Realidad e irrealidad en Tantas veces Pedro de Alfredo Bryce Echenique (original) (raw)

La palabra de Alfredo Bryce Echenique

Letras (Lima), 2007

En este artículo realizaremos una lectura panorámica del universo narrativo del escritor Alfredo Bryce Echenique. Podría decirse que toda la obra de Bryce se fundamenta en dos grandes ejes temáticos. Por un lado, Bryce es uno de los grandes cronistas de la burguesía peruana en novelas como Un mundo para Julius, No me esperen en abril y El huerto de mi amada. Por otro, una parte importante de su quehacer novelístico desde Tantas veces Pedro (1977) en adelante ha explorado la idiosincrasia de la identidad peruana ubicando a sus personajes en un mundo cultural ajeno al propio y viviendo un singular exilio. Todas las novelas de Bryce examinan la psicología del sujeto desclasado, antiheroico y solitario, que a menudo vive intensas experiencia sentimentales que subrayan su desarraigo en el mundo. La obra de Bryce exhibe siempre una voz propia para narrar, caracterizada por una oralidad siempre expansiva y envolvente y el despliegue de un humor irónico, corrosivo y revelador.

Un mundo para Julius - Alfredo Bryce Echenique

Así la vida era más agradable, así sí que valía la pena vivir y para eso se había trabajado tanto en la vida, así, hablando de nuestros antepasados, de tu abuelo, Susan, tan británico en todo, tan señor, como ya no los hay y con ese nombre tan sugestivo, Patrick, estudió en Oxford ¿no?, ¡cuánta tradición! A Lastarria le fascinaba todo lo inglés, el castillo era una buena prueba de ello y por eso era tan maravilloso tener a Susan, nieta de ingleses, hija de inglés, educada en Londres, metida en el bar, ahí ya no faltaba nada ni nadie.

El espacio en la obra de Alfredo Bryce Echenique

La elección del autor y del tema de este trabajo no tuvo una motivación concreta ni entusiasta. Pero si hoy tuviera que empezar, de nuevo, una tesis, volvería a elegir a Alfredo Bryce Echenique, porque entrar en la obra de este escritor supone, por lo pronto, dos cosas, una sorpresa, en el sentido más elemental del término (esa cajita que se abre con la ilusión de lo desconocido, y que se presenta cual resorte inesperado, haciéndote perder, por un momento la calma, y que se completa con el gesto burlón de sacar la lengua, dulcificado con el guiño de ojo); y al margen, o al unísono, la risa en todas sus manifestaciones: desde la sonrisa comprensiva e irónica a la carcajada rotunda. Y esto por lo que se refiere al encuentro con el escritor.

El humor y la ironía en Un mundo para Julius de Alfredo Bryce Echenique

Apuntes Universitarios

La obra del escritor peruano Alfredo Bryce Echenique ha sido objeto de múltiples investigaciones desde los estudios literarios y las ciencias sociales, tanto en Perú como en el extranjero. La narrativa peculiar que posee se caracteriza, fundamentalmente, por el tratamiento de temas con representación social peruana, principalmente, ambientados en la segunda parte del siglo XX. Otra línea temática que ejecuta es la que corresponde a las vivencias de los latinoamericanos en Europa. La trama argumental de sus obras trasciende hacia una crítica social desde la perspectiva de los individuos que no encajan en sus sociedades representadas. Para el tratamiento de esta narrativa, utiliza algunas estrategias novedosas, como la oralidad, la intertextualidad, la cultura popular, y el humor y la ironía. En este sentido, el presente artículo analiza la forma en que Bryce Echenique utiliza el humor y la ironía como estrategias efectivas para la articulación de su primera novela, Un mundo para Juli...

Memoria y olvido en El huerto de mi amada de Alfredo Bryce Echenique

Buena parte de la obra de Alfredo Bryce Echenique se encuentra elaborada a partir de un complejo juego entre memoria y olvido, entre el recuerdo -evocación voluntaria del pasado--y la nostalgia, esa involuntaria pero inmensa marea que desde las aparentemente tranquilas profundidades de nuestro inconsciente: "...aflora, surge brota, nos invade, nos llena, nos moja" (Bryce 2001: 221). Ya Susan en Un mundo para Julius (1970) fantasea con un añorado pasado londinense en medio de una cambiante Lima; en La última mudanza de Felipe Carrillo (1988) el solitario drama de Felipe en su piso de París obedece a su imposibilidad de sacarse de encima el recuerdo de la morena Eusebia; o las andanzas sentimentales Juan Manuel, el cantautor peruano de La amigdalitis de Tarzán (1999), no son sino la evocación de un perdido París junto a Fernanda María a través de una comunicación epistolar sostenida entre reencuentros siempre a destiempo. El huerto de mi amada (2002), ciertamente, no escapa a este complejo ir y venir entre recuerdos, olvidos y nostalgias. El propósito de estas líneas es señalar algunas notas sobre la función de la memoria en la última novela de Alfredo Bryce. El huerto de mi amada narra el inmediato y apasionado amor que surge entre Carlos Alegre di Lucca, un muchacho católico recién salido del colegio e hijo de una respetable familia de limeña, y Natalia Larrea y Olavegoya, una de las más bellas, codiciadas, y adineradas mujeres de la ciudad, quien, además de 1 Publicado en Ferreira, César e Ismael Márquez eds. Los mundos de Alfredo Bryce Echenique. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú / Fondo Editorial. 2004: 551-558.

