Una independencia truncada: el primer ensayo dominicano de liberalismo limitado (1821-1822) (original) (raw)

2023, Trienio: un debate abierto, dos hemisferios conectados (1820-1824)

Este libro pretende superar esa sesgada imagen del Trienio, mostrando de forma concluyente su relevancia política, social, económica y cultural. No solo en España, sino en los procesos de independencia iberoamericanos y en el liberalismo revolucionario europeo. Porque el olvido actual del Trienio contrasta tanto con los ecos que despertó durante su corta vida, como con la extraordinaria herencia que dejó tras de sí. Pocas veces una etapa tan breve ha resultado tan fructífera. Esta rehabilitación de nuestro pasado común (español, americano y europeo) se aborda en este volumen con una visión original y novedosa: a través de un centenar de entrevistas realizadas a algunos de los más reputados especialistas del periodo, que nos muestran de forma ágil, amena y rigurosa su particular punto de vista sobre el Trienio Liberal. Una mirada nueva y renovadora de un pasado que, doscientos años después, aún se halla de algún modo presente. Resumen del capítulo "Una independencia truncada: el primer ensayo dominicano de liberalismo limitado (1821-1822)". Las peculiaridades del caso dominicano, como territorio que había pasado a dominio francés tras la firma del tratado de Basilea en 1795, y que solo fue recuperado para la Corona española como consecuencia del proceso encabezado desde el propio Santo Domingo, la conocida como guerra de la Reconquista (1808-1809), ponen de manifiesto la complicada relación entre la metrópoli y su primera posesión en América, una especie de relación amor-odio. Los motivos no faltaban, al menos desde Santo Domingo, para esa dualidad de sentimientos, toda vez que se había sentido traspasada como un hato de bestias, en palabras de Menéndez Pelayo, en lo que algunos de los más destacados historiadores dominicanos como García y Peña Batlle han denominado el inicio de la desnacionalización de Santo Domingo. Esta tuvo un segundo episodio, aún más prolongado y definitorio debido a sus trascendentales consecuencias para el futuro de la nación y nacionalidad dominicanas: la ocupación de la parte oriental de la isla Española por las tropas haitianas, que se prolongó durante veintidós años, desde el 9 de febrero de 1822 hasta el 27 de febrero de 1844, cuando fue proclamada la República Dominicana. La pregunta es qué aconteció entre el retorno de Santo Domingo al seno de la monarquía hispánica y su absorción por parte de sus vecinos occidentales, y la respuesta se encuentra, en buena medida, en un periodo aún poco estudiado de la historia de aquel país, habitualmente referido en la historiografía dominicana como la España Boba, dentro del cual se inserta el breve periodo de vigencia de la restaurada Constitución de Cádiz durante el Trienio Liberal, que en el caso dominicano resultó aún más breve, pues en la noche del 30 de noviembre de 1821 se proclamó de forma incruenta la primera independencia dominicana, bajo la curiosa y significativa, casi premonitoria, denominación oficial de Estado Independiente de la Parte Española de Haití. La facilidad con que se consumó esta independencia constituye sin duda una nueva demostración del ya inveterado desinterés de las autoridades peninsulares respecto al destino de Santo Domingo. A lo largo de 1821, aun tratándose de un lapso tan breve, se registró una interesante actividad política, casi inédita en el caso dominicano, que tuvo lugar al calor del restablecimiento de la Constitución de 1812. En efecto, encontramos una inusitada vitalidad de la opinión pública, que se ve reflejada en los dos medios periodísticos que aparecieron, si bien por escasos meses, y que son los primeros de toda la historia de Santo Domingo.