Lenguaje y poder: un campo en tensión (original) (raw)
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La Lengua como herramienta de poder
Primeras Jornadas Internacionales de Educación Lingüística “La Identidad y las Lenguas” - Facultad de Ciencias de la Administración – UNER, 2004
Hace 500 años comenzó la conquista española y aún no ha terminado. El 9 de julio, día de nuestra independencia, se torna en una fecha simbólica, más que en una manifestación cabal de nuestra emancipación. Ya no hay matanzas masivas de aborígenes pero se destruyen culturas, no existe una autoridad impuesta por el país colonizador pero foráneos toman decisiones sobre nuestro destino, y los saqueos de nuestras riquezas materiales cobran nuevas formas en manos de compañías multinacionales. Un ejemplo de ese colonialismo aún vigente es la organización del III Congreso de la Real Academia Española, que tendrá lugar en Rosario. Una vez más, tomarán decisiones sobre nuestra cultura y de modo particular sobre nuestro lenguaje. Hay una relación entre lengua y poder: la lengua es un instrumento de comunicación pero también es una estrategia de poder, y dentro de esa estrategia se incluye la intencionalidad de la Real Academia Española, de vulnerar el derecho de autodeterminación lingüística de nuestros pueblos, tal como se desprende de las declaraciones periodísticas de funcionarios de la Secretaría de Cultura de la Nación, al reconocer que dicho evento es “política de Estado” del Estado español. El eje temático de dicho congreso “Identidad Lingüística y Globalización” es sugestivo y lo preanuncia como un acto eminentemente político –una vuelta de tuerca más a una homogeneización forzosa- y no de conocimiento científico. Más aún, la globalización tal como muchos la entienden, implica no sólo la desaparición de las lenguas y culturas originarias sino también de las variedades regionales del español. Al Estado argentino le compete la obligación de proteger ese patrimonio con políticas lingüísticas apropiadas. De lo contrario pensar en la aplicación de un plan de Educación Intercultural Bilingüe (español – lenguas minoritarias), como recientemente lo anunciara el gobierno argentino, parece una realidad cada vez más difícil de alcanzar.
Apuntes sobre lenguaje, poder y género
TSN (Transatlantic Studies Network). Revista de Estudios Internacionales, 2021
Se muestran aquí algunas de las capacidades y «oficios» que el lenguaje puede llegar a tener/desempeñar, en los que se vislumbra su aptitud para intervenir en la realidad. Con las palabras transmitimos pensamientos y emociones, pero también desencadenamos hechos que pueden llegar a incidir en (incluso transformar) el curso de la realidad social. Así, las lenguas son capaces de crear identidad, individual o colectiva, lo que a veces despierta reacciones en contra de esa misma construcción. Estas reacciones desvelan la lucha de poderes que subyace bajo este tipo de conflictos, donde las lenguas no escapan a la tentación de ser sometidas a normas de obligado cumplimiento. Por otra parte, con la incorporación de la variable «género» al binomio «lenguaje» ⁓ «poder» veremos aparecer la existencia de un poder discursivo dominante (masculino) contra el que ciertos sectores de la sociedad actual se declaran en rebeldía. En el presente texto, tales ideas se acompañan de ejemplos concretos extraídos de la realidad social y lingüística de los países hispanohablantes, cuya lengua común -como lengua viva- se ha visto afectada en su trayectoria por los problemas aquí apuntados.
Diccionario crítico de Ciencias Sociales. Terminología científico-social., 2009
A menudo se ha considerado como una de las ventajas más señeras de las prácticas lingüísticas dialógicas el hecho de que servirían para atenuar, mediante su implementación, la violencia de otras prácticas sociales en que la fuerza y el poder fáctico se manifestarían con una crudeza mayor (así, G. Calogero, Ch. Perelman, K.-O. Apel o J. Habermas). Esta concepción se ha visto reforzada recientemente por ciertos pensamientos de índole postmetafísica (G. Vattimo, R. Rorty, R. Brandom), que han vinculado la noción de violencia con la interrupción perentoria del diálogo argumentativo entre los agentes implicados, y que, a su vez, han ligado tal interrupción con la creencia en un “fundamento” que vendría a saldar, por sí solo, todo recurso a las razones públicas, propio de los planteamientos dialógicos mentados. Sin embargo, también se han presentado recientemente (por parte de autores como Roland Barthes o Eric Gans) argumentos a favor de la idea de que el factum del lenguaje es ya, por sí solo, fuente de un genuino tipo de violencia, no por sutil menos imperativa. En este texto nos proponemos analizar, desde un punto de vista metaético, el enfrentamiento mutuo entre estas concepciones opuestas de la relación entre violencia y lenguaje, y aventuraremos cierta salida para las cuitas resultantes, apoyándonos fundamentalmente en argumentos de wittgensteiniano jaez.
