Stefan Zweig : renuncia a la utopía suramericana. Traducción del francés por Aurora Arciniegas (original) (raw)

1998, Número, N°18, Bogotá, junio-agosto 1998, pp. 82-84.

DORADO GERMÁN ARCINIEGAS TRADUCCIÓN DEL ESPAÑOL POR GEORGES LOMNÉ MONTPELLIER, EDITIONS ESPACES 34, 1995 (284 PP.) DESDE ABRIL DE 1941, CUANDO ACABABA DE TERMINAR el Amerigo Vespucci, Stefan Zweig le dio curso libre a la ambición que siempre lo había habitado de observar su imagen en el espejo del mundo. Esta mirada desde un ángulo singular, que le permitirá comunicarse tan íntimamente con Montaigne en su último refugio de Petrópolis, lo conduce en su autobiografía a autorizarse ciertos acomodamientos respecto de la idea que quiso legar de América del Sur. Así, la precedencia que en El mundo de ayer se le otorga a la Argentina en detrimento del Brasil invierte la cronología del viaje realizado durante el verano de 1936, y también la jerarquía afectiva que establecía entre los dos países en su correspondencia privada . A esta desemejanza se agregan, además, algunos ángulos muertos : en El mundo de ayer no se mencionan el primer viaje al Brasil ni la gira triunfal por la Argentina y el Uruguay en el otoño de 1940. ¿Podría deducirse de estas distorsiones y silencios que, para Zweig, América del Sur no fue finalmente más que un pretexto para una remembranza de Europa? En la recomposición del pasado que nos entrega, la República Argentina se revestía en 1936 del traje de una España «de la vieja cultura cuidada y protegida», que se encontraba lejos del veneno del odio que empezaba ya a asolar la península. El Congreso de los Clubes PEN, al cual asistió a comienzos de septiembre en Buenos Aires, presentaba el carácter de [acto de una tribuna de la «unidad I I I J I I