Stella Puente | Universidad Nacional de Tres de Febrero (original) (raw)
Papers by Stella Puente
Autores. Stella Puente. Alejandra Paez. Fernando Arias. Vanina Sylvestre
El reciente debate ocurrido en el Festival de Cannes respecto a la pertinencia de premiar una pel... more El reciente debate ocurrido en el Festival de Cannes respecto a la pertinencia de premiar una película de la Plataforma Netflix (Torreblanca,2017), sin estreno en sala, dio luz a una problemática presente en el panorama de la producción cultural y de sus industrias: la convergencia y la digitalización de contenidos culturales está reconfigurando todo el mapa cultural tal como se lo conocía hasta el momento. Un cambio que no sólo afecta la cartografía y caracterización de sus principales actores, sino que también hibridiza lenguajes y formatos poniendo en crisis todo un modelo de producción y de consumo cultural consolidado desde mediados del siglo XX.
La ideas y opiniones vertidas en los artículos y documentos aquí publicados, no reflejan necesari... more La ideas y opiniones vertidas en los artículos y documentos aquí publicados, no reflejan necesariamente la opinión de la Dirección ni el Editor del Observatorio
Books by Stella Puente
Con este documento iniciamos una serie de trabajos que pretendemos se conviertan en una herramien... more Con este documento iniciamos una serie de trabajos que pretendemos se conviertan en una herramienta
útil tanto para los actores intervinientes en los procesos de la creación y la producción cultural,
como para los investigadores e interesados en las temáticas que abordamos desde el
Observatorio.
En este primer documento de trabajo, analizamos la evolución de las Industrias Culturales (IC) en
nuestro país en los últimos años, tomando como base para el análisis los dos escenarios que atraviesan
al conjunto de la economía argentina de la última década: el de la convertibilidad y el del
nuevo contexto post-devaluación.
El trabajo se inicia con una introducción que da un panorama de la creciente significación
política, económica y social de las IC en el mundo. Continúa con el análisis a que hacíamos referencia,
con la evolución de las IC en general y la de los distintos sectores que las componen en ambos
escenarios. Se incluyen algunas series estadísticas de producción y comercialización que, en general,
cubren el período 1995-2003; datos globales de la balanza comercial de las IC de la Argentina en
la década de los noventa y algunos datos más recientes de las principales exportaciones culturales
de la Ciudad de Buenos Aires.
El documento cierra con una mirada dirigida a las potencialidades de la Ciudad de Buenos Aires y su
cultura en relación con el contexto global: contexto marcado por la revolución tecnológica comunicacional
y los impactos que las NTIC (Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación) tienen
en la transformación de la producción, la distribución y el consumo cultural, y el creciente rol de las
grandes urbes en la producción y el consumo cultural.
Book Reviews by Stella Puente
Stella Puente Prometeo Editorial, 2007 104 páginas n recorrido vasto e intrincado ha transitado e... more Stella Puente Prometeo Editorial, 2007 104 páginas n recorrido vasto e intrincado ha transitado el término "Industrias Culturales" desde que Theodor Adorno, Max Horkheimer y aquellos pensadores de la Escuela de Frankfurt, lo blandieran como espada crítica de la inevitable industrialización del arte allá por mediados del siglo XX. Hoy día, cuando existen cinco empresas que detentan la casi totalidad de la distribución de la música que se produce comercialmente en el mundo, y casi el 90% de las películas que se ven están producidas en un solo país, el término se ha divulgado hasta el infinito enhebrando tanto las artes más tradicionales como aquellas manifestaciones emergentes, combinando las más sofisticadas y "diseñadas" experiencias de consumo con irreverentes canales de distribución alternativos que oxigenan permanentemente el statu quo. Stella Puente, socióloga, gestora cultural y hasta hace unos meses funcionaria del Gobierno de la Ciudad a cargo de la Subsecretaría de Industrias Culturales, se ha propuesto ofrecer una introducción al tema desde la multiplicidad de factores y aristas que el mismo requiere. Ante todo conviene aclarar que estamos hablando de un conglomerado de sectores que si bien son abordados de manera conjunta y tienen numerosos elementos que los emparentan, un tratamiento exhaustivo del mismo requeriría de un involucramiento con ciertas especificidades que desdibujarían el sentido general del trabajo. Vale la pena ampliar al respecto. La industria cinematográfica y la editorial son sistemas portadores de creaciones artísticas y como tales su impacto en la cultura es tan significativo como comparable. No obstante ello, el sistema de