El siglo de los castigos (original) (raw)

HISPANIA NOVA. Revista de Historia Contemporánea Núm. 13 (2015) ISSN: 1138-7319 - DL: M-9472-1998

En los años 50, el franquismo mantenía 50.000 personas presas, mientras que en los 60 la cifra descendió a 15.000. En 1975, fueron 15.518 quienes recibieron la noticia de la muerte del dictador Francisco Franco entre rejas. En 2010, la cifra de presos en España ascendía a 73849. Por el camino, cuando en 1995 se aprobó el Código Penal democrático (20 años después de la muerte del dictador), el Estado español mantenía encarceladas a 44.956 personas. Asumir la comparativa entre la última cifra de un régimen dictatorial y las de un régimen democrático, anima, cuando menos, a intentar comprender los procesos que operan para tal multiplicación de personas presas en estas últimas décadas. Y más, cuando las primeras explicaciones apresuradas, sin investigación previa, no sirven: pensar que puede explicarlo el hecho de que ha aumentado la demografía por nacimientos o inmigración o porque delinquimos más. Como afirma la abogada especialista en derecho penal y penitenciario Patricia Moreno Arrarás, en el epílogo de la obra que aquí se reseña, que es contundente y necesario para repensar la prisión y el castigo hoy día, "ni lo uno ni lo otro". Un epílogo que podría perfectamente haberse planteado como un prólogo que nos invitara a reflexionar sobre cómo puede explicarse que, con unos índices muy bajos de criminalidad, España sea el estado con una de las tasas más altas de Europa en personas presas.