Mauricio Mena | Universidad Alberto Hurtado (original) (raw)
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Papers by Mauricio Mena
En torno a la promesa, es nuestro propósito el analizar las distintas partes comprometidas en dic... more En torno a la promesa, es nuestro propósito el analizar las distintas partes comprometidas en dicha acción comunicativa. Nuestra hipótesis es que la esperanza, o sea la actitud que el prometiente despierta en el espectador, no debe ser comprendida como mera pasividad, como un mero esperar, sino como una actividad constitutiva de la hondura del vínculo que se genera entre las realidades comprometidas. Creemos que el sujeto testimonial de la promesa, desde que engarza a su realidad la realidad del otro -generando en dicho otro una esperanza- se hace también partícipe del horizonte de cumplimiento que el espectador proyecta. En este sentido, creemos que la vinculación es bidireccional. El espectador, enajenado en el futuro que la promesa le ha propuesto, construye imaginativamente el horizonte de su cumplimiento. Así haciéndolo, el compromiso que se genera en el prometiente no se reduce al plano íntimo de éste, sino que se suma a un complejo de dignidades iniciado por el espectador, quien, por decirlo así, apela al prometiente diciéndole: en esta promesa tú y yo estamos presente, y de su cumplimiento depende que volvamos tranquilos a nuestro tiempo, alejándonos finalmente de este virtual futuro en el que -por medio de tu promesa- nos hemos colocado. El cumplimiento de tu palabra es la única forma de salvarnos de la enajenación.
En torno a la promesa, es nuestro propósito el analizar las distintas partes comprometidas en dic... more En torno a la promesa, es nuestro propósito el analizar las distintas partes comprometidas en dicha acción comunicativa. Nuestra hipótesis es que la esperanza, o sea la actitud que el prometiente despierta en el espectador, no debe ser comprendida como mera pasividad, como un mero esperar, sino como una actividad constitutiva de la hondura del vínculo que se genera entre las realidades comprometidas. Creemos que el sujeto testimonial de la promesa, desde que engarza a su realidad la realidad del otro -generando en dicho otro una esperanza- se hace también partícipe del horizonte de cumplimiento que el espectador proyecta. En este sentido, creemos que la vinculación es bidireccional. El espectador, enajenado en el futuro que la promesa le ha propuesto, construye imaginativamente el horizonte de su cumplimiento. Así haciéndolo, el compromiso que se genera en el prometiente no se reduce al plano íntimo de éste, sino que se suma a un complejo de dignidades iniciado por el espectador, quien, por decirlo así, apela al prometiente diciéndole: en esta promesa tú y yo estamos presente, y de su cumplimiento depende que volvamos tranquilos a nuestro tiempo, alejándonos finalmente de este virtual futuro en el que -por medio de tu promesa- nos hemos colocado. El cumplimiento de tu palabra es la única forma de salvarnos de la enajenación.