El parasitismo protestante y la imposibilidad de hacer teología y exégesis bíblica si se acepta la sola scriptura (original) (raw)

Sola Scriptura numquam sola. La cuestión de la hermenéutica bíblica entre católicos y luteranos

Revista de teología española, 2021

Lutero recordó la importancia y centralidad de la palabra de Dios, a la vez que formuló el principio de la sola Scriptura, después evolucionado con el tiempo. Trento y el Vaticano II presentan Escritura y tradición como elementos complementarios que parten de la misma fuente, buscando su compatibilidad con el método histórico-crítico y los hallazgos de la exégesis contemporánea. En esta línea se presenta la “hermenéutica de la fe” propuesta por Joseph Ratzinger / Benedicto XVI

Modernidad religiosa y educación protestante

HUMAN REVIEW. International Humanities Review / Revista Internacional de Humanidades, 2018

La llegada de los protestantismos históricos al Norte de México trajo consigo múltiples implicaciones, entre las cuales se puede mencionar al arribo de nuevas ideas. Justamente, dichas ideas se transmitieron a través de la Educación. El presente artículo representa una aproximación a la creación de escuelas protestantes en la Ciudad de Monterrey a finales del siglo XIX, así como un análisis de las posibles contribuciones de los centros de enseñanza enmarcado en un contexto de cambios importantes como la secularización de la sociedad y la consolidación del naciente estado Mexicano.

CITAS DE ELENA DE WHITE SOBRE EL ESPÍRITU SANTO I (PATRIARCAS Y PROFETAS)

El apóstol Pedro amonesta a los subpastores: "Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino de un ánimo pronto; y no como teniendo señorío sobre las heredades del Señor, sino siendo dechados de la grey." Y Pablo dice: "Por tanto mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual ganó por su sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al ganado." (1 Ped 5: 2, 3; Hech. 20: 28, 29.) pg. 190. Cuando Cristo acabe su obra mediadora en favor del hombre, entonces empezará ese tiempo de aflicción. Entonces la suerte de cada alma habrá sido decidida, y ya no habrá sangre expiatorio para limpiarnos del pecado. Cuando Cristo deje su posición de intercesor ante Dios, se anunciará solemnemente: "El que es injusto, sea injusto todavía: y el que es sucio, ensúciese todavía: y el que es justo, sea todavía justificado: y el santo sea santificado todavía." (Apoc. 22: 11.) Entonces el Espíritu que reprime el mal se retirará de la tierra. Como Jacob estuvo bajo la amenaza de muerte de su airado hermano, así también el pueblo de Dios estará en peligro de los impíos que tratarán de destruirlo. Y como el patriarca luchó toda la noche pidiendo ser librado de la mano de Esaú, así clamarán los justos a Dios día y noche que los libre de los enemigos que los rodean. Pg. 199 A medida que pasaban los años y erraba con sus rebaños por lugares solitarios, meditando acerca de la condición oprimida en que vivía su pueblo, Moisés repasaba el trato de Dios hacia sus padres, las promesas que eran la herencia de la nación elegida, y sus oraciones en favor de Israel ascendían día y noche. Los ángeles celestiales derramaban su luz en su derredor. Allí, bajo la inspiración del Espíritu Santo, escribió el libro de Génesis. Los largos años que pasó en medio de las soledades del desierto fueron ricos en bendiciones, no sólo para Moisés y su pueblo, sino también para el mundo de todas las edades subsiguientes.pg. 255-256. En esta forma la falsificación satánica logró su propósito; envalentonó a los egipcios en su rebelión y provocó el endurecimiento del corazón de Faraón contra la convicción del Espíritu Santo. Satanás también esperaba turbar la fe de Moisés y de Aarón en el origen divino de su misión, a fin de que sus propios instrumentos prevaleciesen. No quería que los hijos de Israel fuesen libertados de su servidumbre, para servir al Dios viviente. Pg. 268-269.