AUTONOMÍA PARA APRENDER Y AUTONOMÍA PARA vivir (original) (raw)
2005, Revista Digital de Investigación en Docencia Universitaria
El sistema educativo tiene el reto actual de formar individuos autónomos. Esta autonomía no implica solo el que las personas tengan los recursos necesarios para aprender a aprender, sino que puedan convivir armónicamente en comunidad, escuchándose a sí mismos para tomar sus propias decisiones, sin estar determinados por deseos instintivos ni modelos coercitivos impuestos por la sociedad. Así, para desarrollar autonomía, le corresponde a la educación trabajar tres elementos: la voluntad, la libertad y la autoestima. De esta forma, una educación promotora de una verdadera autonomía deberá tener un carácter dialógico, haciendo hincapié en la integración solidaria de la persona con su comunidad. Nos referimos a una persona que no ha renunciado a sus metas ni aspiraciones, sino que sabe cómo guiarlas hacia un proyecto común de bienestar general.