¿Crisis o colapso? Extralimitación y decrecimiento (original) (raw)

Una transición hacia el decrecimiento

2009

La definición común de la palabra decrecimiento parece invocar un sentido económico restringido, pero la diversidad de implicaciones, la variedad de voces que desde diferentes ámbitos la han reivindicado y el cuestionamiento global del modelo de vida occidental demuestran su multidimensionalidad. Así pues, más allá de la economía, tiene claras implicaciones en la ética, la cultura y, sobre todo, en la política.

Las crisis y los límites

Otra Economía, 2011

Natalia Quiroga (NQ): Franz, quería situar tu pensamiento en este año del Bicentenario. Me parece muy interesante comparar el momento político por el cual pasaba América Latina en 1992, cuando se cumplieron los 500 años de la Conquista, y el momento político actual, en especial en América del Sur, donde se desarrollan procesos como los de Bolivia y Ecuador. ¿Qué clima de época percibes en este momento? Franz Hinkelammert (FH): Mira, la situación de crisis actual que vivimos no es sólo financiera, aunque siempre las crisis tienen un costado fi nanciero. Es una crisis que pone de presente que llegamos al límite. Es diferente a la de 1992, donde todavía muchas opiniones públicas mantenían optimismo. Eso se ha quebrado, esta es una crisis de los límites en varios sentidos. Un sentido está directamente vinculado con la crisis de energía. El alto precio del petróleo y las tasas de crecimiento en los precios del suelo contribuyen a que en la opinión de la gente aparezca la idea de que con el mismo tipo de economía no vamos a encontrar una salida. Nadie sabe cuál economía en específi co, pero muchos se dan cuenta que el tipo de economía ya no depende de un crecimiento/vencimien

El decrecimiento como alternativa de futuro

Col·lectiu d'Estudis sobre Cooperació i Desenvolupament El decrecimiento como alternativa de futuro 2 E l p o r q u é d e l d e c r e c i m i e n t o El tabú del crecimiento:

Crisis como colapso del conflicto

En el lenguaje ordinario encontramos expresiones como estas: "los recursos se distribuyeron de modo justo"; "las partes en conflicto en-contraron justicia", "la decisión fue justa", entre otras. Todas estas ex-presiones se refieren de una u otra manera a los intentos de recompo-sición, o a la recomposición de hecho, de una unidad en conflicto en virtud de la existencia de intereses y demandas antagónicas. En estos contextos, el significado de la noción de justicia invoca la sutura de un desgarramiento, gracias a que la razón identifica las partes "rotas" (confrontadas) y vuelve a tejer una cierta unidad sobre la base de dar-le a cada cual lo que le corresponde siguiendo alguna idea que juzga razonable. Esa idea o principio que sigue la razón para atribuir resarci-mientos y castigos o distribuir bienes es la que establece la posibilidad de una diferencia entre lo que las partes creen que merecen recibir y lo que la razón les adjudica de hecho. Esta imagen, que hemos heredado de Platón, supone analogar la ciudad con el alma humana. Los conflictos existentes en la ciudad se parecen a los conflictos existentes en el alma del individuo humano. Los primeros se resuelven de modo análogo a como se resuelven estos últimos. En el alma del individuo humano coexisten deseos en conflic-to; la razón deliberativamente los considera y, siguiendo su apego a un principio o regla, suscribe uno de ellos transformándolo en una razón para la acción. El deseo desechado se apaga lentamente; la resolución

Haití o Waslala: en los límites del colapso

2011

En enero de 2010, un terremoto de 7 grados en la escala de Richter con epicentro a 12 km de Puerto Principe, la capital de Haiti, dejo sin hogar a un millon de personas, mas cientos de miles de muertos y heridos, causando una de las catastrofes humanitarias mas graves de la historia. Los terremotos y tormentas, el monocultivo, la guerra, el pago de la deuda, la deforestacion y las nuevas deudas se conjugan dejando un pais empobrecido, desgastado y exangue. Las ayudas y la cooperacion extranjera hoy tambien se organizan para rescatar a Haiti. Pero, ?Puede Haiti emanciparse?, ?es Haiti rescatable?, ?es Haiti un “Estado fallido” o sera un “Estado imposible”?

