Jorge Cuesta: Un rebelde que insisten en llamar loco (original) (raw)
uál es la diferencia entre locura y genialidad si su desmesurado devenir en cualquiera de los casos es igualmente difícil de interpretar?, ¿dónde se encuentra el límite que separa estos polos?, ¿por qué no preguntar si su conjunto actuar en la vida de un hombre trae como resultado la llegada del elegido, de ese visionario capaz de presentir los cambios que vendrán en cuanto a la concepción del mundo y el arte? Como la gran mayoría de los artistas, Jorge Cuesta fue incomprendido por los intelectuales de su tiempo, a pesar del respeto que muchos de ellos le profesaban. Vida y obra de este escritor-miembro del grupo de Los Contemporáneos-delatan al hombre, en el que el binomio planteado se sumó al afán de perfección de quien, como todo ser apasionado, se perdió en los brazos de su amor: el ejercicio de la razón. Así que no es gratuito pensar que al analizar la obra de Nietzsche, 1 Cuesta estuviera reflexionando a partir de su propia experiencia. Dice nuestro autor: "No hay un espectáculo más trágico que el de la tenacidad, la lucidez, la penetración, la astucia y la inteligencia," porque esto implica la "victoria sobre sí mismo", hasta que se llega a la conclusión de que la razón no es el hombre "sino lo que triunfa sobre el hombre". Esta abrumadora inteligencia lleva al que la posee al eterno viaje o a lo que Klossowski ha denominado el círculo vicioso 2 , mismo que Cuesta 159 1 "Nietzsche y el nazismo", 1991: 138. 2 Dice Klossowski, sobre la teoría del eterno retorno planteada por Nietzsche: "El necesario movimiento al que me libro, desprendiéndome de mí mismo. Si, ahora, declaro quererlo y, queriéndolo necesariamente, lo habré vuelto a querer, no haré otra cosa que alcanzar con mi conciencia el movimiento circular: debiera identificarme en el Círculo, sin embargo no saldré nunca de esa representación a partir de mí mismo; de hecho, ya no estoy en el instante de la brusca revelación del Eterno Retorno; para que esa revelación tenga un sentido, sería necesario que yo perdiera conciencia de mí mismo, y que el movimiento circular