Paula Cagnoni | Universidade de São Paulo (original) (raw)
Uploads
Conference Presentations by Paula Cagnoni
Es sabido que el aprendizaje de los pretéritos perfecto e indefinido del español es uno de los pu... more Es sabido que el aprendizaje de los pretéritos perfecto e indefinido del español es uno de los puntos del programa de clases que recibe más atención de parte de profesores y estudiantes brasileños. En primer lugar por las dificultades inherentes a la asociación de una sola forma en el portugués brasileño a dos formas distintas en español (una simple y otra compuesta) y sus particularidades de uso; en segundo lugar, por la misma diversidad de los usos del pretérito perfecto en las distintas variedades del español, que ponen en jaque las instrucciones de la gramática normativa que los alumnos suelen encontrar en los libros didácticos.
Esta comunicación pretende presentar la cuestión del el uso de los pretéritos perfecto e indefinido de indicativo en español y del “pretérito perfeito do indicativo” del portugués desde el punto de vista del tiempo lingüístico, contrastando su uso normativo y pragmático. También se intentará hacer un recorrido breve sobre el uso del pretérito perfecto en el español latinoamericano.
Es consabido que hablar un idioma no se reduce a articular un par de enunciados, combinando para ... more Es consabido que hablar un idioma no se reduce a articular un par de enunciados, combinando para esto formas gramaticales y esquemas sintácticos con algún vocabulario adquirido, que va mucho más allá de ello. Así, la enseñanza del español como lengua extranjera no puede limitarse a exponer al alumnado las características estructurales del idioma sin que éstas estén relacionadas con el ambiente cultural en el que se emplean, fuera de su contexto de uso.
El desconocimiento de exponentes de orden pragmático sumados a la mala interpretación de componentes lexicales puede considerarse fuente de importantes “malentendidos” en el discurso de hablantes de español como L2. Según De Castro, “en el léxico hay connotaciones conocidas, aceptadas y compartidas por los hablantes. Tales connotaciones son, en muchos casos, significaciones implícitas, presuposiciones, que el estudiante de esa lengua no puede interpretar correctamente, o bien porque no comparte el universo de actitudes, valores, creencias, en que pueden interpretarse tales mensajes, o bien porque esos mismos significados culturales se producen en su lengua en signos no semejantes
a los de la lengua que estudia.” (De Castro, 1994:67).
Comunicarse implica, por lo tanto, concertar los diversos componentes lingüísticos y extralingüísticos existentes en una lengua, obedeciendo, claro está, a criterios morfológicos, sintácticos, semánticos, pragmáticos y socioculturales con el objetivo único de generar mensajes adecuados y coherentes. Al no saber manejar estos componentes de forma eficaz, el estudiante de L2 pasa a no atribuir, o más bien a atribuir significados o valores equivocados a algunos elementos presentes en la comunicación cotidiana.
La motivación de este minicurso ha sido hacer un breve recorrido por algunos términos, unidades fraseológicas o marcadores conversacionales que suelen ofrecer problemas
al estudiante brasileño a la hora de descodificar o producir enunciados en español y que dan margen a los fallos de comunicación. Con todo, es importante destacar que nuestro objetivo no es analizar detenidamente la fraseología o los estudios del léxico en lo que atañe a los ejemplos presentados a seguir, ni siquiera presentar un listado de “expresiones
problemáticas”, sino iniciar una reflexión sobre las dificultades que pueden surgir en el proceso de adquisición de dichos contenidos a través de tales ejemplos.
Según Gutiérrez Ordóñez, " Aprender una lengua es asimilar una competencia que le permita mediant... more Según Gutiérrez Ordóñez, " Aprender una lengua es asimilar una competencia que le permita mediante el uso de la palabra, no solo representar la realidad, sino también comunicar (función informativa), realizar actos (función ilocutiva), influir sobre los demás (función perlocutiva), o construir argumentos (función argumentativa). " (Gutiérrez Ordóñez, 1994: 21). Para desempeñar dichas funciones, el hablante lanza mano de una serie de conocimientos gramaticales, morfológicos, sintácticos, fonológicos y pragmáticos que, en un dado momento, le permitirán cumplir con el objetivo comunicativo que persigue. Destaquemos de la afirmación de Gutiérrez Ordóñez la mención a las funciones informativa e ilocutiva: En la consecución de ambas se hace especialmente necesario el uso del estilo indirecto. Al recoger los ejercicios constantes en los libros de E/LE y repasar mentalmente la forma como hemos presentado este tema a nuestros alumnos, muchos de los profesores nos damos cuenta de que quizás todavía no le damos al estilo indirecto la debida importancia como componente de la competencia comunicativa de nuestros alumnos, muchas veces reduciéndolo a una serie de transformaciones sintáctico-gramaticales, con mucho contenido lingüístico y poco pragmático. No se quiere decir con esto que ya no se deba enseñar la sintaxis del EI en las clases de E/LE, sino que talvez se alcanzarían mejores resultados si este componente fuera trabajado desde una perspectiva más comunicativa, con vistas al uso real de la lengua. De este modo, el objetivo de la presente comunicación es hacer una breve reflexión sobre los problemas didácticos en la enseñanza del EI.