distribución, las normativas que las regulan, o los actores que convergen en ellas, pueden estar o no tan emparentados entre sí como la industria del mueble y la de iluminación: los motores que impulsan cada uno de estos sectores, tanto como los mercados que los demandan no siempre se mueven al mismo ritmo ni se asientan en similares estructuras. Deliberadamente, la autora no plantea un corte sectorial del tipo cine, editorial, discográficas, o museos, sacrificando el detalle del análisis vertical, por un paneo lateral y agrupado de los distintos segmentos que conforman las IC. La intención de Puente, entonces, es abonar el esfuerzo que desde ya hace algunos años se viene vislumbrando tanto en nuestro país como en algunos otros por habilitar un mayor espacio en la agenda pública para el diseño y ejecución de políticas específicas en este amplio sector. En ese sentido "Industrias Culturales" es una puerta, muy bien balanceada, que se propo-ne introducirnos dentro de un sector que hasta hace poco tiempo no era considerado en sus dimensiones económicas y normativas, o en los aspectos que requiere la gestión profesional de las empresas y las entidades que pertenecen a él. Y lo hace desde la mirada del sector público y el diseño de políticas de estado. A mi entender, y siendo un observador poco imparcial dado que he trabajado los últimos años en el sector público y muchos de ellos cerca de la autora, en un país donde la disociación entre la producción académica, la gestión pública y el mercado no siempre han corrido por caminos convergentes, el esfuerzo por brindar testimonio y material de análisis susceptible de crítica o adopción, es otra forma de construir políticas de estado, término tan en boga como poco implementado en las administraciones locales y nacionales. El primer aspecto que Puente aborda es el impacto económico y productivo de las IC y la singularidad que éstas tienen precisamente al ingresar en esta esfera de análisis. Esta dualidad tiene implicancias tanto a la hora de establecer un énfasis en los aspectos económicos cuando los abordamos desde el campo de la cultura, como cuando realizamos el ejercicio inverso. En el primero de los casos significa un cambio en la modalidad de concebir la gestión cultural desde el Estado, o si se quiere una mayor amplitud de horizontes que complementen la producción o el mecenazgo público. En el segundo conlleva importantes consecuencias a la hora de establecer las profundas implicancias culturales y socia-los foros internacionales, la larvada disputa entre hegemonía cultural y diversidad cultural, que encuentra en los EEUU por un lado, y Francia y Canadá por el otro, las posturas más enfáticas en la defensa de una u otra posición a escala internacional. Un lugar protagónico tienen en el libro las discusiones en el contexto regional. No es superficial, tratándose de un continente con una cultura tan rica como avasallada, la búsqueda y creación de herramientas regionales en la defensa del espacio cultural propio no puede ser, en cuanto a sus consecuencias estratégicas, una batalla individual. El tono del libro, desde ese punto de vista, combina la observación científica con la apelación política, propia de quien ha tenido tareas de función en el ámbito público. Insisto en recalcar el mérito que representa esta doble visión en un Estado que no suele cuidar a sus cuadros técnicos y donde la académica no es una actividad cuya remuneración permita abocarse full-time a la investigación. El otro gran bloque temático del trabajo recopila diferentes experiencias de políticas públicas internacionales y de la Argentina, particularmente de la Ciudad de Buenos Aires, donde la autora puede explayarse en primera persona. Al terminar de leer el libro uno tiene la sensación de haber realizado una visita guiada al mundo de la gestión pública de las industrias culturales; algo que le otorga una cualidad al proyecto: establecer un lenguaje común para dialogar entre los más diversos actores involucrados en este sector emer-
Autores. Stella Puente. Alejandra Paez. Fernando Arias. Vanina Sylvestre
El reciente debate ocurrido en el Festival de Cannes respecto a la pertinencia de premiar una pel... more El reciente debate ocurrido en el Festival de Cannes respecto a la pertinencia de premiar una película de la Plataforma Netflix (Torreblanca,2017), sin estreno en sala, dio luz a una problemática presente en el panorama de la producción cultural y de sus industrias: la convergencia y la digitalización de contenidos culturales está reconfigurando todo el mapa cultural tal como se lo conocía hasta el momento. Un cambio que no sólo afecta la cartografía y caracterización de sus principales actores, sino que también hibridiza lenguajes y formatos poniendo en crisis todo un modelo de producción y de consumo cultural consolidado desde mediados del siglo XX.