Más Allá Del Desarrollo: Decrecimiento

Revista Internacional de Pensamiento Político, 2018

La pregunta por la justa medida es hoy especialmente urgente. Paradójicamente, si nuestro sistema no crece, se derrumba la sociedad que genera, con graves consecuencias sobre todo para los sectores menos favorecidos por dicho paradigma; pero si crece como hasta ahora, lo que se desploma en el horizonte es el ecosistema del cual formamos parte y, con ello, nuestro futuro. Partiendo de la imposibilidad de un crecimiento exponencial futuro que el capitalismo ha necesitado hasta ahora para imponer su promesa de bienestar, ¿cómo generar (también en las periferias) una vida que merezca la pena ser vivida?

Comunicación y decrecimiento

Revista Nhengatu, 2013

El concepto de saturación comunicativa no es nuevo en el campo de la investigación en comunicación. Desde diferentes enfoques (lingüístico, psicológico, económico...) ha sido un tema de preocupación en relación con la comprensión de los fenómenos comunicativos modernos. En el presente trabajo tratamos de articular una relación novedosa del concepto comunicativo con una idea próxima al ámbito de la ecología: el decrecimiento. Se trata, en este sentido, de una propuesta encaminada a hacer visible una acuciante necesidad; a saber la de limitar, filtrar y seleccionar el imponente volumen de información con el que manejarse en la cotidianidad. Se trata, asimismo, de una aproximación teórica en la que hemos revisado algunas de las propuestas más significativas en el estudio de la saturación comunicativa, el decrecimiento y los problemas inherentes a la estructura de la comunicación del siglo XXI. La finalidad del artículo persigue fijar una vinculación necesaria entre ambas ideas.

Texto final Crisis completo y reducido

El concepto de "crisis demográfica", referido generalmente a las economías europeas del Antiguo Régimen o a las economías en vías de desarrollo del presente, evoca un suceso o una coyuntura de descenso acusado de la población, en la mayor parte de casos motivada por un alza de la mortalidad. Una emigración masiva también podía, en principio, desatar una súbita caída demográfica, pero sólo tenía lugar en raras circunstancias, como éxodos por motivos políticos o

Hegemonía, ruptura y Refundación. Crisis del Estado ampliado

El Observador, 2018

Después de todo lo que se ha dicho y escrito sobre el pensador marxista italiano Antonio Gramsci, ¿En qué exactamente consiste su contribución al desarrollo de un pensamiento crítico sobre la sociedad capitalista y liberal contemporánea? ¿Cómo podemos pensar con Gramsci los problemas específicos que surgen desde la margi- nalidad y la subalternidad periférica del neoliberalismo globalizador? ¿Todavía tiene Gramsci algo que decirnos sobre el Bloque Histórico, el Estado, la dominación, la hegemonía, la revolución pasiva, la guerra de posiciones y la ruptura catártica con la aparente necesidad y exclusiva posibilidad del mundo existente? El presente trabajo desarrolla una respuesta fundamentalmente positiva a es- tas preguntas y lo hace a partir de las condiciones específicas y concretas que nos ofrece el caso de Guatemala desde la llamada “transición democrática” inaugurada formalmente en 1985, hasta la crisis de hegemonía que se abrió en 2015, que con- tinúa en el presente y que ya podemos ver prolongándose hacia el futuro cercano de las próximas elecciones generales de 2019. El Gramsci que ofrecemos en este trabajo es abiertamente materialista, histórico, dialéctico y, sobre todo, comprome- tido. Pero el materialismo de Gramsci es un materialismo de la experiencia, de la práctica, de lo que se vive, se goza, se sufre, se pierde o se espera concretamente, por los grupos más explotados, excluidos y oprimidos, aunque dicha práctica esté ya siempre mediada, dado el predominio existente de ciertos sistemas de propiedad, producción y poder, por el imperio de la facticidad, de la inmediatez, la normalidad y la disciplina. Es un materialismo que rompe con la violencia de la abstracción. Se trata, así, de un materialismo de la praxis, de la experiencia común y soli- daria, del conocimiento desde abajo, y vivido desde dentro de la historia social. El materialismo de Gramsci es lo que llamamos en este trabajo el materialismo de la impureza. Armados con el materialismo de Gramsci podemos decir, por tanto, que el momento clave, “catártico”, de ese proceso político de ruptura con la hegemonía, con la necesidad y posibilidad de lo existente, está en la Guatemala de hoy pro- fundamente vinculado con el surgimiento de la idea de la Refundación y la crisis de hegemonía que se abrió en 2015. Dentro de las luchas actuales, la coyuntura pre- sente de la guerra de posiciones en Guatemala, solo esta idea y no otra nos ofrece la oportunidad de romper con la cadena de necesidad y posibilidad dictada por el Bloque Histórico existente y su consenso dominante.