La vulnerabilidad de los cuerpos masculinos en el cine uruguayo (original) (raw)
This article analyzes how Uruguayan cinema portrays the vulnerability of masculine bodies when they are consumed, objectified, and erotized as models of traditional masculinities to build and reproduce the national epic of soccer. Both children in youth soccer in Mi mundial (Carlos A. Morelli, 2017) and adults of marginal masculinities in the documentaries Mundialito (Sebastián Bednarik, 2010), Maracaná (Sebastián Bednarik and Andrés Varela, 2014), and Sangre de campeones (Sebastián Bednarik and Guzmán García, 2018) enter the heroic Uruguayan narrative by following hegemonic masculine ideals, but are then discarded after fulfilling their role. As a counterpoint to the hard and athletic bodies, the soft bodies in some visual fictions show their wounds and some transgressions, such as compassion and kindness in Una forma de bailar (Álvaro Buela, 1997), Rincón de Darwin (Diego Fernández, 2013), and Una noche sin luna (Germán Tejeira, 2014). Este artículo analiza cómo el cine uruguayo representa la vulnerabilidad de los cuerpos masculinos al ser consumidos, cosificados y erotizados como modelos de masculinidades tradicionales para construir y reproducir la épica nacional del fútbol. Tanto los niños del fútbol infantil en Mi mundial (Carlos A. Morelli, 2017) como los adultos de masculinidades marginadas en los documentales Mundialito (Sebastián Bednarik, 2010), Maracaná (Sebastián Bednarik y Andrés Varela, 2014) y Sangre de campeones (Sebastián Bednarik y Guzmán García, 2018) ingresan a la épica nacional gracias a reproducir ideales de masculinidades hegemónicas, para luego ser desechados una vez que han cumplido su rol. Como contrapunto de los cuerpos duros y atléticos del fútbol, los cuerpos blandos de algunas ficciones visuales nuevamente manifiestan la fragilidad, las heridas y ciertas rupturas con las masculinidades convencionales a través de la compasión y la solidaridad en Una forma de bailar (Álvaro Buela, 1997), Rincón de Darwin (Diego Fernández, 2013) y Una noche sin luna (Germán Tejeira, 2014). Este artigo analisa como o cinema uruguaio retrata a vulnerabilidade dos corpos masculinos quando são consumidos, objetificados e erotizados como modelos de masculinidades tradicionais para construir e reproduzir a epopéia nacional do futebol. Tanto as crianças no futebol juvenil em Mi Mundial (Carlos A. Morelli, 2017) e adultos com masculinidades marginais nos documentários Mundialito (Sebastián Bednarik, 2010), Maracaná (Sebastián Bednarik e Andrés Varela, 2014) e Sangre de Campeones (Sebastián Bednarik e Guzmán García, 2018) adentram a narrativa heroica uruguaia seguindo ideais masculinos hegemônicos, mas são então descartados após cumprirem seu papel. Como um contraponto aos corpos duros e atléticos, os corpos macios em algumas ficções visuais demonstram suas feridas e algumas transgressões, como compaixão e a bondade em Una forma de Bailar (Álvaro Buela, 1997), Rincón de Darwin (Diego Fernández, 2013), e Una Noche Sin Luna (Germán Tejeira, 2014).