La ideas y opiniones vertidas en los artículos y documentos aquí publicados, no reflejan necesari... more La ideas y opiniones vertidas en los artículos y documentos aquí publicados, no reflejan necesariamente la opinión de la Dirección ni el Editor del Observatorio
Con este documento iniciamos una serie de trabajos que pretendemos se conviertan en una herramien... more Con este documento iniciamos una serie de trabajos que pretendemos se conviertan en una herramienta
útil tanto para los actores intervinientes en los procesos de la creación y la producción cultural,
como para los investigadores e interesados en las temáticas que abordamos desde el
Observatorio.
En este primer documento de trabajo, analizamos la evolución de las Industrias Culturales (IC) en
nuestro país en los últimos años, tomando como base para el análisis los dos escenarios que atraviesan
al conjunto de la economía argentina de la última década: el de la convertibilidad y el del
nuevo contexto post-devaluación.
El trabajo se inicia con una introducción que da un panorama de la creciente significación
política, económica y social de las IC en el mundo. Continúa con el análisis a que hacíamos referencia,
con la evolución de las IC en general y la de los distintos sectores que las componen en ambos
escenarios. Se incluyen algunas series estadísticas de producción y comercialización que, en general,
cubren el período 1995-2003; datos globales de la balanza comercial de las IC de la Argentina en
la década de los noventa y algunos datos más recientes de las principales exportaciones culturales
de la Ciudad de Buenos Aires.
El documento cierra con una mirada dirigida a las potencialidades de la Ciudad de Buenos Aires y su
cultura en relación con el contexto global: contexto marcado por la revolución tecnológica comunicacional
y los impactos que las NTIC (Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación) tienen
en la transformación de la producción, la distribución y el consumo cultural, y el creciente rol de las
grandes urbes en la producción y el consumo cultural.
Stella Puente Prometeo Editorial, 2007 104 páginas n recorrido vasto e intrincado ha transitado e... more Stella Puente Prometeo Editorial, 2007 104 páginas n recorrido vasto e intrincado ha transitado el término "Industrias Culturales" desde que Theodor Adorno, Max Horkheimer y aquellos pensadores de la Escuela de Frankfurt, lo blandieran como espada crítica de la inevitable industrialización del arte allá por mediados del siglo XX. Hoy día, cuando existen cinco empresas que detentan la casi totalidad de la distribución de la música que se produce comercialmente en el mundo, y casi el 90% de las películas que se ven están producidas en un solo país, el término se ha divulgado hasta el infinito enhebrando tanto las artes más tradicionales como aquellas manifestaciones emergentes, combinando las más sofisticadas y "diseñadas" experiencias de consumo con irreverentes canales de distribución alternativos que oxigenan permanentemente el statu quo. Stella Puente, socióloga, gestora cultural y hasta hace unos meses funcionaria del Gobierno de la Ciudad a cargo de la Subsecretaría de Industrias Culturales, se ha propuesto ofrecer una introducción al tema desde la multiplicidad de factores y aristas que el mismo requiere. Ante todo conviene aclarar que estamos hablando de un conglomerado de sectores que si bien son abordados de manera conjunta y tienen numerosos elementos que los emparentan, un tratamiento exhaustivo del mismo requeriría de un involucramiento con ciertas especificidades que desdibujarían el sentido general del trabajo. Vale la pena ampliar al respecto. La industria cinematográfica y la editorial son sistemas portadores de creaciones artísticas y como tales su impacto en la cultura es tan significativo como comparable. No obstante ello, el sistema de distribución, las normativas que las regulan, o los actores que convergen en