Periferia y modernidad proyecto final (original) (raw)
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Ciencias Sociales y Religión, 2015
En este artículo nos proponemos describir, a partir de trabajo de campo antropológico, dos prácticas sacralizadas como son: la "elevación espiritual" en la Asociación Escuela Científica Basilio (AECB) y la entonación de daimoku en el Budismo Nichiren que difunde la organización Soka Gakkai Internacional (SGI). El objeto de este abordaje es exhibir los modos en que dichas prácticas ofician transformaciones corporales y cosmológicas en sujetos insertos en búsquedas de salud dentro de lo que podríamos definir como religiones periféricas en Buenos Aires (Argentina). Para ello primero expondremos las tradiciones y cosmologías que sustentan a ambas prácticas para luego analizar cómo estas operatorias corporales y rituales materializan instancias tanto de sanación como de conversión religiosa.
La modernidad, un proyecto incompleto 1
En la edición de 1980 de la Bienal de Venecia se admitió a los arquitectos, los cuales siguieron así a los pintores y cineastas. La nota que sonó en aquella primera bienal de arquitectura fue de decepción, y podríamos describirla diciendo que quienes exhibieron sus trabajos en Venecia for-maban una vanguardia de frentes invertidos. Quiero decir que sacrificaban la tradición de modernidad a fin de hacer sitio a un nuevo historicismo. En aquella ocasión, un crítico del periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, propuso una tesis cuya importancia rebasa con mucho aquel acontecimiento en concreto para convertirse en un diagnóstico de nuestro tiempo: «La posmodernidad se presenta claramente como antimodemidad». Esta afirmación describe una corriente emocional de nuestro tiempo que ha penetrado en todas las esferas de la vida intelectual, colocando en el orden del día teorías de postilustración, posmodernidad e incluso posthistoria. La frase «los antiguos y los modernos» nos remite a la historia. Empecemos por definir estos conceptos. El término «moderno» tiene una larga historia, que ha sido investigada por Hans Robert Jauss. La palabra «moderno» en su forma latina «modernus» se utilizó por primera vez en el siglo V a fin de distinguir el presente, que se había vuelto oficialmente cristiano, del pasado romano y pagano. El término «moderno», con un contenido diverso, expresa una y otra vez la conciencia de una época que se relaciona con el pasado, la antigüedad, a fin de considerarse a si misma como el resultado de una transición de lo antiguo a lo nuevo. Algunos escritores limitan este concepto de «modernidad» al Renacimiento, pero esto, históricamente, es demasiado reducido. La gente se consideraba moderna tanto durante el período de Carlos el Grande, en el siglo XII, como en Francia a fines del siglo XVII, en la época de la famosa «querella de los antiguos y los modernos». Es decir, que el término «moderno» apareció y reapareció en Europa exactamente en aquellos períodos en los que se formó la conciencia de una nueva época a través de una relación renovada con los antiguos y, además, siempre que la antigüedad se consideraba como un modelo a recuperar a través de alguna clase de imitación. El hechizo que los clásicos del mundo antiguo proyectaron sobre el espíritu de tiempos posteriores se disolvió primero con los ideales de la Ilustración francesa. Específicamente, la idea de ser «moderno» dirigiendo la mirada hacia los antiguos cambió con la creencia, inspirada por la ciencia moderna, en el progreso infinito del conocimiento y el avance infinito hacia la mejoría social y moral. Otra forma de conciencia modernista se formó a raíz de este cambio. El modernista romántico quería oponerse a los ideales de la antigüedad clásica; buscaba una nueva época histórica y la encontró en la idealizada Edad Media. Sin embargo, esta nueva era ideal, establecida a principios del siglo XIX, no permaneció como un ideal fijo. En el curso del XIX emergió de este espíritu romántico la conciencia radicalizada de modernidad que se liberó de todos los vínculos históricos específicos. Este 1 El texto de este ensayo corresponde inicialmente a una charla dada en septiembre de 1980, cuando la ciudad de Frankfurt galardonó a Habermas con el premio Theodor W. Adorno. En marzo de 1981 se dio como conferencia en la Universidad de Nueva York, y en el invierno de ese año fue publicado bajo el titulo «Modernidad contra posmodernidad» en New German Critique. Se reproduce aquí con permiso del autor y el editor.
