Los animales no humanos como parte de la religión (original) (raw)

El neoaristotelismo y la consideración moral de los animales no humanos

Este artículo examina las defensas de la consideración moral de los animales no humanos que pueden llevarse a cabo desde posiciones aristotélicas. Presenta asimismo el modo en el que esta se ha planteado, entre otros, por Steve Sapontzis, Stephen Clark, Martha Nussbaum, Daniel Dombrowski, Bernard Rollin o Nathan Nobis. El artículo no argumenta a favor de una posición neoaristotélica, pero sostiene que quienes acepten esta perspectiva tienen razones para rechazar la discriminación de los animales no humanos.

Hacia una teoria etica de animales humanos y no humanos

Revista de Bioética y Derecho, 2021

El objetivo de este artículo es exponer algunos de los principales trabajos desarrollados en la filosofía moral, arguyendo cómo éstos se han hecho cargo (o no) del estatus moral de los animales no humanos. Para lograr este objetivo, el trabajo se divide en tres apartados. En primer lugar, delimito el objeto de estudio “animales” y me refiero a algunos mitos en relación con ellos. En segundo lugar, expongo someramente los trabajos filosóficos de las principales corrientes en filosofía moral. Finalmente, introduzco como una alternativa a la ética tradicional los postulados desarrollados desde la ética de la compasión.

La religión y la naturaleza humana

Ensayos de Filosofía, 2016

La pregunta de partida más obvia es si la religión constituye un sistema inherente a la especie humana, expresado mediante diferentes registros. Por ello, conviene indagar su anclaje bioantropológico, es decir, el enraizamiento de la religión en la naturaleza humana, entendida como resultado de la evolución biológica.

¿Es posible atribuir creencias a animales no humanos y humanos prelingüísticos?

Lo que hay en común entre los animales no humanos y los humanos prelingüísticos es, justamente, su carencia de lenguaje, o bien, su lenguaje primitivo (menos complejo que el nuestro). Así que la pregunta que trataré de responder puede reformularse del siguiente modo: ¿es posible atribuir creencias a criaturas que carecen de un lenguaje como el nuestro? Así, lo que sea dicho con respecto a los animales no humanos puede ser dicho con respecto a los humanos prelingüísticos. Al final, la tesis que defiendo es sencilla: la conducta verbal no es condición necesaria para la atribución de creencias.

Nietzsche, el animal religioso

Quimera. Revista de Literatura, 2000

Es difícil aproximarse a la filosofía de Nietzsche sino se está dispuesto a perder algo de lo que uno más ama. Estamos ante una filosofía que no se expresa para enseñar, ni tan siquiera para aleccionar, aún menos con una finalidad doctrinaria o dogmática, sino que se verbaliza para ser, es decir, por primera vez la filosofía no se desarrolla en el ámbito del pensar, en la especulación y meditación de un ser individual, sino en la textura de la escritura. Pero, ¿no afirma el mismo Nietzsche que en la soledad, en el abismo de la propia interioridad, en lo que él denomina su pensamiento abismal, es dónde se ha gestado su pensamiento? ¿No ha repetido hasta la sociedad que el aforismo, como forma de escritura, recoge, como en un destello, lo que ha sido fruto de un meditación profunda, prolongada, titánica en la propia interioridad? Posiblemente, no se me entienda porque hemos perdido la capacidad de extrañamiento de un pensar que no se dirija al papel, que no necesite de un desarrollo escriturístico para ganar distanciamiento de sí, visión crítica, conciencia de sí; nos resulta ajeno un pensar que no tantee y se mida en la escritura, probando en ella su capacidad verbal y comunicativa. Un pensar así existió y fue hegemónico en nuestra cultura occidental. Desde este olvido, se nos hace difícil comprender la novedad del pensamiento niezstcheano. Resultaría algo así, como si en nuestras sociedades de la comunicación, dominados por la imagen y el sonido, por la extensión sin límites de los espacios públicos en detrimento de la interioridad, alguien propusiera un estilo de pensamiento, de filosofía, sin imágenes. Algo así intentó Heidegger cuando intentó desplazar una metafísica de la presencia construida sobre el sentido de la vista hacia una metafísica del oído. La escritura ha sido siempre manifestación del pensar, exposición verbal del mismo; en algunos casos, ensayo, didactismo, pedagogía encaminada a informar, a dirigir el pensamiento de otros, a educar, pero no se había incardinado en la dinámica propia del pensar. En Nietzsche, y a partir de él, el pensamiento se articula en la escritura, y sólo en ella. Este giro radical de la filosofía, en tanto que encarnada de la escritura, es la que explica y da razón del vitalismo de la filosofía. No es ajena la filosofía del medio o materia en la que se realiza. El haberse transformado en escritura, es decir, al haber establecido la escritura como medio en el y a través del cual se piensa, como materia en la que el pensamiento se gesta y produce, toma conciencia de sí, avanza hacia una comprensión unitaria de sí, explica por qué esta filosofía hace de la encarnación, de la afirmación radical de la existencia, su puntal más firme, su creencia más básica. La escritura da conciencia al hombre de su propio espacio vital, de la precariedad de su base, de la necesidad de crearse y recrearse sin fin, de su animalidad suspendida. En la escritura la vida reposa de sí, queda en suspenso, por un breve y mortal instante, al que se le puede denominar, en plenitud de la palabra, presente. En esa suspensión la vida muestra su dinámica propia, su dimensión temporal, y, con ella, la esencia del hombre como puente, como cuerda hacia una meta suspendida en el abismo. El escribano, el escritor puede leer en la esencia de su alma en suspensión la verdad de una animalidad suspendida, tensada como la flecha en el arco, hacia el corazón de la divinidad. La vida desvela en la escritura y sólo en ella que el hombre es un "animal religioso". Nietzsche escribe, en El crepúsculo de los ídolos, que "todo filósofo de primer orden es una mezcla de bestia y dios" 1. Espero que en el curso de esta breve exposición se vea, de una manera más clara y nítida, la concepción de la religiosidad encerrada en el pensamiento nietzscheano, y, porqué, ésta guarda una estrecha conexión con la animalidad.

Razones y normatividad en animales no humanos

L'ircocervo, 2023

Reasons and Normativity in Non-human Animals According to intellectualist approaches to reasons and normativity, non-human animals lack a genuine sensitivity to reasons. In that sense, in contrast to human beings, they cannot be considered normative creatures. Against intellectualism, in this paper, we hold that when a creature arrives at a new doxastic state by carrying out a certain type of reasoning, the premises of it constitute genuine reasons for her. We are interested in reasoning as a personal level process, which requires a certain kind of intelligence, implicit knowledge, and some (partial) understanding of the reasons by which the creature arrives at a new belief. However, this sort of reasoning requires neither the possession of epistemic concepts nor the possession of meta-representational competencies, as the intellectualists hold. Thus, if some non-human animals-such as great apes-have the capacity to carry out this kind of reasoning, they can be credited with a practical ability to use reasons and a (partial) cognitive access to them. In this sense, they could also be taken to be normative animals.