Alfredo Bryce Echenique

(Lima, 1939) Narrador peruano cuya prosa desenvuelta y osada lo ha situado entre los más originales narradores latinoamericanos. Bryce Echenique ha desarrollado una narrativa muy próxima al cuento oral, donde se difuminan las fronteras entre realidad y ficción, pues el autor recurre frecuentemente a sus propias experiencias para configurar un relato vivo y plagado de giros y peripecias. Profundo conocedor de la sociedad limeña, clasista y contradictoria recurre a la ironía para lograr un humorismo que pretende provocar, según el propio autor, «la sonrisa lúcida». Es además el creador del antihéroe latinoamericano en Europa, caracterizado por sus contradicciones personales y una constante evocación de su lejano país. Hijo de Francisco Bryce y Elena Echenique, miembros de la antigua oligarquía limeña, realizó sus estudios secundarios en los colegios Santa María y San Pablo de Lima (1950-56). En 1957 ingresó a la Universidad de San Marcos de Lima, en la que se graduó de bachiller en derecho (1963), abogado (1964), bachiller en literatura con una tesis sobre Hemingway (1964) y doctor en literatura con una tesis sobre Henri de Montherlant (1977). En octubre de 1964 viajó a Francia con una beca por un año para estudiar en la Universidad de La Sorbona, pero decidió permanecer en Europa y viajó por Francia, Italia, Grecia y Alemania. Instalado de nuevo en París, inició su carrera de escritor y al mismo tiempo se dedicó a la enseñanza, primero como profesor de lengua española en un colegio parisiense (1967-68), para pasar luego a dictar cursos de literatura hispanoamericana en las Universidades de Nanterre (1969-73), La Sorbona (1971-75) y Vincennes (1973-80) en París. En 1980 fue contratado como profesor asociado en la Universidad Paul Valéry de Montpellier. Desde 1985 se instaló en España, residiendo en Barcelona y Madrid. En 1997 regresó a Perú. La obra de Alfredo Bryce Echenique se inscribe en una corriente de profundos cambios en la narrativa peruana, ocurridos a partir de la década de 1950 con el paulatino desplazamiento del discurso indigenista a la expresión de los nuevos núcleos urbanos de la costa, formados por el intenso proceso migratorio desde el interior del país. Su estilo abiertamente desenfadado y lleno de anécdotas humorísticas y situaciones jocosas le hace heredero de la prosa de Ricardo Palma, el singular autor de las Tradiciones peruanas, con quien comparte también una tierna y benevolente inclinación por el pasado. Pero lo que para Palma era un ejercicio personal de la historia, en Alfredo Bryce Echenique resulta más bien apelación a la memoria y a la nostalgia, y una búsqueda de la especificidad narrativa a través del cuento y la novela. Bryce Echenique, por otra parte, manifiesta un acabado dominio de la oralidad: sus personajes hablan con una gran dosis de frescura y naturalidad. En el plano de la representación social, su obra ofrece casi siempre un retrato nostálgico de la aristocracia peruana, venida a menos por el surgimiento de un amplio sector de burguesía comercial al promediar la década de 1950. En ese sentido, el modelo que motiva la memoria del narrador se presenta como un microcosmos perfecto, a pesar de sus desajustes y contradicciones. Inició su carrera literaria con un libro de cuentos, Huerto cerrado (1968), y obtuvo gran éxito con su novela Un mundo para Julius, de 1970, de cierta inspiración biográfica, donde traza el irónico retrato de un sector feliz y despreocupado de la oligarquía limeña. La mirada de Julius, que es la mirada de la infancia, fundamenta la vitalidad lingüística y el leve afán paródico del libro. El mundo de la adolescencia en la alta sociedad limeña vuelve a ser el tema inspirador de los cuentos y relatos de Felicidad ja, ja (1974): historias llenas de melancolía sobre la difícil iniciación en la vida. Son posteriores un libro de crónicas, A vuelo de buen cubero (1977), la novela Tantas veces Pedro (1977) y Magdalena peruana y otros cuentos (1986).