Democracia y sistemas electorales (original) (raw)

Sistemas electorales y de partidos

¿El sistema electoral perfecto existe? El premio Nobel de economía en 1972, Kenneth Arrow respondió negativamente a este interrogante, en 1951 demostró con el Teorema de la posibilidad que es imposible definir el interés general a partir de elecciones individuales. A pesar de este y otros teoremas como el de Bentham y la paradoja de Condorcet. La elección no es solamente el medio de expresar una opinión individual. La elección es un ritual social, es una actividad constitutiva de identidades, que se construye en un momento histórico determinado y se modifica permanentemente en función de su legitimidad social 1 . El voto moviliza los valores dominantes de las sociedades democráticas: la nación, la soberanía, el pueblo, la opinión política y el interés general. Cada sociedad construye su propio sistema electoral en función de sus identidades, determinan las reglas a través de la cuales sus electores pueden expresar sus preferencias políticas y, mediante las cuales los electores pueden convertir los votos en escaños parlamentarios o en cargos de gobierno. Es por esta razón que existe una gran variedad de sistemas electorales: a escrutinio mayoritario, proporcional, a una vuelta, a dos vueltas, uninominal, plurinominal, directo o indirecto. Cada uno de estos sistemas traducen una determinada noción de la representación.

La influencia de los sistemas electorales

Cuadernos de CAPEL, 1988

Los países jóvenes que no tienen un sistema de partidos estructurado y adoptan un sistema electoral de representación proporcional (más de un representante por distrito) se autoimponen condiciones poco favorables para superar la atomización partidista y lograr una consolidación. Una fórmula electoral fuerte (por ejemplo, un representante por distrito) tiene un efecto reductivo respecto de los partidos distrito por distrito (efecto local) por cuanto los que se sitúan bajo la simple mayoría o bajo la cuota tienden a desaparecer. Ello tendrá, además, un efecto reductivo a escala nacional, salvo que haya partidos fuertes que sean diversos en los distintos distritos, lo cual con frecuencia se produce en virtud de motivos regionalistas, étnicos, lingüísticos, religiosos e ideológicos. Por consiguiente, un sistema electoral pluralista, por ejemplo, de un solo representante por distrito, en el largo plazo tiende a producir una competencia bipartidista nacional si el electorado refractario a la presión del sistema electoral queda disperso en proporciones que están por debajo de la pluralidad en los diversos distritos, pues en tal caso serán los mismos dos partidos los contendores relevantes en todos los distritos del país. Un sistema electoral proporcional (más de un representante por distrito, generalmente asociado a la representación proporcional más posible también con sistemas de simple mayoría o mayoría relativa) no causa la multiplicidad de partidos, sino que la refleja. De haber un sistema estructurado de competencia bipartidista, la representación proporcional no ge-

Democracia y sorteo de cargos

Daímon, 2017

Se contrastan las virtudes democráticas de las elecciones populares con las del sorteo de cargos, y se argumenta que las elecciones populares (aunque también los referéndums activados por la ciudadanía) exhiben mejores credenciales morales para arrogarse la legitimidad y autoridad final en un sistema político. Se rescata el carácter complementario del sorteo de cargos y se discuten algunas propuestas mixtas que combinan el sorteo de cargos con las elecciones populares. Finalmente, se propone un nuevo sistema de democracia directa-activado por la ciudadanía-que hace un uso inteligente de las asambleas de sorteados. Se argumenta que bajo este último formato las asambleas de sorteados están capacitadas para fijar un nuevo horizonte de legitimidad democrática.

Sistema electoral y voto estratégico

Publicado en I. Crespo (ed.), Las campañas electorales y sus efectos en la decisión del voto. Volumen II. La campaña electoral de 2000: partidos, medios de comunicación y electores, Valencia, Tirant lo Blanch, 2004 (198-222).

Democracia, elecciones y función electoral

La Ley - Suplemento Constitucional n.° 6, 2018

La noción de "función electoral" carece de univocidad, y, a nuestro criterio, suele ser mal empleada en el ámbito del Derecho Constitucional y Electoral. Pretendemos aportar aquí un adecuado enfoque de su contenido y caracteres.

Sistemas electorales en España

Los sistemas electorales adquieren una particular importancia en el desarrollo político e institucional de las nuevas democracias. En este artículo se examinan los aspectos más sobresalientes de los sistemas electorales que coexisten en la actualidad para el Congreso de los Diputados, los Parlamentos autonómicos y el Parlamento Europeo. La relevancia del caso español se encuentra reforzada por la ruptura con el pasado republicano, las circunstancias de la transición, la complejidad de los distintos niveles territoriales de la competición electoral y la diversidad de los tipos de consultas que hubieron de celebrarse.