Mientras habla, el individuo proyecta por medio de la materialidad de la lengua un conjunto de si... more Mientras habla, el individuo proyecta por medio de la materialidad de la lengua un conjunto de significados y sentidos cuya adecuada comprensión por parte del oyente es lo que garantizará el éxito del acto de comunicación. La connotación de las palabras y los elementos que las estructuran están basados en convenciones compartidas por un conjunto de individuos, en códigos susceptibles a diversas reestructuraciones, como las sociales o científicas de una época. Por todo ello, el lenguaje no puede limitarse a la materialidad de la morfología o de la sintaxis, a lo “correcto o equivocado” de la oralidad o de la escritura.
En lo que concierne a la expresión en segunda lengua, es justamente en la producción oral o escrita – resultado del acercamiento del estudiante a la nueva lengua – donde se manifiestan con más claridad algunos de los rasgos de su proceso de adquisición. En otras palabras, son las desviaciones ortográficas, las deficiencias en el uso de los paradigmas verbales u otros logros y fracasos en el manejo de la nueva lengua lo más visible del proceso de adquisición, lo que lleva a que, muchas veces, se valore más la corrección de la forma que lo que ésta puede expresar.
En el caso específico de la enseñanza de español como LE (Lengua extranjera) a estudiantes brasileños, pese a que haya intentos en el sentido de conferirle a la adecuación en el uso real de la lengua su debida importancia, la forma es uno de los aspectos acerca de los que más se discute debido a las muchas coincidencias que hay entre el E (Español) y el PB (Portugués brasileño) en este ámbito. Se parte de la forma o se llega a ella. Además, la mirada fija en la similitud formal tiende a limitar la profundización en el análisis de los efectos comunicativos que puede tener una “misma” forma en los dos idiomas e ignora que la discrepancia en el uso de lo que parece idéntico o muy semejante entre ellos puede obstaculizar, restringir o incluso desviar la correcta asimilación de tal elemento.
A fin de ejemplificar tal discrepancia entre forma y uso, se harán consideraciones acerca de las diferencias entre el funcionamiento de las referencias verbales en E y en PB (específicamente el de la región metropolitana de Sao Paulo) y de los problemas en la adquisición de la morfología de lo que en las gramáticas de ambas lenguas se intitula Modo Imperativo por el impacto cultural que su empleo ocasiona en ciertos contextos.
Es sabido que el aprendizaje de los pretéritos perfecto e indefinido del español es uno de los pu... more Es sabido que el aprendizaje de los pretéritos perfecto e indefinido del español es uno de los puntos del programa de clases que recibe más atención de parte de profesores y estudiantes brasileños. En primer lugar por las dificultades inherentes a la asociación de una sola forma en el portugués brasileño a dos formas distintas en español (una simple y otra compuesta) y sus particularidades de uso; en segundo lugar, por la misma diversidad de los usos del pretérito perfecto en las distintas variedades del español, que ponen en jaque las instrucciones de la gramática normativa que los alumnos suelen encontrar en los libros didácticos.
Esta comunicación pretende presentar la cuestión del el uso de los pretéritos perfecto e indefinido de indicativo en español y del “pretérito perfeito do indicativo” del portugués desde el punto de vista del tiempo lingüístico, contrastando su uso normativo y pragmático. También se intentará hacer un recorrido breve sobre el uso del pretérito perfecto en el español latinoamericano.
Es consabido que hablar un idioma no se reduce a articular un par de enunciados, combinando para ... more Es consabido que hablar un idioma no se reduce a articular un par de enunciados, combinando para esto formas gramaticales y esquemas sintácticos con algún vocabulario adquirido, que va mucho más allá de ello. Así, la enseñanza del español como lengua extranjera no puede limitarse a exponer al alumnado las características estructurales del idioma sin que éstas estén relacionadas con el ambiente cultural en el que se emplean, fuera de su contexto de uso.
El desconocimiento de exponentes de orden pragmático sumados a la mala interpretación de componentes lexicales puede considerarse fuente de importantes “malentendidos” en el discurso de hablantes de español como L2. Según De Castro, “en el léxico hay connotaciones conocidas, aceptadas y compartidas por los hablantes. Tales connotaciones son, en muchos casos, significaciones implícitas, presuposiciones, que el estudiante de esa lengua no puede interpretar correctamente, o bien porque no comparte el universo de actitudes, valores, creencias, en que pueden interpretarse tales mensajes, o bien porque esos mismos significados culturales se producen en su lengua en signos no semejantes
a los de la lengua que estudia.” (De Castro, 1994:67).