Periferia, literatura y estudios comparados
El hilo de la fábula - Revista del Centro de Estudios Comparados, 2019
El hilo de la fábula · Diecinueve · 2019 Mimesis de Erich Auerbach (1942) se considera como punto de inflexión para los estudios literarios y comparados. Esta inflexión proviene de una condensación de dos condiciones: las condiciones del trabajo académico y de la producción intelectual. Estas instalan una sensibilidad creciente desde mediados del siglo XX en la vida universitaria y sus mundos circundantes hacia la reflexividad, hacia lo que va a llamarse políticas del conocimiento. Mimesis fue elaborado e incluso imaginado en lo que era la periferia de Europa en el contexto de la segunda Gran Guerra y la situación del pueblo judío. La periferia ingresa al núcleo de los estudios literarios en tanto Auerbach reconoce que Mimesis no hubiera sido posible sin las condiciones peculiares que la vida académica en Estambul planteaba. La otra cuestión es el tema de Mimesis: la repre-sentación de la realidad en la literatura. Esta formulación cui-dadosa tiene varias posibilidades: la formulación más directa es el problema del realismo; como reconoce Auerbach: una historia sistemática y completa del realismo no ha dejado de aparecer como necesaria. Y lo es porque lo que está en debate es la relación de la literatura con el mundo y con los lectores (y los críticos). Es decir, la cuestión de la representación de la realidad en la literatura no ha dejado de crecer tampoco. Aquí nos centraremos en el tema de la periferia.
Jesús de la Sota. Una vida de creación, 2020
Investigación sobre la aportación de los maestros de la modernidad al ámbito del diseño de mobiliario en general y de asientos en particular.
Modernidad: un proyecto incompleto
En 1980, la Bienal de Venecia incluyó arquitectos en la muestra. La nota dominante en esa primera bienal de Arquitectura fue la desilusión. Diría que los que estaban en Venecia formaban parte de una vanguardia que había invertido sus frentes, sacrificando la tradición de la modernidad en nombre de un nuevo historicismo. En esa ocasión, el crítico del Frankfurter Allgemeine Zeitung esbozó una tesis cuya significación superaba el hecho mismo de la bienal para convertirse en un diagnóstico de nuestro tiempo: "La posmodernidad se presenta, sin duda, como Antimodernidad". Esta afirmación se aplica a una corriente emocional de nuestra época que ha penetrado todas las esferas de la vida intelectual. Y ha convertido en puntos prioritarios de reflexión a las teorías sobre el posiluminismo, la posmodernidad e, incluso, la poshistoria.
Papeles de Cultura Contemporánea Hum736
El presente artículo plantea un acercamiento al proyecto Contemporánica, desarrollado entre 2016 y 2020 en el Centro Cerámica Triana (Sevilla), como ejemplo de los procesos de artificación de materiales y técnicas cerámicas artesanales. A partir de las exposiciones desarrolladas a lo largo de tres temporadas, resulta posible plantear una aproximación a las operaciones de trasvase desde unas esferas tradicionalmente recluidas dentro del campo de la alfarería funcional o la artesanía decorativa hacia su aprovechamiento por parte de creadores multidisciplinares procedentes de las últimas tendencias artísticas y su reubicación dentro de los parámetros de una dicción contemporánea.
Actualmente es una realidad que el concepto de globalización ha inundado todo tipo de discursos, incluso se ha hecho común en el vocabulario de la opinión pública principalmente por la ya mencionada difusión que le han dado los medios de comunicación.
Morosoli: La Periferia Llega Al Centro
Literatura em Debate, 2015
Juan Jose Morosoli es un autor uruguayo de la generacion del Centenario que con sus cuentos presenta, desde el interior del pais del sur, la doble periferia, un tipo de personaje que sobresale por su tristeza, su gravedad y su universo gris. Personajes sin nombres, sin historias, sin futuro. Personajes que, como el mismo autor senala, son vivientes en un espacio que no les corresponde, puesto que las autoridades los han sacado (a la fuerza, con papeles que se imponen a la historia) del campo y los han llevado (arrastrado) a las afueras de la ciudad. Este cuentista tiene valores tanto en sus narraciones para adultos como en las que son para ninos, en este articulo deseamos analizar estas riquezas a fin de ayudar a ubicarlo en la galeria de los buenos narradores uruguayos.