Amaranta Gonzalez | UNAM Universidad Nacional Autónoma de México (original) (raw)
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0 Introducción El descubrimiento en 1975 de un patrimonio pic-tórico insospechado, que salió a la... more 0 Introducción El descubrimiento en 1975 de un patrimonio pic-tórico insospechado, que salió a la luz a raíz de un saqueo tras cientos de años de permanecer ente-rra do, fue el parteaguas de uno de los primeros proyectos arqueológicos en que se trabajó de ma-nera interdisciplinaria para conservar el patrimo-nio prehispánico en México. El hallazgo de los pobladores de San Miguel del Milagro era una muestra indudable del apogeo y desarrollo plástico de una cultura prehispánica de la que poco se conocía; era un grupo que habitó en tiempos prehispánicos en la región cercana al xo-chitécatl, entre el iztaccíhuatl y la Malintzin, en Tlaxcala [fig. 4.1]. Las dimensiones y cualidades de las imágenes rescatadas denotaban la importancia del hallazgo, por lo que la atención de arqueólogos, historiadores y conservadores se enfocó en este lu-gar del altiplano [figs. 4.2 y 4.3]. Los trabajos realizados en esta zona compren-den un importante acervo para la historia de la conservación en México, ya que desde el co-mienzo del Proyecto Cacaxtla, a raíz del descubri-miento del Hombre Pájaro, se trabaja en colabo-ración con especialistas en restauración para proteger las pin turas y permitir que se continúen los trabajos de liberación, sin poner en riesgo los vestigios encontrados [fig. 4.4]. Este descubrimiento constituyó un momento decisivo para replantear los alcances que debía sa-tisfacer esta disciplina recién consolidada, conside-rando los retos materiales que supuso la interven-ción de pinturas murales de tal complejidad tecno-lógica y disposición espacial. Las dificultades de su conservación in situ estaban en función de las posi-bilidades y de la diversidad de técnicas y materiales con que se contaba en esa época, y eran ejemplo de modernidad para intervenir el patrimonio. Estos trabajos pioneros, que en retrospectiva po drían ser cuestionados, han servido para pro-mover avances en la ciencia de restaurar murales y edificios prehispánicos, definiendo pautas para el desa rro llo de la conservación arqueológica en nuestro país. Preámbulo: la conservación arqueológica en México Para comprender el contexto de la conservación pro fesional al momento de iniciarse las labores del proyecto en Cacaxtla, resulta necesario que revise-mos de forma sucinta los antecedentes históricos de esta profesión en el ámbito mexicano y así ofre-cer un breve recuento de su transcurrir, lo que nos permitirá revisar el tipo de formación a la que tu-vie ron acceso las personas que han participado en la conservación del sitio y cómo fue evolucionando. La conservación arqueológica ha sido parte in-discutible de los descubrimientos culturales desde hace varios siglos. Hasta finales del siglo xix y las primeras décadas del xx, la preocupación por pre-servar los hallazgos de culturas pretéritas había sido A todos aquellos que han dedicado su vida a salvaguardar nuestro patrimonio, sus labores y su pasión por nuestra disciplina son la semilla que inspira este trabajo.
0 Introducción El descubrimiento en 1975 de un patrimonio pic-tórico insospechado, que salió a la... more 0 Introducción El descubrimiento en 1975 de un patrimonio pic-tórico insospechado, que salió a la luz a raíz de un saqueo tras cientos de años de permanecer ente-rra do, fue el parteaguas de uno de los primeros proyectos arqueológicos en que se trabajó de ma-nera interdisciplinaria para conservar el patrimo-nio prehispánico en México. El hallazgo de los pobladores de San Miguel del Milagro era una muestra indudable del apogeo y desarrollo plástico de una cultura prehispánica de la que poco se conocía; era un grupo que habitó en tiempos prehispánicos en la región cercana al xo-chitécatl, entre el iztaccíhuatl y la Malintzin, en Tlaxcala [fig. 4.1]. Las dimensiones y cualidades de las imágenes rescatadas denotaban la importancia del hallazgo, por lo que la atención de arqueólogos, historiadores y conservadores se enfocó en este lu-gar del altiplano [figs. 4.2 y 4.3]. Los trabajos realizados en esta zona compren-den un importante acervo para la historia de la conservación en México, ya que desde el co-mienzo del Proyecto Cacaxtla, a raíz del descubri-miento del Hombre Pájaro, se trabaja en colabo-ración con especialistas en restauración para proteger las pin turas y permitir que se continúen los trabajos de liberación, sin poner en riesgo los vestigios encontrados [fig. 4.4]. Este descubrimiento constituyó un momento decisivo para replantear los alcances que debía sa-tisfacer esta disciplina recién consolidada, conside-rando los retos materiales que supuso la interven-ción de pinturas murales de tal complejidad tecno-lógica y disposición espacial. Las dificultades de su conservación in situ estaban en función de las posi-bilidades y de la diversidad de técnicas y materiales con que se contaba en esa época, y eran ejemplo de modernidad para intervenir el patrimonio. Estos trabajos pioneros, que en retrospectiva po drían ser cuestionados, han servido para pro-mover avances en la ciencia de restaurar murales y edificios prehispánicos, definiendo pautas para el desa rro llo de la conservación arqueológica en nuestro país. Preámbulo: la conservación arqueológica en México Para comprender el contexto de la conservación pro fesional al momento de iniciarse las labores del proyecto en Cacaxtla, resulta necesario que revise-mos de forma sucinta los antecedentes históricos de esta profesión en el ámbito mexicano y así ofre-cer un breve recuento de su transcurrir, lo que nos permitirá revisar el tipo de formación a la que tu-vie ron acceso las personas que han participado en la conservación del sitio y cómo fue evolucionando. La conservación arqueológica ha sido parte in-discutible de los descubrimientos culturales desde hace varios siglos. Hasta finales del siglo xix y las primeras décadas del xx, la preocupación por pre-servar los hallazgos de culturas pretéritas había sido A todos aquellos que han dedicado su vida a salvaguardar nuestro patrimonio, sus labores y su pasión por nuestra disciplina son la semilla que inspira este trabajo.