In Conversation with Peter De Costa (original) (raw)

Based on Bordieuan concepts of symbolic power and legitimization, this study analyzes the identity of a language teacher in Puebla, Mexico. Through a series of in-depth interviews, we examine how Mexican institutions may (de)legitimize the teaching expertise of an EFL educator by promoting a discourse of "native"-speakerism. In contrast with existing literature , this study is situated in the Puebla context, wherein the Poblano State government granted permanent teaching positions to Mexican bilingual transnationals with no formal teacher training. While our participant contested some of the dominant language ideologies, such as the use of language certifications, she also appeared to internalize deficit discourses about her "non-nativeness," which made her question her own pedagogical identity. We found that some of our participant's deficit views were reinforced during her own teacher preparation and professional development. By analyzing our participant's perspectives in terms of current scholarship-such as Higgins, 2017; Kachru, 2005; Rudolph, Selvin, & Yazan, 2015-, we aim to generalize results to teacher preparation in other contexts so that processes of delegitimization based on the "native" speaker fallacy are less often perpetuated. Resumen Teniendo como referencia los conceptos bourdieusianos de poder simbólico y legitimidad, el presente estudio cualitativo analizó la identidad de una docente de inglés en Puebla, México. A través de una serie de entrevistas en profundidad, examinamos cómo las instituciones mexicanas (i)legitiman los reconocimientos académicos de nuestra participante mediante un discurso que favorece la idea de que los hablantes nativos son a priori, docentes modelos para enseñar una segunda lengua. A diferencia de la literatura existente, este estudio se sitúa en un contexto en donde el gobierno del estado de Puebla decidió otorgar plazas de docente a migrantes transnacionales mexicanos de retorno, sin tomar en cuenta su formación docente para su contratación. A pesar de que nuestra participante tomó posiciones contestatarias en términos de las ideologías lingüísticas dominantes-por ejemplo, en el uso irreflexivo de las certificaciones-, ella interiorizó un discurso de inferioridad al no ser hablante nativa, lo que le hizo cuestionarse sus propios conocimientos pedagógicos. Así, identificamos que el discurso de inferioridad de nuestra participante se fomentó durante su formación profesional y académica. Al analizar el contexto de nuestra participante en el marco de investigaciones previas en dicho rubro-como Higgins, 2017; Kachru, 2005; Rudolph, Selvi, & Yazan, 2015-, nuestro objetivo es generalizar los resultados para que, en otros contextos educativos de formación docente, los procesos de deslegitimidad no sean repetidos a perpetuidad.