepto dominical, buen número de pastores y fieles han buscado la manera de continuar participando juntos en la celebración eucarística. Se constata, por ejemplo, un especial interés y frecuencia en las transmisiones de la Santa Misa en streaming y por los social media (p. ej. Facebook o Youtube).
Esta necesidad de seguir participando aún a distancia de la Eucaristía ha sido criticada por algunos, sin embargo, no todos piensan así y hay quienes invitan a ver en la virtualidad «un nuevo modo de presencia en la ausencia». De manera que, aunque la asistencia a las celebraciones litúrgicas por medios virtuales jamás llegará a suplir la participación plena que se pudiera obtener por medio de la presencia física, tampoco podemos sostener que participar o, más bien, asistir de manera virtual sea algo irreal y totalmente inútil se trata, pues, de un tema que aún falta profundizar más.
Anuario de Teología, Seminario de Guadalajara, 2023
Ciertamente la «sinodalidad» no es un concepto propio de la teología litúrgica sino el antiguo mo... more Ciertamente la «sinodalidad» no es un concepto propio de la teología litúrgica sino el antiguo modo de proceder en la Iglesia (cf. Hech. 6,1-7; 15,1-35) buscando una mayor implicación de todos los bautizados para la toma de decisiones en los diversos niveles de la vida eclesial. Sin embargo, en el actual discurso con ocasión del Sínodo sobre la Sinodalidad, resulta menester recordar cómo el camino sinodal de la Iglesia tiene su cumbre y su fuente en la celebración litúrgica, sobre todo en la asamblea eucarística, donde se realiza y expresa aquel «nosotros eclesial» que plasma y alimenta la sinodalidad de la Iglesia.
XLI Semana de Estudio, Oración y Convivencia de la Sociedad Mexicana de Liturgistas (SOMELIT), 2021
La Constitución sobre la Sagrada Liturgia «Sacrosanctum Concilium» (SC) del Concilio Vaticano II ... more La Constitución sobre la Sagrada Liturgia «Sacrosanctum Concilium» (SC) del Concilio Vaticano II afirma que en la liturgia «se ejerce la obra de nuestra Redención» (n. 2) pues el misterio de Cristo y de su obra redentora se hace presente y eficaz en las acciones litúrgicas (cf. nn. 6-7). Por eso, en la liturgia encontramos la fuente de la vida de la Iglesia y la meta de toda su acción (cf. n. 10).
Para comprender esto resulta de mucha utilidad abordar el argumento de la «Sacramentalidad de la Palabra» que nos permite una mejor comprensión de la naturaleza de la celebración litúrgica como anamnesis-memorial (esto es, actualización o presencia real) de la obra salvadora del Misterio Pascual de Cristo en el hoy de nuestra historia. Así evitaremos una concepción puramente ritual de la liturgia que peligra de hacernos caer en un ritualismo casi mágico al estilo de la religiosidad natural.
Anuario de Teología. Seminario de Guadalajara, 2021
Como resultado de los protocolos de prevención que buscan contener el número exponencial de infec... more Como resultado de los protocolos de prevención que buscan contener el número exponencial de infecciones por COVID-19, la participación presencial de los fieles en la acción litúrgica se ha visto limitada –a veces totalmente imposibilitada–. Para nosotros, la participación en la Eucaristía no es un elemento secundario sino fundamental de nuestra vida de fe. Es quizá por ello que, con todo y la suspensión del precepto dominical, buen número de pastores y fieles han buscado la manera de continuar participando juntos en la celebración eucarística. Se constata, por ejemplo, un especial interés y frecuencia en las transmisiones de la Santa Misa en streaming y por los social media (p. ej. Facebook o Youtube).
Esta necesidad de seguir participando aún a distancia de la Eucaristía ha sido criticada por algunos, sin embargo, no todos piensan así y hay quienes invitan a ver en la virtualidad «un nuevo modo de presencia en la ausencia». De manera que, aunque la asistencia a las celebraciones litúrgicas por medios virtuales jamás llegará a suplir la participación plena que se pudiera obtener por medio de la presencia física, tampoco podemos sostener que participar o, más bien, asistir de manera virtual sea algo irreal y totalmente inútil se trata, pues, de un tema que aún falta profundizar más.