Lenguaje y conflicto ¿imperativo necesario?
El lenguaje se constituye en una evidencia cierta de la evolución de la humanidad. A lo largo de los años ha participado en los cambios de la humanidad y de una u otra forma ha influido en los conflictos existentes, así como en sus soluciones. En este artículo de reflexión queremos plantear algunas ideas que permiten ver cómo el lenguaje, al igual que el hombre, ha ido evolucionando hasta tal punto que se ha ido posicionando cada vez más en las decisiones que afectan el desarrollo del individuo. También queremos mostrar, cómo a través del lenguaje se puede, no sólo entender el conflicto, sino aprender y construir con él.
Lenguaje y autoridad: Totalidades localizadas
Aquí hago una comparación entre algunos escritos con la fi rma Miguel Antonio Caro y unos estudios sobre tales escritos. Los trabajos de Miguel Antonio Caro se pensarán en torno a dos ideas: lenguaje y autoridad; las investigaciones sobre estos escritos se articularán a través de la función historiográfi ca que unas lecturas canónicas le asignan a Caro y los lineamientos, impuestos por rutinas disciplinares, que aquí llamo los "ecos de la Regeneración". En el texto problematizo las formas en que se han abordado los escritos en cuestión y propongo un acercamiento a las refl exiones de este pensador decimonónico en tanto sus escritos pueden entenderse como una totalidad localizada, entre muchas posibles, y no sólo como un efecto entre otros, de una totalidad homogénea y preexistente.
Lenguaje y mundo, 2012
Parménides, padre de la metafísica occidental, sostiene que sólo el ser puede ser pensado y dicho. No se puede hablar del no ser. Con ello fija las bases de una relación íntima, profunda, conflictiva y misteriosa, la que hay entre el lenguaje y la realidad. La historia de la filosofía nos muestra las múltiples formas en las que se ha pensado este enlace: el lenguaje como reflejo del mundo, el lenguaje como su configurador, el lenguaje como su límite, el lenguaje como disfraz. La reflexión sobre esta conexión atraviesa no sólo todas las líneas filosóficas sino también otros discursos, el de la ciencia, el del arte, el social, el de la medicina, el del psicoanálisis, el de la semiótica, el de la religión, por citar algunos. El interés sobre las relaciones entre el lenguaje y la realidad arraiga en un hecho fundamentalmente humano, nos interesa el mundo, y hablamos sobre él. Con el propósito de discutir estas cuestiones se realizaron en Junio de 2010 las IV Jornadas del Círculo de Estudios Wittgensteinianos. Los trabajos que aquí se presentan son versiones corregidas por sus autores de lo allí leído y defendido. El lector podrá apreciar recorriendo las páginas deeste volumen las múltiples caras con las que se puede pensar la relación entre el lenguaje y la realidad.
Lenguaje y poder: entre consignas y acciones sobre acciones
Este ensayo tiene como objetivo problematizar la relación entre el lenguaje y el poder. Para ello se empleará la siguiente estrategia: en primer lugar, se hace la distinción entre lo que corresponde a los cuerpos como materia física formada que posee ciertas propiedades naturales y lo que pasa sobre ellos en términos de acontecimientos socio simbólicos que determinan los modos de ser (se afirma que los cuerpos y los acontecimientos son distintos). En segundo lugar, se caracteriza los enunciados como consignas. La idea básica es mostrar que el lenguaje puede ser entendido en el marco de su realización colectiva en la medida en que se reconozca la manera en que agencia codificaciones sobre la vida de los individuos. Finalmente, a la definición de los enunciados-consigna se suma la problematización de las relaciones de poder, con el fin de tratar de presentar con precisión el esquema abstracto de las funciones que están a la base de las sujeciones políticas. La hipótesis general es que los enunciados son funciones que agencian relaciones de poder y que, en virtud de ello, emergen en el campo social como heterogéneas determinaciones sobre la existencia íntima y pública de las personas.