Estudio morfotecnológico y análisis de microfósiles en bloques con piedras tacitas en Chile Central. En prensa En: (S. Rojas Mora y C. Belmar Pantelis, eds.) De las muchas historias entre las plantas y la gentes. British Archaeological Reports (BAR), South American Series. Oxford. 2010 (original) (raw)
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SILICA BIOMORPHS IN THE PEDOARCHAEOLOGICAL SEQUENCE FROM PASO OTERO 5 SITE (BUENOS AIRES PROVINCE, ARGENTINA). Archaeological and paleoenvironmental studies has been carried out in Paso Otero 5 site. Faunal remains of both extinct and modern species associated to “fish-tail” projectile points were founding the archaeological component (10,450-10,200 years BP). The stratigraphic sequence ranges from the Pleistocene-Holocene transition to the Late Holocene. The aim of this paper is to study the assemblage of silica biomorphs (poriferous, diatoms, chrysophyseae cysts), specifically the silicophytoliths. The results allowed to recognise two major groups: I) bottom of the sequence (ca. 12,000-10,450 BP) represented only by silicophytoliths (less than 10%) which are indicative of a scarce vegetal cover under arid to semi-arid and dry conditions. II) top of the sequence (ca. 10,450-present) whereas the silicobioliths are dominant (<50%), indicating an increase in the vegetal cover developed under more humid conditions. During ca. 10,450/9400 BP warm-humid conditions were registered followed by a hydric restriction which it lasted to ca. 8800 BP. A change to environmental stability is recorded during this time. Hydric restrictions have been inferred towards ca. 7800 BP and dry conditions continued and incremented between ca. 6600-4200 BP. A rapid change towards more humid environments is registered ca. 2500 BP and finally, a brief pulse of intense hydric restriction is identified at the top of the sequence. The analysis of the phytoliths would indicate rapid environmental changes in the plains during the Pleistocene-Holocene transition and the Late Holocene.
Memoria del 56.º Congreso Internacional de Americanistas, 2018
El ingreso y la circulación de las plantas registrado a partir de la llegada de los europeos a América modificaron el paisaje natural preexistente a la vez que dieron comienzo a la conformación de nuevos paisajes culturales. Hasta el momento el rol de las plantas en dicho contexto ha sido analizado en la mayor parte de los casos desde el registro documental y desde escasos restos macroscópicos hallados en los sitios, con una perspectiva que puso énfasis en la subsistencia y lo ritual. Menos atención se ha prestado a las tecnologías constructivas empleadas en la arquitectura por entonces desarrollada y a cómo se articularon en dicho proceso las especies vegetales americanas con las introducidas desde Europa, o cómo fueron empleadas en la manufactura de adobes, tapiales y argamasas de ligamento y/o recubrimiento. Este trabajo propone un aporte en tal sentido a partir del análisis de los microrrestos vegetales presentes en muestras de morteros de tierra recuperados en El Shincal (Catamarca, Argentina), una instalación construida por los incas en el siglo XV y reocupada durante el siglo XVI por exploradores ibéricos. Se pretende dar cuenta de las especies incluidas en la argamasa utilizada para la adhesión de los bloques líticos de la estructuras del sitio, registrando potenciales variaciones a través del tiempo entre la presencia de especies nativas e introducidas, y avanzando en la caracterización de los vegetales que, a partir de entonces, impactaron en la conformación del nuevo paisaje biocultural en la región.
Se presenta un caso de estudio en el Valle del Bolsón, Catamarca, donde el problema de la agricultura prehispánica se ha abordado desde una perspectiva interdisciplinaria. A partir de un análisis de la planimetría del sitio de producción agrícola El Alto El Bolsón nos hemos planteado hipótesis sobre uso del suelo y producción en distintos tipos de estructuras agrícolas (canchones, acequias, aterrazamientos, corrales). Las variables de contrastación fueron emplazamiento, acceso al recurso agua, morfología arquitectónica de las estructuras, análisis de los artefactos arqueológicos, y análisis de los suelos y microfósiles contenidos en los mismos sitios. Las muestras fueron tomadas de acuerdo a los horizontes pedogenéticos observados en el campo. Para la descripción de los suelos se siguieron las Normas de Reconocimiento de Suelos y en laboratorio se les realizaron análisis de textura, pH (relación suelo-agua 1:2,5), porcentaje de materia orgánica y en algunos casos Fósforo Total. Los microfósiles fueron extraídos de las mismas muestras, y se procesaron con el método de extracción múltiple de microfósiles que implica un bajo uso de productos químicos agresivos. Los resultados obtenidos en las estructuras consideradas son altamente satisfactorios y permiten por primera vez distinguir prácticas agrícolas tales como fertilización de campos con guano animal; rotación y alternancia de cultivos (en este caso Zea mays sp./ Solanum tuberosum); algunos tipos de cultígenos sembrados (además de los ya mencionados, cf Chenopodium quinoa, Cucurbita sp. y Ullucus sp.). El aporte que los microfósiles pueden dar a los estudios de agricultura prehispánica es entonces prometedor, pero si bien los microfósiles constituyen evidencia independiente en el sentido epistemológico, no deben ser interpretados descontextualizados de la información arqueológica general, en tanto por sí solos no permiten una interpretación adecuada ya que -como cualquier otro vestigio arqueológico-, una misma combinación de estos ecofactos puede interpretarse por circunstancias o actividades diferentes de acuerdo al contexto de hallazgo. Citar como: Korstanje M. A. y P. Cuenya. 2008. Arqueología de la Agricultura: suelos y microfósiles en campos de cultivo del Valle del Bolsón, Catamarca, Argentina. En: A. Korstanje y P. Babot (Eds.): Matices Interdisciplinarios en Estudios Fitolíticos y de otros Microfósiles. BAR International Series 1870. pp. 133-147. 218 páginas. [Publicación con referato]. ISBN- 978 1 4073 0237 9.