ellas, pueden estar o no tan emparentados entre sí como la industria del mueble y la de iluminación: los motores que impulsan cada uno de estos sectores, tanto como los mercados que los demandan no siempre se mueven al mismo ritmo ni se asientan en similares estructuras. Deliberadamente, la autora no plantea un corte sectorial del tipo cine, editorial, discográficas, o museos, sacrificando el detalle del análisis vertical, por un paneo lateral y agrupado de los distintos segmentos que conforman las IC. La intención de Puente, entonces, es abonar el esfuerzo que desde ya hace algunos años se viene vislumbrando tanto en nuestro país como en algunos otros por habilitar un mayor espacio en la agenda pública para el diseño y ejecución de políticas específicas en este amplio sector. En ese sentido "Industrias Culturales" es una puerta, muy bien balanceada, que se propo-ne introducirnos dentro de un sector que hasta hace poco tiempo no era considerado en sus dimensiones económicas y normativas, o en los aspectos que requiere la gestión profesional de las empresas y las entidades que pertenecen a él. Y lo hace desde la mirada del sector público y el diseño de políticas de estado. A mi entender, y siendo un observador poco imparcial dado que he trabajado los últimos años en el sector público y muchos de ellos cerca de la autora, en un país donde la disociación entre la producción académica, la gestión pública y el mercado no siempre han corrido por caminos convergentes, el esfuerzo por brindar testimonio y material de análisis susceptible de crítica o adopción, es otra forma de construir políticas de estado, término tan en boga como poco implementado en las administraciones locales y nacionales. El primer aspecto que Puente aborda es el impacto económico y productivo de las IC y la singularidad que éstas tienen precisamente al ingresar en esta esfera de análisis. Esta dualidad tiene implicancias tanto a la hora de establecer un énfasis en los aspectos económicos cuando los abordamos desde el campo de la cultura, como cuando realizamos el ejercicio inverso. En el primero de los casos significa un cambio en la modalidad de concebir la gestión cultural desde el Estado, o si se quiere una mayor amplitud de horizontes que complementen la producción o el mecenazgo público. En el segundo conlleva importantes consecuencias a la hora de establecer las profundas implicancias culturales y socia-los foros internacionales, la larvada disputa entre hegemonía cultural y diversidad cultural, que encuentra en los EEUU por un lado, y Francia y Canadá por el otro, las posturas más enfáticas en la defensa de una u otra posición a escala internacional. Un lugar protagónico tienen en el libro las discusiones en el contexto regional. No es superficial, tratándose de un continente con una cultura tan rica como avasallada, la búsqueda y creación de herramientas regionales en la defensa del espacio cultural propio no puede ser, en cuanto a sus consecuencias estratégicas, una batalla individual. El tono del libro, desde ese punto de vista, combina la observación científica con la apelación política, propia de quien ha tenido tareas de función en el ámbito público. Insisto en recalcar el mérito que representa esta doble visión en un Estado que no suele cuidar a sus cuadros técnicos y donde la académica no es una actividad cuya remuneración permita abocarse full-time a la investigación. El otro gran bloque temático del trabajo recopila diferentes experiencias de políticas públicas internacionales y de la Argentina, particularmente de la Ciudad de Buenos Aires, donde la autora puede explayarse en primera persona. Al terminar de leer el libro uno tiene la sensación de haber realizado una visita guiada al mundo de la gestión pública de las industrias culturales; algo que le otorga una cualidad al proyecto: establecer un lenguaje común para dialogar entre los más diversos actores involucrados en este sector emer-