Comunicarse implica, por lo tanto, concertar los diversos componentes lingüísticos y extralingüísticos existentes en una lengua, obedeciendo, claro está, a criterios morfológicos, sintácticos, semánticos, pragmáticos y socioculturales con el objetivo único de generar mensajes adecuados y coherentes. Al no saber manejar estos componentes de forma eficaz, el estudiante de L2 pasa a no atribuir, o más bien a atribuir significados o valores equivocados a algunos elementos presentes en la comunicación cotidiana.
La motivación de este minicurso ha sido hacer un breve recorrido por algunos términos, unidades fraseológicas o marcadores conversacionales que suelen ofrecer problemas
al estudiante brasileño a la hora de descodificar o producir enunciados en español y que dan margen a los fallos de comunicación. Con todo, es importante destacar que nuestro objetivo no es analizar detenidamente la fraseología o los estudios del léxico en lo que atañe a los ejemplos presentados a seguir, ni siquiera presentar un listado de “expresiones
problemáticas”, sino iniciar una reflexión sobre las dificultades que pueden surgir en el proceso de adquisición de dichos contenidos a través de tales ejemplos.
Según Gutiérrez Ordóñez, " Aprender una lengua es asimilar una competencia que le permita mediant... more Según Gutiérrez Ordóñez, " Aprender una lengua es asimilar una competencia que le permita mediante el uso de la palabra, no solo representar la realidad, sino también comunicar (función informativa), realizar actos (función ilocutiva), influir sobre los demás (función perlocutiva), o construir argumentos (función argumentativa). " (Gutiérrez Ordóñez, 1994: 21). Para desempeñar dichas funciones, el hablante lanza mano de una serie de conocimientos gramaticales, morfológicos, sintácticos, fonológicos y pragmáticos que, en un dado momento, le permitirán cumplir con el objetivo comunicativo que persigue. Destaquemos de la afirmación de Gutiérrez Ordóñez la mención a las funciones informativa e ilocutiva: En la consecución de ambas se hace especialmente necesario el uso del estilo indirecto. Al recoger los ejercicios constantes en los libros de E/LE y repasar mentalmente la forma como hemos presentado este tema a nuestros alumnos, muchos de los profesores nos damos cuenta de que quizás todavía no le damos al estilo indirecto la debida importancia como componente de la competencia comunicativa de nuestros alumnos, muchas veces reduciéndolo a una serie de transformaciones sintáctico-gramaticales, con mucho contenido lingüístico y poco pragmático. No se quiere decir con esto que ya no se deba enseñar la sintaxis del EI en las clases de E/LE, sino que talvez se alcanzarían mejores resultados si este componente fuera trabajado desde una perspectiva más comunicativa, con vistas al uso real de la lengua. De este modo, el objetivo de la presente comunicación es hacer una breve reflexión sobre los problemas didácticos en la enseñanza del EI.
Mientras habla, el individuo proyecta por medio de la materialidad de la lengua un conjunto de si... more Mientras habla, el individuo proyecta por medio de la materialidad de la lengua un conjunto de significados y sentidos cuya adecuada comprensión por parte del oyente es lo que garantizará el éxito del acto de comunicación. La connotación de las palabras y los elementos que las estructuran están basados en convenciones compartidas por un conjunto de individuos, en códigos susceptibles a diversas reestructuraciones, como las sociales o científicas de una época. Por todo ello, el lenguaje no puede limitarse a la materialidad de la morfología o de la sintaxis, a lo “correcto o equivocado” de la oralidad o de la escritura.
En lo que concierne a la expresión en segunda lengua, es justamente en la producción oral o escrita – resultado del acercamiento del estudiante a la nueva lengua – donde se manifiestan con más claridad algunos de los rasgos de su proceso de adquisición. En otras palabras, son las desviaciones ortográficas, las deficiencias en el uso de los paradigmas verbales u otros logros y fracasos en el manejo de la nueva lengua lo más visible del proceso de adquisición, lo que lleva a que, muchas veces, se valore más la corrección de la forma que lo que ésta puede expresar.
En el caso específico de la enseñanza de español como LE (Lengua extranjera) a estudiantes brasileños, pese a que haya intentos en el sentido de conferirle a la adecuación en el uso real de la lengua su debida importancia, la forma es uno de los aspectos acerca de los que más se discute debido a las muchas coincidencias que hay entre el E (Español) y el PB (Portugués brasileño) en este ámbito. Se parte de la forma o se llega a ella. Además, la mirada fija en la similitud formal tiende a limitar la profundización en el análisis de los efectos comunicativos que puede tener una “misma” forma en los dos idiomas e ignora que la discrepancia en el uso de lo que parece idéntico o muy semejante entre ellos puede obstaculizar, restringir o incluso desviar la correcta asimilación de tal elemento.
A fin de ejemplificar tal discrepancia entre forma y uso, se harán consideraciones acerca de las diferencias entre el funcionamiento de las referencias verbales en E y en PB (específicamente el de la región metropolitana de Sao Paulo) y de los problemas en la adquisición de la morfología de lo que en las gramáticas de ambas lenguas se intitula Modo Imperativo por el impacto cultural que su empleo ocasiona en ciertos contextos.